martes, 6 de junio de 2017

¿ERES UN LÍDER CONTROLADOR?


"Debo tenerlo todo bajo control"
"He de supervisar hasta el más mínimo detalle"
 "Tengo que estar pendiente de todo o nada funcionará"
"Si no lo hago yo...." 

Aunque ejercer cierto control sobre ciertas situaciones nos ayuda a adaptarnos mejor a las circunstancias, algunas personas llevan esta virtud a tal extremo que terminan convirtiéndola en un problema. Sobre todo, en una organización o en un equipo. 

Esto se debe a que siempre que intentamos controlar algo en exceso, provocamos un efecto paradójico que nos lleva a perder el control de la situación: "el exceso de control genera descontrol".

Los contro
ladores existen en toda organización, incluida la iglesia. Algunos dirían que "especialmente en la iglesia". Y, habitualmente, supervisan todo porque creen que están haciendo lo mejor para la iglesia. 

Pero no todo controlador utiliza el control desde un punto de vista de poder y autoridad. Por supuesto, algunos lo hacen, pero muchos simplemente creen (ingenuamente) que si no supervisan, las cosas no funcionaran.

El exceso de control es contraproducente para la salud del grupo, parroquia u organización. La hiere y la hace enfermar. Y se trata de que la Iglesia esté sana.

Pero, incluso controlar y supervisar en exceso dentro de una parroquia viola algunos principios bíblicos importantes, y más aún, niega e imposibilita la acción del Espíritu Santo. 
El Cuerpo místico no está compuesto de uno, sino de muchos, que trabajan juntos para construir la Iglesia de Cristo "Del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, con ser muchos, forman un cuerpo, así también Cristo." (1 Corintios 12, 12-27).

En términos de salud en una parroquia, hay algunas consecuencias producidas por el exceso de control:

Los comprometidos se marchan

No puedes mantener un equipo que de resultados cuando los controlas siempre, cuando los examinas continuamente; al menos no por mucho tiempo. Las personas de tu equipo necesitan espacio para respirar, explorar y asumir riesgos. Controlar el liderazgo otorgado a otros ahoga la creatividad. Un verdadero líder pronto buscará un lugar donde puedan crecer.
Los seguidores se quedan

Esta es la otra cara de la moneda. Puedes mantener a los que te siguen porque permanecerán por lealtad, o por un sentido de responsabilidad, o simplemente porque no se dan cuenta de que existe otro tipo de liderazgo. Su miedo de aventurarse por su cuenta los mantiene bajo tu estricto control.

La parroquia se estanca

El verdadero perjuicio de controlar es que siempre limita cualquier actuación de la parroquia a las fortalezas, los deseos y las habilidades del líder controlador. Una persona - un líder - sola, no puede controlar todo, ni a todas las personas ni todas las tareas. Es una razón por la que las iglesias se estancan y el crecimiento se detiene.

Un buen líder tiene que disciplinarse para no controlar. El liderazgo controlador, simplemente, no funciona. Evalúate tu mismo y déjate evaluar por otros.

Aquí hay algunas señales de advertencia que nos dirán si un líder control en exceso:

Rechazas las ideas de tu equipo

¿Las rechazas porque son diferentes a las tuyas? ¿Te piden disculpas antes de acercarse a ti para oponerte una nueva idea? ¿Parecen tímidos, temerosos, incluso reacios a compartir contigo un pensamiento?

Te crees superior 

Cuando un líder está en una posición de control, debido a su confianza en sí mismo, a una cierta posición de superioridad, a menudo cree que todo el mundo aprueba todo lo que están haciendo. Un líder controlador realmente nunca puede saber cómo se sienten las personas ante esas situaciones. Asume que todos aprueban su liderazgo.

Siempre tienes razón

Porque eres...genial ¿verdad? Si nunca cuestionas tu propio juicio, si nunca piensas que necesitas obtener opiniones de otros sobre tus ideas, eres un líder controlador.

Controlas la información

¿Te gusta mantener a los demás con menos información de la que tu tienes? ¿Te gusta estar en la posición de poder que otorga tener información privilegiada?. Si controlas la información, casi siempre controlas lo que se hace con la información. Eres un líder controlador.

Eres parte de cada decisión

¿Crees que debes tomar todas las decisiones que tu parroquia requiere? Se honesto. Un líder controlador no puede soportar cuando no le dejan tomar parte de una decisión -especialmente si demuestra ser buena-; tampoco si las personas empiezan a obtener crédito o éxito por algo en el que él no ha tenido participación. 

Nunca sueltas las riendas

¿Temes que otros estén desarrollando un proyecto? ¿Te pone nervioso? ¿Sientes la necesidad de dar continuamente un paso atrás y revisar las cosas? No estoy sugiriendo que un líder delegue y desaparezca. Eso tampoco es un buen liderazgo. Pero si nunca puedes dejar que alguien sea verdaderamente el líder principal de una determinada tarea, eres un controlador.

Eres la autoridad final 

En cada decisión. Piensa por sólo un minuto sobre las decisiones tomadas en la parroquia en el último año, o incluso en el último mes. ¿Tuviste que intervenir en todas ellas? ¿Se tomaron decisiones significativas de las que no formaste parte? Se honesto.

¿Alguna vez has trabajado para un líder controlador? ¿Eres uno de ellos? ¿Cómo respondería tu equipo a estas preguntas sobre ti?

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