martes, 31 de marzo de 2020

¡SÁLVESE QUIEN QUIERA!

"Mi alma sólo descansa en Dios, 
mi salvación viene de él; 
sólo él es mi roca, mi salvación, mi fortaleza; 
no sucumbiré."
(Salmo 62, 2-3)

La situación pandémica que sufrimos ha provocado que el mundo se haya detenido. Los gobiernos han decretado las alarmas y los confinamientos de la población. Sectores económicos vitales como la industria, el comercio y el turismo se paralizan. Las facturaciones caen, las empresas cierran. Se suceden miles de regulaciones de empleo y las personas se quedan sin trabajo, sin medios de vida. Los gobiernos adoptan medidas económicas drásticas que vaticinan un futuro crítico. 

Los sistemas sanitarios se colapsan. Miles de médicos y sanitarios se contagian. Miles de personas mueren a diario sin remedio, en absoluta soledad y sin poder ser despedidas dignamente por sus familiares.

Ante esta situación, asisto cada día, perplejo y preocupado, al grito egoísta y unánime de muchas personas, de muchos colectivos y de muchas empresas de "Sálvese quien pueda". ¡Es la frase del pánico!

Pánico que lleva al egoísmo más terrible. Cada cual mira por sí mismo, piensa en lo suyo,  se preocupa sólo por sus cosas. Miran, piensan y se preocupan, pero no reaccionan. Quizás, se quedan en casa, aplauden y cantan... pero lo cierto es que entran en pánico ante la incertidumbre y la impotencia, aunque todavía no lo reconozcan, porque ni tienen dónde asirse ni saben a Quien agarrarse. 

Otros muchos, el pequeño "resto" de la tripulación se mantienen en el barco y, con fe, claman al cielo protección y ayuda: "¿Y no hará Dios justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche? ¿Les va a hacer esperar? Yo os digo que les hará justicia prontamente. Pero el hijo del hombre, cuando venga, ¿encontrará fe en la tierra?" (Lucas 18, 7-8).

¿Encontrará Dios fe en la tierra? ¿Encontrará confianza en las casas? ¿Encontrará amor en los corazones? Desgraciadamente el hombre ha puesto su fe y su confianza en sí mismo, y sólo se ama a sí mismo. Y seguirá haciéndolo. Buscan recursos, investigan remedios y adoptan medidas...pero ¿alguien clama al cielo y pide ayuda a Dios?

Get a man as soon as you can?! - Between WomenCuando la tragedia se cierne sobre nuestro barco, en el que nos hemos acomodado, ocupando sus bodegas (donde había provisiones, calor y comodidad), inmediatamente pensamos en abandonarlo, anunciando al resto de la tripulación, con nuestra falta de confianza, que un grave peligro se cierne sobre la nave. 

Cuando, en plena tempestad, se producen algunas vias de agua en el casco, lo primero que hacemos es entrar en pánico y huimos. No sabemos hacia dónde, pero queremos huir (aunque no nos movamos). Y lo que no llegamos a comprender, es que nos dirigimos, sin movernos, hacia una muerte segura.

Ahí está nuestro error. Somos como "ratas de barco", que ante las "pruebas" sólo pensamos en nosotros, en nuestras propias circunstancias, en nuestro "yo". Abandonamos el barco de la fe donde podemos estar a salvo, y olvidamos que es el Capitán quien dirige la nave, el Único que puede salvarnos. Es el orgullo.

Y este pánico egoísta y orgulloso es el que nos mantiene tristes y desolados; amparados en la pérdida y en la decepción. Y exactamente igual que lo que el mismo Jesús les dijo a los dos de Emaús, nos lo dice a nosotros hoy: ¡Qué necios y qué torpes sois para creer lo que dijeron los profetas!" (Lucas 24, 25)

Necios somos por no creer, suponiendo que estamos a salvo en la "bodega" confortable, en nuestro cómodo habitáculo subterráneo, a salvo en nuestra oscura despensa, donde imaginamos tener todo lo necesario para vivir y donde nos mantenemos al margen de los demás, y ajenos a lo que ocurre en el resto de la nave. 
Cómo No Fijarse En La Tempestad Según La Biblia? †
Insensatos somos por no creer, endureciendo nuestros corazones, pensando que en nuestra vida no tiene cabida el sufrimiento o los problemas; convenciéndonos que el dolor y el padecimiento es para otros; persuadiéndonos a nosotros  mismos que "nada puede pasarnos".

Inteligentes seríamos si creyéramos, si comprendiéramos que no podemos salvarnos a nosotros mismos, si asumiéramos que ni sabemos navegar ni podemos nadar, si  admitiéramos que el barco no nos pertenece, que nuestra vida depende del Capitán. 

Sensatos seríamos si creyéramos, si aceptáramos que nuestra salvación requiere humildad y dimensión trascendental. ¡Y mucha fe! Sólo así, podremos tomar conciencia de que Dios es el dueño del barco, del mar y de la tempestad.

Nuestro grito unánime debería ser:"Sálvese quien quiera". Porque no se salva quien puede, sino quien quiere. Y quien quiere es quien eleva su mirada a Dios, quien sabiéndose frágil, débil y vulnerable, pone su vida en manos del "Capitán". 

Nuestra esperanza no está en esperar que "Unidos lo lograremos", ni en confiar que este mundo se tornará mejor porque lo deseemos sin más, ni en creer que todo será igual y que, cuando pase la tormenta, volveremos de nuevo a nuestras "bodega".

Nuestra fe, nuestra confianza y nuestra esperanza está puesta en el retorno glorioso de Jesucristo. 
"Querer es poder". El problema es que muchos no quieren. 

¡Sálvese quien quiera! es tan sencillo como gritar: ¡Ven, Señor Jesús! Tan fácil como decir: ¡Señor, sálvame, Tú que puedes!

DESPUÉS DE LA TORMENTA (del p. Diego de Jesús)Quien quiere, es capaz de salir de la bodega y subir a cubierta, "arriba"...donde, en oración, puede ver y percibir cómo Dios dirige la nave y se ocupa de todo.

Quien quiere, es capaz de pedir con fe y confianza a Dios, nuestro Capitán, el único que puede navegar en la tempestad, que nos libere de esta situación. Nosotros no sabemos dirigir el barco. 

Quien quiere, es capaz de agradecer a Dios que Él mismo es la salvación, que es el Dios de la vida, que es el Amor que sueña con todo lo que ha creado. Incluso, aunque seamos "como ratas".

Quien quiere, es capaz de reconocer y preguntarse: ¿no ardía nuestro corazón cuando nos explicaba las Escrituras? para apremiarle y decirle: "Quédate con nosotros, porque recrudece y el mundo va de caída"


¡Yo, me quedo en casa! 
¡A salvo, en la casa del Señor!

viernes, 27 de marzo de 2020

APOCALIPSIS 11: LOS DOS TESTIGOS Y LOS TRES GRANDES SIGNOS

"Y se me dio una caña en forma de vara, diciendo:
Levántate y mide el santuario de Dios y el altar, 
y a los que están adorando en él."
(Apocalipsis 11,1)

Antes del vertido de las siete copas
que desencadenan el Juicio Final, el capítulo 11 del Apocalipsis inicia la narración con la entrega al vidente de una especie de "vara de medir" para el templo de Dios, es decir, para la Iglesia:

-Mide el santuario y el altar, y los adoradores que hay en élel santuario es el espacio reservado donde no pueden entrar los paganos, es decir, son el pueblo fiel a Dios. El altar es el lugar del sacrificio, es decir, son los sacerdotes de Dios. Los adoradores son los templos vivos, es decir, los consagrados, las órdenes religiosas

Santuario, altar y adoradores componen la Iglesia, entendida como asamblea litúrgica. Medir a ambos significa protegerlosLa Iglesia prevalecerá, aunque la otrora civilización cristiana se hunda en la apostasía y la impiedad. El santo sacrificio de la misa seguirá ofreciéndose, aunque sea en la clandestinidad.

-Pero el atrio exterior del santuario, los "falsos cristianos" que viven como si estuvieran fuera de la Iglesia, que viven una fe a la medida.

-déjalo fuera, no lo midas, porque ha sido entregado a los paganos, aunque ellos se consideran fieles y dentro de la Iglesia, no lo son, y por eso, son abandonados a sus propias fuerzas, convirtiéndose en presas del Anticristo. Se afilian a sus organizaciones e ideologías, reniegan de la fe cristiana y son fácilmente engañados.

-que pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses, causan perjuicio y daño moral a la Iglesia durante a 3 años y medio, es decir, por un tiempo limitado en el que el diálogo entre la Iglesia y el mundo va a ser imposible, fruto de una total radicalización y enfrentamiento. Desaparecerá el atrio del santuario.

Los Dos Testigos

-Haré que mis dos testigos profeticen durante 1260 días, predicarán por 3 años y medio, un tiempo limitado también. Evangelización por poco tiempo.

Estos dos Testigos de Dios han sido erróneamente reconocidos por algunos que interpretan esta visión literalmente, como los apóstoles Pedro y Pablo, y por extensión, con dos papas (quizás con Benedicto y Francisco).

Otros hacen referencia a
 Elías y a Moisés porque aparecen en el Monte Tabor de la Transfiguración (Mateo 17, 1-8), e interpretan que podrían representar un anticipo de la gloria que ha de venir

En Malaquías 4,5 se profetizó que Dios enviaría a Elías antes del día de la purificación. Jesús lo afirma también en Mateo 17, 11. 

Elías junto con Enoc son los dos únicos personajes de la Biblia que fueron al cielo sin morir (con la excepción de la Virgen María). 

Algunos interpretan que estas dos figuras simbólicas podrían representar a las órdenes contemplativas y a los consagrados, y que durante el reinado del Anticristo, con sus oraciones, fortalecerán y protegerán a los de dentro (creyentes), y convertirán a los de fuera del santuario (no creyentes).

-vestidos de sayal (saco), haciendo sacrificio y expiación (oración, penitencia y ayuno).

-son los dos olivos, tomado de Zacarías 4, 11-14, procedentes o representantes del pueblo de Israel (recordemos que los olivos eran un simbolo de la economía del Israel de la época), 

- y los dos candelabros, procedentes o representantes de la Iglesia de Cristo (recordemos que las 7 Iglesias están simbolizadas por 7 candeleros). 

-tienen poder para cerrar el cielo, autoridaden referencia a Elías, en Santiago 5,17-18, ...poder sobre las aguas...y poder para herir a la tierra, en referencia a Moisés, en Éxodo 7-10, cuyo cuerpo fue también preservado por Dios, en Judas 1,9. Ambos personificarían la Ley y los Profetas del Antiguo Testamento.

-Cuando hayan terminado su testimonio, trabajo meditativo y contemplativo, la Bestia, el Anticristo, les hará la guerra, los vencerá y los matará, anuncia el martirio, la persecución. Se reducirán las órdenes y algunos monasterios se cerrarán.  Se dejan matar sin resistencia porque se saben compañeros del Cordero y de donde salen los 144.000.

-Sus cadáveres serán expuestos, serán ridiculizados y humilladosen la plaza  de la gran ciudad, que se llama espiritualmente Sodomala ciudad de la perversión y Egipto, la ciudad de la esclavitud, ambas representan a las personas que han dado la espalda a Cristo, se han pervertido y son esclavas del pecado.

-por tres días y medio, por tiempo limitado, sin permitir que los entierren, no habrá gracia, para que la gente de todo el mundo los vea y les sirva de escarmiento, el mismo proceder que hicieron con Jesucristo en la Cruz.

-Los habitantes de la tierra, los impíos, se alegrarán y se felicitarán al verlos muertos, ridiculizados, humillados y limitados, pues su presencia y su intercesión, los cuestionaba y los atormentaba.

-Pasados los tres días y medio, tiempo limitado, el Espíritu Santo los resucitará, los ensalzará, como a Cristo y serán asuntos al cielo, resurgirán, y los que estaban mirándolos se quedaron aterrorizados, se darán cuenta de su error. La muerte de los testigos es la que provoca la caída del Imperio.

-Se produjo un gran terremoto, como cuando murió Jesús, la manifestación de Diosy se derrumbó la décima parte de la ciudad, algunos dejaron de humillarles, y en el cataclismo perecieron siete mil personas, aunque una gran cantidad siguieron pecandomuchos se convertirán pero otros, seguirán sin arrepentirse.

-Los supervivientes, llenos de terror, dieron gloria al Dios del cielo, se estremecerá el reino del Anticristo y algunos se darán cuenta de su error, y se convertirán.

"El segundo "ay" ha pasado, y el tercero viene en seguida.
(Apocalipsis 11,14)


Las seis primeras trompetas anuncian la permisión de Dios de las consecuencias de nuestro pecado para darnos tiempo a arrepentirnos.

Ahora, el 7º ángel hace sonar la 7ª trompeta: el cielo y los 24 ancianos comienzan a alabar y adorar a Dios por lo que va a hacer, que anuncia la instauración definitiva de su Reino de justicia, amor y verdad aquí en la tierra.

-Entonces se abrió el templo de Dios, el que está en el cielo, y se vio el arca de su alianza, que simbolizaría el poder de Dios.

Tomado del libro de los Macabeo
s: El Arca, "perdida" desde la conquista de Jerusalén por los babilonios, y escondida por el profeta Jeremías en una cueva del monte Sinaí, aparecerá cuando Dios intervenga de manera definitiva en favor de su pueblo (2 Macabeos 2,4-8).

Dice San Buenaventur
a que "el Arca, en un sentido alegórico, se refiere a Cristo y a la Iglesia; (...) en un sentido místico, representa a la Virgen gloriosa, Santa María, felicísima Madre de Dios y Señora nuestra" y que debemos considerarla en cuanto a su:
  • construcción: fue construida de material incorruptible, de proporciones precisas, de bella forma y de figura cuadrangular.
  • contenido: guardaba el maná (Eucaristía), la vara de Aarón ( Fe/Confianza)) y las dos tablas de la Ley (Palabra); y por encima, rematándolo, había dos Querubines haciendo sombra al propiciatorio (Sabiduría). 
  • eficacia: guía en el desierto, defensa en el combate, reconcilio de los arrepentidos, derrota de los enemigos.
-honor: grandes y pequeños la honran y reverencian, todos se humillan ante ella y la cantan alabanzas.

Pero antes del establecimiento del Reino de Dios pareciera como si Él mismo hiciera una retrospectiva, una especie de "feeback" desde el principio hasta el fin, a modo de resumen y de conclusión:

-en medio de rayos, voces, truenos, terremotos y fuerte granizada, que significaría, de nuevo, la manifestación de Dios. Está a punto de revelarse un misterio...

Aparecen tres signos: la Mujer vestida de sol, el Dragón y las Bestias, con las que se derraman las siete copas de la ira de Dios.

continuará...


Bibliografía:

-"El Apocalipsis" (de Adrienne Von Speyr, por Hans Urs Von Balthasar).
-"Para leer el Apocalipsis" (Jean-Pierre Prévost, Editorial Verbo Divino, 1991).
- "La Cena del Cordero" (Scott Hahnn, Editorial Patmos, 2001).
-"El Apocalipsis de San Juan" (Emilio Aliaga Girbés, Editorial Verbo Divino)

miércoles, 25 de marzo de 2020

APOCALIPSIS 6-7: LOS SIETE SELLOS

"Y cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, 
miré y oí a uno de los vivientes 
que decía con voz de trueno: Ven."
(Apocalipsis 6, 1)

Hoy continuamos compartiendo la visión de San Juan, para tratar de entender la simbología figurativa del libro del Apocalipsis, es decir, discernir lo que Jesucristo quiere decirnos a la Iglesia en general y a cada uno de nosotros en particular.

Todos somos invitados a la liturgia celestial, que se compone de septenarios: 7 sellos, 7 trompetas y 7 copas.

Nos sumergimos en la dimensión mística y en el significado espiritual de los siete sellos y las siete trompetas, que no nos deben llevar a un escenario de desolación, sino al discernimiento de sucesos que ocurren en la tierra, y que son vistos desde el cielo, como parte del plan de salvación de Dios. Es decir, Cristo nos da esperanza para que nos convirtamos y para que perseveremos.

Los sellos son los misterios incomprensibles para nosotros que el Cordero va abriendo, para que vayamos entendiendo ese tapiz velado, escrito por delante y por detrás, que es el plan de Dios.

Cada vez que se abre un sello, hay una revelación de la voluntad de Dios, que va dando sentido y significado a la historia.


La mística Adrienne Von Speyr (1902-1967), protestante convertida al catolicismo en 1940, dictó al teólogo jesuita Hans Urs Von Balthasar las revelaciones que, según ella, le iba haciendo el mismo Jesucristo sobre la interpretación de la apertura de cada Sello: "Los sellos se asemejan a las parábolas, su apertura a su explicación."

Los siete sellos

Apocalipsis 6, 1-8

Los primeros cuatro sellos corresponden a los conocidos jinetes del Apocalipsis, que son la recreación simbólica y mística del combate espiritual que se libra en la tierra.

Su imagen está tomada del libro de Zacarías, en donde se establece que son enviados por Dios. 

Los jinetes, montando cada uno un caballo con un color característico y simbólico, son enviados a toda la humanidad (según el significado del número 4, que representa a toda la Creación), y se extenderán por toda la Tierra, excepto el blanco que esparcirá esperanza hasta los confines de la tierra.
1º sello: La victoria del espíritu sobre el cuerpo

Cuando el Cordero abre el 1º sello, habla el 1º viviente, que personificaría a los apóstoles, y llama a un caballo blanco, que simboliza el color cristológicola venerabilidad, la pureza, la Resurrección

El blanco, color de la inocencia y la pureza, representa la vocación a la santidad, a la que que todos los cristianos estamos llamados. El caballo simboliza nuestra naturaleza humana e instintiva, que debe estar dominada por el jinete (nosotros). 

El Jinete blanco personifica a Adánel proyecto de hombre pensado por Dios, es decir, a todos nosotros. Personifica la vocación humana con caracteres cristológicos, creados a imagen y semejanza de Dios. Simboliza a la civilización cristiana, al cristiano, el hombre cristológico.

Sus armas son un arco en la mano, que representaría al Evangelio, símbolo de combate espiritual contra el Imperio del mal, y su largo alcance (hasta los confines de la tierra); y una corona en la cabeza, que significa dignidad, autoridad y poder, representa el espíritu cristiano.

Su misión es salir como vencedor y para vencer otra vez, que significa victoria y triunfoEl jinete (el cristiano comprometidotiene como misión es combatir el mal por Cristo‍para vencer.

El misterio revelado en este primer sello es que Dios ha creado al hombre para el bien y vencer a las fuerzas del mal, que Cristo nos santifique y así, llevar nuestra vocación a la plenitud con la fe, la esperanza y el amor

Algunos  interpretan erróneamente a este jinete como "la falsa doctrina" y lo engloban en una serie de cuatro acontecimientos negativos. Sin embargo, a diferencia de los otros tres jinetes, éste primero es un símbolo positivo por el color, (blanco) que siempre representa el bien, la santidad, y nunca el mal; por el jinete, con rasgos de poder y de autoridad (arco y corona); y por su misión que termina por dos veces en victoria

Los tres jinetes siguientes que van a aparecer en los tres siguientes sellos son las fuerzas del Imperio, los agentes del mal que van a por el jinete blanco. 

2º sello: El compromiso con Dios y con el prójimo 

Cuando el Cordero abre el 2º sello, habla el 2º viviente, que personificaría a los mártires, y llama a un caballo rojo como la sangre, que simboliza usurpación, persecución, martirio, prevaricación, odio y guerra de aquel que fue homicida desde el principio. 

El Jinete rojo personifica a Caín y su descendencia, erigiéndose en la cara del "Imperio" representa la fuerza del mal que lucha contra la creación de Dios y contra la pazEl color rojo simboliza el derramamiento de sangre de los inocentes y los mártires. 
Su arma es una gran espada, que simboliza el odio y la persecución.

Su misión es quitar la paz de la tierra y combatir el amor y la paz de Dios en el hombre, con todos los medios a su alcance, y que comienza con el asesinato de Abel por su hermano Caín. 

El misterio revelado en este segundo sello es nuestra lucha contra las fuerzas del mal, contra el "Imperio", a través de la paz y el bien.

Hacer que los hombres se degüellen unos a otros hace referencia al mal del corazón del hombre (Caín) que, por egoísmo y envidia, se ha extraviado del mandato del Señor. Cristo nos llama a vivir nuestra vida en relación con Dios, pero también entre nosotros. 

3º sello: El equilibrio entre la justicia y el amor

Cuando el Cordero abre el 3º sello, habla el 3º viviente, que personalizaría a los padres y doctores de la Iglesia, y llama a un caballo negro, que simboliza desgracia, pobreza, hambre, escasez y oscuridad. 

El Jinete negro representa en su dimensión física, la codicia, el egoísmo y la injusticia, y en su dimensión espiritual, representaría la mentira, la herejía y el error, erigiéndose en otra nueva cara de la guerra espiritual promovida por el infierno contra el hombre. 

Para algunos, lescasez simbolizaría el abandono de la verdad de Dios (herejías, falsas doctrinas, protestantismo, islamismo, etc.). La pobreza representaría la falta de gracia y de dones espirituales que sumen al hombre en una vida sin Dios. El hambre figuraría la búsqueda del hombre por la trascendencia (Nueva Era, gnosticismo, espiritualidades orientales, yoga, etc.). La oscuridad sería la incapacidad de encontrar el camino correcto porque el hombre ha optado por sentarse en el trono de Satanás.

Su arma es una balanza, el instrumento habitual de los comerciantes para marcar el precio
y que representa los frutos del trabajo del hombre, lo material (trigo y cebada) y lo espiritual (aceite y vino).

La voz en medio de los vivientesque es Dios, le indica cómo debe usarla, en un equilibrio entre la Justicia y el Amor. 

Una medida de trigo, un denario; tres medidas de cebada, un denario, simbolizaría que las fuerzas del mal son ahora las que marcan la justicia y la moral de la sociedad, según su criterio humano. 

Al aceite y al vino no los dañes, simbolizaría que, por profundas que sean las injusticias y las inmoralidades, no tienen poder sobre el criterio divino.

Su misión es la explotación del hombre, empobrecerlo, engañarlo y esclavizarlo.

El misterio revelado en este tercer sello es nuestra lucha contra las fuerzas del mal es a través de la justicia y la verdad.

4º sello: La muerte espiritual

Cuando el Cordero abre el 4º sello, habla el 4º viviente, que personificaría a los místicos y consagrados, y llama a un caballo amarillento/pálido, que representa corrupción, enfermedad, epidemias, desolación y muerte, y el Hades, que personificaría a Satanás, le sigue. 

El Jinete amarillento/pálido, como su propio nombre "Muerte" indica, representa la destrucción espiritual, la muerte del alma. Y el que le sigue, el Enemigo "Hades", representa el reino de la muerte, el infierno. Este jinete lucha por el alma de los hombres.

Mientras que la Vida era propiedad del jinete blanco, el jinete amarillo es la Muerte a quien se le ha concedido poder sobre la cuarta parte de la Tierra. Las otras tres partes ya han sido asignadas a los primeros tres jinetes. Los que mueren por el poder del cuarto jinete lo harán viendo lo que les espera después de la muerte.

Sus armas son la espada (odio)arma del segundo jinete, hambre (mentira), epidemias (falsas doctrinas e ideologías) y las fieras salvajes (corrupción política, económica y religiosa), armas del tercer jinete, y  se refieren a todas las cosas que pueden matar al hombre ‍ 

Su misión es la muerte espiritual del hombre, corromperlo, engañarlo y destruirlo.

El misterio revelado en este cuarto sello es nuestra lucha contra las fuerzas del mal es a través de la perseverancia y la santidad.

La apertura de los cuatro primeros sellos es el dinamismo fundamental de la historia en la lucha del hombre, representado por el jinete blanco, imagen de Cristo y a quien pertenece la victoria, contra el poder maligno de la guerra, el odio, la explotación y la muerte que se le oponen.  

5º sello: Martirio y Apostasía

Cuando el Cord
ero abre el 5º sello, nos encontramos en plena guerra espiritual, en la época de la gran apostasía y del gran martirio de los cristianos. Representa a los santos mártires que están en el cielo, junto a Dios.

-debajo del altar las almas de los degollados por causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantenían, Cristo nos dice que todos nuestro sufrimiento y muerte por su causa no son en vano, sino que tienen un sentido: la construcción de la Nueva Jerusalén

-¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin vengar nuestra sangre de los habitantes de la tierra?. Una vez en el cielo (debajo del altar), esos mártires con sus oraciones, le piden a Dios que haga justicia, porque ésta sólo le corresponde a Él, quien realmente conoce los corazones de los hombres. Pero este juicio no es para los que están en el cielo ni para los cristianos en la tierra, sino para los seguidores del Dragón ("habitantes de la tierra").

-se le dio una túnica blanca y se les dijo que tuvieran paciencia todavía un poco, se les concede la santidad porque han rezado también por todos los que les han martirizado. Se les pide paciencia para que los "habitantes de la tierra" puedan arrepentirse y convertirse, que esperen hasta que se complete el número de mártires que irán al cielo, según el designio de Dios, compuesto de un gran número, como leeremos más adelante en Apocalipsis 7,4-8

6º sello: Respuesta a la plegaria de los justos
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Cuando el Cordero abre el 6º sello, se narra la respuesta de Dios a la plegaria de los justos inmolados: señales que simbolizan el castigo ante la iniquidad de todos los que persiguen a los cristianos durante la Gran Apostasía. Se habla de oscuridad, de terremotos, de meteoritos, de catástrofes naturales...

-Un gran terremoto, es la manifestación de Dios que convulsiona la tierra y produce la caída del Imperio. Hace referencia a la conversión, seísmo que convulsiona nuestra vida anterior "adecuada" al Imperio.

-El sol se puso negro como un sayal de pelo, el sol simboliza el Imperio que caería en una gran oscuridad y desesperación por falta de fe, el sayal de pelo (cilicio) es símbolo de luto, mortificación y penitencia.

-La luna se tiñó de sangre, la luna simboliza el discurrir del tiempo y quiere decir que la historia toma el color de la sangre de los mártires. Otros autores interpretan la luna como la representación de la Iglesia y por tanto, la sangre indica martirio y muerte.

-Las estrellas del cielo se cayeron sobre la tierra, como caen los higos de una higuera cuando la sacude un huracán, los que dentro de la Iglesia deberían ser luz para otros (sacerdotes) pero ya no lo son, "caen" en el pecado, cuando son confrontados con Dios. Los higos (hombres) tienen la posibilidad de madurar cuando están unidos al tronco (Cristo) pero si caen, si pecan contra el Espíritu, ya no lo pueden hacer. Tampoco pueden  volver a unirse a la Higuera.

-Desapareció el cielo como un libro que se enrolla,  el cielo queda velado para ellos, los habitantes de la tierra (los que sirven al Imperio). El mundo de Dios queda separado del mundo de los hombres. 

-y montes e islas se desplazaron de lugar, los valores y principios divinos en los que se hombres habían fundamentado, ahora son cambiados por otros

Los reyes de la tierra, los magnates, los generales, los ricos, los poderosos, todos los hombres, esclavos y libres, se escondieron en las cavernas y en las rocas de las montañas, la incapacidad del hombre para dar una respuesta a los males del mundo les lleva a refugiarse en las filosofías e ideologías humanas

-Y decían a los montes y a las rocas, hablan con los sabios y con los científicos. Su diálogo con Dios ya no existe. Dios les hablará para que se arrepientan, pero ellos ya no escucharán porque están escondidos.

-Caed sobre nosotros y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, porque ha llegado el gran Día de su ira, y ¿quién podrá mantenerse en pie?, los hombres ‍quieren ocultarse, porque no son capaces de afrontar la situación de caos y buscan un sitio donde salvarse de la ira de Dios.

Antes de que se abra el séptimo sello, aparecen cuatro ángeles de pie sobre los cuatro puntos cardinales, que representan a toda la creación.

Y un quinto ángel que les grita a con voz potente a los cuatro ángeles, diciéndoles: No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que sellemos en la frente a los siervos de nuestro DiosEl sello del cordero en la frente es la señal de la Cruz, que nos protege del mal.

-Oí también el número de los sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel. Recordando el significado de los números, 144.000 = 12 x 12 x 1000, es un número que representa una gran cantidad (1000), multiplicada por la totalidad de todas las doce tribus de Israel, que representan al pueblo de Dios.

No es un número literal ni exacto sino que simboliza una gran cantidad de personas: los seguidores del Cordero.

Los 144.000 son todas las personas justas del pueblo de Israel, anteriores a la venida de Cristo a la tierra, y que representarían al Antiguo Testamento, más el resto del pueblo de Dios, correspondientes a toda la Iglesia de Cristo de todas las épocas, posteriores a la venida de Cristo a la tierra, y que representarían al Nuevo Testamento.

-vi luego también una multitud que nadie podía contar, de toda nación, raza y lengua... de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Esta "Gran muchedumbre", elegidos de todas las razas, lenguas, pueblos y naciones son todos los seguidores del Cordero, que victoriosos (de pie), han alcanzado la santidad, y ya en el cielo (delante del trono y del Cordero), adoran a Dios.

Los 144.000 (que estamos en la tierra), cada vez que vamos a misa, nos unimos a la gran multitud (que están en el cielo) para celebrar conjuntamente la liturgia celeste.

El Juicio de Dios, la Ira de Dios no es contra los seguidores del Cordero sino contra los habitantes de la tierra, es decir, los seguidores del Imperio del mal para que se conviertan.

7º sello: Silencio
Cuando el Cordero abre el 7º sello, se produce un silencio "como de media hora".

De repente, un misterioso silencio hace callar hasta a los truenos que procedían del trono. Todo sonido termina y toda la acción, hasta ahora tan acelerada, se paraliza....



Continuará...



Bibliografía:

-“El Apocalipsis” (de Adrienne Von Speyr, por Hans Urs Von Balthasar).

-"Para leer el Apocalipsis" (Jean-Pierre Prévost, Editorial Verbo Divino, 1991).

- "La Cena del Cordero" (Scott Hahnn, Editorial Patmos, 2001).
-"El Apocalipsis de San Juan" (Emilio Aliaga Girbés, Editorial Verbo Divino)