¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.
Mostrando entradas con la etiqueta trinchera. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta trinchera. Mostrar todas las entradas

jueves, 18 de noviembre de 2021

FIRMES EN LA BRECHA

"Busqué entre todos ellos alguien 
que construyera una muralla 
y se mantuviera en la brecha frente a mí, 
en favor del país, 
para que no lo destruyera, 
pero no pude encontrarlo" 
(Ez 22,30)

La expresión "abrir brecha" hace referencia a la rotura de un frente en el combate, es decir, a la abertura que un ejército enemigo hace en la muralla de un castillo, rompiendo su defensa, venciendo su resistencia, traspasando sus líneas y tratando de conquistar la plaza.

Por otro lado, "estar o mantenerse en la brecha" suele utilizarse para señalar que alguien está en una buena posición, que triunfa o destaca en algo. Sin embargo, los cristianos preferimos un significado de mayor altura: alguien que está preparado, dispuesto o comprometido, alguien que está en la trinchera, en primera linea de defensa, alguien que está "en activo" o "en vela". 
Este sentido espiritual viene expresado en la profecía de Ezequiel 22,30: Dios busca a alguien que se interponga en favor de los que obran contra su voluntad, alguien que de la cara por Él, alguien que se mantenga firme en la brecha, pero no lo encuentra.

"Estar en la brecha" o "mantenerse en la brecha" es sinonimo de intercesión (en latín, intercedĕre), hacer una petición en nombre de otro, mediar, estar entre dos partes en conflicto, rogando ante uno en nombre del otro. 

Estamos en guerra...una guerra interior. El enemigo ha abierto brecha en la fe y ha provocado un abismo entre los hombres y Dios. Por ello, el mundo necesita a Dios y Dios "necesita" intercesores, "soldados" que llenen ese espacio abierto y vulnerable, que se mantengan firmes en la brecha... en la oración. 
Jesús pregunta: "¿Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?" (Lc 18,8) ¿Habrá alguien en la trinchera? ¿Habrá alguno o ninguno?

¡Cuántos "ningunos" se rinden al Enemigo! ¡Cuántos "ningunos" deponen las armas de la fe (Ef 6,10) y claudican ante la adversidad, la comodidad o las falsas promesas del Invasor de almas! ¡Cuántos "ningunos" se alían con el Adversario y se enfrentan a Dios, a veces, incluso "no haciendo nada" o mirando hacia otro lado! ¡Cuántos "ningunos" reniegan de su ciudadanía celestial (Flp 3,20) para nacionalizarse "mundanos"!

Cristo nos recuerda que "Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mateo 18,20). Pidámosle que fortalezca la muralla de nuestra fe a través de la oración constante (1 Cor 16,13), que cure nuestras heridas de la batalla a través de los sacramentos y que nos arme de valor a través de la sana doctrina y de la unidad de su Iglesia (Hch 2,42).


JHR