¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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domingo, 17 de noviembre de 2019

LA CATEDRAL DE LOS MÁRTIRES

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Hoy, hemos sido convocados a una Eucaristía en acción de gracias por los 143 beatos enterrados en el cementerio de Paracuellos del Jarama y por todos los que dieron su vida en testimonio de la fe. 

Resultado de imagen de paracuellosPara mí, era la primera vez. No conocía el Campo Santo. No había estado antes. 

Había visto muchas veces la gran Cruz Blanca pintada en la colina pero no había contemplado la multitud de cruces blancas que, en palabras del celebrante y obispo Juan Antonio Reig Plá, se elevan como saetas al cielo, configurando lo que se ha llamado la "Catedral de los Mártires".

La Catedral de los Mártires es un recinto sagrado donde miles de "luces" iluminan el mundo, invitándonos a rezar como miembros de la familia de Dios y a aprender a dirigir nuestras vidas por el sendero del amor, la comunión fraterna y la reconciliación.  

La Catedral de lo Mártires es un espacio santo donde miles "almas" de compatriotas y hermanos nos marcan el camino de todo cristiano, dando testimonio visible de Cristo: aquellos que, como el Maestro, entregaron su vida por amor a Dios y amor a su pueblo, España. 

La Catedral de lo Mártires es un lugar de peregrinación donde miles de "cruces" nos animan a aprender del ejemplo radical de aquellos que nos precedieron en el combate de la fe: sacerdotes, religiosos y laicos, cuyas vidas fueron arrebatadas por el único delito de ser católicos. 

La Catedral de lo Mártires es una universidad de amor que nos anuncia el amor a Dios, a España y al prójimo, e incluso a los enemigos, cuando estos ejemplares cristianos, conducidos ante el pelotón de fusilamiento, gritaron: ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España! ¡Os perdonamos!

La Catedral de lo Mártires es un púlpito de testimonio que nos enseña a ser testigos fieles de Cristo: "la persecución os dará la oportunidad de dar testimonio de mí y, aunque maten vuestros cuerpos, por vuestra perseverancia, salvaréis vuestras almas" (Lucas 21,19).

La Catedral de lo Mártires es una academia de valentía que nos muestra el coraje, la perseverancia, la fortaleza y la seguridad en la victoria definitiva sobre la muerte, para poner toda nuestra esperanza en Cristo, que ha vencido a la muerte.

Resultado de imagen de HERMANDAD DE nUESTRA SEÑORA DE LOS CAIDOS DE PARACUELLOSLa Catedral de lo Mártires es un escuela de patriotismo donde sus héroes nos enseñan el amor a la tierra de nuestros padres, la honra debida a nuestros padres del cuarto mandamiento, el valor de una herencia forjada con esfuerzo y tenacidad, y la defensa de unos valores y principios identitarios. 

La Catedral de lo Mártires es una señal de advertencia que nos recuerda las palabras de Jesús: "Os perseguirán, entregandoos a las cárceles por causa de mi nombre" (Lucas 21, 12) y "seréis odiados por todos a causa de mi nombre" (Mateo 13).

La Catedral de lo Mártires es un emplazamiento de redención y reconciliación que, por la gracia redentora y el amor incondicional de Jesucristo, nos enseña a morir, como Él, perdonando y reconciliando a toda la familia de Dios.

Hoy, he aprendido lo que es el amor a Dios, a la Patria y al prójimo. 

Hoy he aprendido lo que es perdonar, incluso a los enemigos.

Hoy, he aprendido el verdadero camino del cristiano: el martirio.



HOMENAJE A VUESTRA GALLARDÍA Y SUBLIME SACRIFICIO

Señor, Dios de los Ejércitos, 
cuya mano da a los hombres la vida o la muerte, 
en la victoria o en la derrota, 
acuérdate, Señor, de los que defendiendo tu Fe, 
cayeron envueltos con tu nombre en los campos del honor.

Señor, Dios de los cielos, Esencia de amor y paz, 
acuérdate de quienes en la lucha por el triunfo de Tu amor entre los humanos, 
dejaron sus cuerpos rotos en el camio del martirio, 
ofrendando sus vidas con serenidad y resignación.

Señor, Dios de Justicia, principio y fin de todas las cosas, 
acuérdate de quienes imitaron el sacrificio de Tu Hijo, 
muerto en la Cruz por la redención del mundo, 
ofrendando el sagrado tributo de su juventud generosa, 
para hacer mejores a los que quedamos.

Señor, Tú que sabes lo efímero de esta vida, 
bendice los sueños de los que cayeron. 

Ten en tu divina presencia a los que tanto te amaron, 
amando tanto a la humanidad.

Guíalos por Tu Reino para que, desde los luceros,
inspiren nuestros actos 
y Tu nombre sea bendecido 
y alabado por los siglos de los siglos.
Amén.

(Oración de la Hermandad de Nuestra Señora de los Caídos de Paracuellos del Jarama)



viernes, 19 de agosto de 2016

SERÉIS PERSEGUIDOS POR CAUSA DE MI NOMBRE



"Seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará"
Mateo 10, 22


Desde siempre, los cristianos han sufrido feroces persecuciones a lo largo de la historia. 

El propio Jesucristo fue perseguido y asesinado por los judíos. Los cristianos fueron perseguidos y asesinados por los romanos y por otros tantos pueblos.

Sin embargo, durante los dos últimos siglos (con alguna excepción), los cristianos hemos estado extrañamente inmunizados a la persecución

Hemos vivido nuestra fe plácidamente en una sociedad cristianizada, lo que nos ha hecho cómodos. 

Pero desde hace algún tiempo, nuestro entorno y las noticias internacionales nos muestran que esto está cambiando, ha cambiado. Fuera de nuestras fronteras, el cristiano es perseguido, acosado e incluso brutalmente asesinado. Y nosotros, aquí, también somos perseguidos y acosados por una sociedad relativista que ha renegado de Dios y lo ha sustituido por el Hombre.

Los cristianos debemos estar preparados para la persecución porque así está escrito. Pero ¿cómo?

Fe sólida

La fe es "la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." (Hebreos 11,1). 

Sin embargo, Efesios 2:8-9 nos dice que la fe es un don de Dios, no porque la merezcamos, nos la hayamos ganado, porque seamos dignos de tenerla, ni siquiera por nuestro libre albedrío. la fe no viene de nosotros mismos; viene de Dios. Simplemente nos es dada por Dios, junto con su gracia y misericordia, según su santo plan y propósito.

Todos los cristianos debemos tener claro el don de nuestra fe. Debemos estar seguros de nuestra relación con Dios y recordar que "Dios es el único refugio en medio de la tormenta que se acerca rápidamente." 

Cultivándola a diario en la eucaristía y la oración, nuestra fe y madurez espiritual serán sólidas para poder afrontar las dificultades.

Caminar con Dios

"Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo (Juan 16,33). 

¿Qué hace evidenciar nuestra fe en el día a día? Debemos estar preparados para utilizar las dificultades que surgen diariamente como entrenamiento para la persecución. Si no fortalecemos nuestro yo interior caminando a diario con Dios ahora, cuando vengan los problemas, nos inundará el miedo y cederemos, no tendremos la fortaleza suficiente para defender a Cristo.

Asimilar la Escritura

"Acordaos de la palabra que os he dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; si han guardado mi Palabra, también la vuestra guardarán" (Juan 15, 20).
 
La lectura de la Escritura, la Palabra de Dios ha de ser nuestro pan de cada día. 

Debemos ingerirla y dejar que nos nutra, asimilándola en nuestras propias vidas. Jesús fue perseguido y por tanto, nosotros como cristianos, también lo seremos.

Pero Dios, a través de su Palabra, nos habla, nos aconseja, nos fortalece. La Biblia es una poderosa defensa para momentos de tribulación.

Orar constantemente

Dios nos llama a "Orad constantemente" (1 Tesalonicenses 5, 17), nos tranquiliza diciendo: "No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias". Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús(Filipenses 4, 6-7).

La oración es un impulso que brota del corazón, una sencilla mirada lanzada al cielo, un grito de reconocimiento y de amor, de petición de ayuda y fortaleza.

La oración es el termómetro que mide el calor de nuestro corazón, es el metro que mide  la distancia que hay entre Dios y nosotros, es la balanza que calcula con exactitud el peso de mi amor.

Por ello, debe convertirse en nuestra costumbre vital y diaria porque es la fuerza más poderosa en el mundo.

Vivir en Cristo

"Y todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones" (2 Timoteo 3, 12).

Debemos meditar sobre si realmente vivimos nuestra fe en relación con Cristo y aprender a practicar su presencia. Cristo debe llegar a ser real para nosotros día a día, estar presente minuto a minuto si queremos demostrar ser leales a él, en medio de la persecución.


¿Estoy dispuesto a soportar persecución por causa de Cristo? 

¿Estoy dispuesto a confiar en Cristo hasta el final? 

¿Estoy preparado para ser perseguido?

¿Estoy dispuesto a dar mi vida por Él?