¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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sábado, 13 de junio de 2020

APOCALIPSIS 14-15: EL ANUNCIO DEL JUICIO Y LA VENDIMIA DE LA TIERRA

Lo urgente y lo importante | Formación Humana
"Miré y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el monte Sión, 
y con él ciento cuarenta y cuatro mil 
que llevaban grabados en la frente su nombre 
y el nombre de su Padre."
(Apocalipsis 14,1)

Continuamos esta serie de artículos, extensa pero apasionante, sobre el libro del Apocalipsis, y como hemos venido observando, los acontecimientos que nos narra San Juan (arrebatado en espíritu), no siempre siguen un orden cronológico pero sí un orden lógico y detallado.

Este método, "la ley de la recapitulación", es la firma original, el sello personal del Espíritu Santo, impreso desde el primero hasta el último libro de la Palabra de Dios. Por ejemplo, en el capítulo 1 de Génesis, se nos relata La Creación durante siete días y en el capítulo 2, el Espíritu Santo vuelve a hablar de la creación del hombre, pero esta vez agrega más detalles. En el libro del Éxodo, encontramos las leyes de Moisés, y algo más adelante, en el libro de Deuteronomio, se da la interpretación de la Ley, con cuarenta años de experiencia en el desierto, y con muchos detalles añadidos. En el Nuevo Testamento, tenemos cuatro evangelios, no  uno ni dos, porque el Espíritu Santo ha considerado que era necesario presentar con distintos detalles los muchos aspectos de la vida y persona de Jesucristo.

El triunfo de Cristo y su ejército

Comienza el capítulo 14, con el Cordero de pie, Jesús en posición de combate, sobre el monte Siónen el corazón de la Nueva Jerusalén, sobre el que se levanta el templo espiritual, la morada de Dios en la tierra, acompañado de los 144.000... Estos son los que no se contaminaron con mujeres, porque son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya. Son los sacerdotes y  los  consagrados de todos los pueblos y razas, y de todas las épocas; Los compañeros del Cordero que están dispuestos al sacrificio, la penitencia y la vida sacramental, distintos de la gran muchedumbre que les acompaña a continuación. 
- también como una voz del cielo, como voz de muchas aguas y como voz de un trueno poderoso; y la voz que escuché era como de citaristas que tañían sus cítaras. Son los dos coros de la liturgia celeste: la Iglesia Triunfante a la que se une la Militante, hasta completar el número total. 

-Cantan un cántico nuevo frente al trono, perseveran y son fieles a los sacramentos y a la adoración, que sólo ellos conocen, guiados personalmente por el Espíritu Santo, pasan por una persecución diferente a la que sufrieron los cristianos en siglos precedentes. 

-tenían escrito en las frentes su nombre y el nombre de su Padre, es decir, que obedecen a Dios Padre, y siguen la cruz de Cristo y su ley. Están marcados y protegidos por la cruz y no por el 666.  Obedecen a Cristo y no al Anticristo; son los que han vencido la impureza y la concupiscencia de la carne, pues esta será la herida más insidiosa de las fuerzas del mal, que tratarán de pervertir el corazón interior de la Iglesia y convertirlo en una inmensa Sodoma. El Cordero tiene el poder de borrar la marca de la Bestia de todos aquellos que se convierten.

-en su boca no se halló mentira. Son intachables, se han guardado de las mentiras y las herejías, ligadas casi siempre a la impureza de la carne; han sido fieles y han perseverado hasta el punto de estar dispuestos a morir por preservar su alma (Mateo 16, 25). 

El mensaje del Apocalipsis es que la vida del cristiano es una vida litúrgica, una vida eucarística encaminada a las bodas del Cordero, en las que ofrece el culto a Dios mediante el sacrificio y ofrecimiento de sí mismo, por la salvación de su alma y las de los demás. Aquel que no entra en la liturgia celeste, está fuera.

El anuncio del juicio de Dios

Hasta aquí, San Juan ha hablado del pasado y del presente pero ahora, se dispone a hablar del futuro. Pero no para decirnos cuándo van a ocurrir las cosas sino para que discerniendo lo que va a ocurrir, para que nos convirtamos definitivamente a Dios.

Es el momento del Señor para hacer justicia. Dios va a juzgar al Imperio pero mientras llega ese momento, envía a tres ángeles para que, aquellos que adoran a la Bestia, se conviertan. La misericordia de Dios sigue dando más oportunidades al hombre. Es la última llamada.
Un primer ángel (el enviado de Dios para ese tiempo) anuncia la predicación y nos invita a la última conversión, que vuela por mitad del cielo, es decir, que actúa según la voluntad de Dios, y lleva un evangelio eterno para anunciarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo, buenas noticias e inmutables,  dirigidas a todos los habitantes de la tierra, que nos recalcan las palabras de Mateo 24,14: "Y se anunciará el evangelio del reino en todo el mundo como testimonio para todas las gentes, y entonces vendrá el fin". El ángel exhorta a temer a Dios (a no ofenderle), a glorificarle y a adorarle como el Señor y Hacedor de toda la creación y nos avisa de la hora del juicio

Un segundo ángel anuncia la caída de Babilonia la Grande, la gran ramera, la corrupta, la idólatra, la que pervierte a los hombres y los seduce para que la adoren, la que se embriaga de poder y de éxito, frente a Jerusalén, que es la novia del Corderoaquella que acoge a todos los que no se han vendido a ningún precio. Está visión está tomada de Isaías 21, 9 y Jeremías 51, 8 que predecían la caída de la ciudad caldea. San Juan nos anuncia la caída de la Bestia para que nos separemos de ella, si no queremos caer con ella.

Un tercer ángel anuncia el destino de quienes adoran a la Bestiano tienen descanso ni de día ni de noche, la "Pax romana" (nuevo orden mundial de paz y estabilidad) ofrecida por el "Imperio" es un engaño del Dragón que, a lo largo de la historia, ha prometido al hombre, sabiendo que es mentira, y el de los que mueren en el Señordescansan de sus fatigas, porque sus obras los acompañan. Los santos, los que escuchan el evangelio eterno del primer ángel, cumplen todos los mandamientos y resisten hasta el final, descansarán en paz. ¡Aquí se requiere la paciencia de los santos, es de nuevo, una exhortación a perseverar sin dejarnos engañar o seducir por la Bestia y a desenmascarar el mal.
EL RINCÓN DEL TEÓLOGO ADVENTISTA: El mensaje de los tres ángeles ...

La siega y la vendimia de la tierra

Tras estos tres últimos avisos de los ángeles, el cielo se dispone a hacer justicia. San Juan nos muestra esta escena que toma de otra similar de su Evangelio, la conocida como la vid y los sarmientos. 

Es la hora de la justicia y nos conmina a los cristianos a no tener miedo a la muerte, pues el premio eterno será de inmediato. Es el momento de la cosecha y la vendimia de la tierra que recoge a los justos para preservarlos de la ira contra el Imperio que está a punto de desencadenarse con las siete copas.

Aparece una nube blanca, que es la Iglesia y sentado sobre ella, como un hijo del hombre, Cristo con una corona de oro, Rey y Señor de su Iglesia, pero ahora ha cambiado el cetro por una hoz afilada, su Justicia, con la que va a separar el trigo de la cizaña, el bien del mal. Hace referencia a Mateo 24,30-33 que anuncia la segunda venida de Jesucristo donde aparece el Hijo del Hombre, viniendo sobre las nubes con gran poder y gloria, que enviará a sus ángeles con un gran toque de trompeta y reunirán a sus elegidos de los cuatro vientos, de un extremo al otro del cielo, para, a continuación, recordarnos la parábola de la higuera y la llegada del verano. 
Sale otro ángel del santuario y con gran voz, clama al que estaba sentado sobre la nube"Mete tu hoz y siega; ha llegado la hora de la siega, pues ya está seca la mies de la tierra". Un ángel le dice a Cristo que la cosecha está lista y le pide que comience a hacer justicia en referencia a Joel 3,13 y Marcos 4, 29. El tiempo está cumplido, el fruto está maduro y tiene que ser recogido

El que estaba sentado encima de la nube metió su hoz sobre la tierra y la tierra quedó segada. Jesucristo cumple lo que estaba escrito: separa el bien del mal. Comienza la siega que, bíblicamente, tiene siempre un sentido positivo puesto que para los judíos es la fiesta más importante del año. La Escritura utiliza, con frecuencia, los símiles agrícolas, propios de la cultura judía y así, Cristo es el segador, quien imparte justicia, y también el vendimiador, quien recoge a los justos (Joel 2, 2 y 4,12; Isaías 63, 1-6). Cristo recoge a los 144.000 para preservarlos.

Otro ángel salió del santuario del cielo, de la presencia de Dios, llevando él también una hoz afilada. Y del altar salió otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, posiblemente, se trate de Uriel, el arcángel "regente del sol" o "fuego de Dios", quien tiene también la llave que abrirá el Infierno al Final de los Tiempos. El fuego simboliza el poder purificador de Dios que consume lo perecedero y acrisola lo imperecedero, el fuego que limpia toda maldad, quien grita con una gran vozpoder y autoridadal ángel que tenía la hoz afilada para que vendimieal que Dios le ha ordenado recoger la uva madura, es decir, hacer justicia.
La vendimia se realiza en dos fases: primero, se recoge la uva madura (los justos) y se pone aparte para llevarla al lagar y extraer el néctar; y a continuación, se quitan los sarmientos, las malas hierbas (los malvados) y se queman.  Sin embargo, San Juan está haciendo referencia sólo a los malvados.

El ángel metió su hoz en la tierra y vendimió la viña de la tierra, la tierra, en la Biblia, simboliza a los que están dentro de la Iglesia, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios, que son juzgados. Pisotearon el lagar fuera de la ciudad, los confronta y purifica fuera de Jerusalén, de la Iglesia, fuera de la fe,  y salió tanta sangre del lagar, tanta persecución y martirio, de los compañeros del Cordero, que subió hasta los frenos de los caballos, indica la profundidad de un metro, aproximadamente, en un radio de mil seiscientos estadios, 320 kms, en referencia a la distancia entre Dan y Beerseba, es decir, la extensión de toda Palestina.

Los justos están purificados en el lagar de Dios y preservados por Él, del vertido de las copas de Su ira.

El cántico de los vencedores

El capítulo 15 es un intermedio, un interludio antes del castigo de los impíos. El Espíritu Santo vuelve a recapitular. San Juan ve otro signo, grande y maravilloso, aparecen 7 ángeles, que reciben de manos de uno de los vivientes, las 7 copas con las plagas de la ira de Dios, castigos de Dios que sobrevendrán a los adoradores de la Bestia
-
Vi como un mar de vidrio, el trono de Dios, en calma, equilibrio y paz, mezclado con fuego, purificado, y los vencedores de la bestia, de su imagen y del número de su nombre, los que le pertenecenestaban de pie sobre el mar cristalino con las cítaras de Dios, los mártires del Anticristo, de pie, listos para participar en el combate, intercediendo por los que están en la tierra.

-Y cantan el cántico de Moisés y el del Cordero, anticipo de triunfo (los cánticos de victoria y liberación del cautiverio egipcio en Éxodo 15,1-21, y del cautiverio del pecado en la cruz en Deuteronomio 32, 1-43). Se abre el santuario de la Tienda del Testimonio, manifestación de Diosy salieron los 7 ángeles vestidos de lino puro, con funciones reales, y ceñidos alrededor del pecho con cinturones de oro, sacerdotales.

-Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro llenas de la ira de Dios, el clamor de los santos en Apocalipsis 6, 10 es, por fin, atendido.

-Y el santuario se llenó de humo procedente de la gloria de Dios y de su poder, símbolo del poder y la gloria de Dios, tomado de Isaías 6,4.

-y nadie puede entrar en el templo hasta la consumación de las siete plagas de los siete ángeles, es tiempo de purificación para la tierra (Apocalipsis 9, 6), en el que los vencedores del Anticristo, se postran ante el trono de Dios, le cantan alabanzas y anuncian los castigos que se sobrevienen sobre los que persiguieron la Iglesia de Cristo. Nadie puede entrar en el cielo hasta que se consuma la justicia divina.

La visión de las copas es una referencia a su utilización en el servicio sacerdotal del templo de Jerusalén en el Antiguo Testamento. El Sumo Sacerdote llevaba, un día al año, al "Santo", donde se encontraba el Arca de la Alianza, es decir, Dios mismo, una copa de sangre, símbolo del perdón de los pecados del pueblo.



Bibliografía:

-"El Apocalipsis" (de Adrienne Von Speyr, por Hans Urs Von Balthasar).
-"Para leer el Apocalipsis" (Jean-Pierre Prévost, Editorial Verbo Divino, 1991).
- "La Cena del Cordero" (Scott Hahnn, Editorial Patmos, 2001).
-"El Apocalipsis de San Juan" (Emilio Aliaga Girbés, Editorial Verbo Divino)

miércoles, 25 de marzo de 2020

APOCALIPSIS 6-7: LOS SIETE SELLOS

"Y cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, 
miré y oí a uno de los vivientes 
que decía con voz de trueno: Ven."
(Apocalipsis 6, 1)

Hoy continuamos compartiendo la visión de San Juan, para tratar de entender la simbología figurativa del libro del Apocalipsis, es decir, discernir lo que Jesucristo quiere decirnos a la Iglesia en general y a cada uno de nosotros en particular.

Todos somos invitados a la liturgia celestial, que se compone de septenarios: 7 sellos, 7 trompetas y 7 copas.

Nos sumergimos en la dimensión mística y en el significado espiritual de los siete sellos y las siete trompetas, que no nos deben llevar a un escenario de desolación, sino al discernimiento de sucesos que ocurren en la tierra, y que son vistos desde el cielo, como parte del plan de salvación de Dios. Es decir, Cristo nos da esperanza para que nos convirtamos y para que perseveremos.

Los sellos son los misterios incomprensibles para nosotros que el Cordero va abriendo, para que vayamos entendiendo ese tapiz velado, escrito por delante y por detrás, que es el plan de Dios.

Cada vez que se abre un sello, hay una revelación de la voluntad de Dios, que va dando sentido y significado a la historia.


La mística Adrienne Von Speyr (1902-1967), protestante convertida al catolicismo en 1940, dictó al teólogo jesuita Hans Urs Von Balthasar las revelaciones que, según ella, le iba haciendo el mismo Jesucristo sobre la interpretación de la apertura de cada Sello: "Los sellos se asemejan a las parábolas, su apertura a su explicación."

Los siete sellos

Apocalipsis 6, 1-8

Los primeros cuatro sellos corresponden a los conocidos jinetes del Apocalipsis, que son la recreación simbólica y mística del combate espiritual que se libra en la tierra.

Su imagen está tomada del libro de Zacarías, en donde se establece que son enviados por Dios. 

Los jinetes, montando cada uno un caballo con un color característico y simbólico, son enviados a toda la humanidad (según el significado del número 4, que representa a toda la Creación), y se extenderán por toda la Tierra, excepto el blanco que esparcirá esperanza hasta los confines de la tierra.
1º sello: La victoria del espíritu sobre el cuerpo

Cuando el Cordero abre el 1º sello, habla el 1º viviente, que personificaría a los apóstoles, y llama a un caballo blanco, que simboliza el color cristológicola venerabilidad, la pureza, la Resurrección

El blanco, color de la inocencia y la pureza, representa la vocación a la santidad, a la que que todos los cristianos estamos llamados. El caballo simboliza nuestra naturaleza humana e instintiva, que debe estar dominada por el jinete (nosotros). 

El Jinete blanco personifica a Adánel proyecto de hombre pensado por Dios, es decir, a todos nosotros. Personifica la vocación humana con caracteres cristológicos, creados a imagen y semejanza de Dios. Simboliza a la civilización cristiana, al cristiano, el hombre cristológico.

Sus armas son un arco en la mano, que representaría al Evangelio, símbolo de combate espiritual contra el Imperio del mal, y su largo alcance (hasta los confines de la tierra); y una corona en la cabeza, que significa dignidad, autoridad y poder, representa el espíritu cristiano.

Su misión es salir como vencedor y para vencer otra vez, que significa victoria y triunfoEl jinete (el cristiano comprometidotiene como misión es combatir el mal por Cristo‍para vencer.

El misterio revelado en este primer sello es que Dios ha creado al hombre para el bien y vencer a las fuerzas del mal, que Cristo nos santifique y así, llevar nuestra vocación a la plenitud con la fe, la esperanza y el amor

Algunos  interpretan erróneamente a este jinete como "la falsa doctrina" y lo engloban en una serie de cuatro acontecimientos negativos. Sin embargo, a diferencia de los otros tres jinetes, éste primero es un símbolo positivo por el color, (blanco) que siempre representa el bien, la santidad, y nunca el mal; por el jinete, con rasgos de poder y de autoridad (arco y corona); y por su misión que termina por dos veces en victoria

Los tres jinetes siguientes que van a aparecer en los tres siguientes sellos son las fuerzas del Imperio, los agentes del mal que van a por el jinete blanco. 

2º sello: El compromiso con Dios y con el prójimo 

Cuando el Cordero abre el 2º sello, habla el 2º viviente, que personificaría a los mártires, y llama a un caballo rojo como la sangre, que simboliza usurpación, persecución, martirio, prevaricación, odio y guerra de aquel que fue homicida desde el principio. 

El Jinete rojo personifica a Caín y su descendencia, erigiéndose en la cara del "Imperio" representa la fuerza del mal que lucha contra la creación de Dios y contra la pazEl color rojo simboliza el derramamiento de sangre de los inocentes y los mártires. 
Su arma es una gran espada, que simboliza el odio y la persecución.

Su misión es quitar la paz de la tierra y combatir el amor y la paz de Dios en el hombre, con todos los medios a su alcance, y que comienza con el asesinato de Abel por su hermano Caín. 

El misterio revelado en este segundo sello es nuestra lucha contra las fuerzas del mal, contra el "Imperio", a través de la paz y el bien.

Hacer que los hombres se degüellen unos a otros hace referencia al mal del corazón del hombre (Caín) que, por egoísmo y envidia, se ha extraviado del mandato del Señor. Cristo nos llama a vivir nuestra vida en relación con Dios, pero también entre nosotros. 

3º sello: El equilibrio entre la justicia y el amor

Cuando el Cordero abre el 3º sello, habla el 3º viviente, que personalizaría a los padres y doctores de la Iglesia, y llama a un caballo negro, que simboliza desgracia, pobreza, hambre, escasez y oscuridad. 

El Jinete negro representa en su dimensión física, la codicia, el egoísmo y la injusticia, y en su dimensión espiritual, representaría la mentira, la herejía y el error, erigiéndose en otra nueva cara de la guerra espiritual promovida por el infierno contra el hombre. 

Para algunos, lescasez simbolizaría el abandono de la verdad de Dios (herejías, falsas doctrinas, protestantismo, islamismo, etc.). La pobreza representaría la falta de gracia y de dones espirituales que sumen al hombre en una vida sin Dios. El hambre figuraría la búsqueda del hombre por la trascendencia (Nueva Era, gnosticismo, espiritualidades orientales, yoga, etc.). La oscuridad sería la incapacidad de encontrar el camino correcto porque el hombre ha optado por sentarse en el trono de Satanás.

Su arma es una balanza, el instrumento habitual de los comerciantes para marcar el precio
y que representa los frutos del trabajo del hombre, lo material (trigo y cebada) y lo espiritual (aceite y vino).

La voz en medio de los vivientesque es Dios, le indica cómo debe usarla, en un equilibrio entre la Justicia y el Amor. 

Una medida de trigo, un denario; tres medidas de cebada, un denario, simbolizaría que las fuerzas del mal son ahora las que marcan la justicia y la moral de la sociedad, según su criterio humano. 

Al aceite y al vino no los dañes, simbolizaría que, por profundas que sean las injusticias y las inmoralidades, no tienen poder sobre el criterio divino.

Su misión es la explotación del hombre, empobrecerlo, engañarlo y esclavizarlo.

El misterio revelado en este tercer sello es nuestra lucha contra las fuerzas del mal es a través de la justicia y la verdad.

4º sello: La muerte espiritual

Cuando el Cordero abre el 4º sello, habla el 4º viviente, que personificaría a los místicos y consagrados, y llama a un caballo amarillento/pálido, que representa corrupción, enfermedad, epidemias, desolación y muerte, y el Hades, que personificaría a Satanás, le sigue. 

El Jinete amarillento/pálido, como su propio nombre "Muerte" indica, representa la destrucción espiritual, la muerte del alma. Y el que le sigue, el Enemigo "Hades", representa el reino de la muerte, el infierno. Este jinete lucha por el alma de los hombres.

Mientras que la Vida era propiedad del jinete blanco, el jinete amarillo es la Muerte a quien se le ha concedido poder sobre la cuarta parte de la Tierra. Las otras tres partes ya han sido asignadas a los primeros tres jinetes. Los que mueren por el poder del cuarto jinete lo harán viendo lo que les espera después de la muerte.

Sus armas son la espada (odio)arma del segundo jinete, hambre (mentira), epidemias (falsas doctrinas e ideologías) y las fieras salvajes (corrupción política, económica y religiosa), armas del tercer jinete, y  se refieren a todas las cosas que pueden matar al hombre ‍ 

Su misión es la muerte espiritual del hombre, corromperlo, engañarlo y destruirlo.

El misterio revelado en este cuarto sello es nuestra lucha contra las fuerzas del mal es a través de la perseverancia y la santidad.

La apertura de los cuatro primeros sellos es el dinamismo fundamental de la historia en la lucha del hombre, representado por el jinete blanco, imagen de Cristo y a quien pertenece la victoria, contra el poder maligno de la guerra, el odio, la explotación y la muerte que se le oponen.  

5º sello: Martirio y Apostasía

Cuando el Cord
ero abre el 5º sello, nos encontramos en plena guerra espiritual, en la época de la gran apostasía y del gran martirio de los cristianos. Representa a los santos mártires que están en el cielo, junto a Dios.

-debajo del altar las almas de los degollados por causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantenían, Cristo nos dice que todos nuestro sufrimiento y muerte por su causa no son en vano, sino que tienen un sentido: la construcción de la Nueva Jerusalén

-¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin vengar nuestra sangre de los habitantes de la tierra?. Una vez en el cielo (debajo del altar), esos mártires con sus oraciones, le piden a Dios que haga justicia, porque ésta sólo le corresponde a Él, quien realmente conoce los corazones de los hombres. Pero este juicio no es para los que están en el cielo ni para los cristianos en la tierra, sino para los seguidores del Dragón ("habitantes de la tierra").

-se le dio una túnica blanca y se les dijo que tuvieran paciencia todavía un poco, se les concede la santidad porque han rezado también por todos los que les han martirizado. Se les pide paciencia para que los "habitantes de la tierra" puedan arrepentirse y convertirse, que esperen hasta que se complete el número de mártires que irán al cielo, según el designio de Dios, compuesto de un gran número, como leeremos más adelante en Apocalipsis 7,4-8

6º sello: Respuesta a la plegaria de los justos
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Cuando el Cordero abre el 6º sello, se narra la respuesta de Dios a la plegaria de los justos inmolados: señales que simbolizan el castigo ante la iniquidad de todos los que persiguen a los cristianos durante la Gran Apostasía. Se habla de oscuridad, de terremotos, de meteoritos, de catástrofes naturales...

-Un gran terremoto, es la manifestación de Dios que convulsiona la tierra y produce la caída del Imperio. Hace referencia a la conversión, seísmo que convulsiona nuestra vida anterior "adecuada" al Imperio.

-El sol se puso negro como un sayal de pelo, el sol simboliza el Imperio que caería en una gran oscuridad y desesperación por falta de fe, el sayal de pelo (cilicio) es símbolo de luto, mortificación y penitencia.

-La luna se tiñó de sangre, la luna simboliza el discurrir del tiempo y quiere decir que la historia toma el color de la sangre de los mártires. Otros autores interpretan la luna como la representación de la Iglesia y por tanto, la sangre indica martirio y muerte.

-Las estrellas del cielo se cayeron sobre la tierra, como caen los higos de una higuera cuando la sacude un huracán, los que dentro de la Iglesia deberían ser luz para otros (sacerdotes) pero ya no lo son, "caen" en el pecado, cuando son confrontados con Dios. Los higos (hombres) tienen la posibilidad de madurar cuando están unidos al tronco (Cristo) pero si caen, si pecan contra el Espíritu, ya no lo pueden hacer. Tampoco pueden  volver a unirse a la Higuera.

-Desapareció el cielo como un libro que se enrolla,  el cielo queda velado para ellos, los habitantes de la tierra (los que sirven al Imperio). El mundo de Dios queda separado del mundo de los hombres. 

-y montes e islas se desplazaron de lugar, los valores y principios divinos en los que se hombres habían fundamentado, ahora son cambiados por otros

Los reyes de la tierra, los magnates, los generales, los ricos, los poderosos, todos los hombres, esclavos y libres, se escondieron en las cavernas y en las rocas de las montañas, la incapacidad del hombre para dar una respuesta a los males del mundo les lleva a refugiarse en las filosofías e ideologías humanas

-Y decían a los montes y a las rocas, hablan con los sabios y con los científicos. Su diálogo con Dios ya no existe. Dios les hablará para que se arrepientan, pero ellos ya no escucharán porque están escondidos.

-Caed sobre nosotros y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, porque ha llegado el gran Día de su ira, y ¿quién podrá mantenerse en pie?, los hombres ‍quieren ocultarse, porque no son capaces de afrontar la situación de caos y buscan un sitio donde salvarse de la ira de Dios.

Antes de que se abra el séptimo sello, aparecen cuatro ángeles de pie sobre los cuatro puntos cardinales, que representan a toda la creación.

Y un quinto ángel que les grita a con voz potente a los cuatro ángeles, diciéndoles: No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que sellemos en la frente a los siervos de nuestro DiosEl sello del cordero en la frente es la señal de la Cruz, que nos protege del mal.

-Oí también el número de los sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel. Recordando el significado de los números, 144.000 = 12 x 12 x 1000, es un número que representa una gran cantidad (1000), multiplicada por la totalidad de todas las doce tribus de Israel, que representan al pueblo de Dios.

No es un número literal ni exacto sino que simboliza una gran cantidad de personas: los seguidores del Cordero.

Los 144.000 son todas las personas justas del pueblo de Israel, anteriores a la venida de Cristo a la tierra, y que representarían al Antiguo Testamento, más el resto del pueblo de Dios, correspondientes a toda la Iglesia de Cristo de todas las épocas, posteriores a la venida de Cristo a la tierra, y que representarían al Nuevo Testamento.

-vi luego también una multitud que nadie podía contar, de toda nación, raza y lengua... de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Esta "Gran muchedumbre", elegidos de todas las razas, lenguas, pueblos y naciones son todos los seguidores del Cordero, que victoriosos (de pie), han alcanzado la santidad, y ya en el cielo (delante del trono y del Cordero), adoran a Dios.

Los 144.000 (que estamos en la tierra), cada vez que vamos a misa, nos unimos a la gran multitud (que están en el cielo) para celebrar conjuntamente la liturgia celeste.

El Juicio de Dios, la Ira de Dios no es contra los seguidores del Cordero sino contra los habitantes de la tierra, es decir, los seguidores del Imperio del mal para que se conviertan.

7º sello: Silencio
Cuando el Cordero abre el 7º sello, se produce un silencio "como de media hora".

De repente, un misterioso silencio hace callar hasta a los truenos que procedían del trono. Todo sonido termina y toda la acción, hasta ahora tan acelerada, se paraliza....



Continuará...



Bibliografía:

-“El Apocalipsis” (de Adrienne Von Speyr, por Hans Urs Von Balthasar).

-"Para leer el Apocalipsis" (Jean-Pierre Prévost, Editorial Verbo Divino, 1991).

- "La Cena del Cordero" (Scott Hahnn, Editorial Patmos, 2001).
-"El Apocalipsis de San Juan" (Emilio Aliaga Girbés, Editorial Verbo Divino)