Cuando acudimos al médico, lo hacemos porque estamos enfermos o nos encontramos mal. Sabemos que el doctor nos preguntará qué nos pasa, nos auscultará, nos medirá la presión arterial y temperatura, nos pedirá una analítica de sangre o de otro tipo... Es la forma sana de buscar síntomas que nos pongan en alerta y que nos puedan indicar si existen problemas reales y serios.
Desde hace ya algunos años, escribo sobre chequeos y diagnosis parroquiales:
https://cristianosdigitales.blogspot.com/2015/07/diagnostico-pastoral-de-una-parroquia.html.
https://cristianosdigitales.blogspot.com/2016/08/un-chequeo-la-parroquia.html
En mis artículos, reflexiono sobre algo que aprendí en varios encuentros de nueva evangelización y que me ha servido de mucho en mi camino de fe sobre los aspectos vitales de la salud de una parroquia: Adoración y Culto, Comunidad y Acogida, Caridad y Servicio, Discipulado y Evangelización.
Hoy quiero volver a "jugar a los médicos". Entendámonos, ni es un juego ni yo soy médico. Me refiero en sentido espiritual. Quiero quitarle dramatismo pero no la importancia que tiene. Se trata de hacer un nuevo "chequeo rutinario" a una parroquia cualquiera, con el objetivo de diagnosticar y encontrar algunos síntomas que puedan indicar problemas reales y serios dentro de mi Iglesia, y claro, tratar de dar luz para solucionarlos.
Los síntomas no son necesariamente un problema; simplemente, nos proporcionan advertencias o precauciones ante posibles dificultades que pueden ir "a más".
Si bien hay muchos síntomas potenciales para diagnosticar que una parroquia esté enferma, los siguientes siguen siendo, años después y por desgracia, bastante comunes en muchas de ellas:
Adoración y Culto
1-Disminución de la asistencia a misa. Éste es el primer síntoma de que algo no está sano en una parroquia. Los miembros no están tan comprometidos, o al menos, no como antes.
2-Falta de alegría y vitalidad. Este síntoma puede ser subjetivo pero es, sin embargo, muy importante. Todos podemos sentir cuando una parroquia carece de fervor o no es vibrante y nadie se apunta a un ejército con moral perdedora.
2-Falta de alegría y vitalidad. Este síntoma puede ser subjetivo pero es, sin embargo, muy importante. Todos podemos sentir cuando una parroquia carece de fervor o no es vibrante y nadie se apunta a un ejército con moral perdedora.
Comunidad y Acogida
3-Comunidad inexistente.
Si los que asisten a misa se limitan a llegar, consumir sacramentos e irse, sin confraternizar, sin sentirse familia, sin crear comunidad, es síntoma de que la parroquia tiene una salud deficitaria.
4-Conflictos y chismes. Sí, existen en muchas parroquias. Estas guerras son indicadores de un enfoque erróneo de los miembros y de falta de caridad: "Yo soy de Pablo, tú de Pedro". Cada uno hace la "guerra" por su cuenta y así no se gana ninguna.
Caridad y Servicio
5-Más reuniones que servicio. Una parroquia enferma se reúne con demasiada frecuencia para hablar sobre lo que deberían hacer, en lugar de hacerlo.
Algunas parroquias tienen más consejos parroquiales que personas comprometidas. La actividad, es necesaria; el activismo, es perjudicial.
Una vez, escuché de alguien que: "Cuando Dios desaparece de una parroquia, le envía reuniones y papeles".
6-Consejos parroquiales de negocios. Las parroquias enfermas, a menudo, dedican la mayor parte de sus consejos a la economía, a las estructuras y a los números, en lugar de buscar cómo llevar almas a Dios.
6-Consejos parroquiales de negocios. Las parroquias enfermas, a menudo, dedican la mayor parte de sus consejos a la economía, a las estructuras y a los números, en lugar de buscar cómo llevar almas a Dios.
Discipulado
7-Expectativas pastorales poco realistas o efectivas. Las parroquias enfermas ven a los sacerdotes y consagrados como a las únicas personas preparadas para hacer todo el trabajo de la parroquia.
Las catequesis se dan por inercia pero son caducas o inefectivas (1ª comunión, confirmación, matrimonio),y conducen a las personas a la Iglesia en un momento de sus vidas para, poco después abandonarla para siempre.
8- Falta de discipulado. Las parroquias enfermas no "salen" a hacer discípulos sino que se "encierran" en sí mismas y la formación que ofrecen es inexistente. Han "enfermado" en el cumplimiento de la misión de Jesús de "Id y haced discípulos".
8- Falta de discipulado. Las parroquias enfermas no "salen" a hacer discípulos sino que se "encierran" en sí mismas y la formación que ofrecen es inexistente. Han "enfermado" en el cumplimiento de la misión de Jesús de "Id y haced discípulos".
Las parroquias sanas tienen equipos de discípulos formados y comprometidos con el servicio, que además, forman y hacen más discípulos.
Evangelización
9-Poco fruto evangelizador. Como regla general, una parroquia evangelizadora debería alcanzar al menos a un alejado por cada 20 feligreses. Una parroquia con una asistencia de 200 personas, por ejemplo, debería ver al menos 10 nuevos cristianos al año. Sin embargo, esto no ocurre.
10-Sin métodos ni visión. Quizás por pereza o por hastío, las parroquias enfermas no se plantean ningún método o programa para evangelizar a otros, para acercar almas a Dios. Al "calor del hogar", ni siquiera se planten cuál es su misión. Un grave problema de salud.
10-Sin métodos ni visión. Quizás por pereza o por hastío, las parroquias enfermas no se plantean ningún método o programa para evangelizar a otros, para acercar almas a Dios. Al "calor del hogar", ni siquiera se planten cuál es su misión. Un grave problema de salud.
Evidentemente, ninguno de estos síntomas es bueno, pero muchas parroquias atraviesan períodos donde demuestran algunos de ellos. La clave es reconocer estos síntomas y responder rápidamente.
Este podría ser un posible diagnóstico en relación a la cantidad de síntomas de enfermedad en una parroquia:
De 1 a 2 síntomas. Normal para la mayoría de las parroquias si se dan en un corto período de tiempo. No es un indicador de mala salud, pero los síntomas deben abordarse con prontitud.
De 3 a 5 síntomas. La parroquia está enferma y necesita atención inmediata. Es la primera alerta importante.
De 6 a 8 síntomas. La parroquia está muy enferma. Si no se realizan cambios significativos, la comunidad está en peligro de pasar a la fase terminal.
De 8 a 10 síntomas. La parroquia está en fase terminal, en peligro de muerte y de extinción. Puede que la muerte o extinción no sea inminente pero, ineludiblemente ocurrirá en los próximos 5/10 años. Si bien es posible que una parroquia se recupere de este nivel de enfermedad, es raro. La intervención debe ser rápida, intensa, dramática y difícil de soportar.
Como digo, no soy médico ni mucho menos alguien autorizado para examinar a la Iglesia y mucho menos para juzgarla.
Sin embargo, mis reflexiones surgen desde un profundo amor a mi "familia", a mi Iglesia, de la que me siento parte, y siempre con el ánimo de hacer lo que esté en mi mano para revertir una situación que, sinceramente, me angustia y preocupa. El resto, se lo dejo a Dios en mis oraciones.
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