miércoles, 30 de julio de 2025

CARTA A LOS EFESIOS: UN SOLO CUERPO, UN SOLO ESPÍRITU

 

La carta a los Efesios ocupa ocupa el décimo lugar de los libros del Nuevo Testamento y el quinto del corpus paulino. 

Es la primera y más extensa "carta de la cautividad", junto a las de Filipenses, Colosenses y Filemón, escrita por Pablo desde la cárcel (Ef 3,1; 4,1) y seguramente enviada tras su muerte a través de Tíquico (Ef 6,21) : 
  • desde Cesarea Marítima, si se data entre el 58-60 d.C.,
  • desde Roma, si es entre el 60-62 d.C.
Su finalidad es eminentemente eclesiológica: exhorta a la unidad, la pureza y la santidad dentro de la Iglesia de Cristo, como características propias de la conducta cristiana. 

También ofrece una rica perspectiva teológica doctrinal sobre la obra redentora de Cristo y la importancia de vivir una vida transformada por la gracia de Dios.

Y, por último, una finalidad apologética contra los errores sincretistas de judaizantes y gnósticos que ponían en tela de juicio la divinidad y el papel único de Cristo en la creación y en la redención. Por esta similitud de contenido, Efesios, Colosenses y Filemón tal vez fueran escritas al mismo tiempo y con posterioridad a la muerte de Pablo, y llevadas por Tíquico a sus destinatarios.

El estilo de Efesios es más solemne y complicado que el resto de las cartas paulinas y utiliza: textos litúrgicos combinados con meditaciones, frases e enrevesadas, pensamientos no ordenados progresivamente, etc.

Su cristología aparece más desarrollada en lo que se refiere a su muerte y su exaltación a la derecha del Padre y su eclesiología enfatiza la universalidad de la Iglesia y la unión de los miembros a su cabeza, Cristo.

La comunidad efesia

La Iglesia de Éfeso, formada por cristianos provenientes de la gentilidad, no fue fundada personalmente por Pablo, sino probablemente, por Apolo o por Priscila y Aquila (Hch 24-26), aunque el apóstol visitó la comunidad en varias ocasiones:

  • 1ª visita: durante su 1º viaje misionero (52 d.C.), donde permaneció tres meses (Hch 18,19-21)
  • 2ª visita: a principios del año siguiente (53 d.C.), donde permaneció tres años al descubrir que Éfeso era la llave para evangelizar las provincias occidentales de Asia Menor: "una puerta grande y eficaz" le fue abierta (1 Cor 16,9)
  • 3ª visita: antes de su último viaje a Jerusalén, desembarcó en Mileto y, tras convocar a los líderes de la Iglesia de Éfeso, les dio un discurso de despedida, ya que sabía que no los volvería a ver. En él les exhortó a mirar por ellos mismos y por todo el rebaño. Después de orar, toda la comunidad sintió una profunda pena porque no verían más su rostro (Hch 20,18-35).
En Éfeso trabajó para afianzar el Evangelio (Hch 20,20-31) y desde allí, extendió el evangelio a "casi en toda Asia" (Hch 19,26). La Palabra "poderosamente creció y prevaleció", a pesar de toda la oposición y persecución que él encontró.
Autoría y destinatarios
La propia carta identifica a Pablo como su autor (Ef 1,1). Sin embargo, algunos autores afirman que se trata de una carta:
  • deuteropaulina: escrita en nombre de Pablo por un autor posterior, probablemente discípulo del apóstol
  • circular: destinada a varias iglesias debido al carácter impersonal de la carta que carece de:
    • saludos personales 
    • indicaciones de que conozca personalmente a sus destinatarios, algo del todo incongruente con el relato de Hch que narra su permanencia durante tres años en Éfeso y que, por tanto, conocía perfectamente a los efesios. 
  • dirigida inicialmente a la Iglesia de Laodicea (Marción)
Fecha y lugar de composición
Si, como afirma la Tradición de la Iglesia, Pablo es su autor, estaría escrita en Roma entre el 62-64 d.C. varios años después de haberse despedido de ellos en Mileto, durante su primer encarcelamiento en la capital imperial (Ef 3,1; 4,1; 6,20).

Si se trata de una carta deuteropaulina, estaría escrita por un discípulo suyo y miembro de esa comunidad (Pablo murió en el 66 d.C.) en Éfeso entre el 70-80 d. C., aunque en su nombre y con su autoridad.

Contenido
La carta a los Efesios expresa el amor de Pablo a los cristianos de esa comunidad e indica su deseo de que entiendan todas sus indicaciones y comprendan "su evangelio". Además de los temas eminentemente eclesiológicos que trata, expone y enfatiza otros temas:
  • la importancia de la gracia de Dios y cómo ésta transforma la vida de los creyentes
  • la lucha espiritual contra las fuerzas del mal, instando a la perseverancia en la fe
  • el papel de la mujer y el hombre en la iglesia, promoviendo la sumisión mutua y el amor
  • la iglesia como el cuerpo de Cristo, resaltando la interdependencia de sus miembros.
  • el misterio revelado de Dios en Cristo
  • el nuevo hombre en Cristo que transforma su vida personal y su relaciones
  • la llamada a la santidad y a una vida guiada por el Espíritu Santo.
  • la esperanza en la venida del Señor y la vida eterna
  • la armadura espiritual, para ilustrar conceptos teológicos complejos
  • la dimensión social del evangelio, instando a la justicia y al amor al prójimo.
Estructura
La epístola está dividida en 2 secciones, con el habitual prólogo y epílogo:
  1. Prólogo (1,1-2): saludo
  2. Doctrinal/Dogmática (1.3-3.21): 
    • himno trinitario de exaltación por su obra salvadora
    • triunfo de Cristo sobre las potestades angélicas y su papel como cabeza de la Iglesia
    • “el designio secreto de Dios”, la salvación amorosa y gratuita del hombre, oculto desde tiempos antiguos, pero dado a conocer ahora y según el cual todos hombres, judíos y no judíos (reconciliación en y por Cristo), están llamados a formar parte del único pueblo de Dios y a recibir la herencia eterna
    • oración en favor de los destinatarios de la carta
    • llamamiento de Dios a los paganos a formar parte del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, como coherederos
    • exposición del encargo que recibió de dar a conocer el Misterio de Cristo
    • alabanza a Dios
  3. Moral/Exhortativa (4,1-6.20): 
    • exhortación a la unidad dentro de la diversidad de carismas que Dios otorga a la Iglesia
    • recomendación a morir al  hombre viejo" y revestirse del "hombre nuevo" 
    • los cristianos, "hijos de la luz" a imitación de Cristo
    • "códigos familiares o tablas domésticas" que regulan las relaciones de un cristiano: consejos a los esposos, a los hijos y los padres, a los esclavos y a los amos. 
    • presentación de la vida cristiana como un combate y de las armas necesarias para afrontarlo
  4. Epílogo (6,21-24): despedida y deseo de gracia y paz

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