¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

TUVE UN SUEÑO Y NO ME RENDIRÉ

Yo tuve un sueño. 
En mi mente, podía ver el resultado final, y era bonito. 
Yo tuve un sueño. 
Una llamada que abrasaba mi corazón.
Yo tuve un sueño. 
No sabía mucho, pero no dejé que eso me detuviera. 
Yo tuve un sueño y fue suficiente para alimentar el fuego. 
Yo tuve un sueño y ahora estoy pensando abandonarlo.

Estoy agotado, desalentado y desilusionado. Tanto, que cuestiono todo. Siento como si me hubiera despertado de golpe a la realidad, y mi sueño se hubiera quedado en la almohada de mi memoria.

Dicen que un sueño es básicamente una idea sin fundamento. Pero también que todo empresario exitoso ha experimentado un momento en el que su sueño le parecía una utopía, que todo líder ha tenido un momento en el que quería renunciar y que todo sacerdote ha cuestionado su vocación en algún momento.

La mayoría de las personas se rinde. La mayoría renuncia. La mayoría abandona.

Este momento (en el que queremos abandonar) es un momento de vital importancia en el devenir de cualquier sueño. Este momento es la "desilusión del soñador"

Es el momento en que cada sueño se enfrenta con la realidad. Es el momento de la visión que podría ser, frente a la realidad de lo que es. Es el momento del dolor y la frustración.

El momento "desilusión del soñador"

Así es como sucede:

Nuestros sueños están llenos de esperanza, promesas y expectativas, pero desafortunadamente, también están llenos de ignorancia, inexperiencia y desconocimiento. No sabemos lo que no sabemos. No se puede. En ese momento, no.


Pero ahora lo sabemos. Ahora somos conscientes de los problemas, las dificultades y los obstáculos que complican o imposibilitan nuestro sueño. 

Saber lo que antes no sabíamos cambia nuestra perspectiva, a menudo dejándonos frustrados y cuestionando todo lo que pensábamos que era verdad o posible.

Cuando esto nos sucede, nos pilla desprevenidos. Nos sorprende, porque hasta este momento, estábamos operando fuera de la realidad. Estábamos operando dentro de la ilusión. Y aún no lo sabíamos.

Y quisieras abandonar...

Nos ocurre a todos

La desilusión del soñador no es patrimonio exclusivo de nadie. Ni de aquellos que han abandonado su sueño ni tampoco de aquellos que lo han alcanzado. Nos ocurre a todos.

Al principio, nadie sabe lo que no sabe. Todos sufrimos de una ignorancia común y general, pero eso no significa que no podamos avanzar.

Todo éxito comienza como un sueño, y todo soñador sufre la desilusión del soñador. Es universal.

La comparación destruye el sueño

La desilusión del soñador nos lleva a cuestionarnos a nosotros mismos y a nuestro sueño. También nos lleva a mirar alrededor, hacia el éxito de otros.

Dicen que "las comparaciones son odiosas". Destruyen nuestros sueños. Siempre queremos abandonar cuando comparamos nuestra lucha con el éxito de otros. No podemos comparar nuestra realidad actual con la exitosa de otros sin sentirnos desanimados. 

Todo el que acaba cumpliendo su sueño o teniendo éxito, lo hace poco a poco, con el tiempo. Todo sueño se convierte en un sueño real sólo después de años de duro trabajo.

"Arremángate"

Tomas Edison dijo: "La mayoría de la gente echa de menos su oportunidad porque ésta se viste de mono de trabajo".

Sabemos que la vida no es fácil, entonces... ¿por qué asumir que nuestro sueño será fácil?. Si subir el Everest fuera fácil, todo el mundo lo haría. 

"Arremángate, ponte el mono de trabajo y no te rindas". El que persevera frente a la frustración, crece en confianza, en capacidad e incluso en carácter.

"El conocimiento es poder"

Cuando todavía estás en el nivel de soñador, eres ignorantemente feliz, pero ahora, armado con lo que sabes, puedes utilizar lo que has aprendido para dirigir o redirigir tus pasos. 

Francis Bacon, filosofo inglés dijo: "El conocimiento es poder". Aprovechar el poder del conocimiento es lo que marca la diferencia. 

No se trata de que el conocimiento nos haga abandonar el barco sino de corregir su rumbo. Debe ser el timón para trazar nuestra ruta. 

Abandonar puede resultar fácil. Remontar es un trabajo duro, y perseverar es más difícil, pero la recompensa merece la pena.

NO TE RINDAS

¿POR QUÉ MI PARROQUIA NO CAMBIA NUNCA?

Resultado de imagen de renovarse o morir

Posiblemente estemos tratando de cambiar algo en nuestra parroquia. Posiblemente estemos intentando cambiarlo todo.

El hecho de que Dios nunca cambie no significa que nuestra parroquia no deba hacerlo. De hecho, las parroquias sanas cambian constantemente. 

El cambio es lo que produce crecimiento. Lo único que nunca cambia es el mensaje y la misión que Cristo encomendó a la Iglesia.

Debemos cambiar los métodos para asegurarnos de que la misión permanece viva y que el mensaje se escucha. 

El cambio conduce a las personas desde donde están hasta donde necesitan estar. 

Pero es aquí donde vienen los problemas. Las personas suelen ser muy reticentes, por naturaleza o por tradición, a los cambios, y en una parroquia, mucho más.

La conversación siempre es la misma

¿Alguna vez has tenido la sensación de que ninguna reunión es una nueva reunión? ¿De que todas las reuniones se parecen sospechosamente a las de siempre? ¿De que estás hablando de las mismas cuestiones mes tras mes, año tras año?

Demasiado a menudo nos encontramos en consejos parroquiales, año tras año, con los mismos temas no solucionados encima de la mesa.

Hablar sobre un tema, incluso hablar apasionadamente sobre un tema y ​​no hacer nada al respecto, es una completa pérdida de tiempo. Y desgasta.

Los problemas no se resuelven sólo por el hecho de intuirlos, de tomar conciencia de ellos o por discutirlos. Los problemas se resuelven poniéndose en acción.

Nuevas ideas, viejos rechazos

Cada vez que alguien plantea una nueva idea o un nuevo enfoque, alguien enumera tres razones por las que no funcionará. Esta es la razón por la que se tiene la misma conversación una y otra vez.

Cualquier cambio siempre genera rechazo. La gente suele ponerse nerviosa cuando tiene que salir de su zona de confort, de su zona conocida y dar un paso hacia lo desconocido. Prefiere permanecer inmóvil ante el temor a equivocarse, prefiere excusarse a emprender algo nuevo por si no funciona.

¿Cómo saber que algo no funcionará? ¿Cómo comprobar que funcionará?

Muy fácil: Podemos seguir poniendo mil excusas o mil trabas para explicar los miles de motivos por los qué no funcionará. Hasta que lo pongamos en práctica y funcione.

La nostalgia por el pasado 

Una señal inequívoca de que una parroquia nunca cambiará es comprobar un hecho muy sencillo pero también muy habitual: el profundo anhelo por el pasado eclipsa cualquier entusiasmo por el futuro.

Imagen relacionada¿Cómo saber que esto podría estar pasando en nuestra parroquia?

Muy sencillo: Comprobemos el idioma que se habla en nuestra parroquia. Cuando la mayoría de las historias, las homilías, las referencias culturales e incluso los tiempos verbales utilizados están en pasado, es una señal de que estamos mirando hacia atrás, no hacia delante. Es una señal de que se ha perdido contacto con el presente y mucho más con el futuro.

Cuando la nostalgia por lo que se solía hacer es mayor que la pasión por lo que se va a hacer...¡¡¡Houston, tenemos un problema!!! Porque cuando todo el entusiasmo está enfocado en el pasado, no hay mucho futuro.

Las pequeñas cosas siempre son grandes cosas

El reto del liderazgo se basa en resolver los problemas importantes. El problema surge cuando nunca se ataja lo importante porque lo pequeño se hace grande, lo intrascendente se hace trascendente y entonces, nos distraemos y nos estancamos.

Todos sabemos a qué nos referimos: El debate sobre la conveniencia de evangelizar o no duró seis meses. Y luego se decidió que sí. Entonces, se convirtió en la discusión, que duró otros dos meses, sobre cómo y quién debía hacerlo. Luego, se convirtió en el debate, que duró otros cuatro meses, sobre cuál método utilizar y cual no. ¡¡¡Y todo paralizado durante un año!!!

Cuando las cosas pequeñas se convierten en cosas grandes, nunca abordaremos problemas realmente grandes.

¿Qué hacer ante el estancamiento?

Muy simple: no demorar más lo importante y tomar decisiones sin miedo a equivocarse.

Quejas por lo último que se cambió

Uno sabe que en su parroquia no quieren cambiar cuando todavía siguen quejándose de lo último que se cambió. Y eso fue hace cinco años.

No sé qué más decir sobre esto, excepto ... que fue CINCO AÑOS atrás.

¿Qué hacer? 

La Biblia nos lo muestra en el relato sobre Sodoma y Gomorra en Génesis 19, 17 cuando aconseja a Lot: Mientras los sacaban afuera, dijo uno: ¡Escápate, por tu propia vida! No mires atrás ni te pares. Escapa al monte, no vayas a ser barrido". 

Debemos dejar de mirar hacia atrás y escapar hacia adelante.

"Siempre se ha hecho así" 

Esta es la misma canción que se repite una y otra vez cuando no se quiere cambiar nada: "siempre se ha hecho así"...

Ocurre en todas las parroquias, tanto en las que son sanas y crecen como las que no.  Y es que existe tanto miedo a romper con lo que se ha conseguido, que muchos se resisten desesperadamente al cambio. Incluso el éxito crea barreras a la innovación. El mayor enemigo de nuestro éxito futuro es nuestro éxito actual.

¿Solución?

Jesucristo nos da la clave: Él todo lo hizo nuevo y si nosotros somos sus seguidores, debemos hacer lo mismo: Innovar, cambiar, hacer todo nuevo.

Siempre son los mismos en misa

Una señal evidente de que la gente ha renunciado al cambio es que nadie se preocupa por las personas del entorno que no asisten a la iglesia o si asisten, no se les acoge. O lo que es lo mismo, la parroquia no evangeliza.

Cuando no pensamos, oramos o llevamos a las personas a Cristo, nuestras conversaciones, nuestras reuniones, nuestras actividades y nuestros consejos parroquiales se convierten en preferencias personales, no en principios bíblicos, ni en mandatos divinos.

Y cuando nuestra parroquia se convierte en un cúmulo de preferencias personales, se pierde la misión. Se pierde la identidad.

¿Qué hacer?

Tres cosas.

Primero, poner nombre al problema, es decir, diagnosticarlo.

Tal vez podemos comenzar por analizarnos personalmente, si somos resistentes al cambio. Todos nos resistimos, y nuestra resistencia puede ser por temor. O tal vez, por frustración. Y terminamos tirando la toalla y pensando que nuestra parroquia nunca cambiará. 

En ese caso, si estamos convencidos de que nada cambiará, no lo hará.

Segundo, compartir el miedo al cambio con la comunidad. Pedir a los demás que hablen honestamente sobre su miedo al cambio. Quizás conduzca a mirarse al espejo y decir: ¡¡¡Houston, el problema somos nosotros!!!

Ese sería un momento clave y decisivo.

Y, por último, darse cuenta de que el cambio es posible porque no todo el mundo, en realidad se opone al cambio. Simplemente creemos que el cambio es imposible y todo el mundo se opone.

Las personas que se oponen al cambio en un momento dado rara vez suponen el 10% del total. Es sólo que los que se oponen hablan imperativamente, y es que a menudo, confundimos hablar autoritariamente con tener razón.

No dejemos que el 10 por ciento de las personas que se oponen al cambio determinen el futuro del 90 por ciento que no lo son.

Tal vez eso nos dará el coraje que necesitamos para producir el cambio que nuestra parroquia necesita hacer. 

Nada es, en realidad, tan descabellado como pensamos e incluso una Iglesia con un bagaje plano de muchos años sin evangelización, puede cambiar.

¿Lo intentamos?



domingo, 11 de diciembre de 2016

EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: LA FE CONTADA POR TOLKIEN

"Venimos de Dios e inevitablemente los mitos que entretejamos,
aunque contengan error, también reflejarán 
un fragmento desprendido de la auténtica luz, 
la verdad eterna que está con Dios. 

Nuestros mitos pueden estar errados, 
pero se encaminan, aunque temblorosamente, 
hacia el verdadero puerto, 
mientras que el progreso materialista 
sólo conduce a un abismo abierto 
y a la Corona de Hierro del poder del Mal"
(J.R.R. Tolkien)

Hoy hablaremos de El Señor de los Anillos, El Hobbit y El Silmarillion, libros escritos por J.R.R.Tolkien, católico inglés, y de los numerosos simbolismos religiosos, bíblicos y teológicos que impregnan su obra.
Para entender mejor el trabajo de este profesor de Oxford, hemos de tener muy en cuenta algunos aspectos que compartía con escritores de su misma generación, como R. H. Benson, G. K. Chesterton, Graham Greene (con sus dudas), Evelyn Waugh, T. S. Eliot y C. S. Lewis (éstos dos últimos, cristianos anglicanos):
  • su fe católica y su pasión patriótica por la Inglaterra medieval, simbolizadas por el Fangorn de los Ents.
  • su Inglaterra católica y tradicional, anterior a la Reforma protestante, contraria tanto a la Revolución Industrial como a la Francesa, simbolizadas por el Isengard de Saruman.
  • su amor por lo pequeño, por lo rural, por lo rústico simbolizado por la Comarca de los Hobbits.
  • su horror ante el siglo XX, simbolizados tanto por Isengard de Saruman como por el Mordor de Sauron.
  • su irónico desprecio por las demagogias de la Modernidad relativista, simbolizado por el Rohan de Theoden.
  • su lejana referencia a las culturas orientales, (budismo, islam, etc.) simbolizadas por el Harad de los Mumakils.
El propio Tolkien aseguró, en una una carta a su amigo el sacerdote Robert Murray, que El Señor de los Anillos era “una novela inconscientemente católica en su elaboración y conscientemente católica en su revisión final”. 

Además, utilizó también como fuente de inspiración para su mundo imaginario, la mitología pagana germánica y céltica de la Alta Edad Media y la Antigüedad Tardía, y así explicar ciertas verdades trascendentales, casi inexplicables en el ámbito de la novela realista.
Tolkien desarrolla temas religiosos por la influencia de su fe católica, como la lucha del bien y el mal, el triunfo de la humildad sobre el orgullo, la gracia divina, la muerte y resurrección, la misericordia y la piedad, el arrepentimiento y la salvación, el sacrificio y la voluntad, la justicia, la fraternidad, etc... 

También temas bélicos, por la influencia de su implicación en las dos guerras mundiales, como el Anillo Único simbolizando la bomba atómica, o los Mumakills simbolizando los tanques, o las maquinas de asedio, los carros blindados, o los Nazgul, los aviones de combate.
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El día en que Frodo destruye el Anillo es el 25 de Marzo (según leemos en los Apéndices de la obra), alegoría del 25 de Marzo, día en que se conmemoraba en la Edad Media la crucifixión de Cristo, y que, actualmente se festeja la Anunciación a la Virgen, los dos días clave en la Redención del Pecado Original, esto es, la destrucción del Anillo. 

También, podemos apreciar la lucha del humilde hobbit Frodo (humanidad y mansedumbre de Cristo) contra el presuntamente invencible Anillo Único (Pecado Original), o el del poder de la gracia de los Valar/Eldar (Gracia del Espíritu Santo) por encima del de la voluntad de poder de los Nazgul (Soberbia del hombre).

 Conversión/Misión

"El Hobbit", libro que precede a su gran obra El Señor de los Anillos, nos enmarca la Misión de Cristo de restablecer su reinado (el tesoro bajo la Montaña Solitaria) y que tenemos encomendada cada uno de nosotros como protagonistas en la gran historia de salvación del mundo. 
             

Pero primero, es necesaria la conversión del corazón.  Sin duda, Tolkien nos relata en este libro la experiencia de conversión al catolicismo de su madre cuando él tenía muy corta edad.

La novela cuenta el viaje de Bilbo Bolsón que, con reticencia, abandona su vida doméstica cómoda y junto a una comunidad de fe (que simboliza a la Iglesia en la "La Comunidad del Anillo") se embarca en un "Viaje Inesperado" en el que va creciendo y madurando espiritualmente. 

Al volver a su casa de Hobbiton en la Comarca, Bilbo ya no es la misma persona. Es un héroe con un fuerte propósito moral, con un historial de logros virtuosos, un tesoro y el agradecimiento de las gentes que él ayuda a salvar.

Dios/Creación/Espíritu Santo

El "Silmarillion", la obra en la que se condensa todo el “background” mitológico de la Tierra Media,  se divide en cinco partes:

-"Ainulindalë" ("La música de los ainur" en quenya), que trata sobre la creación de y, dentro de ella, la creación de Arda. Simboliza la Creación del mundo por Eru Ilúvatar, que simboliza a Dios, inspirada en el Génesis.
-"Valaquenta" ("La historia de los valaren quenya), una breve relación de los Valar y los Maiar, las fuerzas sobrenaturales de Eä, llamados los Poderes de la Tierra. También hace referencia a Melkor y Sauron, un dios oscuro y su más leal sirviente.
-"Quenta Silmarillion" ("La historia de los Silmarilli" en quenya), simbolizan los eventos de la historia que ocurren desde el inicio de los tiempos hasta el final de la Primera Edad del Sol.

-"Akallabêth" ("La sepultada" en adûnaico), simbolizan la caída del hombre en el pecado, es la historia de la caída de Númenor, que tiene lugar en la Segunda Edad del Sol.

-"De los Anillos de Poder y la Tercera Edad", simboliza los reinos o gobiernos de la historia, es un resumen que narra cómo es la Tierra Media y de los acontecimientos que llevan a la historia de El Señor de los Anillos.
El Ainulindalë  nos muestra cuando Eru Ilúvatar (Dios) enseña a los Ainur (Ángeles) la visión generada a partir de su música y que el centro de Eä (Universo) es la Llama Imperecedera, alegoría del Espíritu Santo, como el poder creador de Dios: "¿Eä! ¿Que sean estas cosas! Y enviaré al vacío la Llama Imperecedera, y se convertirá en el corazón del Mundo, y el Mundo será".

Ada (la Tierra) se encuentra dentro de Eä (el Universo) y es el mundo habitado por los hijos de Ilúvatar:

-Los Primogénitos o Primeros Nacidos, son los elfos. Seres parecidos a los ainur (Ángeles) que simbolizan a los santos
Despertaron con la luz de las estrellas antes que cualquiera de los demás hijos. Envejecen muy lentamente, al mismo ritmo que el mundo, por lo que vivirán por siempre hasta que el mundo termine, al final del tiempo. 

Son las criaturas más sabias y bellas, las más poderosas y valientes, y más altas y resistentes de cuerpo y mente de la Tierra Media. 

-Los Segundos Hijos o Segundos Venidos, son los hombres. Simbolizan a los cristianos, a los movimientos y espiritualidades de la Iglesia. 
Despertaron con la primera salida de Anar, el Sol, por el Occidente. No están atados al mundo como los elfos, por lo que cuentan con el "don de la muerte", que les permite salir de los círculos del mundo al terminar su vida, para ir a un lugar al que ni los mismos valar saben y con el "don de la libertad de elegir su propio destino", don que hasta los mismos Poderes envidiarán al final. 

Los 
hobbits o medianos son una rama de los hombres pero de menor estatura: una especie de raza pigmea de un metro de altura. De naturaleza amigable y pacífica, humilde y servicial, pertenecen al ámbito rural y viven la campiña en paz y tranquilidad, protegidos por los Dúnedain del Norte.
-Los Terceros Hijos o Hijos Adoptivos, son los enanos o Khazâd. Simbolizan a los monjes y monjas de vida consagrada.Fueron creados en materia por el vala Aulë o Mahal, el Hacedor (una clase de ainur o ser espiritual de gran poder, que entró en Eä para preparar y luego proteger Arda) pero Eru mismo los adoptó como sus propios hijos. Demuestran su devoción a su "hacedor" con sus obras.
Viven recluidos en el interior de las montañas (monasterios). Son seres muy resistentes y de vida larga. Se dice que, cuando el mundo llegue a su fin, ellos serán los encargados de ayudar a Aulë a reconstruirlo.
Ángeles/Sacerdotes

Tolkien distingue dos clases:

-Ainur o "Sagrados" en lengua quenya, son seres espirituales (incorpóreos) de gran poder, los ángeles de Eru Ilúvatar que, con sus canciones, ayudaron a crear el mundo. 

Simbolizan a los arcángeles y a los coros celestiales de Dios y se dividen en dos grandes categorías: los Valar (Guardianes del Universo) y sus sirvientes, los MaiarMakwe creó a las grandes Águilas, Aule creó a los enanos y la esposa de Aule, Yavanna creó todas las plantas y animales, y con eso a los Ents.
      
    -Istari. Seres con poderes sobrenaturales enviados por los Valar en la Tercera Edad del Sol para ayudar a las razas libres en su lucha contra Sauron. Simbolizan a los apóstoles de Cristo, y por sucesión a los sacerdotes, obispos y pastores de la Iglesia. 

    Se dividen en cinco: Saruman el blanco, que se corrompe y simboliza a Lutero (Protestantismo)Radagast el pardo que se distrae con la hermosa naturaleza y simboliza a los misioneros, los dos magos azules Alatar y Pallando que se desvanecen hacia el Este, posiblemente empezando cultos de magia y que podrían simbolizar a Mahoma (Islam) y a Buda (Budismo), y Gandalf el gris, el único que permanece firme a su tarea y simboliza a Pablo (Catolicismo)

    Satanás/Diablo/Infierno

    Eru Ilúvatar (Dios) y sus ángeles cantaron en armonía para crear el mundo pero un Valar llamado Melkor no quiso ser parte del coro.

    Melkor/Morgoth, el arcángel (Ainur) caído, y su discípulo Sauron son claramente equivalentes a las de Lucifer/Satanás simbolizan el Mal
                  
    Este Valar creó su propia canción, atrayendo algunos Maiar como los Balrogs que simbolizan a las tinieblas, la oscuridad y las tentaciones de los sacerdotes, y creando algunas malvadas criaturas como los Dragones, los Trolls y los Nazgül que simbolizan el fascismo, el nazismo y el comunismo.

     

    Los Orcos, elfos corrompidos, legiones de ángeles fieles a Sauron, son mucho más numerosos que las fuerzas del bien. 

    Son sucios, horribles y están deformados por el pecado y por la oscuridad del pecado. Simbolizan a los espíritus inmundosa los demonios, con los cuales el hombre debe batallar. y que habitan en Mordor, que representa el Infierno.
                    
    Pecado Original

    El Anillo Único forjado por Sauron (siervo de Morgoth-Satán) para “atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas” es una alegoría del Pecado Original: son las esclavitudes y placeres del mundo, el hedonismo y el egoísmo, el ansia de poder y la adicción al pecado.
    One Ring inscription.svg
    "Un Anillo para gobernarlos a todos. 
    Un Anillo para encontrarlos,
    un Anillo para atraerlos a todos 
    y atarlos en las tinieblas"

    El Anillo es símbolo de orgullo y poder. Representa todo lo que nos arrastra al reino de tinieblas del Señor Oscuro (el Diablo), tentándonos a ser como él en su rechazo a los planes de Dios sobre nuestra vida. 

    La forma circular del anillo es la voluntad egoísta cerrada sobre sí misma. Su centro vacío, por donde metemos el dedo, sugiere el vacío interior al que nos disponemos cuando nos sometemos a su esclavitud.

    La invisibilidad que envuelve al portador, corta con las relaciones normales, con quienes nos rodean, nos aísla de los demás, creando una imagen falsa del propio "Yo", despreciando cualquier otro "Tú". 

    Gollum es la representación de los efectos del pecado: la deformación de la voluntad y el vacío del alma.

    Renunciar a la seducción de anillo es imposible para nosotros, por nuestras solas fuerzas, nosotros no podemos; necesitamos la ayuda de la gracia de Dios, porque para Él, nada hay imposible. El "yo" no puede despegarse de su "yo".

    Tolkien se inspira en las palabras del apóstol Pablo en su carta a los Romanos 7, 18-19: "Porque el querer hacer el bien está en mí, pero el hacerlo no", y en la visión de la gracia de San Agustín.

    Nuestra Búsqueda, o Misión, en clave cristiana, consiste en resistir las tentaciones del Anillo del Señor Oscuro, librarnos de nuestro egoísmo, de nuestra soberbia y rebeldía, y con humildad, dar la vida por los que amamos (que han de ser todos), y santificarnos, aceptando la cruz del sacrificio que supone amar de verdad.

    Jesucristo

    El personaje principal, Frodo, es en cierto sentido, una alegoría de Cristo verdadero hombre, que se sacrifica por toda la Tierra Media y destruye el Anillo (Pecado Original).

    Frodo al igual que Jesucristo debe llevar una carga , la maldad de la cual él no es culpable, pero al igual que Jesús es el único que puede portar esa responsabilidad porque es el inocente, a causa de eso Frodo sufre es herido y perseguido, tal como lo fue Cristo.
    La única manera de destruir el anillo (el pecado) es llevándolo al monte del destino en Mordor, en el relato bíblico la única manera de vencer el pecado fue a través de un sacrificio infinito y eterno en el monte del calvario.

    Frodo en la última etapa de su prueba tuvo que seguir a solas por un tortuoso camino, Cristo en sus horas finales perdió todo apoyo, sus apóstoles se durmieron cuando le pidió que velaran con él, le traicionaron y negaron, finalmente en su agonía clama "Padre ¿Porqué me has abandonado?" convirtiéndose la expiación en la misión más solitaria y difícil de la historia. Frodo sufre por una carga ajena pero está dispuesto a realizar ese sacrificio por el bien de todos. En la hora crucial el mal pone en el corazón de Frodo desistir de su acto heróico, al igual que Cristo en Getsemaní cuando dijo "Padre, si quieres pasa de mi esta copa"...sin embargo bebió y acabó sus preparativos para con los hijos de los hombres.

    Gandalf, símbolo de Cristo víctima propiciatoria, que muere por sus amigos en Moria y resucita en un cuerpo de gloria: "No hay amor más grande que el que entrega la vida por sus amigos".
    Aragorn, símbolo de Cristo Rey. En "El Retorno del Rey", al final de la Gran Guerra entre el bien y el mal, es coronado Rey (imagen de Cristo Rey). A pesar de ser el Heredero al trono vive oculto, de incógnito, de la misma manera Jesús heredero legítimo al trono de Israel, descendiente directo de David vive en el anonimato por muchos años. Después lidera a los hombres contra las fuerzas de Sauron y como Cristo, cumple su rol de líder y pide que le sigan, el dice "Yo Soy el camino"
    Tomando posesión de su legítima autoridad como heredero al trono desciende a conversar con los espíritus que estaban encarcelados, de la misma manera el espíritu Cristo después de su muerte en la cruz, fue a las cárceles espirituales y predicó el evangelio, abriendo la cárcel para aquellos que en otro tiempo fueron desobedientes. 

    Aragón asume todo el crédito y autoridad que merece, de igual manera llegará el momento en que toda lengua confesará que Jesús es el Cristo.

    La Virgen María

    En una carta de 1971, Tolkien afirma que la imagen de Galadriel, la Reina de los Altos Elfos de Lothlórien, guarda una semejanza con la Virgen María: "Creo que es verdad que este personaje debe mucho a la enseñanza cristiana y católica acerca de María y de la presentación de su imagen, pero en realidad Galadriel era una penitente".
    La Dama de Lothlórien resulta un personaje de gran belleza y nobleza por su resistencia contra los ataques diabólicos del Señor Oscuro, en una lucha que recuerda la de la Santísima Virgen aplastando la cabeza de Satanás.

    Es el refugio al que acuden los Elfos en todas sus necesidades, la mediadora de todas las gracias como es la Virgen. 


    Galadriel le enseña a Frodo el "santuario", el jardín que figura ser el del Edén, antes del pecado original (del que se vio libre María); y es ella quien les invita, a él y a Sam, a mirar en el Espejo de Galadriel para descubrir "el fondo de su propio corazón"; y es ella quien les entrega el frasco con la Estrella de Ëarendil, como "para que seamos muy propensos a acudir a la Virgen María para pedir su intercesión".

    Oraciones

    Los cantos élficos rememoran los Salmos y en muchos de ellos descubrimos himnos marianos: el “Elbereth Gilthoniel” es un “Ave María” en lengua quenya y el “Namarië” que canta Galadriel es un “Salve Regina”
    El Padrenuestro está presente de forma continua en toda la novela: "No nos dejes caer en la tentación (Frodo y el anillo) y libramos del Mal "(Sauron).

    Vida Eterna/Alma/Redención
    El relato corto de Tolkien, Athrabeth ("Conversación") posiblemente es el relato de Tolkien que más refleja sus profundas convicciones católicas, pues en él se reflejan los conceptos de Finrod y Andreth sobre el pecado original o el hecho de que Eru Ilúvatar (Dios) les creó originalmente como seres en armonía perfecta y no destinados a morir, pero seducidos por Melkor/Morgoth (el Maligno, Satanás), fueron privados de ese destino original. 
    Reflejan también la falta de esperanza de la raza humana en lo que les espera tras la muerte y su sufrimiento por la corta vida que se les ha asignado. La visión de Finrod, rey elfo refiriéndose a los conceptos de vida eterna y cuerpo glorioso, es elocuente.

    También queda claro el concepto de alma (fëa en el relato) como eterna, y que mora sólo por un tiempo en el cuerpo físico (hröa, "la casa del espíritu" en el relato), y es precisamente esta aparente contradicción en la doble naturaleza humana (alma inmortal y cuerpo mortal) la que motiva los amargos reclamos y cuestionamientos de Andreth a lo largo del debate con Finrod, respecto a la muerte, a su amor por el hermano de Finrod, Aegnor, etc.

    A lo largo de la conversación, llegan a conceptos como el papel que a los Hombres les tocará en la futura redención de la Creación, la Promesa de una nueva Arda (Tierra) libre de mal (analogía  
    de unos Cielos nuevos y una nueva Tierra), hasta llegar a tocar el tema de la futura Encarnación de Dios en el mundo como único remedio para el mal que Morgoth ha causado (lo que Andreth denomina la Vieja Esperanza, donde ya en el Génesis, tras el Pecado original, se les prometió a los primeros padres una futura Redención): 

    "Si Eru (Dios) no desea abandonar su obra a Melkor (el diablo), Eru debe venir a vencerle. Si Eru deseara hacer esto, no dudo que encontraría un modo, aunque no puedo predecirlo. Pues, así me parece a mí, incluso si Él en sí mismo hubiera de entrar en el mundo, Él debería también permanecer como es, el Autor en el exterior.Y sin embargo, Andreth, para hablar con humildad, no puedo concebir de qué otro modo podría alcanzarse la cura".

    Finrod la insta a considerar la Esperanza (Estel en élfico) como algo no basado en la experiencia, sino como un acto de pura confianza, es decir, el don de la Fe.

    Iglesia/Vaticano

    La Biblia comienza con un jardín en el que se encuentra el árbol de la vida, y concluye con ese mismo árbol en la ciudad santa de la Nueva Jerusalén, la ciudad celestial. El emblema del estandarte de Gondor es, significativamente, un árbol rodeado de siete estrellas: figura de las siete estrellas que son los siete ángeles de las siete iglesias del libro del Apocalipsis.
    La ciudad de Minas Tirith simboliza el Vaticano (Senescales de Cristo) y la Iglesia militante que lucha en este mundo, y que presagia la hermosura de la Nueva Jerusalén celeste, como leemos en el Apocalipsis (22, 12-14): "Estoy a punto de llegar con mi recompensa y voy a dar a cada uno según sus obras. Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin. ¡Dichosos los que lavan sus vestidos para tener derecho al árbol de la vida y poder entrar en la ciudad por sus puertas!"
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    Denethor II, Senescal de Gondor "esgrime el bastón de mando y gobierno (sin cetro) en nombre del Rey, hasta que él vuelva". Simboliza también al Papa, incluso en su debilidad, desesperanza y en su soledad.