"El cáliz de la bendición que bendecimos,
¿no es comunión de la sangre de Cristo?
Y el pan que partimos,
¿no es comunión del cuerpo de Cristo?
Porque el pan es uno, nosotros, siendo muchos,
formamos un solo cuerpo,
pues todos comemos del mismo pan"
(1 Cor 10,16-17)
Hoy quisiera meditar sobre un tema que parece muy obvio pero que, sin embargo, está repleto de malinterpretaciones, de equivocaciones o incluso de desconocimientos en cuanto al "qué" y al "cómo" un cristiano debe comportarse en misa. Hablamos de la liturgia.
¿Qué es la misa?
La Eucaristía (del griego εὐχαριστία, eucharistía, acción de gracias), llamada también santo sacrificio, cena del Señor, fracción del pan, misa, comunión, santísimo sacramento, santos misterios o santa cena es un sacramento de la Iglesia instituido por Cristo en la Última Cena.
La liturgia es el modo en el que toda la Iglesia (cabeza y cuerpo místico) entramos en contacto y comunicación con Dios, le rendimos culto y le damos gracias, nos santificamos, nos purificamos y nos perfeccionamos.
Pero el sacramento de la Eucaristía no es sólo una tradición o costumbre para hacer pública nuestra fe, ni tampoco un mero acontecimiento social donde nos reunimos. Es el lugar de encuentro entre Dios y los hombres.
Por eso, los católicos más que "ir" a misa o "estar" en misa, "celebramos", "vivimos" y experimentamos de una forma especial nuestra comunión con Dios.
Siempre me ayuda mucho a ser plenamente consciente de lo que ocurre en misa cuando distingo entre lo que veo y lo que realmente sucede: la misa es "espacio sagrado" donde se unen el cielo y la tierra, donde entro en la vida íntima de Dios, y por tanto, tengo la obligación de saber cómo comportarme ante Su presencia omnipotente.
¿Qué y cómo celebro en misa?
La liturgia se celebra a través de gestos, palabras, ritos y acciones con los que Dios nos hace partícipes de Su gracia: signos y símbolos que se refieren a la creación -luz, agua, fuego-, a la vida humana -lavar, ungir, partir el pan- y a la historia de la salvación -los ritos de la Pascua-, que se hacen portadores de la acción salvífica y santificadora de Cristo (CIC 1189).
Es a través de estos gestos y símbolos, signos y ritos que Dios se revela en plenitud en la persona y la obra de Cristo a través del Espíritu Santo (CIC 1145).
Sin embargo, ¡cuántas veces se me olvida que en misa está presente Dios y todo el cielo reunido en torno a Él, aunque mis ojos no puedan verlo! ¡cuántas veces caigo en la rutina y "me abstraigo" de lo que estoy haciendo, y de lo que significa! ¡cuántas veces "salgo de misa" igual que entro!
Ocurre también que, a veces, en misa me fijo más en lo "externo" y me olvido de lo "interno", me fijo en los gestos de otros pero "no estoy a lo que estoy", me quedo en los ritos pero no los interiorizo, veo los signos pero quizás no los comprendo.
Por eso, debo estar muy atento y tener muy presente el qué y el cómo celebro cada momento de la Liturgia y para ello, es necesario que sepa cuáles son sus símbolos y cómo se estructura.
¿Cuáles son los símbolos ornamentales en el altar?
Para comprender plenamente el significado de la Eucaristía, primero necesito saber qué significan los símbolos y objetos ornamentales que hay en el altar durante la misa:
- Velas/Cirios: preferiblemente de cera blanca y de abeja (luminaria cerea). Simbolizan la carne pura de Cristo recibida de su Madre Virgen, la mecha significa el alma de Cristo y la llama representa su divinidad. Se encienden antes de la celebración y se apagan después de ésta. La Instrucción General del Misal Romano dispone que sobre el altar, o cerca de él, deben colocarse en todas las celebraciones por lo menos dos (ferias o memorias), cuatro (fiestas), seis (domingos y solemnidades) o incluso siete (misa pontifical - nº 7= perfección, y plenitud del sacerdocio episcopal-). Simbolizan también la fe, la esperanza y la caridad que iluminan a la vez que se consumen.
- Crucifijo: situado en el centro del altar, simboliza el sacrificio redentor de Cristo.
- Misal Romano: guía de la celebración que contiene los textos litúrgicos y las oraciones que proclama el sacerdote. Se coloca sobre un atril
- Vasos sagrados:
- Cáliz: vaso donde se vierte el vino, que representa a Jesús y unas gotas de agua que nos representan a nosotros. Símbolo de la paz entre los pueblos.
- Píxide/Copón: recipiente con tapa que contiene las sagradas formas.
- Patena: platillo de metal donde se coloca la sagrada hostia (forma grande)
- Purificador: lienzo utilizado por el sacerdote para enjugar y purificar el cáliz, la patena y el copón, así como sus dedos después de la comunión.
- Corporal: lienzo que se extiende sobre el altar, donde se coloca la patena, el copón y el cáliz durante la misa. Simboliza la pureza.
- Palia: lienzo cuadrado reforzado de cartón o almidón con el que se cubre el cáliz
- Vinajeras: dos jarras o recipientes con tapa que contienen el vino y el agua para la consagración
- Lavabo: jarra que contiene el agua para purificar las manos del sacerdote. Tomado del Salmo 26,6: "Lavo en la inocencia mis manos".
- Manutergio: lienzo o toalla con las que el sacerdote se seca las manos, una vez purificadas
- Turibulo/Incensario: Brasero pequeño con cadenillas y tapa con incienso que porta el acólito o monaguillo (turiferario o navetero) y con el que el sacerdote inciensa los dones con tres movimientos dobles, antes de incensar la cruz y el altar (sólo en determinadas celebraciones litúrgicas).
¿Cuáles son las partes de la misa?
Para una mayor comprensión de la misa, fundamentalmente, necesito saber en qué consiste.
Según el Misal Romano, la misa consta de 4 partes fundamentales: ritos iniciales, liturgia de la Palabra, liturgia Eucarística y rito de conclusión.
Las letras indican la posición que debo tener en misa (P: de pie, disponible a la llamada de Dios; S: sentado, atento a lo que el Señor me dice R: arrodillado, en actitud de respeto y adoración).
1. Ritos iniciales
Nos preparamos para comenzar la celebración.
- Entrada (P): El canto de entrada fomenta la unión de los reunidos y nos eleva a la contemplación del misterio litúrgico. La entrada del sacerdote da comienzo a la misa.
- Saludo inicial (P): El sacerdote hace la venia al altar y lo besa. Desde la sede, hace la señal de la cruz y saluda a la asamblea.
- Acto penitencial (P): El sacerdote y la asamblea piden humildemente perdón al Señor por sus faltas.
- Señor, ten piedad (P): Preferiblemente cantado, o al menos, recitado por todos ("Kyrie eleison"). Con esta súplica, le pedimos a Dios su misericordia.
- Gloria (P): Himno preferiblemente cantado, o al menos, recitado por todos con el que alabamos y glorificamos a Dios, reconocemos su santidad y nuestra necesidad de Él.
- Oración colecta (P): El sacerdote eleva a Dios todas las intenciones de la comunidad y la asamblea, que la hace suya diciendo: "Amen".
2. Liturgia de la Palabra
Escuchamos a Dios y respondemos cantando, meditando y rezando.
- 1ª Lectura (S): Tomada del Antiguo Testamento: Dios nos habla a través del pueblo de Israel y de sus profetas. El lector no lee lo escrito en rojo ni dice: "primera lectura".
- Salmo Responsorial (S): Preferiblemente cantado, o al menos, recitado. El salmista proclama las estrofas del salmo, mientras toda asamblea escucha y responde. No se lee lo escrito en rojo ni se dice: "salmo responsorial"
- 2ª Lectura (S): Tomada del Nuevo Testamento: Dios nos habla a través de los apóstoles. El lector no lee lo escrito en rojo ni dice: "segunda lectura". Tras la lectura se canta (preferiblemente) el Aleluya, en recuerdo de la Resurrección.
- Evangelio (P): Tomado de los cuatro Evangelios y lo proclama el sacerdote o el diácono: Dios nos habla a través de Jesús. Al finalizar, la asamblea aclama: "Gloria a ti, Señor Jesús".
- Homilía (S): Explicación que realiza el sacerdote de las Lecturas o del Propio texto de la Misa del día.
- Profesión de fe (P): Con el Credo, toda la asamblea profesamos nuestra fe.
- Oración de los fieles (P): Con las "preces", el Pueblo intercede por todos los hombres con una invocación común (te rogamos, óyenos), pronunciada tras cada intención.
3. Liturgia Eucarística
Actualizamos la muerte y resurrección de Jesús.
- Preparación de los dones/ofrendas (S): Se presenta el pan y el vino que se transformarán en el cuerpo y la sangre de Cristo (el agua que se vierte en el cáliz nos representa a todos nosotros). Realizamos el canto del ofertorio y la colecta en favor de toda la Iglesia. Oramos sobre las ofrendas.
- Plegaria eucarística (P): Este el centro y el culmen de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias y de consagración que consta de:
- Prefacio (P): Oración de acción de gracias.
- Santo (P): Aclamación cantada preferiblemente o al menos, recitada, con la que toda la asamblea alaba a Dios, al tres veces santo.
- Epíclesis (R): El sacerdote extiende sus manos sobre el pan y el vino e invoca al Espíritu Santo, para que los transforme en el cuerpo y la sangre de Jesús.
- Consagración (R): Con las palabras y gestos de Cristo, el sacerdote "hace memoria" de la última cena. Es el momento más solemne de la Misa; en él ocurre el misterio de la transubstanciación o transformación real del pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo: Dios se hace presente y nos acerca a Él.
- Anámnesis (R): Aclamación con la que la Iglesia realiza el memorial del mismo Cristo, recordando su pasión, resurrección y ascensión al cielo.
- Oblación/Intercesión (P): Ofrecemos este sacrificio de Jesús en comunión con toda la Iglesia, celeste y terrena. Pedimos por el Papa, por los obispos, por todos los difuntos y por todos nosotros.
- Doxología final (P): El sacerdote ofrece a Dios el cuerpo y la sangre de Jesús, por Cristo, con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo. La asamblea responde: "Amén".
- Comunión: la celebración eucarística es un convite pascual en el que recibimos el Cuerpo y la Sangre como alimento espiritual. Significa "común unión". Recibimos y abrazamos a Jesús y nos unimos a toda la Iglesia en alegría y amor.
- Padrenuestro (P) se pide el pan de cada día (también el pan eucarístico), y se implora el perdón de los pecados. Consta de una invocación y siete peticiones.
- El gesto de la paz (P): los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la humanidad, expresándose mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan.
- El gesto de la fracción del pan (P): realizado por Cristo en la última Cena, significa que nosotros, que somos muchos, en la comunión de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17).
- Inmixión o mezcla (P): el sacerdote deja caer una parte del pan consagrado en el cáliz como signo de comunión entre las diversas comunidades cristianas.
- Cordero de Dios (P): el sacerdote y la asamblea cantan el "Cordero de Dios".
- Preparación (R) privada del sacerdote, tras la cual, muestra el pan eucarístico.
- Comulgar (R/P): al recibir el Cuerpo de Cristo, participamos en el sacrificio que celebramos.
- Durante la comunión, se canta el canto de comunión (P), que expresa la unión espiritual y la alegría del corazón de los que avanzan para recibir el Cuerpo de Cristo.
- Terminada la comunión, con recogimiento y en silencio, el sacerdote y los fieles pueden orar un rato.
- Oración después de la comunión (P): el sacerdote ruega para que se obtengan los frutos del misterio celebrado. El pueblo hace suya esta oración con la aclamación “Amén.”
4. Rito de conclusión (P)
Salimos renovados, perdonados, bendecidos y dispuestos a la misión.
Consta de saludo y bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea, alabando y bendiciendo al Señor.
¿Cuáles son las dones y frutos que obtengo de la misa?
Soy plenamente consciente de que en la misa sucede un milagro: Dios se hace presente y se queda con nosotros. Por ello, debo:
- mantener una actitud de respeto y silencio durante la celebración
- poner atención durante las lecturas y la homilía
- expresar devoción y adoración durante la consagración
- tener disposición a cumplir la voluntad de Dios durante el ofertorio y la comunión
Entonces y sólo entonces, recibo las gracias y los dones que el Señor me ofrece y obtengo los frutos que su Espíritu me suscita:
- Mi corazón se enardece al escuchar y entender la palabra de Dios
- Mi fe crece y reconozco al Señor al partir el pan
- Mi alma se llena de alegría y de paz interior
- Mi voluntad se compromete a cumplir la misión que Cristo me encomienda
JHR
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