¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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jueves, 4 de julio de 2019

LETANÍAS: ATRIBUTOS COMO MADRE (3)

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En este tercer artículo sobre la Letanías de la Virgen, contemplaremos los trece atributos de María como Madre:


Madre de Cristo

"Madre de Cristo" significa que María participa de la dignidad y excelencia de Cristo y de los beneficios por Él otorgados.

La palabra griega Cristo significa ungido o consagrado. Antiguamente eran consagrados con la unción (óleo) los sacerdotes, los reyes y los profetas; y Jesús es por excelencia el Sacerdote, el Rey y el Profeta; también se consagraban los vasos sagrados destinados al culto divino.

Cuando saludamos e invocamos a María como "Madre de Cristo", nos referimos a que Ella es vaso consagrado a Dios; significamos que, por las íntimas y singulares relaciones que la acercan a su Divino Hijo, participa en cierto modo de la dignidad de sacerdote, de rey y de profeta.

María es vaso de unción o consagrado ... y tiene participación en el sumo Sacerdocio de Cristo. Desde el primer momento de su existencia Ella estuvo llena de la Divina Gracia, óleo precioso y fue destinada a contener durante nueve meses a la Santidad por esencia.

María participa del Eterno Sacerdocio de Jesucristo ... de Cristo Sacerdote que se ofreció a Dios una vez sobre el altar de la Cruz, derramando entre grandes dolores su Sangre por nuestros pecados y se ofrece cada día de modo incruento sobre los altares en la Eucaristía, por manos de los Sacerdotes.

Ella participa del sacrificio de la Cruz y del sacrificio de la Eucaristía:

En primer lugar, suministró la materia: aquel Cuerpo Divino que fue inmolado en la Cruz ... en el Calvario y que continuamente se inmola en las Iglesias, es Cuerpo formado de la sola substancia de María Santísima, puesto que Ella es Madre Virgen; la Sangre que un día fue derramada en la Pasión y en la Muerte del Hombre - Dios y que todos los días se derrama místicamente en el Perenne Sacrificio, es Sangre de María, suministrada por Ella al Hijo de Dios.

En segundo lugar, ofreció con Jesucristo, Primero y Sumo Sacerdote, el Sacrificio del Calvario y sigue ofreciendo sobre los altares la Víctima Divina, porque el Sacrificio de la Misa es prolongación del de la Cruz.

Por esto María Santísima es llamada Corredentora e invocada como Madre de Cristo.


Madre de la Divina Gracia


El Arcángel San Gabriel saludó a María dicién
dole: "llena de gracia", por lo tanto, es de fe que, al realizarse en Ella el Misterio de la Encarnación del Verbo, estaba plena de Gracia. Pero ... desde aquel instante creció más en Ella la Gracia

María estaba llena de Gracia hasta el momento central o culmen de su vida: la Encarnación del Verbo, pero desde entonces, en Ella continuó aumentando la Gracia...en plenitud.

Resultado de imagen de madre de la divina graciaLa Santidad de Jesús habitaba en Su Madre que, con tanta fe recibía, meditaba y conservaba en su corazón las palabras y las obras de su Divino Hijo. El formó la Santidad de su Madre, tan próxima a la suya y la elevó a un grado altísimo. Un grado sin comparación, en grado superlativo y más alto que el de todos los elegidos y que el de todos los santos.

Llena de Gracia, ninguna hay que Ella no pueda obtener. Cristo es el manantial de la Gracia y su Madre Santísima es como un depósito, un recipiente (que recibe), de dónde por su intercesión alcanzamos gracias ... y al Autor de la Gracia.

Dios quiso darnos un mar de gracias y un recipiente donde contenerlas: María.

Madre Purísima

"Madre Purísima" manifiesta y atribuye a María la total y perfecta exención de toda sombra de culpa y defecto

Pureza excepcional, integridad de vida que no la tiene nadie igual ni semejante.

Únicamente en María, nada que sea mancha se encuentra en Ella.

Madre castísima

"Madre Castísima" se refiere al brillo de la virginidad del alma, esto es, a la perfecta pureza de pensamientos y afectos

Ella conservó durante toda su vida esta pura castidad del alma.

Madre intacta (sin mancha)

"Madre intacta", sin mancha, expresa la limpieza de los sentidos externos

La causa de la admirable Pureza Virginal de María no fue la exención en Ella del pecado original ... 

La primera y más eficaz razón fue la Gracia de Dios, pero Ella cooperó a esta gracia con todos los medios, guardando rigurosamente sus sentidos externos, sus ojos para la contemplación de todas las cosas en las que encontraba los vestigios de Dios, de la sabiduría y del poder divinos; los oídos y la boca para escuchar y para pronunciar las alabanzas de Dios. 

Madre incorrupta

"Madre sin corrupción" significa pureza de vida y santidad de costumbresEn María Santísima todos sus pensamientos, palabras y obras siempre fueron para gloria de Dios.

Debemos entender que no sólo su alma sino también su cuerpo fue llevado al cielo después de su muerte, de tal manera que no pasó por el largo período del sepulcro, como todos los seres humanos. Su cuerpo santísimo no experimentó la corrupción

Su Divino Hijo, por el Infinito amor con que la amaba, no podía soportar que su cuerpo quedara en el sepulcro y también, por la santidad trascendente de María y porque Ella estaba llena de gracia.

Pasó por la muerte como nuestro Señor y también como Él y por Su poder omnipotente, fue llevada al cielo.

Madre Inmaculada

"Madre Inmaculada" se refiere a la Inmaculada Concepción de nuestra Madre la Virgen María.
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Esta verdad revelada es que Ella fue concebida en el seno de su madre, Santa Ana, sin mancha de pecado original.

El pecado original es el pecado de infidelidad y desobediencia a Dios, cuyas consecuencias hemos heredado, todos nacemos en ese estado y el sacramento del Bautismo es el medio por el cual somos liberados de él.

María nunca vivió en ese estado de infidelidad y desobediencia a Dios, fue exceptuada de él por un designio ... por un decreto eterno de Dios

Y según este eterno decreto, el que había nacido desde toda la eternidad, nació en el tiempo para salvarnos y la redención de María fue entonces resuelta de esta manera especial que llamamos Inmaculada Concepción. 

Ella fue redimida en previsión de los méritos de su Divino Hijo. 

Madre Amable

"Madre amable", digna de ser amada, merecedora de nuestro amor por su hermosura de cuerpo y de alma, por su bondad, esto es, su natural inclinación a hacer el bien, y por el amor que nos tiene.

En ninguna criatura se encuentran tan unidas y en grado tan perfecto como en María Santísima, que es digna de todo nuestro amor, por eso la Iglesia le da el título de Madre Amable.

Madre Admirable

María es verdaderamente admirable o digna de admiración porque es extraordinaria y no hay nadie que reúna como Ella semejante grandeza de privilegios y de virtud.

Por sus privilegios y sus virtudes, María Santísima es invocada con el título de Madre Admirable.

Madre del Buen Consejo

Es "Madre del Buen Consejo" porque es la Obra del Eterno Consejo, porque fue llena, de manera singular, del Don de Consejo y porque debemos recurrir a Ella para obtener este Don.

Resultado de imagen de madre del buen consejoObra del Eterno Consejo quiere decir que Dios, desde toda la eternidad, pensó en María y la miró con complacencia; la amó con especial afecto y quiso hacer de Ella la Obra Maestra de su Infinito Poder, Sabiduría y Bondad, puesto que desde toda la eternidad la eligió y predestinó para ser la Madre de su Divino Hijo.

Llena, de manera singular, del Don de Consejo. El Don de Consejo, don del Espíritu Santo por el cual somos iluminados para conocer y para escoger siempre entre todas las cosas, aquella que mejor sirve para la Gloria de Dios y para nuestra salvación. De este Don estuvo singularmente llena María Santísima (y de todos los Dones y de todas las gracias) por lo que Ella supera incomparablemente a toda la humanidad.

Debemos recurrir a Ella para obtener este Don y así poder conocer, escoger y hacer siempre lo mejor para Gloria de Dios y bien del alma. Tenemos necesidad del Don de Consejo para defender nuestra Fe, para guardar el gran tesoro de la gracia de Dios, para huir del ambiente anticristiano, de todo el mal que nos rodea.

Madre del Creador

María está en el plan de la creación y de la restauración. Ella es la Madre de Cristo, del Verbo del Padre hecho carne. 

El Verbo es el centro de la creación "por medio de Él fueron hechas todas las cosas y sin El no se hizo nada de cuanto existe" (Juan 1.3). En Cristo, lo que se atribuye a Dios se puede atribuir también al Dios-Hombre, así, habiendo sido hecho de María Santísima, Aquel por el que han sido hechas todas las cosas, puede decirse que toda cosa fue hecha por Ella, porque engendró al Hacedor ... al Creador. Por esto María tomó parte, en cierto modo, en la obra de la Creación.

La restauración, la renovación de todas las cosas, según enseñan los Santos Padres, es una segunda creación y ésta fue realizada por medio de Jesucristo. En esta segunda creación, en esta Redención del género humano, el centro es también Jesucristo, de manera que el Verbo Divino es doblemente Creador. También María Santísima tomó parte activa en esta restauración que se realizó con su consentimiento.

El "Hagamos" (igual a "Hágase") primero (el de Dios) produjo de la nada todas las cosas. 

El "Hágase en mí según tu palabra" pronunciado por María cooperó a restaurar todas las cosas en Cristo y a devolverles su primitiva perfección.

Sin el "Hagamos" Divino, todo habría permanecido en la nada; sin el "Hágase" de María, todo habría permanecido en una condición, bajo muchos aspectos, peor que la nada.

El primer "Hagamos" levantó a la criatura humana hasta la semejanza con Dios; el segundo (Hágase) levantándola aún más alto, la unió (en Cristo) personalmente a Dios.

El "Hagamos" Divino es, por consiguiente, omnipotente y creador por naturaleza; el "Hágase" de Ella es omnipotente, restaurador y creador por gracia. De esta manera María Santísima tomó parte en la creación... ¡Madre del Creador!

Madre del Salvador

Antes de su venida, Jesús era conocido como Mesías, pero cuando apareció en la tierra fue conocido bajo tres títulos nuevos: Hijo de Dios, que expresa su naturaleza Divina, Hijo del hombre, su naturaleza humana y Salvador, su ministerio personal.
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El Ángel que se apareció a María le llamó Hijo de Dios; el que se apareció en sueños a José, le llamó Jesús que quiere decir Salvador; también le dieron este nombre los ángeles que se aparecieron a los pastores en la noche de su Nacimiento. Pero Él en el Evangelio, se llama a sí mismo de un modo particular: Hijo del hombre.

Verdaderamente es nuestro Salvador, porque con su Pasión y Muerte nos ha redimido y nos ha liberado del pecado. Unió en la unidad de su Persona Divina la naturaleza divina y la naturaleza humana.

Dios verdadero, debía ser verdadero hombre para poder realmente sufrir y morir y al mismo tiempo para que el precio de nuestro rescate, su Pasión y Muerte, tuviera el valor infinito que exigía la Majestad de Dios y la culpa cometida por el ser humano ... Y, María Santísima es Madre de Jesucristo, Madre del Dios - Hombre; así, Ella es Madre del Salvador.

Pero hay una segunda razón de este título y es que María cooperó y coopera de modo singular en la obra redentora de Jesucristo, como corredentora al pie de la Cruz, al lado del altar eucarístico, y en el corazón de sus hijos.

Sobre la Cruz debía consumarse el sacrificio de la redención y la victoria sobre el pecado y María Santísima está íntimamente asociada a la Cruz. Ella ofreció generosamente al Padre en el Calvario, la Carne y la Sangre del Hijo, que era también carne y sangre suya.

Después del amor a Dios, no hay afecto que tanto nos aparte del pecado y sea tan fuerte y eficaz para librarnos de él como el amor a María, Madre del Salvador y Madre nuestra.

En la persona de Juan, el discípulo amado, Jesús nos entregó a su Madre cuando le dijo a Ella: "Ahí tienes a tu hijo" y nos la dio a nosotros por Madre cuando le dijo a él: "Ahí tienes a tu madre".

Madre de la Iglesia


El 21 de Noviemb
re de 1964, el papa Pablo VI, pronunció un discurso en la sesión de clausura de la tercera etapa conciliar, donde proclamó a María Santísima "Madre de la Iglesia":
"Así, pues, para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, proclamamos a María Santísima Madre de la Iglesia, es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores que la llaman Madre amorosa, y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este título.
Se trata de un título, que no es nuevo para la piedad de los cristianos, antes bien, con este nombre de Madre, y con preferencia a cualquier otro, los fieles y la Iglesia entera acostumbran dirigirse a María. En verdad pertenece a la esencia genuina de la devoción a María, encontrando su justificación en la dignidad misma de la Madre del Verbo Encarnado.
La divina maternidad es el fundamento de su especial relación con Cristo y de su presencia en la economía de la salvación operada por Cristo, y también constituye el fundamento principal de las relaciones de María con la Iglesiapor ser Madre de Aquel que desde el primer instante de la encarnación en su seno virginal se constituyó en cabeza de su Cuerpo místico, que es la Iglesia.
María, pues, como Madre de Cristo, es Madre también de los fieles y de todos los pastores, es decir, de la Iglesia".

lunes, 1 de julio de 2019

LAS LETANÍAS A LA VIRGEN (1)

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Letanía (del griego litanéia) significa súplica, ruego, oración, procesión. Desde los inicios de la Iglesia, las letanías fueron utilizadas para indicar las súplicas rezadas en conjunto por los fieles, particularmente durante las procesiones.

La "letanía lauretana" tiene su origen en el santuario de Loreto (Italia) y se compone de una serie de invocaciones a Nuestra Señora María la Santísima Virgen, con las que honramos su persona e rogamos su poderosa intercesión.

Fue completada por algunas ordenes religiosas para honrar la protección de Nuestra Señora y por algunos Papas: 

-Auxilio de los cristianos, incluida por Pío V por la intercesión de la Virgen en la Batalla de Lepanto, en 1587 y aprobada por el papa Sixto V.
-Madre Inmaculada, incluida tras la definición dogmática de 1854, por Pío IX.
-Reina concebida sin pecado original, incluida por Pío IX en 1854, tras la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción.
-Reina del Santo Rosario, incluida por León XIII en recuerdo de la Virgen del Rosario en 1883 y por la consagración del mes de Octubre al Santo Rosario.
-Madre del Buen Consejo, incluida por León XIII en homenaje al santuario de Genazzano en 1903.
-Reina de la Paz, incluida por Benedicto XV durante la I Guerra Mundial.
-Reina Asunta al cielo, incluida por Pío XII en 1951 al definir el dogma de la Asunción.
-Madre de la Iglesia, incluida por Pablo VI en 1965 a la conclusión del Concilio Vaticano II.
-Madre de la Misericordia, incluida por Juan Pablo II.
-Reina de la Familia, incluida en 1995 por Juan Pablo II.

La Letanía es una oración corta y sencilla, rica en santos pensamientos y en afectos sobrenaturales para:

- Dar gloria a Dios que tanto ensalzó a su Madre Santísima.
- Dar gracias a Ella y por Ella. 
- Alabarla y admirarla.
- Reconocer y meditar sus virtudes.
- Imitar su ejemplo.
- Pedir a Dios y a Ella, gracia y protección.

Estructura de la letanía 

Invocaciones a Jesucristo 
Las invocaciones iniciales se dirigen a Nuestro Señor Jesucristo, fuente de toda Gracia:

- Cristo, ten piedad
- Señor, ten piedad
- Cristo, óyenos
- Cristo, escúchanos
- Señor, ten piedad

Invocaciones a la Trinidad
Se dirigen a la Santísima Trinidad, nuestro fin supremo:

- Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros
- Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros
- Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
- Trinidad Santa, un solo Dios, ten piedad de nosotros

Invocaciones a María
Se dirigen a la Virgen María, nuestra intercesora y pueden dividirse en seis grupos:

  • 3 invocaciones: Su nombre, su santidad, grandeza, y privilegios 
- Santa María
- Santa Madre de Dios 
- Santa Virgen de las vírgenes 
  • 13 atributos como Madre 

- Madre de Cristo
- Madre de la Divina Gracia
- Madre purísima
- Madre castísima
- Madre intacta (sin mancha)
- Madre incorrupta 
- Madre inmaculada 
- Madre amable 
- Madre admirable 
- Madre del buen consejo
- Madre del Creador 
- Madre del Salvador 
- Madre de la Iglesia 
  • 6 atributos como Virgen
- Virgen prudentísima 
- Virgen digna de veneración
- Virgen digna de alabanza 
- Virgen poderosa 
- Virgen clemente 
- Virgen fiel 
  • 13 figuras simbólicas 
- Espejo de justicia
- Trono de la sabiduría 
 - Causa de nuestra alegría 
- Vaso espiritual 
- Vaso honorable
- Vaso de insigne devoción 
- Rosa mística 
- Torre de David 
- Torre de marfil 
- Casa de oro 
- Arca de la Alianza 
- Puerta del cielo 
- Estrella de la mañana 
  • 4 atributos de su misericordia (Iglesia Militante) 
- Salud de los enfermos 
- Refugio de los pecadores 
- Consuelo de los afligidos 
- Auxilio de los cristianos 
  • 13 atributos como Reina (Iglesia Triunfante) 
- Reina de los ángeles
- Reina de los patriarcas
- Reina de los profetas
- Reina de los apóstoles
- Reina de los mártires
- Reina de los confesores
- Reina de las vírgenes
- Reina de todos los santos
- Reina concebida sin mancha ni pecado original
- Reina asunta al cielo
- Reina del Santísimo Rosario
- Reina de la familia
- Reina de la paz

Las Letanías de la Virgen concluyen como han comenzado: invocando a Dios que es la fuente de toda gracia, principio y último fin de todas las cosas:

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Perdónanos, Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Escúchanos, Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Ten misericordia de nosotros

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. 
No desoigas nuestras súplicas en las necesidades que te presentamos.
Antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Concédenos, Señor, a nosotros tus siervos, gozar siempre de salud de alma y cuerpo
y por la gloriosa intercesión de la Bienaventurada siempre Virgen María
seamos libres de las tristezas de esta vida y gozar de las alegrías eternas.
Por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.