sábado, 10 de septiembre de 2022

CAER EN LA COMODIDAD ESPIRITUAL


"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, 
y yo os aliviaré"
(Mt 11,28)

Vivimos en una sociedad egoísta y hedonista que nos "vende" continuamente la necesidad de buscar el bienestar y la comodidad a través del placer, como sinónimo de felicidad.

Y nosotros, en la búsqueda de esa falsa "felicidad", caemos en la tentación de aferrarnos a nuestras conveniencias y complacencias, a todo aquello que nos da placer y seguridad, a todo lo que nos resulta fácil o nos hace sentir bien... y terminamos aburguesándonos, acomodándonos. También, espiritualmente.

Para ser un verdadero cristiano, no es suficiente con "hacer" lo que hago en un ambiente favorable, como puede ser acudir a una iglesia, ser parte de una peregrinación o servir en un retiro espiritual. Eso puede hacerme caer en la comodidad y en la rutina si no tengo el enfoque correcto. 

Ser cristiano en un ambiente favorable y seguro es muy fácil, no requiere de mucho esfuerzo. Pero hace falta valor y coraje para hacerlo en el resto de ambientes. Hace falta mucha confianza y fe para dejar todo lo que me conforta, todo lo que me agrada, todo lo que me produce bienestar... y seguir a Cristo de verdad.

El mensaje cristiano es muy claro"Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga" (Mt 16,24). Dios me llama a salir de mis comodidades, a dejar mis zonas de confort y a seguirlo, como hicieron patriarcas, profetas y apóstoles. Pero, además, me promete que "me aliviará" (Mt 11,28).

Seguir a Cristo es una decisión individual y libre que nadie puede tomar por mí. Decir "Maestro, te seguiré adonde vayas" (Mt 8,19) no es una frase hecha para quedar bien o ser "políticamente correcto". Supone compromiso, esfuerzo y negación de mí mismo pero, sobre todo, obediencia, humildad y confianza en Dios. 

Todo lo que vale la pena requiere trabajo, riesgo y sacrificio. A veces, supone dejar confort y tranquilidad, o incluso, amigos y familia. Por eso, cuando me acomodo en mi vida cristiana, cuando me convierto en un cristiano "complaciente", no dejo de pensar que algo va mal, que algo falla. 
Y es que no soy capaz de imaginarme a Jesús buscando seguridad y complacencia. No veo a Cristo cediendo a las comodidades que le ofrecía Satanás en el desierto. No le veo cediendo a una vida tranquila en su pueblo natal y acomodado con sus santos padres o con su grupo de los Doce. No le veo evitando los riesgos de enfrentarse a aquellos que le querían muerto ni huyendo de la Cruz.

Por eso, necesito estar alerta y muy atento a las tentaciones de bienestar y seguridad con las que el Enemigo busca alejarme de Dios. 

Necesito discernir que ser cristiano no es buscar amigos ni "grupos estufa" donde estar calentito y a gusto, ni acomodarme a un estilo de vida cristiana "de mínimos"

Necesito meditar que ir a misa, asistir a reuniones de grupo o servir en un retiro puede convertirse en una "rutina cristiana" de ritos y costumbres si no los vivo con un corazón apasionado

Y es que la rutina...oxida, corroe y mata. 

Entonces ¿Qué hacer?

Se me ocurren tres cosas que pueden ayudarme a discernir el significado de ser cristiano y evitar que la rutina "oxide" mi fe y "corroa" mi pasión:

Conocer más Dios. Hablo de formarme, de saber más de Dios, de conocer lo que el Señor quiere de mí, de profundizar en su palabra y en su iglesia. Porque conociendo más a Dios, puedo y quiero estar más con Él.

Estar más con Dios. Hablo de oración, de espacios de diálogo con Él, de adoración y de Eucaristía. Porque sabiendo dónde está, puedo y quiero establecer una relación más estrecha con Él y cumplir la misión que me ha encomendado.

Atender las necesidades de los demás. Hablo de servicio, de entrega, de procurar el bien de mi prójimo. Porque sirviendo a Dios, puedo y quiero servir a los demás como Él hizo, a quienes están necesitados de Dios. 

Sólo así conduciré mi vida por el camino cristiano que Dios me muestra. Sólo así cargaré mi cruz como mi Maestro. Sólo así moriré a mi egoísmo para alcanzar la gloria.


JHR

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Tienes preguntas o dudas?
Este es tu espacio libre y sin censura