¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

martes, 24 de marzo de 2020

APOCALIPSIS 2-3: LAS SIETE IGLESIAS

"El día del Señor fui arrebatado en espíritu 
y escuché detrás de mí una voz potente 
como de trompeta que decía: 
Lo que estás viendo, escríbelo en un libro 
y envíalo a las siete iglesias, 
a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, 
a Sardes, a Filadelfia y a Laodicea".
(Apocalipsis 2, 10-11)

El Apocalipsis de San Juan nos presenta un universo críptico e incomprensible que escapa a nuestra lógica y a nuestro entendimiento humanos, y que muchos estudiosos y exégetas, a lo largo de la historia, han intentado “traducir”.

Su rica y diversa simbología, que proviene del Antiguo Testamento y de la inspiración divina, nos muestra una gran variedad de personajes y figuras que no fueron descritos por el autor por el azar ni por la casualidad ni tienen un único significado.

Con la Biblia en la mano, reflexionaremos sobre algunas de l
as figuras más significativas de la visión del evangelista, la cual gira, toda ella, en torno a la gran dicotomía: el Cielo, donde se desarrolla la liturgia y la alabanza a Dios, y la Tierra, donde acontece la lucha entre el bien y el mal, entre el Reino de Dios y el Imperio del mal.

Las Siete Iglesias

San Juan se dirige "a las siete Iglesias de Asia". Asia, que significa en el lodazal, enturbiada.
Cristo Resucitado nos habla directamente a nosotros a través de las siete cartas a las siete Iglesias. Las cartas no corresponden a un género literario sino que son oráculos proféticos elaborados con una misma estructura y que son Palabra de Dios. Lo dice Jesucristo.

Cristo se está dirigiendo a la Iglesia Universal, de todas las épocas, a la comunidad de creyentes y a los creyentes en particular.

Nos describe todas las posibilidades y circunstancias a las que nos vamos a enfrentar, comunitaria y particularmente.

En las cartas, se otorgan unos títulos al Señor, se enumeran los alabanzas o logros y los reproches o errores de la Iglesia en ese período de tiempo, se dan advertencias, promesas y exhortaciones.

Sa
n Juan contrapone el reino de Dios con el mundo. En nuestro corazón no puede haber dos reyes, dos amos: si Jesús es el rey, no puede serlo el César. Ahí comienza un combate en el que la pieza clave es la perseverancia.

El apóstol tiene esta revelación durante la Eucaristía. Se trata de una experiencia mística, que es a lo que estamos llamados todos. Sube al cielo y ve lo que ocurre allí cada vez que se celebra. Eso es lo que nos quiere contar.

La voz potente como de trompeta que escucha, hace referencia al hecho de que en las sinagogas judías suena la trompeta a la caída de la tarde del viernes, para anunciar la llegada del “sabbath”. El sabbath era para San Juan lo que para nosotros es el domingo: una invitación a la plegaria y a entrar en la liturgia celeste.

Ve siete candelabros de oro: Juan ve la “menorah” (el candelabro judío de siete brazos) que estaba colocada en “el santo de los santos” (el sagrario para nosotros), en la parte interior del templo donde estaba la presencia de Dios. San Juan se “pone” en presencia de Dios.

Cuando escribe el libro, el templo de Jerusalén ya ha sido destruido. Los siete candelabros representan a la Iglesia de Cristo como comunidad de creyentes y también, a cada uno de nosotros, como creyentes individuales. El cuerpo místico de Cristo es el nuevo templo espiritual, que ha sustituido al templo físico. El oro simboliza en la Biblia la liturgia. La Iglesia es el templo “reconstruido por Cristo en tres días”.

Y en medio de los candelabros, ve como un Hijo de hombre, a Jesucristo que está en el medio de los candelabros, está presente en la Iglesia y se presenta con los símbolos de poder: la túnica talar, símbolo de la realeza (Cristo Rey) y ceñido al pecho con un cinturón de oro: símbolo del sacerdocio (Cristo Sacerdote).

Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve, símbolo de eternidad, venerabilidad, santidad, pureza, resurrección. 

Sus ojos como llama de fuego, significa mirada penetrante y cautivadora. También, que nada escapa a su mirada. 

Sus pies eran semejantes al bronce bruñido incandescente en el crisol, símbolo de la indefectibilidad, es decir, que tiene que ocurrir, que no puede faltar, que no puede dejar de suceder. 

Tenía en su mano derecha siete estrellas, es decir, poder sobre las siete Iglesias, sobre la Iglesia Universal. 

Su voz como rumor de muchas aguasy de su boca salía una espada aguda de doble filo: La voz potente y la espada aguda son símbolos de poder y autoridad, que también representan al Evangelio, a la Palabra. 

Su rostro era como el sol cuando brilla en su apogeo, símbolo de que Cristo muestra a la Iglesia el esplendor de su divinidad. 

San Juan está representando a toda la Iglesia. Pero no se refiere tanto a la estructura jerárquica de Iglesia (Papa, cardenales, obispos, sacerdotes, etc.)…sino a la presencia de Jesucristo en ella. Es Cristo quien la sostiene. Por eso, prevalecerá sobre el poder del infierno porque dice el Señor: "estaré con vosotros hasta el fin del mundo"

Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. La visión de la divinidad de Cristo es algo inenarrable (como ocurrió en la transfiguración del Señor en el monte Tabor) y hace caer de bruces a San Juan. 

Pero él puso su mano derecha sobre mí. La mano sobre la cabeza es el símbolo de la amistad. San Juan es el amigo íntimo de Cristo. Es el mismo gesto que Jesús hizo en la Última Cena, cuando San Juan reclinó su cabeza sobre Él. 

No temas. Es el mensaje de Cristo a la Iglesia: no tengáis miedo. 

Yo soy el Primero y el Último: Todo está recapitulado en Cristo. Es el centro y el sentido de toda la historia. 

Estuve muerto, pero ya ves: vivo por los siglos de los siglos: Vive, ha resucitado. Y nos da la vida. Nos hace vivir. 

En cuanto al misterio de las siete estrellas, es misterio no porque sea incomprensible sino por nuestra incapacidad para comprenderlo. Las siete estrellas son las siete iglesias, la Iglesia que es una realidad divina (estrellas=ángeles) y humana (candelabros=hombres) al mismo tiempo. 

Su representación, los candelabros, no son en sí la luz, sino el apoyo, el soporte donde brilla la luz, Jesucristo. Los sacramentos ocurren en el soporte opaco y humano, pero es la acción de Cristo la que hace brillar la luz en él. 

Las cartas corresponden a un género literario epistolar (intención del autor para que se comprenda en la época) aunque son, en realidad, oráculos proféticos elaborados con una misma estructura, es decir, son Palabra de Dios. Habla el mismísimo Jesucristo. 

Éfeso

Capítulo 2, 1-7

La Iglesia de Éfeso, ciudad imperial, fue fundada por San Pablo, y San Juan, su primer obispo. Allí vivió muchos años la Virgen María. Éfeso no es cualquier Iglesia, es el paradigma de Iglesia. Es la Iglesia Madre de todas las Iglesias de Asia Menor y de todas las épocas.

La verdadera preocupación de San Juan no era tanto la persecución física que los cristianos estaban sufriendo sino la integridad de la fe: que los cristianos se mantuvieran fieles a Jesucristo, que nos se mezclaran con la forma de vivir del mundo pagano. 

Cristo nos conoce, sabe nuestras dificultades y el juicio que hace, más que de las personas, es de las obras. Un juicio que no es condenatorio sino para que cambiemos y logremos nuestra salvación. Después hace la mención de un vencedor, porque hay un combate espiritual y, más tarde, de una recompensa o premio:

El vencedor es quien ama y quien se mantiene fiel hasta el final

Jesucristo, dirigiéndose a la Iglesia de Éfeso hace seis alabanzas y un reproche: Éfeso hace todo bien: lucha por la verdad y persevera en la doctrina, odia la mentira, se fatiga en gobernar y combate las herejías, sufre persecución. Pero no tiene amor (no acoge, no ama al prójimo, no se preocupa por él). 

Es una Iglesia con doctrina, legalismo y formalismo pero sin caridad. La Iglesia sin amor está muertaA medida que el amor por Cristo comienza a apagarse, el servicio se convierte en un sentido del deber y no del querer. 

La cuestión vital de la fe son los motivos correctos: que Cristo nos ha amado hasta el extremo (Jn 15,13-17) y que estamos llamados a amar de la misma forma (1 Jn 4, 9-10).

Estructura de la carta

Significado: Éfeso=Mi voluntad. Se refiere a todos nosotros y, en especial, a la época de la siembra del Evangelio, del trabajo apostólico y de la predicación del Reino.

Títulos del Señor: El que tiene las siete estrellas en su derecha=la difusión plena de la luz y el poder. El que camina en medio de los siete candeleros de oro= la presencia y el gobierno de Jesús en su Iglesia.

Alabanzas: Extensión del Evangelio, sufrimiento y paciencia en las dificultades del trabajo apostólico, lucha contra falsas doctrinas y falsos profetas (ej.: contra Nicolás: Hch 6, 5 y contra Alejandro: 2 Tim 4,14). Constancia, perseverancia en la doctrina y aborrecimiento a los nicolaítas (gnósticos tibios que querían conjugar el cristianismo con las prácticas mundanas).

Reproches: Han perdido el amor del principio. El amor a Cristo y al prójimo. Formalismo y doctrina pero sin amor. El enfriamiento del amor es el tema escatológico por antonomasia (Mt 24,12; Jr 2,2; Jn 35)

Advertencias: Acuérdate=reconoce tu caída y Conviértete, Arrepiéntete=vuelve al amor primero, sino removeré tu candelabro=la luz del Espíritu Santo se irá a otras regiones, a otras personas. Sin amor no puede existir la Iglesia. Donde no hay amor, no puede estar Dios.

Promesas: Al vencedor=quien conjuga el amor y la doctrina, misericordia y justicia, verdad y mentira, quien ama a las personas falsas y aborrece sus malas obras, quien corrige sin apagar el espíritu, quien sabe estar con Dios y con los hombres, vivir y morir como Cristo, por Dios y por los demás, le daré a comer del árbol de la vida= inmortalidad, vida plena, banquete eterno. Quien busca comer del árbol de la vida, busca el amor hasta el extremo (la cruz) y degusta ya los frutos del Paraíso.

Exhortación: Nos exhorta a la conversión, a salir de nuestro letargo, a vivir el primer anuncio, a revigorizar nuestra fe, a volver al primer amor y a poner la mirada sólo en Dios. A levantar el velo de la propaganda imperial para mostrar el rostro diabólico que hay detrás, es decir, combatir la mentira. Y finalmente, a escuchar al Espíritu Santo para no vaciar a la Iglesia de su fuerza, de su alma, de su contenido, y convertirla en una organización mundana como otra cualquiera (sin caridad).

Esmirna

Capítulo 2, 8-11

Esmirna es una Iglesia que da gran testimonio de Cristo, tiene una fe heroica por la que sufre calumnias y persecución bajo la opresión de diez Césares diabólicos. 
Se había convertido en una ciudad muy rica y próspera que no tenía nada que envidiar a Éfeso o a Pérgamo. Contaba con una gran comunidad judía (ya antes de Cristo), que tenía una gran hostilidad hacia los cristianos (su obispo Policarpo fue asesinado en el año 167 d.C.), quienes presentaban denuncias falsas contra los cristianos ante los magistrados y las autoridades romanas. 

Mientra
s que el peligro de Éfeso era la pérdida del amor, en Esmirna, el peligro era la cesión ante la persecución, la tribulación y la intimidación judía. 

Cristo se dirige a esta Iglesia pa
ra reforzar su esperanza, presentándose como el que ha sufrido (como ellos) y hasta la muerte, para mostrarnos que los sufrimientos no son en vano

El sufrimiento cristiano no es masoquismo: Si tenemos que sufrir, que sea con un sentido, y que se lo ofrezcamos al Señor. Ofreciendo nuestro sufrimiento, estamos contribuyendo a la realización del Reino de Dios.

El Señor vuelve a d
ecirnos “no tengas miedo”. Cristo, porque lo ha padecido, sabe que un sufrimiento prolongado puede debilitar la fe y la perseverancia.

Por eso dice que las pruebas son temporales (diez días, referencia de Daniel 1,12-15) y siempre las que podemos soportar, en la certeza de éstas no pueden llegar nunca a obstaculizar la acción de la Gracia ni, por supuesto, vencer. El “Imperio” tiene los “días contados”.

“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos será el Reino de los Cielos”. La “pobreza” se refiere a aquella de aquel que sabe que todo lo puede en Cristo y que nada puede sin Cristo. Esa es nuestra riqueza: la confianza en Dios.

La preocupación de San Juan es continuar con la exhortación anterior: amar, y amar hasta la muerte: “Nadie tiene amor más grande que el que entrega la vida pos sus amigos. Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros" (Juan 15, 13 y 17).

Todos vamos a sufrir la muerte primera, la del cuerpo, pero si somos fieles hasta ella, no temeremos a la muerte segunda, la del alma, es decir, la condenación. Esto lo promete el mismísimo Jesucristo, es decir, nos asegura la salvación.


El vencedor es quien elige morir por amor

E
structura de la carta

Significado: Esmirna=Mirra (sustancia aromática usada para embalsamar a los muertos), y también irrigación=Se refiere a todos nosotros, y en especial, a la época de los mártires (siglos I al III d.C.), en la cual mueren los cristianos y su sangre sirve de irrigación a la semilla del Evangelio, que se esparce por toda la tierra.

Títulos del Señor: El Primero y el Último= Habla de nuevo el Resucitado, quien gobierna a la Iglesia. Jesús fue el modelo de la creación del hombre y que El será el que tenga la Victoria final sobre la historia. Él es el Señor de la historia. El que estuvo muerto y ha vuelto a la vida=Jesús fue el primero en ser resucitado entre los muertos, y que así como El venció a la muerte, la vencerán los que le siguen.

Alabanzas: Conozco tu tribulación (persecución y tentación) y tu pobreza (aunque eres rico) y las calumnias=sufre por causa de Cristo, aunque hay gracias derramadas (riquezas) en la Iglesia. Fidelidad en las pruebas (Policarpo, obispo de Esmirna y discípulo de Juan fue mártir).

Reproches: La traición de algunos cristianos y la calumnia a sus hermanos.

Advertencias: El Diablo se ensañará contra vosotros, serán 10 días de prueba=10 persecuciones principales. El diez también significa que se va a terminar pronto, un periodo de prueba, tiempo breve y con término (Dn 1,12.14).


Promesas: Permanece fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida=la corona del martirio es suficiente para ganar la vida eterna. El vencedor no sufrirá la muerte segunda=Certeza de ganar el cielo frente al infierno. Salvación frente a condenación.

Exhortación: ¡No tengas miedo! Nos exhorta a mantenernos fieles y perseverantes en la prueba hasta el final, en la confianza de que Cristo está con nosotros y no va a permitir que el mal triunfe. Nos invita a seguir escuchando siempre al Espíritu Santo.

Pérgamo

Capítulo 2, 12-17

Pérgamo fue la primera ciudad de Asia Menor en recibir el título de ciudad imperial y la primera en la que se empezó a adorar al emperador como señor y dios. La Iglesia se fusiona con el estado y penetra en ella la gran apostasía, al asumir el espíritu del Imperio.

La Iglesia compromete su posición para ganar poder y favor. Se adapta al paganismo y a la inmoralidad del mundo.

F
rente a la Palabra de Dios el hombre es interpelado, tiene necesariamente que tomar una postura, revelando y manifestando lo que de verdad alberga su corazón. 
Resultado de imagen de herejias
La Palabra es la que nos enseña y nos santifica, la que echa raíces en nuestros corazones, la que hace que manifestemos nuestra fe en una dirección o en otra.

El combate espiritual consiste en dejarse herir por la espada afilada de la Palabra que nos penetra hasta el alma. Cuando un cristiano toma una postura únicamente motivada por la Palabra, su firmeza obliga a Satanás a salir al descubierto y a desenmascarar sus engaños.

El trono de Satanás se refiere a que en Pérgamo se erigió el primer templo dedicado al divino Augusto: el hombre colocándose en el trono de Dios.

Lo que mata
al cristiano es el debilitamiento de la fe, no la muerte física. La Iglesia de Pérgamo se enfrentaba a dos enemigos: uno exterior (imperio romano) por el que muchos acabaron participando en los sacrificios del templo, en las orgías sagradas, que frecuentan los teatros, termas romanas y gimnasios; y uno interior (nicolaítas), quienes, desde dentro, envenenaban y debilitan a la Iglesia con su relativismo, su relajación moral y su acercamiento a las costumbres mundanas paganas y hacían “perder el doble filo” a la Palabra. Hoy, veinte siglos después, ocurre lo mismo.

L
a piedra blanca hace referencia al modo de votar un litigio que tenían en el mundo greco-romano: se colocaban dos piedrecitas en un saquito, la blanca para la absolución y la negra para la condena.

El nombre nuevo hace referencia al Bautismo por el que nos convertimos en hijos de Dios. Dios nos llama a cada uno por nuestro nombre (Is 43,1; Jn 10,3), que es sagrado y que representa nuestra dignidad. Un nombre único que recibimos para la eternidad.

El cristiano auténtico recibe el perdón (la piedra blanca) y la conversión (el nombre nuevo) en la Eucaristía (el maná escondido).

El vencedor es quien se nutre de la Eucaristía

E
structura de la carta

Significado: Pérgamo=Elevación, pergamino. Se refiere a todos nosotros y, en especial, a la época de la iluminación de la Iglesia, en la que los escritos de los padres y doctores de la Iglesia combatieron las herejías (Siglos IV al XIV d. C.).

Títulos del Señor: El que tiene la espada de doble filo=la Palabra para penetrar las mentes y los corazones, y combatir el mal, la mentira y el pecado allí anidado.

Alabanzas: Habitas donde está el trono de Satanás=idolatría y costumbres paganas, no has renegado de mi fe (en la época de los mártires)=fidelidad y perseverancia (Antipas=1º mártir cristiano de Asia), te aferras a mi nombre=defensa de los dogmas.

Reproches: Toleras a los de Balaán=se han dejado seducir por falsas costumbres del mundo pagano greco-romano (Nm 31,16). Soportas a los nicolaítas=se han dejado influenciar por doctrinas gnósticas. Han vaciado de contenido la Palabra de Dios.

Advertencias: Combatiré contra ellos con la espada de mi boca= el mismo Jesucristo viene a proclamar Su verdad, a predicar el Evangelio en la Eucaristía.

Promesas: Al vencedor le daré maná escondido=el buen cristiano es quien se nutre de la Eucaristía, y una piedrecita blanca con un nombre nuevo=nuevas conquistas evangelizadoras y nuevas naciones cristianas. Un nombre nuevo (Is 62,2-3).

Exhortación: Llamada a la conversión y al mantenimiento firme de la fe en contra de las falsas doctrinas y costumbres paganas. Purificar la doctrina con la Palabra de Dios.

Tiatira

Capítulo 2, 18-29

Tia
tira es una Iglesia que crece en la fe pero sus obras quedan oscurecidas. No era perseguida como Esmirna o Pérgamo ni indiferente como Éfeso. Es alabada por sus obras de caridad y perseverancia pero está falseada porque tiene una profetisa, personificada en la figura de Jezabel, la mujer egipcia del rey Ajab que indujo a Israel a la idolatría (como le ocurrió al rey Salomón) y que significa una corrupción interna.

Es una Iglesia que hace muchas cosas buenas, pero que no tiene discernimiento, que no sabe distinguir entre el bien y el mal. Por eso, Cristo se presenta con ojos como llama de fuego, ojos que escrutan las tinieblas del corazón y que, al mismo tiempo, purifican y con sus pies como bronce bruñido, se mantiene firme.

Jesucristo nos da un tiempo para la conversión para que todos los hombres nos salvemos y lleguemos al conocimiento de la verdad. Nuestro Señor quiere que utilicemos bien nuestra libertad, acogiéndole a Él...pero no queremos convertirnos. 

A diferencia de la frivolidad de los nicolaítas, los de Tiatira se consideran cristianos a tiempo parcial, pero en el fondo son idólatras y adúlteros (doble moral), y su característica principal es la corrupción de la fe. Es la Jezabel dentro de la Iglesia.

Tiatira se enfrenta a uno
 de los mayores daños en una comunidad de fe: la división. Cristo da la única solución para aquellos que no quieren convertirse: la excomunión. No puede permitirse que dentro de la Iglesia se queden personas que enseñen lo contrario de la enseñanza de Su mensaje. No es posible una fe progresista. De aquí la excomunión de Lutero y el nacimiento del protestantismo.

Cristo vuelve a insistir a sus discípulos a mantenerse firmes y perseverantes en la fe, y a desenmascarar las obras malignas del Imperio. Nos exhorta a que, como Él, con la mirada sabe penetrar no en las profundidades de Satanás sino en las de los corazones, no juzguemos y actuemos adecuadamente.

El vencedor es quien sabe distinguir el bien del mal

Quien sabe gobernarse a sí mismo, sabrá gobernar a los demás. Al vencedor le dará la estrella de la mañana, es decir, a sí mismo, es decir, a su Iglesia, es decir, a su Madre la Virgen María. 

La Virgen María anuncia la llegada del Sol, pone en fuga a las bestias infernales, disipa los errores fatuos del paganismo y nos estimula a discernir. Ella es "refugio de los pecadores", "consuelo de los afligidos" y "auxilio de los cristianos".

El discernimiento es vital para nosotros, su Iglesia. Sólo a la luz de María Santísima somos capaces de distinguir el bien del mal. Sólo imitando su ejemplo perfecto de meditar todo en el corazón, seremos capaces de ver con los ojos de María, que son los ojos de Jesucristo.

Estructura de la carta

Significado: Tiatira=Aromas, hostia viviente, iluminada. Se refiere a todos nosotros y, en especial, a la época de las órdenes monásticas y contemplativas, cosecha abundante de santos que sube como aroma agradable al cielo.

Títulos del Señor: El Hijo de Dios, ojos como llama de fuego=Jesucristo es reconocido por su celo ardiente por su Iglesia y por su poder purificador. Nada resiste su mirada. Pies como bronce bruñido=la firmeza y brillo de la Iglesia en esta época.

Alabanzas: Amor, fe, servicio, perseverancia, crecimiento espiritual, numerosos trabajos de evangelización en América, África y Asia.

Reproches: Doble moral. Mundanización, permisividad (mirar a otro lado), impureza de las costumbres, inmoralidades, simonía (compra o venta de lo espiritual por medio de bienes materiales), molicie o acedia (comodidad moral, tibieza, relativismo), ambiciones, prostitución y corrupción de la fe, inicio de la Apostasía.

Advertencias: Voy a postrarla en la cama=permitirá enfermedades, plagas. Pasarán una gran tribulación=pasarán una prueba terrible: divisiones en la Iglesia, protestantismo, invasiones islámicas. A sus hijos, los heriré de muerte=los excomulgará, los separará de su Iglesia. Las profundidades de Satanás=gnosticismos (Nueva Era=Jezabel) que tratan de equilibrar el bien y el mal, como partes intrínsecas del ser humano y que no se pueden remediar (relativismo).

Promesas: Promesa del Salmo 2: la participación en la victoria de Cristo. Al vencedor le daré autoridad y poder sobre las naciones=países como España, Portugal, Francia que no se entregaron al protestantismo, les fue dado poder para extender la evangelización a nuevas tierras , y las pastoreará con cetro de hierro=sabiendo gobernarse a sí mismo, gobernará a los demás.  Les daré la estrella de la mañana=les daré la protección de Cristo (y de la la Virgen María) (Nm 24,17; 2 P 1,19; Ap 22,16). 

Exhortaciones: A mantenerse firmes, fieles y perseverantes. Desenmascarar al Imperio y sus obras del mal y expulsarlas. A tener discernimiento para no dar “palos de ciego”.

Sardes 

Capítulo 3, 1-6

Sardes es un Iglesia que se complace a sí misma, que se celebra así misma. Ha dejado de mirar a Dios para contemplarse a sí misma

Está muerta, carente de vida y sin lucha interna. A pesar de la numerosa comunidad judía de Sardes, no son sus enemigos. No hay falsos maestros ni "Jezabeles" ni tampoco "nicolaítas".

¡No hay nada! Es una Iglesia muerta. Sin vida espiritual. Podríamos decir que sus miembros son "zombies espirituales".


Para Sardes no hay alabanzas. Ya se alaba ella mismaNo es reprendida por motivos doctrinales, ni por idolatría, ni por falsos profetas, ni por obras condenatorias, sino porque pretenden recibir los dones del Espíritu de ellos mismos, no de Dios. Una Iglesia llena de carismas que se ensimisma, que acomoda la fe a su imagen, no a la de Cristo.
Cristo no encuentra perfectas sus obras delante de Dios, aunque puedan serlo a los ojos del mundo. En cierto modo, la considera más una ONG que su Iglesia. No hacen malas obras. Son buenas obras, pero no son perfectas a los ojos de Dios, porque no conducen ni llevan almas al Señor.

Lo q
ue hace que la Iglesia esté viva no son sólo los carismas, ni los movimientos; no son los dones de lenguas, de profecía o de sanación, ni es evangelizar…Lo que hace a la Iglesia viva es el amor. Lo que hace viva a la Iglesia es contemplar a Cristo en todo momento, que está en medio de los candelabros. sin embargo, Sardes vive de las apariencias (2 T 3,5; Stg 2,17). No es una verdadera comunidad cristiana. La vida espiritual y trascendente ha muerto.

Cuidado: cuando apartamos la mirada de
 Dios y nos miramos a nosotros mismos, desaparece la gracia y entra el pecado (el primero, el orgullo, por el que entran todos los demás). Es lo que le ocurrió a Satanás: “Se contempló por un instante y cayó”.

Sardes ha dejado de lado la Palabra de Dios, por lo que la predicación que hace es vana y fútil, una predicación de sí misma. No sigue el ejemplo de la Virgen María de leer, escuchar y guardar la Palabra. No persevera.

Es el signo más manifiesto
de la muerte espiritual: cuando el hombre deja de lado la Palabra de Dios y tan sólo “cumple” normas.  Es una Iglesia de “cumplimiento”,  que “cumple” y “miente”.

El vencedor es quien guarda la Palabra en su corazón y la mantiene viva

Sólo un pequeño “resto” mantiene viva a la Iglesia, rezando e intercediendo por los demás, como es el caso de las órdenes contemplativas y de los cristianos fieles. Guarda la Palabra en su corazón y la mantiene viva, como la Virgen María, y no permite que sea sofocada por las tentaciones y las preocupaciones de este mundo.

No
es el que se sabe la Palabra de memoria ni el intelectual, no es el gran teólogo o el exégeta sino el que vive y se alimenta de Ella. El cristiano auténtico es el que acomoda su vida a la Palabra y no la Palabra a su vida. Y así, coopera con Jesucristo en la redención del mundo.

Estructura de la carta 

Significado: Sardes=Principio de belleza. Se refiere a todos nosotros y, en especial, a la época de pruebas, purgación, purificación y consolidación de la Iglesia.

Títulos del Señor: El que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas=toda la plenitud del Espíritu Santo, los siete dones del Espíritu.

Reproches: tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto... no he encontrado tus obras perfectas delante de mi Dios=no hay gracia en sus actos, todas sus obras carecen del sentido divino, el creerse vivo cuando se está muerto, la parte de la Iglesia que se conforma con hacer cosas sin la unción del Espíritu Santo, contemplándose a sí misma, ensimismándose.

Advertencias: Sé vigilante y reanima lo que te queda, reteniendo lo que hay bueno en ti=Orar y formarse en la fe, vigilar (Mc 13,33-37; Mt 24, 42-44), recuerda lo que has aprendido=sólo la escucha de la Palabra puede revivir una fe muerta, sólo Cristo puede resucitarnos, convertirnos, Si no vigilas, vendré como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti=al perder la gracia no tendremos discernimiento, no conoceremos a Cristo cuando venga y le confundiremos con un extraño, con un ladrón, tienes en Sardes unas cuantas personas que no han manchado sus vestiduras=el “resto que vuelve” y que actúa de fermento de la Palabra de Dios, viviendo de Ella (Qo 9,8).

Promesas: Caminarán conmigo vestidos de blancose mantendrán firmes y santos junto a Cristo (Ap 6,11; 7, 9.13; 19,14), confesaré su nombre delante de mi Padre y sus ángeles=reconocidos por su semejanza a Dios (con la que fuimos creados y que perdimos).

Exhortaciones: Nos invita a reavivar la fe, al despertar de la Iglesia, a la escucha y la predicación de la Palabra, a la purificación de la Iglesia en la vivencia de la fe y del amor, a contrarrestar la gran Apostasía, con los ejemplos de santidad de muchos, que rezan e interceden por los demás.

Filadelfia

Capítulo 3, 7-13

Filade
lfia era una pequeña ciudad fronteriza de la región de Lidia y cercana a Sardes, fundada en el siglo II a.C. por Atalo II Filadelfio, rey de Pérgamo.
Cristo, el Santo y Verdadero (Is 6,3), se presenta a la Iglesia de Filadelfia con una imagen tomada de Isaías 20, 20-33. Y son estas dos cualidades las que el Señor nos pide: santo, el que está separado del mundo aunque viva en el mundo, y verdadero, el que somete todo a la Verdad, sin tolerar cualquier indicio de falsedad en el seno de la Iglesia. 

Filadelfia se ha mantenido fiel a la verdad de la Palabra, ha perseverado en el amor y ha expulsado a la Jezabel gnóstica. Por tanto, no hay división ni confusión.

Los expulsados tienen la puerta abierta para volver, pero para volver convertidos, no para crear confusión y división.

El vencedor es quien persevera en el amor

Estructura de la carta

Significado: Filadelfia=Amor y hermandad. Se refiera a todos nosotros y, en especial, a la época del florecimiento del amor y de la paz, la Nueva Jerusalén aquí en la tierra, el Reino del Espíritu Santo, el Triunfo del Inmaculado Corazón de María.

Títulos del Señor: El santo y verdadero=Cristo, el Mesías verdadero. El que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, y cierra y nadie puede abrir=Cristo tiene el poder y la autoridad (la llave de David de Is 22,22). Abre la puerta de la salvación a todos y la cierra a quienes son condenados. Entre ellos a Satanás que será encadenado por un largo tiempo.

Alabanzas: He dejado delante de ti una puerta abierta=la puerta de la salvación por la que se entra al Reino de Dios, pero también la puerta del aprisco por la que se entra en la Iglesia. No hay salvación fuera de la Iglesia, que nadie puede cerrar=la salvación está garantizada por el mismo Jesucristo. Has guardado mi palabra y no has renegado de mi nombre= Florece la santidad y la sabiduría entre la humanidad. Fidelidad en la debilidad. Es el triunfo definitivo de la Iglesia, tras la prueba. Los haré venir y postrarse a tus pies=hay conversiones y se derraman los dones espirituales, se derrotan todas las herejías. Ya no hay división ni confusión, tentar a los habitantes de la tierra=la tentación se permite para purificar a quienes han sido expulsados de la Iglesia.
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Reproches: No hay reproches porque no hay errores. 

Advertencias: Mantén lo que tienes= mantén tu lámpara encendida porque el novio viene pronto, sigue así, perseverando en el amor, para que nadie se lleve tu corona=para que no nos quedemos fuera de las puertas de la salvación. La corona es una corona nupcial de la novia (nosotros) que está preparada para la boda con el Esposo (Cristo). La Iglesia se desposa con el Cordero.

Promesas: Al vencedor le haré columna en el templo de mi Dios= los que perseveren serán ejemplo en la Iglesia, y nunca más saldrá fuera= los que salieron fuera y se convirtieron, no saldrán más porque perseverarán hasta el fin, serán santos e irán al cielo.

Exhortaciones: A mantener la fe y perseverar en el amor. A ser santos, mantenerse firmes en un mundo pagano y verdaderos, a luchar contra la mentira en una sociedad de falsedad.

Laodicea

Capítulo 3, 14-22

Laodicea era una ciudad caracterizada por su industria textil y por su escuela de medicina. La carta dirigida a ella recapitula todas las d
emás. Es una Iglesia saciada y sin Dios.

Su característica es la tibieza. El tibio está espiritualmente adormecido. No busca, se siente satisfecho de sí mismo, cree que ya lo tiene todo, se basta a sí mismo. No necesita la conversión ni busca la salvación.
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La tibieza es el pecado contra el Espíritu Santo. El tibio se cree justo y piensa que no necesita a Dios. Le bastan sus fuerzas. Además, se cree que obra bien y cumple con su deber (fe de cumplimiento). Sin embargo, está ciego, pobre y desnudo.

La Iglesia de Laodicea no glorifica a Dios, sino a sí misma. Cristo la define como  ciega, porque no ve lo verdaderamente importante, no ve a Dios, y  pobre, porque no sabe distinguir el bien del mal, le falta discernimiento, está deslumbrada por lo material y no por lo espiritual, y desnuda, porque no está revestida de los méritos de Cristo, ni de las vestiduras blancas de la santidad. Como Adán y Eva está desnuda porque ha pecado.

El vencedor es quien entra en el misterio de la Trinidad y es divinizado

En esto consiste la vida eterna, en entrar a formar parte del cuerpo místico de Cristo y compartir ese trono con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo para siempre.

Estructura de la carta

Significado: Laodicea=enlodada. Simboliza al pueblo juzgado o enjuiciado por haberse separado de Dios. Se refiere a todos nosotros y, en especial, a la época de la prueba final de la Iglesia, al ser Satanás desencadenado de nuevo por un breve periodo de tiempo. Es la época de la parusía o juicio final.

Títulos del Señor: El Amén=Así es, es verdad, es el sí del Padre a los hombres y el sí de los hombres al Padre (Isaías 65), es la adhesión completa, el verdadero hombre, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios=el cumplimiento de todo, en Cristo se cumple el Amén del Padre.

Alabanzas: Riquezas espirituales acumuladas.

Reproches: Creer que no necesitan nada de Dios, la ceguera y la tibieza espiritual, el relativismo, el apego a lo material.

Advertencias: No seas tibio o te vomitaré de mi boca=pecado contra el Espíritu porque no quiere necesitar a Dios. Compra oro acrisolado al fuego=buscar a Cristo porque sólo Su amor incandescente, purificado en el fuego de la Cruz, puede derretir la tibieza, es decir, pedir a Jesús en oración (1 P 1,7). Vístete con ropa blanca=revestirse de Cristo, entrar en la vida eucarística y sacramental. Colirio para tu ceguera=buscar los dones del Espíritu Santo para ver con los ojos de Cristo, ver la luz de Dios. Necesita conocer (ver) cómo vive. No se trata de hacer sino de ser.

Promesas: Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo=porque Dios nos ama, quiere lo mejor para nosotros (a Él mismo) y por eso nos corrige (Pr 3,12). El amor no es indiferente y desea la conversión de todos. Quien ama, corrige; Quien no ama, muestra indiferencia. Si no corregimos a nuestro hermano, cargamos con su pecado porque no le amamos. Estoy a la puerta y llamo. Si me abres, entraré a cenar contigo=Jesús espera nuestra conversión y nos ofrece la Eucaristía. Al vencedor le dejaré sentar conmigo en mi trono, como yo me he sentado en el trono de mi Padre=la resurrección, el cielo, la vida eterna. Este trono de Dios es accesible a todos.

Exhortaciones: Al arrepentimiento, a la conversión y al celo por lo divino.

Cristo, en sus cartas a la Iglesia, nos da el manual de la victoria del cristiano. El vencedor de la lucha espiritual es el cristiano que:

-ama y quien se mantiene fiel hasta el final
-elige morir por amor
-se nutre de la Eucaristía
-distingue el bien del mal
-guarda la Palabra y la hace viva
-persevera en el amor
-entra en el misterio de la Trinidad y es divinizado


Bibliografía:

-"Para leer el Apocalipsis" (Jean-Pierre Prévost, Editorial Verbo Divino, 1991).
- "La Cena del Cordero" (Scott Hahnn, Editorial Patmos, 2001).
- "Las siete cartas del Apocalipsis" (Beatriz Ozores, entrevista en "Marcando el Norte").
- "Las siete cartas" (Sonia Ortega, www.inmaryshands.com)