¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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domingo, 3 de julio de 2016

EL SACERDOTE PERFECTO. ¿EXISTE?


Cualquier cristiano que se precie quiere encontrar un sacerdote ideal, que cumpla unas serie de requisitos que, sin duda, no están al alcance de cualquiera. El sacerdote perfecto es aquel que:

- Da una homilía enriquecedora y cercana en 12 minutos.
- Tiene 28 años pero una experiencia de 30.
- Trabaja 16 horas diarias y además es el vigilante nocturno también.
- Condena el pecado, pero nunca molesta ni juzga a nadie.
- Viste ropa buena, compra buenos libros y conduce un buen coche
- Da generosamente a los pobres aunque tiene un salario bajo.
- Hace quince llamadas diarias a sus feligreses, les visita en sus casas y en los hospitales.
- Invierte todo su tiempo evangelizando personas sin parroquia o sin fe.
- Siempre está dispuesto cuando se le necesita.

- Y además...es muy guapo!

Por supuesto, todos sabemos que no existe tal "sacerdote perfecto", y si alguna vez existió, seguro que "descansa en paz"

La tarea de un sacerdote es ser pastor de rebaño de Dios: "...pastorear la Iglesia de Dios" (Hechos 20,28), siguiendo el ejemplo de Jesús, que dijo: "Yo soy el buen pastor" (Juan 10,11). O como dice el Papa Francisco: "llamados a ser pastores con olor a oveja".

Sin embargo, hay siete características que todo buen sacerdote, como líder que es, posee:

Integridad y Habilidad

En general, el liderazgo es una rareza. Si miramos a nuestro alrededor hoy en día, podemos asegurar que los buenos líderes escasean. No hay más que mirar por la ventana de la política. ¿Son íntegros o hipócritas?

Integridad es lo opuesto a hipocresía. Proviene del latín "integritas" que significa "entero", "todo". Un gran líder tiene una vida indivisa, una "totalidad" que le viene dada por cualidades como la honestidad y la coherencia, que actúa de acuerdo a los valores, creencias y principios que dice sostener.

La labor pastoral del sacerdote con el pueblo de Dios debe hacerse con integridad de corazón. Esta es la característica más importante. 

"La calidad suprema para el liderazgo es la integridad incuestionable. Sin él, el verdadero éxito no es posible, sin importar si se desarrolla en un campo de fútbol, ​​en un ejército, o en una oficina. "(Eisenhower, ex presidente estadounidense) 

Pero además un buen líder debe poseer habilidad, tener "manos hábiles", como el Rey David (Salmo 78, 56-72) que siendo pastor de ovejas, era hábil, pues sabía proteger al rebaño con su honda. Más tarde, dirigió al pueblo de Israel con gran habilidad y capacidad. 

Aprender estas habilidades necesarias para liderar consiste en ver y seguir los buenos ejemplos, escuchar la sabiduría de los demás, haciendo preguntas a las personas que admiramos, aprendiendo junto a nuestros compañeros y, sobre todo, a través de la práctica.

Amor, Servicio y Sensibilidad

Si un sacerdote ama de verdad a su rebaño obtendrá, estando lo suficientemente cerca de ellos ese "olor a oveja" del que habla el papa Francisco. Pablo fue un ejemplo de un buen pastor. Dondequiera que iba, se reunía con sus discípulos y oraba con ellos (Hechos 21, 4-7). Le gustaba tanto estar con ellos que cuando llegó el momento de dejarles tuvieron que obligarlo.


Jesús estableció un modelo de liderazgo en el servicio (Marcos 10,45). Pablo estaba dispuesto a seguir a Jesús, "El buen pastor [que] da su vida por las ovejas" (Juan 10,11). Un sacerdote ante todo, está al servicio de los demás.

Sin duda, Pablo poseía un carácter pionero y audaz. Sin embargo, también se mostró sensible a la cultura de Jerusalén. Se purificó a sí mismo y a sus compañeros, de acuerdo con las leyes ceremoniales, con el fin de que nada se distrajera de lo que Dios les decía (Hechos 21, 24-26).

Del mismo modo, el sacerdote debe ser sensible a la procedencia, cultura, edad, estado civil, carácter, etc de su rebaño.

Compasión y Oración

En 2 Reyes 4 vemos un ejemplo de compasión de un buen pastor con la viuda y sus hijos que están a punto de ser tomados como esclavos. Eliseo viene al rescate. 

Al igual que un buen pastor, que ama y se preocupa por su rebaño, él dice: "¿Cómo puedo ayudarte?". Él rescata a esta viuda de la terrible carga de una deuda excesiva y de la esclavitud potencial que estaba a punto de ser el resultado de la misma.

Eliseo, este "hombre santo de Dios" tiene compasión por la mujer sunamita, que era incapaz de concebir. Ella descubrió que Dios honra a los que le brindan una cálida acogida. Él le muestra la palabra del Señor a ella y, como resultado, se produce la concepción. Cuando su hijo muere, Eliseo ora al Señor y con una sobrenatural respiración le reaviva.

Compasión y oración son parte de  la vida de un sacerdote.