¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.
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lunes, 31 de mayo de 2021

ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO: VIEJA Y NUEVA CREACIÓN

"En el principio existía el Verbo, 
y el Verbo estaba junto a Dios, 
y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, 
y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. 
En él estaba la vida, 
y la vida era la luz de los hombres. 
Y la luz brilla en la tiniebla, 
y la tiniebla no lo recibió"
(Juan 1,1)
El prólogo (capítulo 1) del evangelio de san Juan es una relectura del capítulo 1 del Génesis que funde Antiguo y Nuevo Testamento. En él habla de la creación por el poder de la palabra o Verbo/Logos, es decir, de la preexistencia de Jesús en la creación: Dios creó el mundo en Cristo y por Cristo para luego encarnarse y salvarnos. Jesús es el principio y culminación de todo. Estaba en el Padre, era el creador con Él y es enviado por Él.

El Génesis (capítulo 1) comienza con la frase "En el principio.. cuando todo era caos y tinieblas", el Espíritu inició la Creación. Dios infundió su Espíritu en Adán, la vieja creación, que era barro y le dio vida. Después creó a Eva, quien se convirtió en la Madre de todos los vivientes y "su nombre será 'mujer', porque ha salido del varón" (Génesis 2,23).

El Evangelio de san Juan comienza con la misma frase "En el principio..." para presentar a Cristo como la nueva creación, "aunque la tiniebla no la recibió...los suyos no lo recibieron". Tras la Encarnación, Jesús también da vida "soplando" su Espíritu sobre los apóstoles, les otorga el poder de perdonar los pecados, es decir, realiza una nueva creación en la que el hombre nuevo no morirá jamás, al contrario de lo que sucedió con el hombre viejo que murió por el pecado.

La Madre de Jesús, aún no siendo llamada con el nombre de Maríaaparece dos veces en el evangelio de san Juan: al principio, en las bodas de Caná (Juan 2,1-5), donde se da cuenta de los límites del Antiguo Testamento y da los pasos para que pueda aparecer el Nuevo, cuando dice: "Haced lo que Él os diga", y al final, a los pies de la Cruz (Juan 19,25-27), junto al “discípulo amado”, el hijo que recibe a la Madre en su casa y que representa a la comunidad que crece en torno a Jesús y que se convierte en el Nuevo Testamento.

En ambos casos, María representa a la nueva Eva que espera y contribuye a la llegada del Nuevo Testamento, la nueva creación en Cristo. María es el nexo entre lo que había antes y lo que vendrá después. Ambos, Antiguo y Nuevo Testamento, caminan juntos hacia la plenitud. 

Los siete días de la nueva creación 
El Antiguo Testamento se sirve del esquema semanal para presentar la creación inicial de Dios Padre. En los primeros seis días, Dios creó todas las cosas llamándolas por su nombre. El día séptimo descansó, y no trabajó más (Génesis 1,1-2,4). 
El Nuevo Testamento en San Juan utiliza también el esquema de la semana para presentar el comienzo de la nueva creación de Jesús. En los seis primeros días de su actividad pública, Cristo se revela, llama a las personas y crea la comunidad, la nueva humanidad:

-1° día: El testimonio de Juan Bautista sobre Jesús (Juan 1,29).
-2° día: "Al día siguiente", el bautismo de Jesús (Juan 1,34). 
-3º día: "Al día siguiente", la llamada de los discípulos Juan, Andrés y Pedro  (Juan 1,35-42). 
-4º día: "Al día siguiente", la llamada de Felipe y Natanael y el cielo abierto (Juan 43,51).
-7° día: “Tres días después”, esto es, el séptimo día, en pleno sábado, Jesús no descansa sino que realiza el primer signo de las bodas de Caná (Juan 2,1). 

A lo largo de los capítulos 2 al 20 realizará todavía seis señales más, siempre en sábado (Juan 5,16,9,14). Acusado de trabajar en sábado, Jesús responde: “¡Mi Padre siempre trabaja, y también yo trabajo!” (Juan 5,17). 

Los siete sacramentos de la nueva creación
Los siete signos o milagros de Jesús representan los siete sacramentos de la nueva creación del hombre por Cristo:

1º.- La transformación del agua en vino en las bodas de Caná (Juan 2) prefigura el sacramento del Matrimonio que muestra la necesidad del vino para mantener la nueva unión entre el hombre y la mujer, que sólo proviene de Cristo y sólo fluye si hacemos lo que Él nos pide.

2º.- La curación del hijo del funcionario real (Juan 4) prefigura el sacramento de la Unción de los enfermos que muestra el poder de la gracia de Dios y cómo se puede completar lo que falta en nosotros.

3º.- La curación del paralítico (Juan 5) prefigura el sacramento de la Confesión que muestra la reconciliación con Dios, la sanación, la conversión y el cambio de vida, tras decirle Jesús: "Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor".

4º.- La multiplicación de los panes y los peces (Juan 6) prefigura el sacramento de la Eucaristía, que muestra que solo Cristo es suficiente para miles. Los 12 canastos representan a los 12 apóstoles, quienes recogen lo que sobra para que nada se pierda, es decir, para que ellos puedan seguir distribuyendo el pan de vida.

5º.- La curación del ciego de nacimiento (Juan 9) prefigura el sacramento del Bautismo, que muestra la acción de Jesús al hacer barro con saliva como un signo sacramental y al enviarle al ciego a lavarse: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé".

6º.- La resurrección de Lázaro (Juan 11) prefigura el sacramento de la Confirmación, que muestra que nosotros por sí solos no podemos ver y que Jesús nos despierta, nos da un toque de atención por el que renacemos en el Espíritu.

7º.- El lavatorio de los pies (Juan 13) y el envío de los apóstoles (Juan 20) prefiguran el sacramento del Orden sacerdotal, que muestra la autoridad y el poder que Jesús concede a todo sacerdote sobre el pecado.

A través de la actividad pública de Jesús, entre Caná y el Calvario, completa lo que falta en la vieja creación, de modo que pueda surgir la nueva creación tras Su resurrecciónY así, en la mañana de la resurrección, cuando María Magdalena va al sepulcro, se dice: “El primer día de la semana” (Juan 20,1), lo que significa que la Resurrección de Cristo es el primer día de la nueva creación.

San Pablo corroborará la nueva creación en 2 Corintios 5,17 cuando dice: "Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo". Y así, Creación, Vida, Luz, Verbo, Logos, Palabra...todo en la Escritura habla y se refiere a Jesucristo.

sábado, 27 de marzo de 2021

¿PARA QUÉ LEER LA BIBLIA?


"Toda Escritura es inspirada por Dios 
y además útil para enseñar, 
para argüir, para corregir, para educar en la justicia, 
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto 
y esté preparado para toda obra buena" 
(2 Timoteo 3,16-17)

Dice el apóstol San Pablo que la Palabra de Dios es útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar...¿para qué? Para que seamos perfectos y obremos el bien.

Dice el profeta Isaías que no temamos, porque Dios está con nosotros para fortalecernos, auxiliarnos y sostenernos (Isaías 41, 10). 

¡Qué alivio! No estamos solos. Dios está con nosotros. ¿Dónde? En su Palabra. ¿Cómo? Con su Espíritu. Así pues, la Sagrada Escritura nos ha sido legada con el propósito de escuchar lo que Dios nos quiere decir a cada uno de nosotros de forma individual, y a la Iglesia, de forma comunitaria.

Así pues, continuamos en este segundo artículo sobre la Palabra de Dios, sumergiéndonos en los 73 libros canónicos establecidos por la Iglesia Católica como inspirados por Dios: 46 corresponden al Antiguo Testamento y 27 al Nuevo Testamento

Su estructura puede establecerse en función de los períodos históricos, de las alianzas de Dios con los hombres y del contenido de sus libros. Hoy, nos centraremos en el contenido de cada uno de los libros, ofreciendo una pequeña sinopsis que nos motive a profundizar en su lectura de forma individual.

El contenido de los libros bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, se estructuran en cuatro grandes temas: Ley, Historia, Sabiduría y Profecía. Esta clasificación, como norma general, no sigue una linea temporal correlativa sino que se refiere a su disposición y orden en la Biblia Católica.

Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento, también llamado "Antigua Alianza" o "la Ley y los Profetas" es un conjunto de libros inspirados por Dios al pueblo de Israel y de valor permanente, que narran la historia del camino hacia la salvación desde lo orígenes del universo hasta la plenitud del tiempo con la Encarnación de Jesucristo.

El propósito del Antiguo Testamento es preparar la venida de Cristo, el Mesías.
-Ley (5): 
Génesis: Creación del mundo y nacimiento del pueblo de Israel (Abrahán y las 12 tribus).
Éxodo: Huída de Israel de Egipto y su paso por el desierto hacia la Tierra Prometida, las leyes de Dios (10 Mandamientos) y la infidelidad del pueblo judío.
Levítico: Las leyes de observancia religiosa, el culto y el sacerdocio.
Números: El censo de las tribus de Israel, los 40 años de su peregrinaje por el desierto y la constante infidelidad y rebelión a Dios.
Deuteronomio: Nuevas leyes a adoptar en la Tierra Prometida, nueva constitución del pueblo de Israel y el itinerario profético de su historia.

-Historia (14): 
Josué: Comienzo de la conquista de la Tierra Prometida que durará 50 años (1.100-1.50 a.C.).
Jueces: Relato de la conquista de Canaán, las continuas infidelidades del pueblo de Israel y sus caídas en manos de sus enemigos. Cada vez que se arrepienten, Dios les envía un juez para guiarles y salvarles. 
Rut: Historia de una mujer extranjera que se convierte a Dios. Su biznieto David será el rey de Israel, línea genealógica de Jesucristo.
1 Samuel: Comienzo de la monarquia en Israel (1.050 a. C.): la trágica historia de Saúl, 1º rey de Israel y ungido por el profeta Samuel, que desobedece a Dios y lleva a Israel a una larga guerra civil contra David, su sucesor (1.010 a. C.).
2 Samuel: Continúa la historia de David (y sus pecados) y la alianza perpetua de Dios con él. Convierte a Israel en una nación poderosa y a Jerusalén en el centro religioso del mundo.
1 Reyes: Reinado de Salomón (970 a. C.) quien convierte a Israel en un poderoso imperio, construye el templo y cae en la idolatría. Dios envía profetas para corregirles (Elías, 930 a.C.).
2 Reyes: División de Israel en dos reinos, Judá e Israel, alejamiento de Dios. Son conquistados y el templo destruido por los asiriros (930-587 a.C.).
1 Crónicas: Historia de 1 y 2 Samuel: destaca el aspecto religioso del reino de David.
2 Crónicas: Repite algunos acontecimientos de 1 y 2 Reyes: destaca el reino de Judá.
Esdras: Vuelta a Jerusalén de un "resto" del exilio en Babilonia (537-442 a. C.), los preparativos para la reconstrucción del templo y la restauración del culto a Dios.
Nehemías: Reconstrucción de Jerusalén en sus memorias como gobernador (515 a. C.).
Tobías: Relata la vida de un hombre piadoso que cumple, en el exilio, la Ley de Dios (700 a. C.).
Judit: Narra la historia de una mujer heróica que salva a Israel por su confianza en Dios durante la cautividad en Babilonia (587-539 a. C.).
Ester: Cuenta la historia de otra mujer judía heróica que se convierte en reina de Persia y salva a los judíos.
1 Macabeos: Narra la revuelta de los Macabeos (167-134 a. C.) contra el imperio macedonio desde un punto de vista histórico.
2 Macabeos: Relata la misma historia de la revuelta pero desde un punto de vista religioso.

-Sabiduría (7): 
Job: Describe un largo poema y un gran debate sobre por qué Dios permite el mal.
Salmos: La mayor colección de 150 poemas o cantos religisos atribuidos al Rey David.
Proverbios: Colección de dichos sabios y verdades atribuidas al Rey Salomón.
Eclesiastés (Qohélet): Larga meditación sobre la vanidad del mundo.
Cantar de los Cantares: Poema de amor entre la Esposa (Iglesia) y el Esposo (Cristo).
Sabiduría (de Salomón): Alabanza a la sabiduría y a la paciencia de Dios con el hombre.
Eclesiástico (Sirácida): Libro sobre cómo vivir en el mundo una vida recta de fe en Dios.

-Profecía (20): 
Isaías: Contiene las profecías más claras sobre la venida del Mesías. La 1ª parte advierte de desgracias y la 2ª parte promete la redención del pueblo pecador.
Jeremías: Anuncia la destrucción de Judá e invita al arrepentimiento.
Lamentaciones: Libro de poemas (atribuido a Jeremías) que lamentan la destrucción de Jerusalén, utilizado en las ceremonias celebradas sobre las ruinas del templo destruido por los babilonios.
Baruc: Discípulo de Jeremías que profetiza (en Babilonia) la Nueva Alianza (y perpetua) con el pueblo de Israel. Contiene también una serie de sabios consejos. 
Ezequiel: Visiones y descripciones simbólicas (contemporáneo de Jeremías) que anuncian destrucción de Jerusalén por Babilonia (587 a. C.) pero cuyo mensaje es de esperanza.
Daniel: Profecía y extrañas visiones de un alto cargo de la corte de Babilonia durante el exilio.
Oseas: Profecías y vicisitudes de su matrimonio como metáfora de la relación de Dios (que perdona las infidelidades y rescata) con Israel (esposa infiel y vendida como esclava).
Joel: Anuncia el terrible juicio sobre Judá y también que el Espíritu de Dios se derramará sobre el pueblo.
Amós: Severa llamada al arrepentimiento a pesar del esplendor del reino del Norte y profecia sobre la restauración del reino de David.
Abdías: El libro más corto del Antiguo Testamento que anuncia la derrota de Edom, tradicional enemigo de Israel.
Jonás: Narra la historia de un profeta reacio a cumplir la voluntad de Dios, que pretende huir de Él y entiende que no se puede escapar de Dios. 
Miqueas: Juicios contra los corruptos y los explotadores. Predice la venida de un Salvador para Israel que nacerá en Belén.
Nahum: Profetiza la caída de Nínive, capital del imperio asirio.
Habacuc: Juicios contra los malvados y esperanza para los justos.
Sofonías: Anuncia el juicio de Dios contra toda la tierra y también un mensaje de alegría.
Ageo: Narra sus esfuerzos en la reconstrucción del templo de Jerusalén y las críticas al pueblo por llevar una vida lujosa mientras la casa de Dios está en ruinas.
Zacarías: Contemporáneo de Ageo, trabaja también en la reconstrucción del templo. En sus visiones, ve la llegada de un nuevo rey a Sión montado en un borrico.
Malaquías: Advierte sobre la hipócrita forma externa de culto y predice la llegada del mensajero del Señor.

Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento es la "Nueva Alianza" de Dios con los hombres, y al igual que el Pentateuco contenía la Ley antigua, los cuatro Evangelios comprenden la Nueva Ley. Así como a partir del libro de Josué se narraba la historia del pueblo de Dios, los Hechos de los Apóstoles relatan los comienzos de la Iglesia de Cristo a partir de su Ascensión al cielo. 

De la misma forma que los libros sapienciales del Antiguo Testamento enseñaban a vivir como buenos hijos de Israel, las veintiuna cartas de los apóstoles dirigidas a la Iglesia nos enseñan a vivir como verdaderos cristianos. Así como en la antigüedad, Dios envió profetas para advertir y guiar a su pueblo, el Apocalipsis es una profecía sobre la Iglesia y el Cordero, sobre la Esposa y el Esposo que se ha cumplido, se cumple y se cumplirá.

El propósito del Nuevo Testamento es dar cumplimiento (plenitud) a las promesas (alianzas) del Antiguo Testamento en Cristo, Redentor Universal.
-Ley (4):
Mateo: Representado por un hombre, está dirigido a los judíos para decirles que Jesús es el verdadero heredero del reino de David, el Mesías. Y para ello comienza con una elaborada genealogía. Es el evangelista que más "deja" hablar a Jesús: el Sermón de la Montaña ocupa tres capítulos.
Marcos: Representado por un león, está dirigido a los cristianos de Roma para enfatizar a Jesús como el líder de un nuevo Éxodo. Discípulo de Pedro, escribe el Evangelio más breve en el que narra la vida de Jesús de una forma sencilla. Incluye un relato peculiar que no aparece en los demás: un joven con una sábana que seguía a Jesús (posiblemente él mismo). Su palabra favorita es "Enseguida", utilizada 40 veces.
Lucas: Representado por un toro, está dirigido a los cristianos procedentes del paganismo para destacarles la universalidad del ministerio de Cristo. Incluye detalles íntimos de la anunciación, concepción y nacimiento de Jesús, en Belén, la adoración de los pastores y sus enseñanzas en el templo que no aparecen en los demás evangelios, posiblemente, asesorado por la Virgen María (Lc 2,19). Hombre culto, médico y autor de Hechos, Lucas acompañó a Pablo en muchos de sus viajes. Subraya la acción del Espíritu Santo y la oración en el ministerio de Cristo.
Juan: Representado por un águila, está dirigido a los judíos, con muchas alusiones al Antiguo Testamento. "El discípulo amado" recuerda que Jesucristo es el Verbo de Dios Encarnado, y destaca nuestra nueva humanidad en Cristo.
 
-Historia (1):
Hechos de los Apóstoles: Lucas escribió este libro como continuación a su Evangelio. Es la única historia sobre el comienzo de la Iglesia y que escribe asesorado por Pablo y también como testigo ocular (ej: cuando cambia "ellos" por "nosotros" para indicar su presencia).

-Sabiduría (21):
Compuestos por las cartas apostólicas: las cartas paulinas, escritas por Pablo y dirigidas a las iglesias y comunidades que iba fundando; y cartas católicas, escritas por otros apóstoles como Pedro, Juan, Santiago o Judas y dirigidas a la Iglesia universal.

Cartas Paulinas
Romanos: Dirigida a la Iglesia de Roma. Escrita desde Corinto (56 d. C.), su tema principal es que "todo hombre es pecador, pero a través de la fe en Cristo, el hombre puede ser justificado a los ojos de Dios y recibir la salvación y la vida eterna".
1 Corintios: Dirigida a la Iglesia de Corinto. Escrita desde Éfeso (54 d. C.) con instrucciones específicas debido a la difícil situación de esa comunidad (divisiones internas, corrupción, idolatría, incestos, pleitos, inmoralidad, cultos indignos, etc.) y como respuesta a distintos temas (matrimonio y celibato, consumo de animales impuros, dones del Espíritu Santo, amor al prójimo, resurrección de los muertos, etc.) así como una petición de colecta para la Iglesia de Jerusalén.
2 Corintios: Dirigida a la Iglesia de Corinto tras dos visitas anteriores. Escrita también desde Éfeso (57 d. C.) y entregada por Tito, se trata de una carta apologética acerca del ministerio y la autoridad de Pablo, así como un llamamiento a la solidaridad ante la falta de generosidad corintia.
Gálatas: Dirigida a la Iglesia de Galacia. Escrita desde Corinto (55-60 d. C.), es una defensa de Cristo y de la justificación por la fe frente a la secta judaizante (falsos maestros) que se había mezclado con la cristiana para hacerles volver a la ley mosaica, así como la vindicación del apostolado de Pablo.
Efesios: Dirigida a la Iglesia de Éfeso. Escrita desde Roma durante su primer encarcelamiento (62 d. C.) se trata de una carta doctrinal, pastoral y exhortativa de la Iglesia como Cuerpo de Cristo y de la salvación ofrecida a los pecadores
Filipenses: Dirigida a la Iglesia de Filipos. Escrita desde Éfeso (54-55 d. C.) o desde Roma (63 d. C.) como agradecimiento a su amor y solidaridad con el apóstol.
Colosenses: Dirigida a la Iglesia de Colosas. Escrita desde Roma (57-62 d. C.), es una doctrina moral sobre la conducta para su aplicación en todas las áreas de la vida cristiana y de como Cristo suple todas las necesidades. También es una apologética contra las herejías gnósticas y filosofías griegas surgidas en esa comunidad. 
1 Tesalonicenses: Dirigida a la Iglesia de Tesalónica. La primera carta escrita por Pablo desde Antioquía de Siria (50-51 d. C.) es una exhortación a poner en práctica las exigencias del Evangelio, así como instrucciones sobre la muerte y la actitud de espera para el regreso del Señor.
2 Tesalonicenses: Dirigida a la Iglesia de Tesalónica. Escrita poco tiempo después de la primera, posee un gran paralelismo con ella, pero desarrolla más ampliamente el regreso del Señor.
1 Timoteo: Dirigida a su discípulo Timoteo. Escrita posiblemente desde Macedonia después de su primera encarcelación en Roma (61 d. C.) y junto a su 2ª carta y la de Tito son llamadas "cartas pastorales" en las que advierte de las falsas doctrinas y la apostasía, instruye sobre la oración, los requisitos de los obispos y diáconos y los deberes como ministro de Cristo, la piedad y el servicio a los demás.
2 Timoteo: Dirigida a su discípulo Timoteo. Escrita durante el mandato de Nerón y su encarcelamiento en Roma (65-67 d. C.), Pablo escribe a su discípulo una especie de testamento ante la proximidad de su muerte: exhortación a no avergonzarse del evangelio y a estar dispuesto a morir como "un buen soldado de Cristo".
Tito: Dirigida a su discípulo Tito. Escrita desde Nicópolis-Macedonia (66 d. C.) para animar a su discípulo, que dirigía la Iglesia de Creta, y para instruirle en las cualidades de un buen líder cristiano, sobre la pureza de intención y sobre la manera de vivir de acuerdo con la fe de Cristo.
Filemón: Petición en favor de Onésimo, esclavo de Filemón. Escrita desde Roma, es la carta más breve y personal de Pablo en la que pide que perdone a su esclavo que se había fugado y cuya pena era castigada con la muerte, y que le acoja ahora como hermano en la fe.
Hebreos: De autor desconocido, algunos piensan que puede ser un discípulo de Pablo. Escrita desde/o dirigida a Italia (60-70 d. C)., muestra cómo el Antiguo Testamento se cumple en la persona de Jesucristo. Habla del nuevo pacto, del sacrificio de Cristo una vez y por todas y cómo debe ser la vida del cristiano.

Cartas Católicas:
Santiago: Escrita antes del 50 d. C. y dirigida a los judíos esparcidos por varias regiones, es una carta pastoral sobre la esencia del Evangelio desde un punto de vista práctico: exhorta a "poner en práctica la Palabra y no sólo a escucharla". 
1 Pedro: Escrita desde Roma (65-68 d.C.) y dirigida a los creyentes dispersados y perseguidos, exhortándoles a mantenerse firmes en la fe en medio del mundo hostil.
2 Pedro: Escrita también desde Roma al final de su vida (65-68 d. C.) y dirigida a los cristianos para advertirles de los falsos profetas y para que recuerden la Palabra de Dios y su promesa del regreso de Jesucristo.
1-3 Juan: Escritas posiblemente desde la isla de Patmos (85-90 d. C.) y dirigidas a los cristianos de Asia Menor, son una advertencia sobre el peligro de los falsos maestros y los gnósticos. Hablan del deber cristiano  de la caridad.
Judas: Escrita desde Palestina es una advertencia contra las herejías y las falsas doctrinas y muy similar a la 2 de Pedro.

-Profecía (1):
Apocalipsis: Escrita por Juan desde la isla de Patmos (90-100 d. C.) y dirigida a los cristianos de Asia Menor, es un manual de resistencia y de esperanza cristiana. El protagonista es Jesucristo, Rey y Señor de la historia.
Todos nosotros, Iglesia de Cristo y a quien se dirige la Sagrada Escritura, estamos llamados a experimentar el gozo de comprobar como el Padre, que está en el cielo, sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos a través de su Palabra inspirada. 

Dios nos llama ¿le escuchamos?




JHR


Fuente: "Comprender las Escrituras" (Scott Han, La Didajé, Midwet Theological Forum)

viernes, 26 de marzo de 2021

¿CÓMO LEER LA BIBLIA?

"La palabra de Dios es viva y eficaz, 
más tajante que espada de doble filo; 
penetra hasta el punto donde se dividen 
alma y espíritu, coyunturas y tuétanos; 
juzga los deseos e intenciones del corazón. 
Nada se le oculta;
 todo está patente y descubierto a los ojos 
de aquel a quien hemos de rendir cuentas" 
(Hebreos, 12-13)

A la hora de abordar la Palabra de Dios y sumergirnos en su contenido, los cristianos nos hacemos siempre la misma duda: "¿Por dónde empezar a leer la Biblia?". Algunos empiezan por el principio (Génesis) y otros por los Evangelios (Mateo o Lucas); unos, por los Hechos de los Apóstoles y otros, por las cartas paulinas (Romanos o Corintios); y posiblemente, casi nadie por el final (Apocalipsis).

Sin embargo, no es tan importante por dónde empezar sino cómo leer la Biblia

Lo primero que debemos saber es que la Sagrada Escritura es la revelación de Dios a los hombres, en Jesucristo y por el Espíritu Santo. Dios nos habla de Cristo a través de su Espíritu, es decir, nos encontramos ante la Trinidad, y por tanto, debemos acudir a Ella con el máximo respeto y veneración.

En segundo lugar, es importante acercarse a ella con el mismo Espíritu que fue escrita, es decir, en oración, o dicho en lenguaje bíblico, "arrebatados en espíritu", y para ello, es conveniente leerla en comunidad, bien sea en la Eucaristía o en un grupo de Lectio Divina.

Aunque toda la Palabra de Dios describe personas y acontecimientos literales o reales, su lectura es espiritual, y comprende tres sentidos:

-alegórico o típico. Las personas y los acontecimientos se muestran como ejemplos que remiten a épocas venideras.

-moral o tropológicoLas personas y los acontecimientos son modelos de aplicación a nuestras vidas, personal o comunitariamente.

-anagógicoLas personas y los acontecimientos que vemos nos hacen comprender lo que no vemos (el cielo). 

En tercer lugar, toda la Biblia es Palabra de Dios y, por tanto, debemos tomarla como un "todo". Todos sus libros son importantes y tienen validez permanente porque Dios lo ha querido así y no podemos decidir que hay libros más importantes y otros, prescindibles. Además, su interpretación está sujeta al Magisterio de la Iglesia y no se puede interpretar libremente.

Y para concluir este "cómo leer la Biblia", a modo de comparación y salvando las distancias, podríamos decir que la Biblia no se lee como una novela, comenzando por el inicio y acabando por el final. Más bien, su utilización se asemeja a la que hacemos con un listín telefónico o con un diccionario: se extrae la información que se necesita en el momento en que se necesita

Como sabemos, la Palabra de Dios es la historia de la salvación escrita a lo largo de 1.000 años (entre el 900 a. C. y el 100 d. C.) pero es también una carta de amor de Dios al hombre donde el Señor nos muestra cuánto nos ama y las alianzas que ha hecho con el hombre a lo largo de la historia.

Está estructurada en dos grandes partes: Antiguo Testamento, en el que Dios nos cuenta desde los orígenes del mundo hasta el año 400 a.C., y el Nuevo Testamento, desde el 4 a.C. hasta el fin de los tiempos. El período comprendido entre el 400 a.C. y el 4 a.C. se conoce como período intertestamentario.

Período intertestamentario
Se extiende desde la época del profeta Malaquías hasta la predicación de Juan el Bautista. Llamado por algunos como “los 400 años de silencio”, es un período de grandes cambios políticos, religiosos y sociales en Israel, predichos por el profeta Daniel (Daniel 2, 7, 8, y 11). 

Hasta el año 332 a.C., Israel está bajo el control de imperio persa, un tiempo de relativa paz en el que se permite reconstruir el templo y tener adoración en él (2 Crónicas 36,22-23; Esdras 1,1-14). Alejandro Magno derrota a Darío de Persia, y aunque sigue permitiendo la libertad religiosa a los judíos, ordena la traducción del Antiguo Testamento en hebreo al griego, conocida como la Septuaginta.
Tras la muerte de Alejandro, Judea es gobernada por una serie de reyes decadentes que culmina en Antíoco Epífanes, quien deroga la libertad religiosa para los judíos, la legítima línea del sacerdocio, profana y contamina el templo (ver Marcos 13,14 para un evento similar que tendrá lugar en el futuro), lo que provoca el levantamiento de la resistencia judía, liderada por Judas Macabeo y los asmoneos, quienes restauran el linaje sacerdotal y purifican el templo. Es un período de guerra, violencia y luchas internas.

Hacia el año 63 a.C., Pompeyo de Roma conquista Israel para el Imperio romano pero nombra a Herodes como rey de Judea para cobrar impuestos y controlar a los judíos.

Como consecuencia de esta mezcla de culturas romana, griega y hebrea aparecen dos importantes grupos político-religiosos: los fariseos que añadieron sus propias leyes (estrictas y poco compasivas) a la ley de Moisés (ver Marcos 7,1-23), y los saduceos que ejercían el poder a través del Sanedrín, rechazaban todos los libros del Antiguo Testamento excepto los mosaicos, no creían en la resurrección y eran generalmente proclives a los griegos.
Todos estos sucesos, que agotan la esperanza y debilitan la fe del pueblo judío, preparan el escenario ideado por Dios para la llegada de Cristo: el pueblo ya está listo para el Mesías, los romanos han construido caminos (que ayudarán a difundir el evangelio), todos tienen un idioma común (que facilitará la comprensión del evangelio), el griego koiné (el idioma del Nuevo Testamento) y existe una cierta paz, la pax romana.

“Los 400 años de silencio” del periodo intertestamentario llegan a su fin mediante la más grande historia jamás contada: ¡el Evangelio de Jesucristo!

Antiguo y Nuevo Testamento
La Biblia es la revelación progresiva de Dios a los hombres y, por tanto, no puede comprenderse el Nuevo Testamento sin entender el Antiguo Testamento, ni viceversa.

Los libros del Antiguo Testamento nos muestran la historia del camino hacia la salvación: todas sus promesas se dirigen y se cumplen en el Nuevo Testamento. Por tanto, el Nuevo Testamento no anula el Antiguo sino que lo completa. Jesús mismo lo dice: "No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud" (Mateo 5,17).

San Irineo dice que "la Ley es profecía y pedagogía de las realidades venideras" y San Agustín, que "el Nuevo Testamento está escondido en el Antiguo y que el Antiguo se manifiesta en el Nuevo". 

La Ley antigua o Antiguo Testamento es una preparación para el Evangelio, para la venida de Cristo que da testimonio de la pedagogía divina y del amor salvífico de Dios. Nos muestra cómo es Dios, cómo es su sabiduría y su justicia para, finalmente, mostrarnos su misericordia con la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Sin el Nuevo Testamento, el Antiguo sería tan sólo una colección de historias trágicas y de promesas incumplidas.

En un segundo artículo, detallaremos la clasificación y el contenido de cada libro de la Palabra de Dios.


JHR



Fuente: "Comprender las Escrituras" (Scott Han, La Didajé, Midwet Theological Forum)

martes, 12 de enero de 2021

TIPOS, ANTI TIPOS Y SÍMBOLOS BÍBLICOS

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Existe un pensamiento muy extendido sobre que la Biblia contiene grandes diferencias y contradicciones entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Sin embargo, según la exégesis, el Antiguo Testamento tiene su cumplimiento en el Nuevo, y el Nuevo tiene su desarrollo en el Antiguo.

Ambos son partes complementarias de la Revelación progresiva, y tienen su fundamento en Dios mismo, quien dispuso los elementos del Antiguo Testamento que tipifican y prefiguran las realidades que se manifiestan en el Nuevo Testamento. 

Dios configuró lo que en el Antiguo Testamento era un “tipo” y lo que en el Nuevo Testamento es un “antitipo”. 

“Tipo”Conexión histórica entre determinados hechos, personas o cosas del Antiguo Testamento y hechos, personas o cosas semejantes del Nuevo Testamento. 

“Antitipo”: Hechos, personas o cosas del Nuevo Testamento, que tienen su “tipo” en el Antiguo Testamento.

Un “tipo” del Antiguo Testamento tiene un “antitipo” en el Nuevo Testamento que arroja luz sobre el “tipo”. Si el “antitipo” no es claro, es probable que no corresponda a un “tipo”. El “tipo” y el “antitipo” están determinados por Dios mismo y no por la fantasía humana, por el capricho del intérprete o por la arbitrariedad de interpretación.

La interpretación de un tipo es una analogía formal entre dos personas, objetos o acontecimientos. Esencialmenteprefigura algo en el futuro.

La interpretación de un símbolo señala las cualidades particulares, marcas, aspectos o señales mediante los cuales un objeto, real o ideal, indica e ilustra a otro. Puede representar una cosa, presente, pasada o futura.

Tipos

Identificación e Interpretación

Hay tres características para proceder a la identificación de un tipo que realmente se presenta como tal, de manera expresa, en las Escrituras:
  • Figura profética de una realidad espiritual futura, establecida por inspiración divina. 
  • Figura plenamente manifestada de una realidad espiritual futura tras la venida de Cristo.
  • Su cumplimiento es el antitipo.
Tras identificar el tipo, podemos proceder a su interpretación siguiendo cuatro puntos:
  • Leer todo lo que la Escritura dice sobre el cumplimiento del tipo.
  • Detallar el tipo, señalar semejanzas y diferencias, sin forzar nunca un paralelo, ni caer en la alegorización.
  • Considerar el valor del tipo para los que lo vivieron.
  • Identificar el mensaje principal que nos transmite el tipo.
Clases 

1. Personales. Se refieren a las personas: 
  • Adán. Como cabeza y representante de la humanidad, prefigura a Cristo. (Romanos 5,14 y 19; 1 Corintios 15,45).
  • Eva. Prefigura a la Virgen María. También a  la Iglesia. Eva fue creada de Adán para ser su esposa y su complemento. La Iglesia fue creada por Cristo para ser su esposa y su ayuda.
  • Abraham. Por su fe, es un “tipo” de todos los creyentes, y por el sacrificio de su hijo, de Dios mismo. (Génesis 15,6; Romanos 4,3; Romanos 4,20-25).
  • La ofrenda de Isaac, (Génesis 22) hizo de él un tipo de la fe que obra, enseñando que "el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe" (Santiago 2,24).
  • Agar y Sara. Tipos de la esclavitud bajo la Ley del Antiguo Testamento y la libertad de la Gracia del Nuevo Testamento. (Gálatas 4,21-31).
  • Melquisedec. Es el “tipo” de Cristo al ser el puente o mediador (sacerdote) entre Dios y los hombres (Hebreos 7,1-39). Melquisedec significa “Rey de justicia”, y también “Rey de Salem”, esto es, “Rey de paz”. A semejanza del Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
  • Moisés. Otro “tipo” de Jesús. Por su fidelidad con la casa de Dios (Hebreos 3,2-6) y como profeta (Deuteronomio 18,15; Hechos 3,22).
  • El Sumo sacerdote. “Tipo” de Jesús. quien siendo Dios, se hizo siervo y se desprendió de su realeza para realizar el sacrificio santo y perfecto, sin mancha, y luego regresó a su majestad. (Levítico 16,4; Hebreos 4,14; Filipenses 2,5-11). 
  • El peto y las doce joyas de la vestidura del sumo sacerdote, representan a las doce tribus de Israel.
  • Enoc. Tipo de Cristo en que, por su vida san­ta y su arrebatamiento al cielo, dio a luz a la vida y a la inmortalidad al mundo antediluviano. 
  • Elías el Tisbita. Tipo de la Ascensión del Señor y también, de Juan el Bautista
  • Josué, Tipo de Cristo como dador de reposo (Hechos 4,8-9; Mateo 11,28- 29).
  • Jonás, que estuvo tres días y tres noches en el pez, tipo de Cristo, que estuvo tres días en el sepulcro (Mateo 12,40).
2. Materiales. Objetos preciados que tienen un significado trascendente:
  • El tabernáculo. Con todos sus utensilios y objetos dedicados al culto (es decir, como un todo) es un “tipo” del cielo, pues si en el cielo todo es santo, en la tierra todo lo que se consagra a Dios también es santo. (Hebreos 10,12-24). También es tipo de Cristo, el Hijo de Dios encarnado (Juan 1,14) en el cual Dios manifestaría su presencia y su gloria. 
  • El templo de Jerusalén. Por ser exponente de la permanencia de Dios con su pueblo, prefigura a Cristo, Emmanuel, “Dios con nosotros” (Mateo 1, 23).
  • La sangre de los corderos que se sacrificaban en el Templo es un “tipo” de la sangre expiatoria de Cristo. (Hebreos 9,13-22).
  • El maná. Jesús es el verdadero alimento que viene del cielo. (Juan 6,32-35).
  • El aceite de olivas machacadas, tipo del Espíritu Santo. (Éxodo 27,20). 
3. Institucionales. Las cosas que se instituyeron por Dios:
  • El sábado o "Sabath". Es un “tipo” del descanso eterno de los creyentes. (Salmo 95,10-11; Hebreos 4,1-4; Colosenses 2, 17).
  • Los sacrificios de corderos y otros animales, cuya sangre se consagraba como expiación por las almas de los hombres (Levítico 17,11) son tipos de Cristo.
  • El Cordero Pascual es tipo de Cristo. (Éxodo 12, 3-14)
4. Oficios o dignidades. Tareas o misiones específicas.
  • Los profetas del Antiguo Testamento, al ser medios de revelación divina y mensajeros enviados por Dios, son tipo de Cristo
  • Los sacerdotes, y especialmente el sumo sacerdote, en el desempeño de sus deberes sacerdotales, son tipo de Cristo, Aquél quien por su propia sangre entró por una sola vez en el santuario, obteniendo eterna redención (Hebreos 14,14 y 9,12). 
  • Los reyes David y Salomón son tipos de Cristo. (2 Samuel 7,12-14; Hechos 1,5). David, ungido rey de Dios pero no reconocido por el pueblo de Israel. Salomón, por su Sabiduría.
5. Cosas u objetos. Fabricados por el hombre a petición de Dios.
  • El Arca de la Alianza, fabricado de madera de acacia y oro, tipifica la deidad y la humanidad de Cristo. También tipifica a la Virgen María. En él se guardaba el maná (pan del cielo, Cristo).
  • El contenido del Arca de la Alianza: la Ley, el Maná, y la vara de Aarón tipificaban a Cristo, teniendo la ley en su corazón, siendo alimento y autoridad para su pueblo. 
  • El candelabro de oro (Menorah). Con siete brazos que representan a la Iglesia, en las cuales se quemaba el aceite. Su luz es un tipo de Jesús, presente e iluminando a la Iglesia: “Yo soy la luz del mundo” (Juan 3,19; 8,12; 12,46). 
6. Acontecimientos. Sucesos que sobresalen en el Antiguo Testamento: 
  • El Éxodo y la Ley. Tipo de la liberación del pecado
  • Egipto  son un “tipo” del mundo, del Imperioy los egipcios simbolizan a los que están alejados de Dios. 
  • La esclavitud en Egipto es un “tipo” de la esclavitud del pecado. (Romanos 6,17-18; Gálatas 5,1-6).
  • La serpiente de bronce. Levantada en el bastón de Moisés, es “tipo” de Jesús en la cruz: todo aquel que mira este sacrificio obtiene salvación. (Juan 3,14; Números 21,4-9).
  • El diluvio. Es “tipo” del bautismo. (1 Pedro 3,20-21).
  • El arco iris. Es “tipo” de la alianza de la misericordia y fidelidad de Dios (Génesis 9,13‑16; Ezequiel 1,28; Apocalipsis 4,3). 
  • La tienda de reunión fuera del campamento. Es “tipo” de la muerte de Cristo. (Éxodo 33,7-11; Hebreos 13,10-13).
  • Israel en el Éxodo, en el desierto, es tipo de la vida cristiana (1 Corintios 10, 1-6). El pueblo idólatra hebreo en el desierto se convierte en “tipo” del mundo y los pocos fieles hebreos se convierten en “tipo” de Su Iglesia
  • “Estar bajo la nube” y pasar por el Mar Rojo representan un modo de bautismo que unía a los israelitas con Moisés, del mismo modo que el cristiano expresa su unión con Cristo en el bautismo. 
  • El alimento espiritual o sobrenatural (el maná) es  Cristo en la Eucaristía
  • El agua de la roca se compara con el vino de la Cena del Señor. (Éxodo 17,6; Números 20,8-11; 1 Corintios 10,1-5).
  • Las fiestas judías. Son tipos de la primera y segunda venida de Jesús,  y de la venida del Espíritu Santo. Las fiestas son: 
    • Pesaj o Pascua. Celebra la liberación de la esclavitud de Egipto. Jesús es el  “antitipo” del cordero pascual, porque a través de Su sangre sobre un madero, el pueblo se libra de la esclavitud del pecado. Pesaj quiere decir, “pasar por alto” en hebreo. Así como el ángel de la muerte pasó por alto las casas hebreas pintadas con la sangre del cordero, Dios pasa por alto nuestro pecado por la sangre de nuestro cordero pascual, Jesús. 
    • Hag HaMatzah o Los Panes sin Levadura. Tipo de la vida piadosa del creyente (1 Corintios 5, 7-8). Esta fiesta se celebra inmediatamente después de Pesaj o la Pascua. Significa que es necesario sacar la levadura (hongo contaminante) del pecado de nuestra casa, de nuestra familia, de nuestras vidas. 
    • Yom HaBikkurim o Las Primicias. Tipo de la Resurrección. Celebra y reconoce la mano de Dios de bendición y provisión sobre Su pueblo. Se entregaban los primeros frutos y animales de la manada. Jesús es nuestra primicia, el primero de muchos que habían de ser salvos. La primicia tiene como significado que el primero santifica al resto. Se celebra tres días después de la Pascua, el día en que Jesús resucitó… nuestra primicia. 
    • Shavout o Las Semanas. Es identificada como el tiempo de la entrega de la Tora en Sinaí. Es marcada por una lectura solemne de los Diez Mandamientos en la Sinagoga. Tipo de Pentecostés, donde el Señor nos dio Su Espíritu cumpliendo la profecía de que la ley sería escrita en nuestros corazones a través de su Espíritu. 
    • Sukkot o los Tabernáculos. Es un festival de la cosecha, pero las tiendas de cosecha donde los judíos comen durante los siete días de la fiesta también son identificadas como las tiendas donde los israelitas habitaron durante su jornada hacia la Tierra Prometida. Nuestra cosecha y tabernáculo es Jesús
    • Yom Kippur o Día de la Expiación. Tipo de la Cruz. De acuerdo a la tradición, el mundo es juzgado cada Nuevo Año y el decreto de ese juicio es sellado en el Día de la Expiación. Un cuerno de macho cabrío (shofar) es sonado en el Año Nuevo para llamar a la gente al arrepentimiento. El Día de la Expiación, el día más sagrado en el año Judío, es dedicado al ayuno, la oración y la confesión. Su cumplimiento es en el Cordero perfecto que expió, una vez y para siempre, el pecado de sus seguidores. (Hebreos 9, 19-28; 10,1-14; Levítico 5, 16).

 Símbolos

Un símbolo es signo que establece una relación de identidad con una realidad espiritualUn tipo es siempre un símbolo, pero no todo símbolo es un tipo. La diferencia radical entre el tipo y el símbolo es que el primero tiene una confirmación en el Nuevo Testamento, mientras que el otro no. 

Un símbolo puede llegar a tener diferentes interpretaciones, dependiendo del contexto bíblico. 

Ejemplos

-En todos los libros de la Palabra de Dios encontramos numerosos símbolos:
  • El fuego es símbolo de purificación (1 Pedro 1, 7); y también de juicio (Isaías 31,9)
  • El agua es símbolo del lavado moral (Efesios 5,26); o de salvación (Juan 4, 14); o también de una vida llena del Espíritu Santo (Juan 7,37-39)
  • La lepra, es vista como un símbolo de los efectos del pecado en el hombre: (Lucas 17, 17-19)
  • El fruto es símbolo de las virtudes de un cristiano (Gálatas 5, 22-23). El mismo Jesús utilizo la palabra fruto para decir que por ellos reconocerían a los falsos profetas (Mateo 7, 15-17)
  • El oro representa la divinidad de Cristo. La plata significa redención. El bronce representa autoridad
  • El color azul representa lo que es celestial en naturaleza y origen. El color púrpura significa la realeza de CristoEl color rojo representa la sangre del sacrificio
  • La madera de acacia no se corroe y representaba el cuerpo de Jesús
-En los libros proféticos, encontramos símbolos usados para transmitir el mensaje de Dios:
  • Andar desnudo y descalzo, símbolo de lo que le iba a acontecer a Egipto (Isaías 20, 2-4)
  • La putrefacción del cinto en el Éufrates, símbolo de la soberbia de Judá (Jeremías 13,4-9)
  • La boda de Oseas con una fornicadora, símbolo del adulterio idólatra de Israel contra Dios, al adorar a otros dioses (Oseas 1)
  • La vara de almendro, símbolo del cumplimiento de la palabra de Dios (Jeremías 11)
  • La olla hirviente como símbolo del juicio que Dios traería sobre Jerusalén a través de Babilonia (Ezequiel 24,1-14)
  • La restauración de los huesos secos como símbolo de la restauración de Israel como nación (Ezequiel 37, 1-14)
-En los libros apocalípticos, encontramos literatura llena de símbolos:
  • La estatua del sueño de Nabucodonosor, con cabeza de oro, pecho y brazos de plata, vientre y muslos de bronce, y sus piernas de hierro. Cada material es símbolo de los imperios de Babilonia, Persia, Grecia y Roma (Daniel 2,36-43).
  • Las cuatro bestias de la visión de Daniel representan también los imperios de Babilonia, Persia, Grecia y Roma (Daniel 7,1-8). 
  • El carnero y del macho cabrío son símbolos del Imperio Persa y del Imperio Griego, respectivamente (Daniel 8,1-8). 
  • Los siete candelabros, a las siete Iglesias de Asia, es decir, a la Iglesia de todos los tiempos (Apocalipsis 1,13).
  • Las dos bestias representan al Imperio del mal y su ideología, es decir, al Anticristo y al falso profeta (Apocalipsis 13).
  • El cordero, representa a Jesús (Apocalipsis 14, 1).
  • La gran ramera, Babilonia la Grande representa a Roma, al mundo, al Imperio (Apocalipsis 17,1-6).
  • La Ciudad santa, la nueva Jerusalén que representa a la Iglesia, al cielo (Apocalipsis 21,2). 
  • El dragón representa a Satanás (Apocalipsis 12,5-6).
  • La mujer vestida de sol representa a la Virgen María, a la Iglesia (Apocalipsis 12, 1).
En conclusión, la Biblia es rica en tipos y símbolos que debemos interpretar siguiendo la leyes de la hermenéutica y así, comprender el mensaje de Dios, es decir, lo que nos quiere revelar en su Palabra.