"Que el Dios de la esperanza llene de alegría y paz vuestra fe,
y que la fuerza del Espíritu Santo os colme de esperanza."
(Romanos 15, 13)
¡Cuánta fe hay en el sur! ¡Cuánto amor a Dios! ¡Cuánto fervor por la Virgen! ¡Cuánto sentimiento profundo de las tradiciones y de los valores identitarios cristianos! Este fin de semana lo he vivido en primera persona en el santuario de Santa María de Regla (Chipiona).
Durante mucho tiempo he tenido ciertos prejuicios de esa religiosidad sureña y que siempre me había parecido una manifestación populista, folklórica y poco profunda. Nada más lejos de la realidad. ¡Es auténtica! ¡Es genuina!
El pasado viernes partí hacia Jerez un tanto sorprendido de que el Señor suscitara en mis queridos hermanos Antonio y José, una sincera, a la vez que inmerecida, invitación para servir con ellos en el VIII retiro de Emaús hombres Jerez, de la parroquia San Juan Bautista de la Salle.
Hoy, regreso a Madrid con el corazón henchido de amor, felicidad y gozo "que no me cabe", tras un nuevo encuentro con el Resucitado, quien a través de un grupo de andaluces alegres y fieles, se ha hecho el encontradizo con todos nosotros y nos ha incendiado el alma.
El Señor siempre nos sorprende y lo hace todo nuevo. ¡Este fin de semana Cristo ha vuelto a estar grande con nosotros! ¡Cuánta Gracia y cuánto amor divino derramado!
Cuántos "ratitos" frente al Santísimo, llenos de emociones, risas y lágrimas de gozo... cuántos "cara a cara" con el Señor, dejándonos "tocar" por su Gracia...cuántas "punteras blancas" frente al altar...cuánto arte en las canciones ofrecidas con sentimiento al Señor... cuánta fraternidad y cuántos "te queremos"...
Por las venas de estos jerezanos, herederos de valientes navegantes y con gran tradición vinícola, corre un gran sentido patriótico (por desgracia, casi ausente en el resto de España) que, unido a una gracia natural (no exenta de ruido y algarabía) y una música única (el flamenco de los grandes maestros), nos han traspasado el corazón con una entrega total, una alegría desbordada, un amor verdadero y una fe firme.
Por las venas de estos jerezanos, herederos de valientes navegantes y con gran tradición vinícola, corre un gran sentido patriótico (por desgracia, casi ausente en el resto de España) que, unido a una gracia natural (no exenta de ruido y algarabía) y una música única (el flamenco de los grandes maestros), nos han traspasado el corazón con una entrega total, una alegría desbordada, un amor verdadero y una fe firme.
Algunos veníamos de distintas partes de España, de Galicia, de Cataluña, de Madrid, de Córdoba, de Sevilla...pero este fin de semana, todos nos hemos transformado en jerezanos.
En verdad, nos llevamos un recuerdo eterno, un alma alegre y un corazón ardiente. Y vuestro amor para siempre con nosotros.
"Hasta la locura... nos han hecho amar al Señor.
En verdad, nos llevamos un recuerdo eterno, un alma alegre y un corazón ardiente. Y vuestro amor para siempre con nosotros.
¡Gracias, queridos hermanos del sur!
¡Gloria a Dios!
JHR
"Hasta la locura... nos han hecho amar al Señor.
Ya no quedan dudas en nuestros corazones...
de que les amamos...
de que te amamos Señor... "
"Todo es de su Cristo,
por Él y para Él. ..
a Él sea la gloria por siempre.
Amen."
"Volvemos con un nuevo corazón...
un corazón para alabar y servir a Dios...
limpio como el cristal,
dulce como la miel,
fiel como el andaluz..."
"Al sur yo quiero volver...
A cantarle a la Virgen con fe...
con un oleeeeee... olé, olé..."
Un retiro lleno de ángeles, ángeles volando por ese lugar maravilloso lamado Chipiona, ángeles vestidos de azul y blanco que nos han cogido en volandas hasta llevarnos a Dios, ángeles que han estado rezado por nosotros para coger nuestras oraciones y llevarlas al cielo, ángeles que nos han enseñado a abrir nuestros corazones para ponerlos sobre el altar.
ResponderEliminarNo se si Chipiona subió o si el cielo bajó, solo se que Dios estuvo allí, con nosotros, valiéndose de sus ángeles que revoloteaban a nuestro alrededor subiendo y bajando para mostrarnos el cielo.
Cuando los angeles pasan la iglesia se alegra, cantamos, reímos, lloramos y el mal se disipa, combatimos nuestros infiernos.
Sentimos la brisa que anunciaba que era nuestra hora agarrados de nuestros hermanos, nuestros angeles de emaus de los que Dios se ha valido para acercarnos a El.
Alberto no se si Chipiona subió a si el cielo bajo solo se q dios ha estado allí, y solo le pido que siga valiéndose de sus ángeles para seguir mostrándonos el cielo.
Los Angeles vienen a Chipiona a estar con El Padre, que sólo hace llenarnos el corazón de Fe, Esperanza y Amor. EL SEÑOR HA RESUCITADO!!! EN VERDAD HA RESUCITADO. BENDITO POR SIEMPRE SEÑOR!!!
ResponderEliminarAlberto, Hermano Querido, vas a tener que engordar o crecer para que te quepa el corazón en el cuerpo¡¡¡¡ JHR- EVHR
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