"Mirad y guardaos de toda avaricia, porque, aun en la abundancia,
la vida de uno no está asegurada por sus bienes.
Vended vuestros bienes y dad limosna.
Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos,
donde no llega el ladrón, ni la polilla;
porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón".
(Lucas 12, 15 y 33-34).
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Con cara de pocos amigos y con un terror a perder una sola moneda, es sin duda, el estereotipo de la avaricia.
En la factoría Disney le bautizaron Scrooge McDuck, en clara alusión al cliché de la tacañería escocesa.
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Dando por hecho que la caja no estaba totalmente llena, su fortuna equivaldría aproximadamente a 4.855 metros cúbicos de monedas de oro, es decir, 3.302.088.419 onzas.
Sabiendo que el precio actual de mercado para la onza de oro es de 1,641 dólares USA, el volumen de su fortuna sería de 5,4 billones de dólares.
Teniendo en cuenta que desde los inicios de la fiebre humana por el oro hasta hoy, se han extraído de las minas del mundo 158.000 toneladas de oro, equivalente a unos 8.187 metros cúbicos, significaría que el tío Gilito atesoraría el 60% de todo el oro mundial.
Acumular, atesorar, proteger y esconder lo ganado en una caja fuerte… es el afán prioritario de nuestro mundo. Los medios se convierten en el fin. Y lo digo con doble sentido.
"Porque nosotros no hemos traído nada al mundo y nada podemos llevarnos de él."
(1 Timoteo 6,7)
Me gustaría compartir un artículo muy interesante sobre lo que dice la Biblia de la avaricia: