"El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
(Sal 126, 3)
Sé que no descubro nada nuevo ni especialmente original, si digo que me siento muy amado y cuidado por Dios...muy mirado y acompañado por Jesús...muy mimado y protegido por la Virgen..."porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí" (Lc 1,49). Todo don y ningún mérito. Y no se trata de sentimientos...
Es verdad..."el Señor ha estado grande conmigo y estoy alegre" (Sal 126,3). Porque sólo cuando te reconoces pequeño, frágil y débil, la confianza puede descansar en “El que todo lo puede”. Sólo cuando te reconoces pobre, vulnerable y necesitado, la esperanza puede reposar en "El que todo lo cumple". Y sólo entonces, el amor de Dios te inunda y tu corazón se incendia. Y no se trata de sentimientos...
Firme defensor de la Providencia, no creo en la suerte, ni en la fortuna ni en las casualidades. Porque sólo cuando vives "en y para Dios", todo sucede para el bien de los que aman al Señor (Rom 8,28). Sólo cuando dejas de agobiarte por el qué comer, el qué beber o el qué vestir, cuando buscas el Reino de Dios y su justicia, todo se te da por añadidura (Mt 6,25-33). Y sólo entonces, tu alma se llena de gozo. Y no se trata de sentimientos...
Tras mucho pedir en mis mañanas de oración, buscar en mis tardes de Eucaristía y llamar en mis noches de Adoración, el Señor me ha escuchado, porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre (Mt 7,7). No le he pedido un gran sueldo, ni tener estabilidad, ni siquiera seguridad...tan sólo un espacio donde poder reconocerle en cada instante. Y sólo entonces, tu espíritu se llena de agradecimiento. Y no se trata de sentimientos...
Dios ha estado grande y me ha regalado un nuevo proyecto en un gran colegio católico, en el que espero darle gloria. Un trabajo muy diferente a los anteriores del que espero ser digno. Quizás no definitivo...quizás no duradero...quizás no asegurado...pero absolutamente providencial. Sólo entonces, tu vida se llena de esperanza. Y no se trata de sentimientos...
Te doy gracias, Señor, porque has hecho obras grandes en mí...estoy alegre, confiado y esperanzado...y Tú sabes que no se trata de sentimientos...