"Hace de los espíritus sus ángeles;
de las llamas de fuego, sus ministros...
¿Es que no son todos espíritus servidores,
enviados en ayuda de los que han de heredar la salvación?"
(Hebreos 1,7 y 14)
La Palabra de Dios nos muestra cómo los ángeles (del hebreo, malak, "delegado, mensajero, embajador"; y del griego angelos-ἄγγελος, "mensajero") tienen una específica actividad desde el inicio hasta el final de la historia de la salvación y por ello, entran en acción tras la caída de Adán y Eva, y concluirán su misión con el toque de las 7 trompetas y el derramamiento de las 7 copas en el Juicio Final.
Los ángeles, creados en el Segundo día (Génesis 1,6-8), son mencionados 283 veces en la Biblia (108 veces en el Antiguo Testamento y 175 veces en el Nuevo Testamento) y están conformados en nueve coros angélicos, dispuestos en tres jerarquías:
1ª Jerarquía: Contemplativos, llenos de luz y de conocimiento extraordinario. Los más cercanos a Dios.
- Serafines: "Ardientes e inflamados" abrasados por el fuego del amor de Dios. Representados con rostro de fuego y con 6 alas. Misión: adorar y alabar a Dios en su continua presencia.
- Querubines: "Los más altos o benditos" por su plenitud de conocimiento. Representados con dos caras, pies y manos azulados, 4 alas llenas de ojos y una espada ardiente. Misión: escolta de Dios.
- Tronos: "Asientos de Dios" tranquilos, serenos y pacíficos. Representados con forma de rueda, con el rostro lleno de ojos y de color rojo. Misión: servir de asiento a Dios.
2ª Jerarquía: Jerárquicos, ejecutores de milagros y protectores del hombre.
- Dominaciones: Representados con estrellas, corona o casco y cetro o espada. Misión: gobiernan a los principados, protegen a las potestades, dirigen los portentos de las virtudes, realizan las revelaciones de los arcángeles, proporcionan la providencia y custodia de los ángeles.
- Virtudes: Representados con una flor de lis, una espada y un libro. También con perfumes, balanzas, trompetas o rayos. Misión: cumplimiento de los signos, prodigios y milagros. Son los que tocan las 7 trompetas del Juicio Final.
- Potestades: Seres de gran poder. Misión: Sometimiento de los poderes malignos y protección de los hombres.
3ª Jerarquía: Mensajeros y portadores de grandes noticias. Los más cercanos al hombre.
- Principados: Misión: presiden, establecen, rigen, limitan, transfieren, alteran y cambian todo poder superior de la tierra. Vigilan el mundo.
- Arcángeles: "Nuncios supremos". Representados con forma humana. Misión: Anunciar noticias importantes y trascendentales, y guiar al hombre.
- Ángeles: "Nuncios y Custodios". Representados con forma humana. Misión: Anunciar noticias de menos importancia y custodiar a cada hombre.
Los ángeles son instrumentos eficaces de Dios para llevar a cabo Su gobierno sobre toda la creación. Su principal misión es adorar y alabar a Dios (Isaías 6,1-3; Apocalipsis 4-5).
Son mensajeros silenciosos y discretos que revelan la voluntad de Dios. Son vigilantes siempre alerta y activos que guían y trabajan en nuestro favor y beneficio. Son protectores, custodios y liberadores del hombre y de la Iglesia.
Sus apariciones son manifestaciones de la gracia divina y expresiones de la presencia o intervención de Dios. Ejecutan las órdenes divinas en los acontecimientos humanos.
Apariciones en el Antiguo Testamento
- A Adán y Eva, bloqueándoles la entrada al Paraíso (Génesis 3,24)
- A Agar, anunciándole el nacimiento de Ismael y su misión (Génesis 16,7-14; 17, 17-18)
- A Abrahán, anunciándole el nacimiento de Isaac y la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis 18,1-33)
- A Lot, anunciándole la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis 19,1-22)
- A Jacob, en su visión de la escalera (Génesis 28,12)
- A Moisés, en el monte Sinaí (Éxodo 3,1-33)
- Al Pueblo de Dios, marchando delante en el Mar Rojo (Éxodo 14,19; 23,20; 32,34; 33,2 Números 20,16)
- A Balaán con la mula (Números 22,23-35)
- A Elías (1 Reyes 19,5-18)
- A Josué (Josué 5,13-14)
- A David (2 Samuel 24,16-17; 1 Crónicas 21,16-26)
- A Gedeón (Jueces 6,12)
- A la madre de Sansón (Jueces 13,2-5)
- A 185.000 asirios que rodeaban Jerusalén, a quienes hiere (2 Reyes 19,35)
- A Job (Job 1,14)
- A Ezequiel (Ezequiel 1,4-12)
- A Sidrac, Misac y Abdénago, arrojados al horno por Nabucodonosor (Daniel 3,49)
- A Daniel (Daniel 6,22; 8,16)
- A Isaías (Isaías 6,1-3)
- A Zacarías (Zacarías 1,12)
- A Tobías, se le presenta San Rafael en la puerta de su casa para acompañarle a Media (Tobías)
Apariciones en el Nuevo Testamento
- A Zacarías, San Gabriel le anuncia el nacimiento de Juan el Bautista (Lucas 1,9-21)
- A María, San Gabriel le anuncia la encarnación de Jesús (Lucas 1,26-38 y 2,13)
- A los pastores, les anuncian el nacimiento de Jesús (Lucas 2,8-15)
- A Jesucristo recién nacido, protegiéndole (Mateo 2,13)
- A Jesucristo, fortaleciéndole tras las tentaciones en el desierto (Mateo 4,11; Marcos 1,13)
- A San José, avisándole que acepte a María y la huida a Egipto (Mateo 1,20-24; 2,19-23; 3,13)
- A Jesucristo, confortándole en Getsemaní (Lucas 22,43)
- A María Magdalena, anunciándole la resurrección de Jesús (Mateo 28,2-7; Juan 20,11-13)
- A las mujeres, en el sepulcro (Mateo 28,2; Lucas 24, 1-7)
- A los enfermos, ciegos, cojos, paralíticos en la piscina de Betesda (Juan 5, 2-9)
- A los apóstoles, en la ascensión de Jesús al cielo (Hechos 1,10-11)
- A los apóstoles, a quienes libera de la cárcel (Hechos 5,19-20)
- A Felipe, con el etíope (Hechos 8,26)
- A Cornelio, el centurión (Hechos 10,3-32)
- A Pedro, a quien libera de la cárcel (Hechos 12,6-16)
- A Herodes, a quien castiga (Hechos 12,23)
- A Pablo, navegando hacia Roma (Hechos 27,23-24)
- A Juan, en su visión (Apocalipsis 1,1; 2 y 3; 5,11-12; 12,7; 20,1-2)
A simple vista, puede parecer que las apariciones de ángeles a los hombres son frecuentes y comunes, pero no es así: desde la primera aparición de querubines a Adán y Eva hasta la segunda aparición de ángeles a Agar, esposa de Abrahán, transcurren 1.900 años. Desde la aparición del Ángel del Señor a Abrahán hasta la aparición a Moisés en el Sinaí, otros 430 años. De Moisés hasta David, otros 500 años. Desde la aparición a David hasta la visitación a María, otros 930 años, y otros 90 años hasta la visión de San Juan en el Apocalipsis. En total, entre la primera y la última aparición angélica transcurrieron 4.000 años.
Sin duda, las miríadas de ángeles siguen hoy actuando, guiándonos y protegiéndonos, a pesar de que no los veamos o los reconozcamos y, sobre todo, se hacen presentes en cada Eucaristía. Aunque son seres espirituales e invisibles, muchas veces, se aparecen en forma de personas o de situaciones a lo largo de nuestras vidas,
Pero no debemos olvidar que de la misma forma que los "hijos de Dios" actúan poderosa y providencialmente a nuestro favor en el mundo, los ángeles caídos, "los hijos de Satanás" también obran en nuestra contra, para hacernos caer y destruirnos. A veces, incluso, disfrazándose de ángeles de luz para engañarnos y pervertirnos.
Los ángeles, con su intervención en la historia de la salvación, sirviendo al Creador y a sus criaturas, proclaman la gloria de Dios en toda la creación:
"El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje
(Salmo 19,2-5)