¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

domingo, 9 de abril de 2017

¿QUÉ CLASE DE REY ERES?

¿Qué clase de Rey monta en un burro prestado,
se despoja de su rango
y no hace alarde de su categoría de Dios?

¿Qué clase de Rey entra sin su guardia real
en la ciudad donde sus asesinos 
le esperan para crucificarle?

¿Qué clase de Rey deja que sus súbditos 
lo traten como un libertador militar
pero no blanden arma alguna?

¿Qué clase de Rey eres?

¿Qué clase de Rey puede decirle a un mendigo ciego
"Tu fe te ha salvado" 
y realmente hacerle ver?

¿Qué clase de Rey llora en el funeral de su amigo
para decir: "¡Lázaro, sal fuera!"
y hacerlo volver a la vida?

¿Qué clase de Rey puede sentarse a la mesa
con sus súbditos y lavarles los pies?

¿Qué clase de Rey puede llevar su propia cruz
y no evitar su propia ejecución?

¿Qué clase de Rey puede morir
para que sus asesinos puedan vivir?

¿Qué clase de Rey eres?

Un Rey que no vino para ser servido
sino para servir.

Un Rey que dio su vida como rescate por muchos.
Un Rey que cumple sus promesas.
Un Rey en quien puedo confiar.
Un Rey que puede salvar.
Un Rey al que quiero seguir.

Y así vengo a ti, Jesús, mi Rey
para servirte y entregarte mi vida.

Toma mi manto
y úsalo para vestir al desnudo
o utilízalo para que tu burro lo pise.

No me importa
siempre y cuando seas Tú quien lo tome.
porque eres el único que me dará una nueva túnica blanca 
de santidad y justicia.

Una prenda que se ajuste tan bien a mí
que será un nuevo yo, Tu yo.

Úsame, Rey Jesús,
usa todo de mí como creas conveniente.
Hazme un caballo o un alfil o una torre,
o un simple peón.

No me importa qué pieza sea yo
mientras sea tu mano la que me mueve
porque es poderosa y gobiernas con cetro de hierro.

Déjame seguirte,
Rey Jesús
durante todo tu via crucis hasta el Gólgota.

Déjame caminar a tu lado,
alzar palmas, poner mi manto a tus pies
y gritar "Hosanna!".

Déjame sentarme a la mesa contigo
toma el pan y el vino de tus manos
y déjame reconocerte.

Déjame poner mi cabeza en tu pecho
Lávame los pies y vuelve a limpiarme.

Déjame orar contigo en Getsemaní
y aprender de ti cómo ser vulnerable con el Padre

Déjame ver tus lágrimas, tu sudor, tu dolor.
Y si mis oraciones dan paso al sueño
despiértame de nuevo
con las aguas de la regeneración.

Déjame caminar contigo hasta el Calvario.
Déjame ser Simón de Cirene,
y llevar mi cruz contigo.
Y si mi Simón de Cirene se convierte en Simón Pedro
y me alejo de tu cruz para negarte,
guíame de nuevo para poder morir contigo.
Y vivir.

Y a lo largo de este largo camino
deja que mi canción sea
¡Hosanna en las alturas!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Bendito sea el reino venidero de nuestro padre David!
¡Hosanna en las alturas!

Canción:
Hossana
Hillsong

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