Just a little divine intervention
(Alison Moyet)
"Todos necesitamos resucitar al amor, tan sólo basta una pequeña intervención divina". Lo que Alison Moyet desconocía es que ya la hubo y no fue pequeña, precisamente.
Jesucristo, con su muerte y resurrección, nos ha enseñado el verdadero significado del amor: nos amó hasta el extremo, incondicionalmente, tal y como somos, y a la vez, nos perdonó.
Con Él, resucitamos al amor. Con su perdón, somos restaurados en el amor. Jesús no esperó a que le pidiéramos perdón, se lanzó a nosotros con los brazos abiertos.
Este fin de semana escuche al padre Roel preguntar "¿Quién debe dar el primer paso, el que debe perdonar o el que debe ser perdonado?" Su respuesta fue muy sencilla: "Quien más ame".
Si tú eres el que más ama, lánzate y perdona. Cristo lo hizo.
Nuestro Padre misericordioso nos ofrece como gracia, la posibilidad continua de ser perdonados en el sacramento de la reconciliación.
Reconcíliate con el Señor y corre a perdonar a tu hermano.
Si tú eres el que más ama, lánzate y perdona. Cristo lo hizo.
Nuestro Padre misericordioso nos ofrece como gracia, la posibilidad continua de ser perdonados en el sacramento de la reconciliación.
Reconcíliate con el Señor y corre a perdonar a tu hermano.
Alguien dijo en una ocasión que "el amor es una planta que se riega con paz y con perdón". ¡Qué gran verdad!
El amor no puede crecer con raíces de rencor ni con ramas de odio.
El prejuicio y la intolerancia son males que se han convertido en una epidemia que destruye bosques enteros de humanidad.
El odio ha matado al amor. Por ello, necesitamos regarlo con ríos de perdón y torrentes de paz.
El prejuicio y la intolerancia son males que se han convertido en una epidemia que destruye bosques enteros de humanidad.
El odio ha matado al amor. Por ello, necesitamos regarlo con ríos de perdón y torrentes de paz.
El amor todo lo perdona, no lleva cuenta, no es rencoroso, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo (1 Corintios 13, 4-8).
El amor alienta.... el odio destruye.
El amor atrae.... el odio rechaza.
El amor confía.... el odio sospecha.
El amor tranquiliza.... el odio altera.
El amor espera.... el odio desespera.
El amor consuela.... el odio crispa.
El amor perdona.... el odio intriga.
El amor vivifica.... el odio mata.
El amor es dulce.... el odio es amargo.
El amor es pacífico.... el odio es guerrero.
El amor es luz.... el odio es tiniebla.
El amor es humilde.... el odio es vanidoso.
El amor es espiritual.... el odio es carnal.
El amor es sublime.... el odio es triste.
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