miércoles, 27 de enero de 2016

UN SUEÑO AUDAZ, CREATIVO Y EVANGELIZADOR

   
"Invito a todos a ser audaces y creativos
 en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, 
el estilo y los métodos evangelizadores 
de las propias comunidades"
Papa Francisco (EG 33) 

Al calor de la Nueva Evangelización, mi sueño de montar un bar cristiano surge a raíz de la llamada del papa Francisco a la Evangelización de “salir a las periferias” y también, al amparo de iniciativas similares, ya en funcionamiento, en otros países. 

Para desarrollarlo, tengo que hablar de Visión (el qué) y de Misión (el cómo):

Visión

Una visión que, a través de la acogida, la fraternidad y la hospitalidad que se brindará a las personas que acudan al bar, manifieste la presencia de Cristo y un espacio para que muchos alejados vuelvan al encuentro del Señor. Se trata pues, de llevar el Primer anuncio o kerigma a quienes no frecuentan las iglesias.
Sueño con un bar de encuentro en el que pueda entrar todo el mundo (siempre que sean mayores de edad): cristianos, católicos, sacerdotes, obispos, alejados, agnósticos, jóvenes, mayores, liberales, conservadores, personas o movimientos, etc. siempre en un espacio de libertad y respeto que de testimonio de la riqueza de nuestra fe cristiana.
Misión

El lema podría ser algo así:

- “Si la gente no busca a Dios en una iglesia, llevemos a Dios a un bar”.

- "Bebe para recordar, no para olvidar”.

- “Brindemos con gratitud por lo que Dios nos ha dado” .

- "Evangelizar es hacer presente el Reino de Dios en el mundo ".


El concepto es ofrecer, por un lado, una alternativa de ocio (sobre todo, a los jóvenes) y lanzar el mensaje de que se puede disfrutar y mucho sin excesos y en un ambiente cristiano; y por otro, un espacio evangelizador y posmoderno donde tengan cabida actividades cotidianas (juegos, tertulias, monólogos, conciertos, fiestas, etc.) junto a las propiamente religiosas (confesión, adoración, Emaus, Effetá, Proyecto Amor Conyugal, cenas Alpha, conferencias, estudio bíblico, etc.).
El objetivo es captar la atención de los jóvenes (y no tan jóvenes) en un ambiente de ocio cotidiano y muy arraigado en nuestra cultura española, ofreciendo una amplia gama de iniciativas innovadoras e inspiradas en la fe cristiana
Se trata de ofertar un espacio acogedor con el mejor ambiente, donde poder escuchar, hablar y compartir, mientras se come o se bebe algo.

Ser cristiano no es un concepto obsoleto, pasado de moda o marginal; Cristo es actual, es válido también para el hombre posmoderno de hoy, y además, Cristo es para todos, es el "verdadero camino a la vida".

Plan Estratégico

El nombre del bar podría ser Evangeli bar, De Madrid al cielo, Beber para creer, Aquí Pub y Después Gloria, El Atrio de los Gentiles, La Revolución de la Fe, La Resurrección del amor, El Reino de Dios está aquí, etc. aunque se barajan más nombres; pero más que un bar, sería un local multiusos e inter-disciplinar que, sin renunciar al ocio, anuncie el Evangelio. 
La estética debe estar muy cuidada, tanto en la decoración como en el servicio: nada friki, ni ñoña; nada cutre, productos de calidad para un encuentro de la máxima calidad y siempre en búsqueda de la excelencia.
Para definir una atmósfera cristiana habría un mural con una imagen del Espíritu Santo en el centro, algunos santos y papas, incluido el Papa Francisco, santos y diversos personajes conocidos de la Iglesia.
La carta del bar/cafetería/restaurante tendría los nombres de los apóstoles, de los santos, de los dones del Espíritu o de los diez mandamientos en las diferentes bebidas o platos, todo ello, desde el máximo respeto. 
El ambiente cristiano dependerá de la ubicación que tenga (preferiblemente en una iglesia con espíritu evangelizador, activa y misionera), de la estricta observancia de la buena conducta cristiana y del hecho de evitar cualquier situación violenta o cualquier posible exceso.

No se ofrecerían bebidas de alta graduación alcohólica, ni más de una cantidad sensata de consumiciones  seguidas que contengan alcohol (cerveza o vino). 

Los precios serían adecuados y justos, siempre inferiores a los de un establecimiento convencional, puesto que el fin no es lucrativo.

La decoración contaría, en las paredes del bar, de citas del Evangelio, así como fotos con frases de papas, escritores, famosos, cantantes y santos:
  • Mateo 5, 6: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados". 
  • Juan 6, 35: "Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed."
  • Francisco: "Hay que vivir con alegría las pequeñas cosas de la vida cotidiana"
  • Martin Luther King, líder afroamericano: "I had a dream".
  • Gabinete Caligari, grupo musical de los 80: “No hay como el calor del amor en un bar”.
  • Alison Moyet, cantante británica: "We all need a love resurrection. Just a little divine intervention".
  • Depeche Mode, grupo inglés: "I just can´t get enough" o "Personal Jesus".
La barra del bar tendría una cita como “Dame de beber”, o “Quien tenga sed, venga a mí y beba” (Juan 7, 37), o “El que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás.” (Juan 4, 13-14). 
Y en las 
mesas y en los manteles: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."(Mateo 4, 3-4), o "Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él."(Juan 6, 55-56). "El pan nuestro de cada día, dánosle hoy" (Lucas 11,3)

Todo ello en consonancia con la máxima Ignaciana: “Entrando con la suya me salgo con la mía”, es decir, interpelando con el sentido de la bebida o la comida, tratamos de provocar la mirada sobre esa sed más profunda, sobre ese hambre espiritual.

Actividades
La idea es fomentar un área WiFi con acceso a Internet cuya clave sería “Deo Gratias” (Gracias a Dios) o "In God we trust" (Confiamos en Dios) y un espacio multimedia y audiovisual. 

Las actividades serían tanto lúdicas como formativas en la fe: 

  • Espacios para la escucha y el debate: Alpha, Emaús, tertulias sobre sucesos actuales, conferencias sobre temas candentes, etc.
  • Formaciones, monólogos, testimonios de fe y de conversión.
  • Conciertos, adoraciones y alabanzas.
  • Librería y sala de lectura (Evangelio, Encíclicas, libros con temática religiosa, CD’s y DVD’s etc.).
  • Proyección de películas y realización de obras de teatro de inspiración religiosa. 
  • Juegos de mesa y ocio.
  • Fiestas y celebraciones.
  • Confesionario y dirección espiritual.
  • Capilla.
  • Estudios bíblicos y sala de oración (Lectio Divina, lectura del evangelio, Taller de Biblia, Orando con los Salmos, etc.).
  • Servicio de orientación y dirección laboral, personal o espiritual con profesionales expertos, educadores y sacerdotes.
El horario del bar sería mañana y tarde, de jueves a domingo  (dependerá de diversos factores) e incluirá diversas dinámicas de interés para jóvenes, adultos y mayores de diferentes edades y circunstancias, encuentros y charlas de escritores, artistas y personajes populares de nuestro tiempo.

Una iniciativa de misericordia

Rescataríamos una costumbre napolitana llamada “caffè sospeso” (café “suspendido”, “café pagado”) una iniciativa nacida en Italia que consiste en pedir dos cafés: uno para quien lo solicita y otro para alguien con pocos recursos o en paro. 
El camarero apunta en una pizarra una raya para indicar que hay un café pagado, al que puede acogerse alguna persona necesitada o indigente que entre después, quien preguntará si hay algún café pagado. Al consumirlo, el camarero borrará la raya. 

Esta tradición podría ser ampliada a un desayuno completo o a una comida (nunca a bebidas alcohólicas), con lo que fomentaríamos la hermandad y un mayor acercamiento a las personas alejadas de la fe o con serios problemas económicos o sociales.

Es, en definitiva y al hilo de la Bula del papa Francisco, una iniciativa de fraternidad y  una obra de misericordia, que muestra una comunidad cristiana que acude al encuentro de los demás.

Personal de servicio

La idea es que haya un personal de servicio y de acogida por parte de jóvenes y adultos voluntarios, fijos o rotatorios y un encargado/s que podría ser asalariado.
La clave está en que no sólo sea un medio diferente y original de evangelización, sino también un lugar donde conocer a otros católicos

Y, en todo caso, responder gráficamente a ese hacer presente a Dios en medio de nosotros, en medio de las copas, las comidas y del ocio también.

Un espacio donde compartir intimidad y fraternidad en torno a la mesa, como Jesús hacía con sus amigos.

Financiación

Aquí está el quiz de la cuestión. A pesar de haberlo ofrecido ya en algunas parroquias sin demasiado éxito, este proyecto está abierto a donaciones, mecenazgos y patrocinios, y/o a la solicitud de un préstamo a la Diócesis para la realización de proyecto, obra y acondicionamiento del local elegido, así como para la puesta en marcha de todos los servicios necesarios (alquiler, luz, agua, etc.).

Beneficios

Los beneficios del bar se ​​re-invertirían en proyectos solidarios hacia dos áreas concretas:
  • la financiación de actividades de voluntariado y caridad realizadas por jóvenes cristianos.
  • la financiación de actividades pastorales de evangelización (Alpha, Emaús, Effetá, retiros, convivencias, peregrinaciones, etc.).

Ejemplos de iniciativas similares


sábado, 16 de enero de 2016

CONSTRUIR EL REINO DE DIOS, ¿CUESTA?





"Honra al Señor con tus riquezas, 
con las primicias de todos tus frutos;
entonces tus graneros estarán llenos en abundancia 

y tus bodegas rebosarán de vino..”  
(Proverbios 3, 9-10)


Una de las principales razones por las que muy pocas iglesias se involucran en actividades de evangelización se debe a que nos hacemos las preguntas equivocadas. Demasiado a menudo, las primeras preguntas que nos hacemos son: "¿Cuánto va a costar?" “¿Quién lo va a pagar? en lugar de: "¿A quienes vamos a llegar?". 


Todos nos irritamos cuando nos piden dinero. Y yo tengo comprobado que es por desconocimiento o falta de información. Es preciso que entendamos qué se nos pide y el por qué.

Si tenemos clara la visión de que estamos comprometidos para formar una Iglesia misionera y evangelizadora, hemos de saber que nos va a costar esfuerzo y dinero! 

¿Qué se pide y por qué?

En primer lugar, el dinero gastado en la evangelización no es un "gasto”, sino una inversión. El dinero utilizado en atraer a Dios a las personas que invitamos, más temprano que tarde, repercutirá directamente en la parroquia. No es nuestra labor hacer milagros ni ejercer de Dios. Él sabe quién debe venir y por qué. Y muchas veces nos sorprendemos por contribuciones espontáneas y muy generosas. Dios siempre provee.

En segundo lugar, damos porque compartimos la visión, damos por altruismo, no por necesidad y mucho menos por obligación. Si todos diéramos sólo por "necesidad", todas las parroquias serían millonarias porque siempre hay mucha necesidad. El dinero fluye por la gracia de Dios y las ideas las inspira el Espíritu Santo para que todo resulte bien.

En tercer lugar, “quien da poco, recibe poco”. Recordad el pasaje de Mateo 17,27, cuando Jesús le dice a Pedro que eche el anzuelo y de la boca del primer pez saldrá una moneda suficiente para pagar todo lo necesario. Lo que aprendemos de esta historia es que el dinero está en la boca del pez pero requiere que nos pongamos en movimiento. Si nos centramos en la pesca (evangelización), Dios pagará la cuenta.

En cuarto lugar, tengamos muy presente que "a la obra de Dios realizada según la voluntad de Dios, nunca le faltará el apoyo de Dios." El aporte voluntario de todos los implicados e involucrados es una forma de devolverle al Señor una pequeña parte de lo muchísimo que Él nos da (empleo, dinero, salud, amor, protección…). 


En quinto lugar, y con independencia de que sea un precepto de la Iglesia y sin entrar en esa cierta obligatoriedad institucional, debemos reflexionar sobre el hecho de que nuestro deber y compromiso viene de más arriba; Dios nos pide compromiso y nos exhorta a tener un corazón generoso que aporte talento, tiempo y dinero, para que la Iglesia de Jesucristo pueda crecer y desarrollarse.

En sexto lugar, Jesús es el modelo de entrega total y radical: Se entregó hasta la muerte en el Calvario, hasta la última gota de Su Preciosa Sangre. Nos enseñó que, para ser como Él, debemos hacer lo mismo: darnos del todo, por amor. No debemos preocuparnos: Jesús nos da Su gracia para saber dar y darnos como El se dio. Todo le pertenece a Dios y nosotros sólo somos administradores de nuestros recursos, según el Espíritu Santo ilumina la conciencia.

Los miembros de Su Iglesia somos hijos y no súbditos. A los hijos no se nos requiere una cuota porque somos de la casa. Pero eso no significa que los hijos no contribuyamos nada. Al contrario, en Su casa, todos damos de corazón según la necesidad y las posibilidades de cada uno. Es la medida de Jesús: el amor. 

La Iglesia, QUE SOMOS TODOS, tiene necesidades materiales que deben ser cubiertas por alguien. Y ese alguien somos todos nosotros, quienes a la vez, vemos cumplidas y satisfechas nuestras necesidades espirituales, a través de lo mucho que recibimos.

La Iglesia de Cristo nunca obliga a los fieles a contribuir con las necesidades del Reino, sino que, libre y generosamente, según las posibilidades de cada uno y en conciencia, les insta a hacerlo. 
Que cada uno dé como propuso en su corazón, 
no de mala gana ni por obligación, 
porque Dios ama al que da con alegría” 
(2 Cor 9, 7)

La medida es el amor y no siempre el que más cantidad entrega, es el que más da. (Marcos 12,42-44).

¿Qué es más exigente, dar un donativo o dar de corazón?

Sin duda, depende de la pureza de nuestro corazón. El corazón puro de Cristo se dio por entero y nos llama a tener el mismo corazón puro. Por tanto, el "dar" debemos entenderlo, según el espíritu evangélico, como una entrega total de corazón por amor.

Debe quedar claro que nuestros queridos curas NO exigen un pago específico, pero nos enseñan que para el cristiano dar es una obligación y también un privilegio, un gozo, porque es parte integral de nuestra vocación de hacer todo para propagar el Reino de Dios.

Nosotros, como cristianos y seguidores de Cristo, damos de corazón porque somos miembros de la familia de Dios. No es obligatorio. 

Sin embargo, "dar" es aconsejable por tres razones:
  • porque con nuestro dinero, ayudamos a extender la obra de Dios y su Reino en la tierra. 
  • porque, si damos con alegría, el Señor nos recompensa y aumenta nuestras riquezas. 
  • porque hemos de aprender a depositar toda nuestra fe en el Creador y no en nada ni nadie más, ni siquiera en nosotros mismos (y eso significa otorgarle el control de todas las áreas de nuestra vida, finanzas incluidas). 
En mi opinión, contribuir en la medida de nuestro corazón es bueno, positivo y agradable a los ojos de Dios.
“Nada tengo, nada me pertenece, pues todo me ha sido dado como regalo y nada me llevaré de este mundo, salvo el amor del Padre”.

Obremos todos pues, en conciencia, en libertad y en comunión con Cristo. Nadie estará nunca pendiente de lo que ofrecemos cada uno, sólo Dios que mira en nuestros corazones.

Dios nos compensará. Estoy completamente seguro
.