¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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lunes, 31 de mayo de 2021

ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO: VIEJA Y NUEVA CREACIÓN

"En el principio existía el Verbo, 
y el Verbo estaba junto a Dios, 
y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, 
y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. 
En él estaba la vida, 
y la vida era la luz de los hombres. 
Y la luz brilla en la tiniebla, 
y la tiniebla no lo recibió"
(Juan 1,1)
El prólogo (capítulo 1) del evangelio de san Juan es una relectura del capítulo 1 del Génesis que funde Antiguo y Nuevo Testamento. En él habla de la creación por el poder de la palabra o Verbo/Logos, es decir, de la preexistencia de Jesús en la creación: Dios creó el mundo en Cristo y por Cristo para luego encarnarse y salvarnos. Jesús es el principio y culminación de todo. Estaba en el Padre, era el creador con Él y es enviado por Él.

El Génesis (capítulo 1) comienza con la frase "En el principio.. cuando todo era caos y tinieblas", el Espíritu inició la Creación. Dios infundió su Espíritu en Adán, la vieja creación, que era barro y le dio vida. Después creó a Eva, quien se convirtió en la Madre de todos los vivientes y "su nombre será 'mujer', porque ha salido del varón" (Génesis 2,23).

El Evangelio de san Juan comienza con la misma frase "En el principio..." para presentar a Cristo como la nueva creación, "aunque la tiniebla no la recibió...los suyos no lo recibieron". Tras la Encarnación, Jesús también da vida "soplando" su Espíritu sobre los apóstoles, les otorga el poder de perdonar los pecados, es decir, realiza una nueva creación en la que el hombre nuevo no morirá jamás, al contrario de lo que sucedió con el hombre viejo que murió por el pecado.

La Madre de Jesús, aún no siendo llamada con el nombre de Maríaaparece dos veces en el evangelio de san Juan: al principio, en las bodas de Caná (Juan 2,1-5), donde se da cuenta de los límites del Antiguo Testamento y da los pasos para que pueda aparecer el Nuevo, cuando dice: "Haced lo que Él os diga", y al final, a los pies de la Cruz (Juan 19,25-27), junto al “discípulo amado”, el hijo que recibe a la Madre en su casa y que representa a la comunidad que crece en torno a Jesús y que se convierte en el Nuevo Testamento.

En ambos casos, María representa a la nueva Eva que espera y contribuye a la llegada del Nuevo Testamento, la nueva creación en Cristo. María es el nexo entre lo que había antes y lo que vendrá después. Ambos, Antiguo y Nuevo Testamento, caminan juntos hacia la plenitud. 

Los siete días de la nueva creación 
El Antiguo Testamento se sirve del esquema semanal para presentar la creación inicial de Dios Padre. En los primeros seis días, Dios creó todas las cosas llamándolas por su nombre. El día séptimo descansó, y no trabajó más (Génesis 1,1-2,4). 
El Nuevo Testamento en San Juan utiliza también el esquema de la semana para presentar el comienzo de la nueva creación de Jesús. En los seis primeros días de su actividad pública, Cristo se revela, llama a las personas y crea la comunidad, la nueva humanidad:

-1° día: El testimonio de Juan Bautista sobre Jesús (Juan 1,29).
-2° día: "Al día siguiente", el bautismo de Jesús (Juan 1,34). 
-3º día: "Al día siguiente", la llamada de los discípulos Juan, Andrés y Pedro  (Juan 1,35-42). 
-4º día: "Al día siguiente", la llamada de Felipe y Natanael y el cielo abierto (Juan 43,51).
-7° día: “Tres días después”, esto es, el séptimo día, en pleno sábado, Jesús no descansa sino que realiza el primer signo de las bodas de Caná (Juan 2,1). 

A lo largo de los capítulos 2 al 20 realizará todavía seis señales más, siempre en sábado (Juan 5,16,9,14). Acusado de trabajar en sábado, Jesús responde: “¡Mi Padre siempre trabaja, y también yo trabajo!” (Juan 5,17). 

Los siete sacramentos de la nueva creación
Los siete signos o milagros de Jesús representan los siete sacramentos de la nueva creación del hombre por Cristo:

1º.- La transformación del agua en vino en las bodas de Caná (Juan 2) prefigura el sacramento del Matrimonio que muestra la necesidad del vino para mantener la nueva unión entre el hombre y la mujer, que sólo proviene de Cristo y sólo fluye si hacemos lo que Él nos pide.

2º.- La curación del hijo del funcionario real (Juan 4) prefigura el sacramento de la Unción de los enfermos que muestra el poder de la gracia de Dios y cómo se puede completar lo que falta en nosotros.

3º.- La curación del paralítico (Juan 5) prefigura el sacramento de la Confesión que muestra la reconciliación con Dios, la sanación, la conversión y el cambio de vida, tras decirle Jesús: "Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor".

4º.- La multiplicación de los panes y los peces (Juan 6) prefigura el sacramento de la Eucaristía, que muestra que solo Cristo es suficiente para miles. Los 12 canastos representan a los 12 apóstoles, quienes recogen lo que sobra para que nada se pierda, es decir, para que ellos puedan seguir distribuyendo el pan de vida.

5º.- La curación del ciego de nacimiento (Juan 9) prefigura el sacramento del Bautismo, que muestra la acción de Jesús al hacer barro con saliva como un signo sacramental y al enviarle al ciego a lavarse: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé".

6º.- La resurrección de Lázaro (Juan 11) prefigura el sacramento de la Confirmación, que muestra que nosotros por sí solos no podemos ver y que Jesús nos despierta, nos da un toque de atención por el que renacemos en el Espíritu.

7º.- El lavatorio de los pies (Juan 13) y el envío de los apóstoles (Juan 20) prefiguran el sacramento del Orden sacerdotal, que muestra la autoridad y el poder que Jesús concede a todo sacerdote sobre el pecado.

A través de la actividad pública de Jesús, entre Caná y el Calvario, completa lo que falta en la vieja creación, de modo que pueda surgir la nueva creación tras Su resurrecciónY así, en la mañana de la resurrección, cuando María Magdalena va al sepulcro, se dice: “El primer día de la semana” (Juan 20,1), lo que significa que la Resurrección de Cristo es el primer día de la nueva creación.

San Pablo corroborará la nueva creación en 2 Corintios 5,17 cuando dice: "Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo". Y así, Creación, Vida, Luz, Verbo, Logos, Palabra...todo en la Escritura habla y se refiere a Jesucristo.