La carta a los Efesios ocupa ocupa el décimo lugar de los libros del Nuevo Testamento y el quinto del corpus paulino.
Es la primera y más extensa "carta de la cautividad", junto a las de Filipenses, Colosenses y Filemón, escrita por Pablo desde la cárcel (Ef 3,1; 4,1) y seguramente enviada tras su muerte a través de Tíquico (Ef 6,21) :
- desde Cesarea Marítima, si se data entre el 58-60 d.C.,
- desde Roma, si es entre el 60-62 d.C.
Su finalidad es eminentemente eclesiológica: exhorta a la unidad, la pureza y la santidad dentro de la Iglesia de Cristo, como características propias de la conducta cristiana.
También ofrece una rica perspectiva teológica y doctrinal sobre la obra redentora de Cristo y la importancia de vivir una vida transformada por la gracia de Dios.
Y, por último, una finalidad apologética contra los errores sincretistas de judaizantes y gnósticos que ponían en tela de juicio la divinidad y el papel único de Cristo en la creación y en la redención. Por esta similitud de contenido, Efesios, Colosenses y Filemón tal vez fueran escritas al mismo tiempo y con posterioridad a la muerte de Pablo, y llevadas por Tíquico a sus destinatarios.
El estilo de Efesios es más solemne y complicado que el resto de las cartas paulinas y utiliza: textos litúrgicos combinados con meditaciones, frases e enrevesadas, pensamientos no ordenados progresivamente, etc.
Su cristología aparece más desarrollada en lo que se refiere a su muerte y su exaltación a la derecha del Padre y su eclesiología enfatiza la universalidad de la Iglesia y la unión de los miembros a su cabeza, Cristo.
La comunidad efesia
La Iglesia de Éfeso, formada por cristianos provenientes de la gentilidad, no fue fundada personalmente por Pablo, sino probablemente, por Apolo o por Priscila y Aquila (Hch 24-26), aunque el apóstol visitó la comunidad en varias ocasiones:
- 1ª visita: durante su 1º viaje misionero (52 d.C.), donde permaneció tres meses (Hch 18,19-21)
- 2ª visita: a principios del año siguiente (53 d.C.), donde permaneció tres años al descubrir que Éfeso era la llave para evangelizar las provincias occidentales de Asia Menor: "una puerta grande y eficaz" le fue abierta (1 Cor 16,9)
- 3ª visita: antes de su último viaje a Jerusalén, desembarcó en Mileto y, tras convocar a los líderes de la Iglesia de Éfeso, les dio un discurso de despedida, ya que sabía que no los volvería a ver. En él les exhortó a mirar por ellos mismos y por todo el rebaño. Después de orar, toda la comunidad sintió una profunda pena porque no verían más su rostro (Hch 20,18-35).
Autoría y destinatarios
La propia carta identifica a Pablo como su autor (Ef 1,1). Sin embargo, algunos autores afirman que se trata de una carta:
- deuteropaulina: escrita en nombre de Pablo por un autor posterior, probablemente discípulo del apóstol
- circular: destinada a varias iglesias debido al carácter impersonal de la carta que carece de:
- saludos personales
- indicaciones de que conozca personalmente a sus destinatarios, algo del todo incongruente con el relato de Hch que narra su permanencia durante tres años en Éfeso y que, por tanto, conocía perfectamente a los efesios.
- dirigida inicialmente a la Iglesia de Laodicea (Marción)
Fecha y lugar de composición
Si, como afirma la Tradición de la Iglesia, Pablo es su autor, estaría escrita en Roma entre el 62-64 d.C. varios años después de haberse despedido de ellos en Mileto, durante su primer encarcelamiento en la capital imperial (Ef 3,1; 4,1; 6,20).
Si se trata de una carta deuteropaulina, estaría escrita por un discípulo suyo y miembro de esa comunidad (Pablo murió en el 66 d.C.) en Éfeso entre el 70-80 d. C., aunque en su nombre y con su autoridad.
Contenido
La carta a los Efesios expresa el amor de Pablo a los cristianos de esa comunidad e indica su deseo de que entiendan todas sus indicaciones y comprendan "su evangelio". Además de los temas eminentemente eclesiológicos que trata, expone y enfatiza otros temas:
- la importancia de la gracia de Dios y cómo ésta transforma la vida de los creyentes
- la lucha espiritual contra las fuerzas del mal, instando a la perseverancia en la fe
- el papel de la mujer y el hombre en la iglesia, promoviendo la sumisión mutua y el amor
- la iglesia como el cuerpo de Cristo, resaltando la interdependencia de sus miembros.
- el misterio revelado de Dios en Cristo
- el nuevo hombre en Cristo que transforma su vida personal y su relaciones
- la llamada a la santidad y a una vida guiada por el Espíritu Santo.
- la esperanza en la venida del Señor y la vida eterna
- la armadura espiritual, para ilustrar conceptos teológicos complejos
- la dimensión social del evangelio, instando a la justicia y al amor al prójimo.
Estructura
La epístola está dividida en 2 secciones, con el habitual prólogo y epílogo:
- Prólogo (1,1-2): saludo
- Doctrinal/Dogmática (1.3-3.21):
- himno trinitario de exaltación por su obra salvadora
- triunfo de Cristo sobre las potestades angélicas y su papel como cabeza de la Iglesia
- “el designio secreto de Dios”, la salvación amorosa y gratuita del hombre, oculto desde tiempos antiguos, pero dado a conocer ahora y según el cual todos hombres, judíos y no judíos (reconciliación en y por Cristo), están llamados a formar parte del único pueblo de Dios y a recibir la herencia eterna
- oración en favor de los destinatarios de la carta
- llamamiento de Dios a los paganos a formar parte del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, como coherederos
- exposición del encargo que recibió de dar a conocer el Misterio de Cristo
- alabanza a Dios
- Moral/Exhortativa (4,1-6.20):
- exhortación a la unidad dentro de la diversidad de carismas que Dios otorga a la Iglesia
- recomendación a morir al hombre viejo" y revestirse del "hombre nuevo"
- los cristianos, "hijos de la luz" a imitación de Cristo
- "códigos familiares o tablas domésticas" que regulan las relaciones de un cristiano: consejos a los esposos, a los hijos y los padres, a los esclavos y a los amos.
- presentación de la vida cristiana como un combate y de las armas necesarias para afrontarlo
- Epílogo (6,21-24): despedida y deseo de gracia y paz