La carta a Filemón ocupa el décimo octavo lugar de los libros del Nuevo Testamento y el décimo tercero del corpus paulino.
Es la carta paulina más corta, consta sólo de 445 palabras y 25 versículos, pero de profundo contenido y bello lenguaje.
Es una "carta de cautividad", "proto-paulina", escrita por el apóstol Pablo (corroborado por san Atanasio, Basilio de Cesarea y san Ambrosio) de su puño y letra (Flm 19) entre 57-62 d. C., aproximadamente en la misma época que escribió Colosenses y Efesios, mientras se encontraba prisionero (Flm 1.9.10.13):
- en Éfeso (56-57 d.C.): la más probable
- en Cesarea Marítima (57-60 d.C.): poco probable porque le pide hospedaje para visitarlo
- en Roma (60-62 d.C.): poco probable porque un esclavo fugado no huiría a Roma donde sería duramente castigado
Destinatario
Es una "carta personal/privada" (aparentemente), dirigida a Filemón, aunque también es un carta eclesial, pues tiene presente a la comunidad: "a Apia la hermana (probablemente, su esposa), a Arquipo nuestro compañero de armas (probablemente, su hijo) , y a la Iglesia de tu casa" (Flm 2).
Filemón es un cristiano acomodado y figura importante de la iglesia de Colosas evangelizado por Pablo en Éfeso (Pablo no evangelizó Colosas) quien le devuelve a Onésimo, un esclavo de Filemón que se había fugado posiblemente con dinero suyo (cf. Flm 18), se había convertido en Éfeso y se había quedado con el apóstol.
Pablo escribe en nombre de Onésimo, el portador de la carta, le pide que le perdone y le ruega que lo acoja como a un "querido hermano", con un intencionado y brillante juego de palabras utilizando el nombre de Onésimo (que significa "útil", "provechoso") y relacionándolo con su labor misionera: "que antes era tan inútil para ti, y ahora en cambio es tan útil para ti y para mí" (Flm 11).
Contenido
Los temas que trata la carta son el perdón y la reconciliación. Pablo no se identifica a sí mismo como un apóstol con autoridad, sino como "prisionero de Jesucristo", llamando a Timoteo "nuestro hermano", y tratando a Filemón como "colaborador" y "hermano", y como "uno de nosotros" (Col 4,7-9).
Pablo sabe que, en el imperio romano, un esclavo fugitivo era merecedor de castigo e incluso, de ejecución. Por eso, no emite un juicio de valor sobre la esclavitud: tiene la convicción de que esta "institución humana" (y anti cristiana) desaparecería poco a poco en la medida que el mensaje evangélico surtiese efecto en la sociedad, comenzando con Filemón.
Pablo expone con maestría y sutileza los valores cristianos en contra de la esclavitud pero no se lo dice sólo a Filemón, se lo está diciendo a toda la Iglesia y a la sociedad romana.
Estructura
- Introducción (1,1-7): saludo, acción de gracias y reconocimiento
- Sección exhortativa (1,8-20): intercesión por Onésimo
- Conclusión (1,21-25): petición de hospedaje para visitar Colosas, saludo y despedida