¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.

sábado, 29 de septiembre de 2018

LA IGLESIA NECESITA...


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"Él hace que el cuerpo crezca, 
con una red de articulaciones que le dan armonía y firmeza, 
tomando en cuenta y valorizando las capacidades de cada uno. 
Y así el cuerpo se va construyendo en el amor."
(Efesios 4, 16)

Hace poco, en un retiro de Emaús, tuve la oportunidad de saludar personalmente a un sacerdote excepcional de Villanueva de la Calzada.  Y aunque no he tenido la ocasión de hablar más profundamente con él, me consta porque le leo, que tiene las cosas muy claras sobre lo que necesita la Iglesia, y entre otras, son las siguientes:

La Iglesia n
ecesita audacia y valentía para no dejarse arrastrar por la inercia de "lo de antes" ni acomodarse en la seguridad de "lo de siempre".

La Iglesi
a necesita transformar la caduca y obsoleta estructura  diocesana: las catequesis de iniciación cristiana, la distribución del clero, la pastoral de la economía, la pedagogía de la espiritualidad, etc. ¡Ya no funcionan!

La Iglesia nece
sita hacer autocrítica: dejar de estar "a la defensiva" cuando algo va mal, dejar de despejar balones fuera cuando se vacían las parroquias o cuando son ineficaces, dejar de culpar a la sociedad.

La Igles
ia necesita parroquias sanas, fuertes, vivas, vibrantes, que den ánimo y esperanza a otras parroquias y párrocos del entorno. Como organismo vivo que es, necesita que esté sana para crecer. Si una parroquia no está creciendo, es porque está enferma y puede que se esté muriendo. Algo estamos haciendo mal y por ello, debemos hacer todo lo necesario para diagnosticar el mal y corregirlo. No podemos permanecer pasivos.

Imagen relacionada¿Cuál es entonces el secreto para que una parroquia esté sana, fuerte, viva y vibranteEn una palabra: ¡Equilibrio!

Dios ha diseñado y creado el universo con este principio del equilibrio. También nuestro cuerpo tiene 12 sistemas diferentes y absolutamente necesarios para mantener su salud. Cuando éstos no están en equilibrio y no cumplen sus funciones determinadas, lo llamamos "enfermedad".

De igual manera que cuando nuestra vida no está equilibrada, enfermamos y morimos, si nuestra parroquia está desequilibrada, enfermará y morirá. 

Es el propio Jesús quien nos describe las bases sobre las que se asienta el crecimiento de una parroquia sana y fuerte en Efesios 4,  en Juan 17 y en Hechos 2.

Una parroquia crece al amparo de una comunidad: 
- a propósito y con propósito, que conjugue visión y misión.
viva y acogedora, que reciba y envíe personas
- alegre y floreciente, que ilusione y cree impulso
- agradecida y cordial, que no mire al pasado con nostalgia

Una parroquia profundiza con un discipulado:
- bien formado y educado en un liderazgo capacitador.
- que planifique y desarrolle estrategias.
- que realice diagnósticos. 
- que ejecute los objetivos y evalúe los resultados.

Una parroquia se fortalece con oración: 
- que discierna lo que viene de Dios y lo que es simple éxito mundano.
- que ofrezca sacramentos al alcance de todos.
- que celebre un culto enriquecedor que motive y movilice a todos.

Una parroquia trasciende con un servicio:
- que tenga una pastoral dirigida a la persona.
- que dinamice estructuras.
- que huya de un laicado "atrofiado" y "anestesiado".
- que evite el clericalismo y el providencialismo.

Una parroquia crece con la evangelización:

compartiendo métodos y experiencias de conversión.
- dando plenitud a los dones y carismas que tienen sus fieles.
- sin inventar ni abolir nada.
- sin pedir a Dios que bendiga lo que hacemos, sino sumarnos a lo que ya está bendiciendo. 

Es necesario estar continuamente corrigiendo y analizando el equilibrio de estos cinco principios de toda comunidad parroquial, porque existe una tendencia a priorizar aquello en lo que sentimos fuertes y a abandonar lo que nos da más trabajo o nos requiere mayor cantidad de tiempo: una parroquia puede ser fuerte en comunidad, pero débil en evangelización; otra puede ser fuerte en el culto, pero débil en el discipulado; incluso otra puede ser fuerte en el evangelización, pero débil en el servicio. 

Imagen relacionadaCentrándonos por igual en cada uno de las cinco puntos, nuestras parroquias desarrollarán un sano equilibrio que hará posible su crecimiento duradero y sólido.

Cristo nos recuerda que hay que podar un árbol para que crezca. En la Iglesia faltan jardineros que se dediquen a la poda… Y eso genera árboles devaluados… que dan poco fruto o que no dan ninguno.

Cristo nos recuerda que ya ha vencido. Nadie se alista a un ejército en retirada, nadie es de ningún equipo perdedor. Sólo es posible avanzar con una moral de victoria. Hay que ilusionar y crear pasión.

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