¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.
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lunes, 14 de junio de 2021

APARICIONES ANGÉLICAS

"Hace de los espíritus sus ángeles;
de las llamas de fuego, sus ministros...
¿Es que no son todos espíritus servidores,
enviados en ayuda de los que han de heredar la salvación?"
(Hebreos 1,7 y 14)

La Palabra de Dios nos muestra cómo los ángeles (del hebreo, malak, "delegado, mensajero, embajador"; y del griego angelos-ἄγγελος, "mensajero") tienen una específica actividad desde el inicio hasta el final de la historia de la salvación y por ello, entran en acción tras la caída de Adán y Eva, y concluirán su misión con el toque de las 7 trompetas y el derramamiento de las 7 copas en el Juicio Final.

Los ángeles, creados en el Segundo día (Génesis 1,6-8), son mencionados 283 veces en la Biblia (108 veces en el Antiguo Testamento y 175 veces en el Nuevo Testamento) y están conformados en nueve coros angélicos, dispuestos en tres jerarquías:

1ª Jerarquía: Contemplativos, llenos de luz y de conocimiento extraordinario. Los más cercanos a Dios.
  • Serafines: "Ardientes e inflamados" abrasados por el fuego del amor de Dios. Representados con rostro de fuego y con 6 alas. Misión: adorar y alabar a Dios en su continua presencia. 
  • Querubines: "Los más altos o benditos" por su plenitud de conocimiento. Representados con dos caras, pies y manos azulados, 4 alas llenas de ojos y una espada ardiente. Misión: escolta de Dios. 
  • Tronos: "Asientos de Dios" tranquilos, serenos y pacíficos. Representados con forma de rueda, con el rostro lleno de ojos y de color rojo. Misión: servir de asiento a Dios.
2ª Jerarquía: Jerárquicos, ejecutores de milagros y protectores del hombre.
  • Dominaciones: Representados con estrellas, corona o casco y cetro o espada. Misión: gobiernan a los principados, protegen a las potestades, dirigen los portentos de las virtudes, realizan las revelaciones de los arcángeles, proporcionan la providencia y custodia de los ángeles.
  • Virtudes: Representados con una flor de lis, una espada y un libro. También con perfumes, balanzas, trompetas o rayos. Misión: cumplimiento de los signos, prodigios y milagros. Son los que tocan las 7 trompetas del Juicio Final.
  • Potestades: Seres de gran poder. Misión: Sometimiento de los poderes malignos y protección de los hombres.
3ª Jerarquía:  Mensajeros y portadores de grandes noticias. Los más cercanos al hombre.
  • Principados: Misión: presiden, establecen, rigen, limitan, transfieren, alteran y cambian todo poder superior de la tierra. Vigilan el mundo.
  • Arcángeles: "Nuncios supremos". Representados con forma humana. Misión: Anunciar noticias importantes y trascendentales, y guiar al hombre.
  • Ángeles: "Nuncios y Custodios". Representados con forma humana. Misión: Anunciar noticias de menos importancia y custodiar a cada hombre.
Los ángeles son instrumentos eficaces de Dios para llevar a cabo Su gobierno sobre toda la creación. Su principal misión es adorar y alabar a Dios (Isaías 6,1-3; Apocalipsis 4-5). 

Son mensajeros silenciosos y discretos que revelan la voluntad de Dios. Son vigilantes siempre alerta y activos que guían y trabajan en nuestro favor y beneficio. Son protectores, custodios y liberadores del hombre y de la Iglesia.

Sus apariciones son manifestaciones de la gracia divina y expresiones de la presencia o intervención de Dios. Ejecutan las órdenes divinas en los acontecimientos humanos.

Apariciones en el Antiguo Testamento
     
  • A Adán y Eva, bloqueándoles la entrada al Paraíso (Génesis 3,24)
  • A Agar, anunciándole el nacimiento de Ismael y su misión (Génesis 16,7-14; 17, 17-18)
  • A Abrahán, anunciándole el nacimiento de Isaac y la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis 18,1-33)
  • A Lot, anunciándole la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis 19,1-22)
    
  • A Jacob, en su visión de la escalera (Génesis 28,12)
  • A Moisés, en el monte Sinaí (Éxodo 3,1-33)
  • Al Pueblo de Dios, marchando delante en el Mar Rojo (Éxodo 14,19; 23,20; 32,34; 33,2 Números 20,16)
  • A Balaán con la mula (Números 22,23-35)
  • A Elías (1 Reyes 19,5-18)
    
  • A Josué (Josué 5,13-14)
  • A David (2 Samuel 24,16-17; 1 Crónicas 21,16-26)
  • A Gedeón (Jueces 6,12)
  • A la madre de Sansón (Jueces 13,2-5)
     
  • A 185.000 asirios que rodeaban Jerusalén, a quienes hiere (2 Reyes 19,35)
  • A Job (Job 1,14)
  • A Ezequiel (Ezequiel 1,4-12)
  • A Sidrac, Misac y Abdénago, arrojados al horno por Nabucodonosor (Daniel 3,49)
  • A Daniel (Daniel 6,22; 8,16)
  • A Isaías (Isaías 6,1-3)
  • A Zacarías (Zacarías 1,12)
  • A Tobías, se le presenta San Rafael en la puerta de su casa para acompañarle a Media (Tobías)

Apariciones en el Nuevo Testamento
    
  • A Zacarías, San Gabriel le anuncia el nacimiento de Juan el Bautista (Lucas 1,9-21)
  • A María, San Gabriel le anuncia la encarnación de Jesús (Lucas 1,26-38 y 2,13)
  • A los pastores, les anuncian el nacimiento de Jesús (Lucas 2,8-15)
  • A Jesucristo recién nacido, protegiéndole (Mateo 2,13)
  • Jesucristo, fortaleciéndole tras las tentaciones en el desierto (Mateo 4,11; Marcos 1,13)
  • A San José, avisándole que acepte a María y la huida a Egipto (Mateo 1,20-24; 2,19-23; 3,13)
  • A Jesucristo, confortándole en Getsemaní (Lucas 22,43)
      
  • A María Magdalena, anunciándole la resurrección de Jesús (Mateo 28,2-7; Juan 20,11-13)
  • A las mujeres, en el sepulcro (Mateo 28,2; Lucas 24, 1-7)
  • A los enfermos, ciegos, cojos, paralíticos en la piscina de Betesda (Juan 5, 2-9)
  • A los apóstoles, en la ascensión de Jesús al cielo (Hechos 1,10-11)
  • A los apóstoles, a quienes libera de la cárcel (Hechos 5,19-20)
  • A Felipe, con el etíope (Hechos 8,26)
  • A Cornelio, el centurión (Hechos 10,3-32)
  • A Pedro, a quien libera de la cárcel (Hechos 12,6-16)
  • A Herodes, a quien castiga (Hechos 12,23)
  • A Pablo, navegando hacia Roma (Hechos 27,23-24)
  • A Juan, en su visión (Apocalipsis 1,1; 2 y 3; 5,11-12; 12,7; 20,1-2)

A simple vista, puede parecer que las apariciones de ángeles a los hombres son frecuentes y comunes, pero no es así: desde la primera aparición de querubines a Adán y Eva hasta la segunda aparición de ángeles a Agar, esposa de Abrahán, transcurren 1.900 años. Desde la aparición del Ángel del Señor a Abrahán hasta la aparición a Moisés en el Sinaí, otros 430 años. De Moisés hasta David, otros 500 años. Desde la aparición a David hasta la visitación a María, otros 930 años, y otros 90 años hasta la visión de San Juan en el Apocalipsis. En total, entre la primera y la última aparición angélica transcurrieron 4.000 años.
Sin duda, las miríadas de ángeles siguen hoy actuando, guiándonos y protegiéndonos, a pesar de que no los veamos o los reconozcamos y, sobre todo, se hacen presentes en cada Eucaristía. Aunque son seres espirituales e invisibles, muchas veces, se aparecen en forma de personas o de situaciones a lo largo de nuestras vidas, 

Pero no debemos olvidar que de la misma forma que los "hijos de Dios" actúan poderosa y providencialmente a nuestro favor en el mundo, los ángeles caídos, "los hijos de Satanás" también obran en nuestra contra, para hacernos caer y destruirnos. A veces, incluso, disfrazándose de ángeles de luz para engañarnos y pervertirnos.

Los ángeles, con su intervención en la historia de la salvación, sirviendo al Creador y a sus criaturas, proclaman la gloria de Dios en toda  la creación:

"El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos: 
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. 
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz, 
a toda la tierra alcanza su pregón 
y hasta los límites del orbe su lenguaje 
(Salmo 19,2-5)