- "Mientras iban de camino, le dijo uno: 'Te seguiré adondequiera que vayas'. Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza". Jesús nos avisa, para no llevarnos a engaño, que seguirlo supone abandonar las seguridades y las comodidades humanas.
- A otro le dijo: 'Sígueme'. Él respondió: 'Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre'. Le contestó: 'Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios'. Su propuesta implica renunciar a los lazos humanos y los vínculos familiares.
- Otro le dijo: 'Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa'. Jesús le contestó: 'Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios'. El seguimiento de Cristo implica anteponer a Dios sobre todas las cosas.
¿QUIÉN ES JESÚS?
jueves, 8 de agosto de 2024
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jueves, 10 de agosto de 2023
MEDITANDO EN CHANCLAS (11): EL HIJO DEL HOMBRE VENDRÁ
jueves, 6 de agosto de 2020
MEDITANDO EN CHANCLAS (7)
Jesús nos habla con firmeza, incluso,, con dureza. No esconde ni dulcifica las exigencias del discipulado cristiano. Nos desafía con tres retos:
"Negarme a mi mismo" es entregarme, es dejar mi comodidad, es humillarme, es desprenderme de mis criterios.
"Tomar la Cruz" es renunciar a lo que me ofrece el mundo, es asumir ser marginado y humillado injustamente por el Imperio, es aceptar ser perseguido y difamado por el mundo.
"Seguir a Cristo" es dejarlo todo y comprometerme libremente con Dios. Es decirle "sí", es escucharle, hacer lo que Él dice y lo que hace.
Y a continuación, Jesús nos da el razonamiento, nos lo explica para interpelarnos:
"Querer salvar la vida" es estar sólo pendiente de los bienes materiales, de la salud del cuerpo, de mis comodidades y egoísmos, de mis apegos y deseos. Pero uno nunca queda saciado porque siempre querrá más, nunca tendrá suficiente...
"Perder la vida" es entregarla por los demás, olvidándome de mí mismo, negándome para afirmar a los demás.
"Por mí" es darla por amor a Cristo, por amor a los demás, como hizo Jesús, "porque no hay prueba de amor más grande que dar la vida por los hermanos" (Juan 15,13).
"Encontrar la vida" es obtener la recompensa eterna, la corona de la vida, la plenitud que Dios nos promete.
¿De qué me servirá ganar el mundo entero, si arruino mi vida? O ¿qué puedo dar yo a cambio de mi vida?
Muchos andan preocupados por "tener" cosas en la vida (riquezas, posesiones, salud), por "ganar el mundo" (poder, prestigio, fama) pero una cosa es segura: todos morimos y nada nos servirá entonces. Nada podemos hacer para evitar la muerte. Nada podemos pagar para vivir eternamente.
Fue Cristo quien pagó un alto rescate para que tuviéramos vida en abundancia, para que tuviéramos vida eterna.
El Hijo del Hombre pagará a cada uno según su conducta. Hará justicia. A cada uno, según sus actos. El tiene el poder y la autoridad para hacerlo.
Sin amor ni hay cruz.
Sin cruz no hay Cristo.
Sin Cristo no hay vida.
miércoles, 7 de noviembre de 2018
EL ESTILO CRISTIANO
"Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre,
lunes, 4 de diciembre de 2017
NO SIN CRUZ. NO SIN CRISTO
Este camino de negarse a sí mismo es para dar vida, es lo opuesto al camino del egoísmo, del apego a los bienes, incluso a la propia familia...
Sólo así, seré digno de Él y encontraré la paz y la felicidad que sólo Él puede darme. Y nadie me la podrá arrancar.
miércoles, 1 de junio de 2016
BAJAR DEL MONTE TABOR
Pero lo que debemos entender es que esta experiencia-cumbre es momentánea, que esta gracia de iluminación espiritual no es un fin en sí mismo, sino un don que nos ha sido regalado para fortalecer nuestra fe en el difícil camino que aún debemos recorrer.