domingo, 1 de abril de 2018

¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADO!!!

"Si Cristo no ha resucitado, 
vana es nuestra predicación y vana nuestra fe." 
(1 Cor 15,14)

El apóstol Pablo resalta la importancia que tiene en la fe la resurrección de Jesucristo: es nuestro fundamento. Si Jesucristo no ha resucitado: 
  • las promesas de Dios son vanas pues estamos abocados a una vida corta de sufrimiento y muerte en esta tierra. Entonces, ¿para qué Dios?
  • nuestra esperanza se desvanece y su figura se queda tan sólo en un personaje histórico. Entonces, ¿para qué Cristo?
  • significa que ha sido vencido por la muerte y por el pecado. Significa que su muerte ha sido inútil, estéril, sin sentido. ¿para qué su muerte?
Sólo si Jesucristo ha resucitado, algo verdaderamente nuevo cambia el mundo: Dios se ha manifestado al hombre. Se ha abierto el cielo para la humanidad.

La resurrección de Jesucristo no es una reanimación de un muerto sino que supone la ruptura de las cadenas que nos esclavizan en este mundo. 

La Resurrección es:
  • un salto cualitativo, un paso a una nueva vida que no está sujeta a la ley física de la muerte.
  • universal o no es nada, dice el apóstol Pablo (1 Corintios 15, 16-20) y por tanto, "los cristianos que han muerto están perdidos". 
  • tan real como la cruz. Sin embargo, si nuestra fe se queda sólo en la cruz, nada nuevo hay. 
  • un hecho que supera toda experiencia, puesto que Jesucristo vive desde Dios.
  • la entrada a una vida nueva, una transición a una condición definitiva y diferente en la inmensidad de Dios, desde donde Él se nos manifiesta.
La Resurrección nos presenta al:
  • Dios de la VidaNos descubre a un Dios de vivos y no de muertos (Mt, 22, 32) y abre la puerta de par en par hacia la Vida Plena. Todos nosotros participamos de la resurrección de Jesucristo. No es un hecho aislado del Hijo de Dios. Jesús inaugura el camino, nos abre la puerta del cielo y nos da esperanza: “Dios que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder” (1 Co 6, 14).
  • Dios de la Promesa: Es el cumplimiento y la plenitud de todas las promesas dadas por Dios a su pueblo. Nos muestra un Dios fiel, que no defraudaEs el cumplimiento cierto y seguro de su Alianza, que nos hace degustar las primicias del cielo, construyéndolo, anticipándolo aquí mismo en la tierra, al encontrarnos con el "resucitado", como los dos de Emaús.
  • Dios de la JusticiaNos revela a un Dios que hace justicia a las víctimas, subsanando todo el mal, que da la vida a todos los maltratados, oprimidos y esclavizados. La resurrección restablece la Justicia de Dios que no abandona al débil o al pobre en el camino. 
  • Dios de la EsperanzaEs la esperanza futura de Vida Eterna para todos los que damos nuestro sí a Dios, que ilumina toda nuestra existencia, que nos ayuda a caminar en las tinieblas de este mundo. 
Es el amanecer de un día nuevo sin ocaso, sin noche, sin oscuridad que alcanza a toda la humanidad: una nueva creación, un hombre nuevo.

¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADO!!! 
¡¡¡EN VERDAD, HA RESUCITADO!!!

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