¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.

sábado, 25 de septiembre de 2021

Y TÚ ¿QUIEN DICES QUE SOY YO?


"¿Quién dice la gente que soy yo?
Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?"
(Lucas 9,18 y 20)

Jesús, con su magistral y divina pedagogía, nos interpela a menudo más con preguntas que con indicaciones doctrinales propiamente dichas. A través de su Evangelio, nos hace a todos sus discípulos dos "preguntas", una "advertencia" y una afirmación.

"¿Quién dice la gente que soy yo?". El Señor no está preocupado por el concepto que la gente tenga de Él ni porque quiera agradar a todos. Tampoco porque sea resultadista. Más bien, su pregunta es retórica y pone en evidencia una realidad: que muchas personas viven de espaldas a Él, como si Dios no existiera. En realidad, nos está llamando a la misión, a ser sus testigos en un mundo secularizado y alejado de Dios. 

"Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?"Antes de enviarnos al mundo, Jesús nos prueba y nos prepara, dirigiéndose a cada uno de nosotros de una forma directa y personal...nos habla de corazón a corazón. No se trata de un exámen de Teología ni tampoco tengo que contestar de una forma "intelectual", "racional" o "correcta". 

¿Quien es Cristo para mí? me hace reflexionar y discernir, me hace profundizar en cómo es mi fe: ¿Es tan sólo una "buena idea" o el centro de mi vida? ¿Es una convicción privada o una persona con quien tengo una relación? ¿Es irrelevante o importante para mí? ¿Le hablo a diario o me conformo con visitarle de vez en cuando¿Creo o finjo"creer"? 
"No se lo digáis a nadie"Cristo no se queda en la superficie. Va más allá y nos sorprende. Mas que prohibirme, el Señor me interpela y me compromete, me hace tomar partido y definirme. Es una advertencia para hablar con obras más que con palabras: ¿Le sigo o le doy la espalda? ¿Le testimonio con mi vida, con palabras y obras? ¿Soy coherente con lo que digo y hago? 

"Tenéis que padecer mucho, ser desechados, ser ejecutados y resucitar al tercer día". Jesús nos traza el camino del cristiano, el camino de la cruz particular de cada uno: la entrega y el sufrimiento ofrecido por amor, el desprecio de la gente y el martirio por su causa y, finalmente, la recompensa: el cielo. Una afirmación que me hace meditar seriamente: ¿Soy un cristiano de verdad o finjo serlo? ¿Estoy dispuesto a "dejarlo todo", incluso mi vida, por seguir a Cristo? ¿Soy un "alter Chistus"?

Señor, quiero poder responderte:

"Tú eres el Mesías, 
el Hijo del Dios vivo" 
(Mateo 16,13)

"Tú eres mi Dios y protector, 
mi luz y mi verdad, 
mi guía y mi alegría...
Salud de mi rostro, 
Dios mío"
(Salmo 42, 2-4)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Tienes preguntas o dudas?
Este es tu espacio libre y sin censura