"Yo pongo enemistad entre ti y la mujer,
entre tu descendencia y la suya;
él te aplastará la cabeza y tú sólo tocarás su calcañar".
(Gn 3, 15)
La profecía o proto evangelio del Génesis promete una mujer, Nuestra Señora, que será la enemiga en grado superlativo de la serpiente. Esta Mujer vencerá al Demonio, por medio de su linaje, es decir, de su Hijo Jesucristo, que le aplastará la cabeza.
La rotundidad de la victoria de María es subrayada por la maldición hacia la serpiente: "Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás del polvo de la tierra todos los días de tu vida" (Gn 3,14), que es una antigua expresión oriental para referirse a la máxima humillación.
Dios, en la economía de la Gracia, es decir, en el reparto de su don gratuito en beneficio de los hombres, ha querido que todo comenzara por una mujer, María. La Santísima Virgen María es el principio del orden de la restauración y de la salvación, porque con su fiat, nos dio a Cristo. Todo comienza con Ella.
En el último libro de la Escritura, el Apocalipsis, el Diablo, lleno de ira, orgullo y desprecio, en su plan derrotista contra Dios, entabla combate contra Cristo, la descendencia de María: "El dragón se irritó contra la mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y son fieles testigos de Jesús." (Ap 12, 17).
La co-redención de María como la Nueva Eva, es el complemento de Cristo como el Nuevo Adán. Entonces, si hay un Anticristo, ¿hay una Antimaría? Y si la hay ¿Cómo sería?
El Dragón y las Bestias
En los capítulos 12 y 13 del Apocalipsis, San Juan nos presenta la visión de la batalla espiritual anticipada en el Génesis: entre la Mujer (el pueblo de Dios, la Iglesia, la Virgen María) y el gran Dragón (Satanás, los demonios) con sus aliados:
La Bestia del mar busca destruir al hombre como creación de Dios. Representa a todos los poderes o imperios anti divinos.
Podría referirse a la corrupción política/social/económica, cuyos representantes son: Comunismo, Marxismo, Masonería, Materialismo, Capitalismo, Globalización, que tratan de destruir/aplastar a los cristianos.
La Bestia de la tierra busca, por un lado, instrumentalizar, falsificar y desfigurar a Cristo y negar su divinidad; y por otro, descomponer la Iglesia, causando confusión y división con falsas doctrinas, ideologías y gnosticismos. Podría referirse a la corrupción ideológica, cuyos representantes son: Nueva Era, Gnosticismo, Paganismo, Laicismo, Feminismo, Ideología de género, Espiritismo, Brujería, Eutanasia, Aborto, etc. que tratan de competir/imitar con el cristianismo.
Estas imágenes de las Bestias son representaciones del poder satánico contra Cristo y su Iglesia, es decir, del Anticristo. Intentan provocar un tránsito hábil, consistente y agresivamente elaborado, mediante un contubernio diabólico y corrupto a todos los niveles, hacia una desfiguración de Cristo y de María.
El capítulo 17 describe otra espeluznante visión: la Gran Babilonia, madre de todas las prostitutas y de los abominables ídolos de todo el mundo. Personifica a todo lo contrario a la Virgen María.
Podría referirse a la corrupción religiosa, cuyos representantes son: Iglesia apóstata (teología de la liberación, sincretismo católico, etc.),Protestantismo, Islam, Sectas, etc.
Así, mientras por un lado, está la Mujer Vestida de Sol, que es la Virgen María, la Iglesia, la Embarazada que da a luz; por el otro, está la gran Babilonia, que es la "Anti-María", la "anti-Iglesia" que seduce a las naciones con su falsa belleza exterior y ofrece placer en lugar de amor.
El Diablo no actúa directamente sino que trata de imitar a Dios, utilizando diferentes instrumentos y signos distintivos de la ‘Antimaría’ (rabia, indignación, vulgaridad y orgullo) con el objetivo de anular y corromper los grandes dones de la mujer (sabiduría, prudencia, paciencia, serenidad y humildad). Pero, como nos muestra el evangelio, no tendrá éxito: "El poder del infierno no la derrotará" (Mt 16,18).
El demonio sólo puede hacer imitaciones deformadas. Satanás es un "fake", un burdo imitador que trata, vana y grotescamente, de plagiar a Dios. Y sabe que ha sido derrotado desde el principio.