- comer del árbol de la vida
- darle la corona de la vida
- darle el maná escondido, y una piedrecita blanca, y escrito en ella, un nombre nuevo
- no sufrir la muerte segunda
- tener autoridad sobre las naciones
- confesar su nombre delante de su Padre y delante de sus ángeles
- hacerle columna en el templo de su Dios y sentarse con Él en su trono.
¿QUIÉN ES JESÚS?
viernes, 8 de diciembre de 2023
¿CÓMO Y PARA QUÉ PERSEVERAR EN LA FE?
martes, 8 de agosto de 2023
MEDITANDO EN CHANCLAS (9): ¡VELAD PORQUE LLEGA EL NOVIO!
¿Qué simbolizan la lámpara, el aceite y la luz?
Puede que no me guste mi lámpara o que piense que merezco otra mejor, con más capacidad de aceite, que ilumine más. Puede que no me guste mi luz porque sea muy tenue, o puede que haya comprado aceite suficiente.
Pero la lámpara que tengo es la que debo hacer brillar con el aceite que debo comprar. Por eso, no puedo usar la lámpara de otros ni pedirles su aceite.
miércoles, 28 de diciembre de 2022
PERSEVERAR EN LA TRIBULACIÓN
martes, 2 de agosto de 2022
MEDITANDO EN CHANCLAS (3): MUJER, QUÉ GRANDE ES TU FE
lunes, 1 de agosto de 2022
MEDITANDO EN CHANCLAS (2): ¿POR QUÉ HAS DUDADO?
jueves, 18 de noviembre de 2021
FIRMES EN LA BRECHA
jueves, 9 de septiembre de 2021
¿ERES TÚ, SEÑOR?
sábado, 7 de agosto de 2021
MEDITANDO EN CHANCLAS (7): CON FE, NADA ES IMPOSIBLE
La lectura del libro de Deuteronomio que la Liturgia nos ofrece hoy nos muestra el "Shemá", "Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno", una de las principales y más sagradas plegarias judías, una especie de "credo" judío que afirma al único Dios a quien amar con todo el corazón, con todo el alma y con toda la fuerza.
Lo primero que proclama el Shemá es
“Escucha”. La primera actitud de fe que debemos tener es de escucha, de prestar atención y para ello, debemos rezar, establecer una relación estrecha con Dios.
Les llama generación incrédula y perversa, y les dice, poco más o menos, que no les soporta. Es como si los discípulos le frustraran y le "sacaran de quicio", porque a pesar de estar con el Hijo del Dios vivo, a pesar de ser testigos de milagros y signos portentosos, ellos siguen sin ver ni oír. Y sobre todo, siguen sin rezar...siguen sin tener fe.
Una vez más, Jesús busca fe en la tierra "Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra? (Lucas 18,8), porque con fe todo es posible, incluso lo humanamente imposible.
El Señor ni siquiera me pide una fe adulta ni perfecta. No le importa que sea pequeña pero sí que sea auténtica. La fe es un don de Dios que debemos pedir para que Él nos la aumente, para que de un grano de mostaza, se convierta en un gran árbol donde aniden los pájaros (Mateo 13,31).
Me pide una fe firme, como la del hombre que se arrodilla por amor paternal y tiene la certeza de que Cristo puede curar a su hijo epiléptico, cuando le hace una petición sencilla pero auténtica, una súplica simple pero sincera: "Ten compasión de mi hijo".
El evangelio de san Marcos hace un relato más extenso de la escena en la que Jesús le dice al padre del muchacho epiléptico que todo es posible al que tiene fe, a lo que aquel le responde: "Creo, pero ayuda mi falta de fe" (Marcos 9,23-24). El padre atribulado es consciente de que su fe necesita la ayuda de Jesús, le entrega su debilidad a Cristo, quien la acoge y le concede la gracia por el amor que brota de ese corazón de padre.
Durante esta semana, estamos escuchando en la Palabra de Dios casos de "fe que mueve montañas" de personas que no son discípulos de Cristo, sino gente ajena a Jesús, incluso pagana. Sin embargo, se acercan a Dios con auténtica fe y con gran humildad. Por eso, Cristo se compadece de ellos y accede a sus peticiones.
martes, 20 de abril de 2021
CREER NO BASTA
A menudo pienso lo fácil que para muchos supone ser cristiano en la Iglesia, en un retiro, en un ambiente cristiano: con sólo creer, basta. Sin embargo, el apóstol Santiago dice que creer está bien pero que sólo con eso no basta, que es inútil porque también los demonios creen en Dios y eso no les hace seguidores de Cristo.
"Ser perfectos" supone cumplir los mandamientos de Dios pero, antes, tenemos que conocer al Dios de los mandamientos. Porque creer en alguien no significa necesariamente conocerle. Conocer a Dios implica experimentarle en la propia vida, hacerle presente en cada momento, dejarse querer por su gran amor.
"Ser perfectos" implica conocerle en su Palabra, en los sacramentos. Requiere vivir la Eucaristía para ver a Cristo, quien desde el altar, se hace presente en su Cuerpo y en su Sangre, en su Alma y en su Divinidad.
Dios ha querido comunicarse a sí mismo, darse a conocer, y así, invitarnos a participar de Su vida divina. La fe es la respuesta del hombre a la revelación divina, manifestada en confianza, obediencia y entrega totales.