viernes, 5 de agosto de 2016

¿POR QUÉ ALGUNAS PARROQUIAS SE VUELVEN MEDIOCRES?




El objetivo de mi artículo de hoy no busca ofender a ningún párroco o sacerdote. Pero me gusta ver como algunas parroquias se esfuerzan por buscar la excelencia y comprobar que todo lo que hacen es para la gloria de Dios

Sin embargo, muchas parroquias se conforman con la mediocridad. Han caído en el conformismo, en la desidia y la pereza. Dejan pasar el tiempo sin que nada cambie (para bien). Están en caída libre hacia la mediocridad. Y Dios no es mediocre ni tampoco le gusta la mediocridad. Dios siempre quiere la excelencia porque Él es perfecto.

Para conocer si una parroquia está en caída libre hacia la mediocridad, basta con analizar algunos puntos de su pastoral:

Programas de auto-evaluación 

Tener planes de auto-evaluación periódicos acerca de la eucaristía, forma del culto, duración y contenido de las homilías, caridad y comunidad, frecuencia y tipo de adoración, métodos de evangelización o escuela de discipulado nos facilitan el conocimiento del estado de salud de la parroquia. 

Muchas no los tienen o ni siquiera los han imaginado. 

Una Iglesia que no se evalúa continuamente se torna mediocre porque nunca busca la excelencia. 

Se conforma con poco. Se conforma con lo que hay.

Escuelas de discipulado 

Pocas iglesias tienen una estrategia definida para dirigir a los nuevos cristianos hacia el crecimiento y la madurez espirituales. Una parroquia sin una escuela de discipulado, puede que, al principio, atraiga a la gente pero luego resulta que no la ofrece gran cosa. 

Más temprano que tarde, acaba produciendo el estancamiento de los creyentes, el no-crecimiento o decrecimiento, la pereza y la desmotivación (a menudo incluso entre los líderes). Y eso es mediocridad.

Planes de pertenencia

Los miembros potenciales de una parroquia deben tener claro lo que significa la adhesión a la iglesia, antes de comprometerse. Deben saber lo que la parroquia ofrece y lo que pide de ellos. 

Las iglesias que no tienen claro esto, están invitando esencialmente miembros a unirse, pero no generan ninguna expectativa.

Números sin compromiso. Masa que llene el templo durante una hora a la semana. Y luego, nada más.

Visión

Declaraciones de la visión de la parroquia, lemas y frases anuales son comunes en muchas iglesias, pero muchos sacerdotes, líderes y laicos que pertenecen a ellas, no la conocen. O lo que es peor, no las ponen en práctica.

Las parroquias que no están impulsadas ​​por una visión clara y concisa, frecuentemente expresada y anunciada, y siempre en acción, se atascan en la mediocridad del "decir" y del "no hacer".

Propósitos de evangelización

Las iglesias que no tienen una pasión misionera tienden a centrarse en su interior, se vuelven endogámicas, "ensimismadas" y siempre buscan estrategias para la auto-protección y el mantenimiento

Rara vez empujan a nadie más allá de la comodidad y del perímetro de sus paredes.

Formación de líderes

Cuando los cristianos comprometidos y los líderes que pertenecen a una parroquia determina son, durante años, siempre los mismos, siempre los que "tiran del carro", algo anda mal. 

Significa que la parroquia está estancada, que no genera crecimiento. Es un síntoma evidente de que no está sana sino enferma.

No me cansaré de repetirlo: El crecimiento de una iglesia viene determinado por los líderes que forma y no por el número de personas que acuden a misa. 

Con el tiempo, la falta de nuevos "comprometidos" conducirá a la desmotivación y al desanimo de los que siempre "están a todas". Y la parroquia se vaciará, poco a poco o de repente.

¿Excelencia o mediocridad? 

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