"Por mi causa os odiarán todos los pueblos".
(Mateo 24,9)
En otros artículos ya hemos hablado sobre la persecución a los cristianos en general pero hoy quiero centrarme en otra forma de persecución más sutil y silenciosa. Es la persecución de los cristianos en Occidente, en Europa, en España.
Me desconciertan aunque no me sorprenden (porque está escrito), las distintas posiciones de nuestra sociedad occidental ante las distintas religiones en el mundo. Lo que sí me sorprende es escuchar a cristianos decir que, ante la persecución, no debemos hacer nada, salvo rezar.
Claro que debemos rezar. Siempre. Pero también hemos de estar alerta según hemos estado leyendo en los Evangelios de los días pasados: Velad y estar alerta... y actuar!!!
Claro que debemos rezar. Siempre. Pero también hemos de estar alerta según hemos estado leyendo en los Evangelios de los días pasados: Velad y estar alerta... y actuar!!!
Y es que el mundo (en el que vivimos como si nada nos afectara directamente) por un lado, persigue la fe del amor (cristianismo) mientras que por otro, es condescendiente con la fe del odio (islamismo) o con la fe del yo (budismo). ¡Qué curioso! ¡Sólo los cristianos son perseguidos!
Mientras se justifican navidades sin belenes, aulas sin crucifijos, multas por hacer sonar las campanas, ofensas y profanaciones de capillas, ataques a los sentimientos cristianos… se alienta la hermandad con los musulmanes, apertura de mezquitas, felicitaciones por Ramadán, apoyo económico y acogida a familias musulmanas, etc. a la par que se promueve el yoga, la autorrealización y las espiritualidades orientales centradas en el individuo...
La persecución religiosa no surge de la nada sino que nace, crece y se desarrolla de forma continuada y por niveles hasta que, en un momento dado, ocurren hechos terribles en los que los perseguidores se sienten justificados a obrar de cualquier manera.
Es la "enemistad entre el linaje de la serpiente y el de la mujer" (Génesis 3, 15). Dos estirpes: la de Satanás y el mundo, y la de la Virgen y el Reino. O eres perseguido o perseguirás. No hay cabida a la tibieza.
Es la "enemistad entre el linaje de la serpiente y el de la mujer" (Génesis 3, 15). Dos estirpes: la de Satanás y el mundo, y la de la Virgen y el Reino. O eres perseguido o perseguirás. No hay cabida a la tibieza.
Esta persecución o enemistad está maquinada por el Enemigo de Dios y consta de cinco niveles ideados por la sociología y la teoría política, y que se aprecian muy comúnmente en nuestro entorno y que deberíamos ser capaces de identificar:
Estereotipación
Estereotipar significa repetir continuamente, tomar una cualidad observada en una parte determinada del grupo y generalizarla para describir al grupo entero.
Esto implica la simplificación y estandarización de una idea del grupo en el que se basa en la observación de solo una parte del grupo.
Los católicos hemos sido acusados de odiar la sexualidad y denunciados como una institución sexista, llena de clérigos sexualmente reprimidos, homosexuales y pedófilos.
Este estereotipo trata de definirnos a los cristianos como gente triste, enfadada, aburrida, antigua y muy reprimida. Para ellos, somos un grupo ridículo, atrapado en la superstición y en el pasado e incapaces de ver más allá de la fe.
Aunque no todos encajamos con el estereotipo, estas son básicamente las quejas y afirmaciones que preparan el ambiente general para pasar al segundo nivel.
Difamación
Como el estereotipo ha ido creciendo, los cristianos no encajamos con la nueva revolución cultural ni con la sociedad actual.
La historia de la Iglesia se describe de manera torticera como una letanía de cosas malas y represivas: las cruzadas, la inquisición, el odio hacia la ciencia, etc.
Nada importa que la Iglesia haya fundado universidades y hospitales, que haya habido grandes científicos que fueron sacerdotes, que la Iglesia haya sido mecenas y promotora del arte y que haya predicado un evangelio que ha traído orden y civilización a la dividida y bárbara época que siguió al imperio romano.
Los perseguidores no han oído jamás nada de esto. Y si lo han hecho, darán crédito o justificación a cualquier otra causa, menos a la Iglesia y a la fe.
Como grupo grande y heterogéneo, en la Iglesia, desde luego, hay católicos individuales que pueden manifestar características negativas, pero estereotipar, cruelmente e indiscriminadamente, a todos por unos pocos es injusto.
El efecto que produce este segundo nivel es una indignación personal y general contra los creyentes que genera actitudes anticristianas y que permite su discriminación hoy en día.
Marginación
Habiendo establecido la falsa premisa de que la Iglesia y la fe son malas e, incluso, dañinas para la dignidad humana y la libertad, los perseguidores proceden al siguiente nivel, que es relevar a la Iglesia de los roles comunitarios, confinándola a los márgenes de la sociedad.
Para esta cultura secularizada, la religión es algo que debe desaparecer. Desde luego, debe ser despojada de su carácter general para ser marginada al ámbito de lo particular. Nos dejan tener nuestras creencias, nuestras celebraciones, pero siempre dentro de las cuatro paredes del templo. La fe debe desaparecer de las plazas públicas o guardada en un cajón.
En este nivel, se vuelve más inaceptable e intolerable mencionar a Dios, rezar en público y cualquier cosa que lleve la fe cristiana a los asuntos públicos. Los belenes deben desaparecer de las calles, los crucifijos de los colegios y de los organismos públicos, las procesiones son limitadas en el tiempo y el espacio, las cabalgatas de Reyes se convierten en un carnaval publicitario, las fiestas religiosas salen de los calendarios laborales, las capillas ultrajadas, etc.
Ni se te ocurra mencionar a Jesús o exteriorizar tu fe públicamente en procesiones porque serás vilipendiado, serás el centro de burlas, críticas y juicios injustos.
En público puedes hablar de la cantante Madonna, pero de la Madonna (la Virgen María), puedes llevar una bandera arco iris pero no una cruz o un estandarte de la Virgen, puedes hacer apología de tu condición sexual pero no de tu fe.
En público puedes hablar de la cantante Madonna, pero de la Madonna (la Virgen María), puedes llevar una bandera arco iris pero no una cruz o un estandarte de la Virgen, puedes hacer apología de tu condición sexual pero no de tu fe.
A los lobbies LGTB se les da la bienvenida en todos los ámbitos, se les permite exhibirse en sus carrozas, colocar banderas en sus balcones y repartir condones de colores en las escuelas de secundaria, pero en la vida pública no pueden existir Biblias, ni crucifijos ni signos cristianos. Su tolerancia. Ya sabes…
Criminalización
Y llegados a este punto, nos adentramos en el cuarto nivel. Los cristianos, cada vez más, acudimos al juzgado muchas veces a luchar por nuestro derecho amparado por la ley a vivir nuestra fe abiertamente.
Proliferan cada vez más los litigios dirigidos contra la Iglesia, contra sacerdotes o contra creyentes por cualquier motivo.
Proliferan cada vez más los litigios dirigidos contra la Iglesia, contra sacerdotes o contra creyentes por cualquier motivo.
Se obliga a los hospitales católicos y clínicas provida a informar sobre temas referentes al aborto; a las farmacias a proporcionar "anticoncepción de emergencia"; a los profesores de secundaria a informar a los alumnos sobre la ideología de género como verdad absoluta.
En definitiva, el estado pretende regular la organización, estructura y temario de los colegios católicos. Pretende decirnos cómo debemos ser y en qué pensar. Pretende desbancar a los padres de la educación moral de sus hijos.
En definitiva, el estado pretende regular la organización, estructura y temario de los colegios católicos. Pretende decirnos cómo debemos ser y en qué pensar. Pretende desbancar a los padres de la educación moral de sus hijos.
Algunos de estos intentos de criminalizar la fe han sido rechazados con éxito en los tribunales, pero el número y la frecuencia de las demandas, el tiempo y el costo que se requiere para luchar contra ellos, suponen una carga enorme.
Está claro que los intentos de criminalizar el comportamiento cristiano están creciendo en este "nuevo orden mundial" y son signo de una constante erosión de la libertad religiosa.
Está claro que los intentos de criminalizar el comportamiento cristiano están creciendo en este "nuevo orden mundial" y son signo de una constante erosión de la libertad religiosa.
Y así, entramos en el quinto y último nivel.
Persecución abierta
Si la actual corriente de pensamiento relativista continua, ninguno estamos libres de ser acosados y perseguidos pero especialment,e los líderes religiosos no están muy lejos de sufrir multas o ser encarcelados. De hecho en algunos países, sacerdotes católicos han sido arrestados y acusados de crímenes de odio, por predicar la doctrina católica en temas como la homosexualidad.
¿Es exagerado lo que digo? ¿Es alarmista? ¿Es tremendista? Bueno, los niveles del 1 al 4 están bien asentados. Cualquiera puede comprobarlos en cualquier localidad de España. Quizás desearíamos que no pasara nada, pero está ocurriendo. Tú decides, mirar para otro lado o prepararte.
Para aquellos que piensan que Dios no permitirá que eso ocurra, quiero recordarles que los cristianos han sido, son y serán victimas de la persecución y del martirio. Ni siquiera Jesús estuvo exento de ello.
Él ya nos avisó: “Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros” (Juan 15, 18-25).
El Señor permite que algunos sufran y sean mártires por amor a Dios. Nos pide resistir ante la persecución. Ninguno de nosotros la buscamos, pero la persecución vendrá inexorablemente. Es profecía que tiene que cumplirse. Posiblemente, está aquí ya.
"Os echarán mano, os perseguirán, os llevarán a las sinagogas y a las cárceles y os harán comparecer ante los reyes y los gobernadores por causa mía. Esto os servirá para dar testimonio." (Lucas 21, 12-13).
¿Te sientes perseguido? Entonces, dichoso tú...
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