¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.

martes, 23 de junio de 2020

EL COMBATE ESPIRITUAL: PECADOS VS. VIRTUDES

"No mancha al hombre lo que entra por la boca, 
sino lo que sale de la boca, 
eso es lo que mancha al hombre. 
Lo que sale de la boca brota del corazón; 
y esto es lo que hace impuro al hombre, 
porque del corazón salen pensamientos perversos, homicidios, 
adulterios, fornicaciones, robos, difamaciones, blasfemias. 
Estas cosas son las que hacen impuro al hombre." 
(Mateo 15,11 y 18-20)

El Enemigo, Satanás, sabedor de mi fragilidad, debilidad y falibilidad humanas, se vale de muchas tretas para minar mi moral y generar el mal en mi corazón. El mal es un fuerza que se desarrolla en el exterior pero que se origina siempre en mi interior.

En el campo de batalla del pensamiento, una de sus perversas estrategias consiste en infectar mi mente con oscuras ideas e infames pensamientos que turban y debilitan mi conciencia

Estas ideas o pensamientos generan en mí, estados de ánimo que me hacen perder la esperanza, el amor y la fe en Dios, que exteriorizo en forma de excusas y que me conducen a la tibieza, esa que tanto repugna a Dios (Apocalipsis 3,16). 
La tibieza, disfrazada de excusas, es una clara derrota en el ámbito de mi batalla interna y espiritual contra el Imperio

Amparada en mis esperanzas y temores, en mis caprichos y apegos, en mis egos, me conduce hacia lo relativo y lo indeterminado, hacia lo ambiguo y lo confuso, hacia las sombras y las tenebrosas noches oscuras, que me hacen dudar de Dios y tambalearme en mi fe.

En el campo de batalla de la voluntadSatanás se vale, además, de objetos y cosas visibles, las tentaciones, para potenciar estos pensamientos y hacer surgir así las pasiones desordenadas. 

Logismoi vs Logoi

Los Padres del Desierto consideran estos pensamientos reiterativos, persistentes y obsesivos sugeridos por el mismo Satanás y el origen de la caída del espíritu y de la traición a nuestra naturaleza primigenia creada por Dios. Los denominan "pensamientos malvados y erróneos" o "logismoi" (en griego, pasión malvada).
Todos estos deseos, impulsos, pasiones, vicios son, sin duda, mis propios demonios interiores, que tienen su campo de batalla en mi propia humanidad pero que no proceden de mi naturaleza original a imagen y semejanza de Dios, aunque sí deforman la realidad de mi voluntad y me producen inquietud, ansiedad, duda y confusión.

Para los Padres de la Iglesia, existen 7 tipos de logismoi que dividieron en dos categorías:

-Tres vicios concupiscentes hacia el deseo de posesión:

  • gastrimargíaΓαστριμαργία (glotonería, gula, ebriedad)
  • porneíaΠορνεία  (lujuria)
  • filargyríaΦιλαργυρία (avaricia, amor al dinero)

-Cuatro carencias, privaciones o frustraciones:
  • acedíaἈκηδία (depresión, desesperanza, pereza) 
  • lypeΛύπη (tristeza)
  • orgéὈργή (cólera, ira, crueldad, violencia)
  • hyperefaníaὙπερηφανία(vanagloria, orgullo, soberbia). 

Para combatir estos logismoi (pensamientos incorrectos) y convertirlos en logoi (pensamientos correctos), nos enseñan una metodología que consiste en la confrontación de los primeros con los segundos, que podemos encontrar en la Sagrada Escritura. 

"Casualmente", los logismoi coinciden con los pecados capitales, y los logoi, con las virtudes cristianas.
San Bernardo considera que todos los logismoi tienen su origen en la avaricia (amor al dinero), la ambición (orgullo, soberbia) y la curiositas (superficialidad, dispersión), tres ideas erróneas que todos tenemos y que debemos combatir: Yo no valgo, yo no puedo o yo no sé

Estas excusas expresan el mal que se oculta detrás de la avaricia (yo no valgo y busco valer mediante el tener cosas), detrás de la ambición (yo no puedo y busco dominar todo) y de la curiositas (yo no sé y busco información fuera de mí constantemente).

Mediocridad vs Santidad

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, actualiza esta enseñanza metodológica de los Padres de la Iglesia, enumerando 14 logismoi o frases comunes de hoy, que  llama "muletillas de la mediocridad", y que contrapone con "palabras de santidad" o "palabras de vida eterna", es decir, enseñanzas de la Biblia y del pensamiento cristiano que nos ayudan a luchar contra éstas y a vencerlas: https://www.youtube.com/watch?v=wecMJgYVduo

Yo tengo algunas similares y que escucho a menudo:

1. "No hay que ser tan radical"
Para muchos "radical" es algo peyorativo. Según el diccionario, "radical" significa "de la raíz o relacionado con ella y afecta completamente. La raíz de un cristiano es Cristo. Él es la vid y nosotros los sarmientos. Si no estamos unidos a ella, no damos fruto,  nada podemos. Todo cristiano o es radical o no es cristiano.

Es, sin duda, una excusa que señala una falsa prudencia y que oculta una peligrosa acediaProvoca que muchos ejerzan una fe de "mínimos". Son como los malos estudiantes que, apelando a la ley del mínimo esfuerzo, tan solo aspiran al aprobado, y que llegada la hora, suspenden. No buscan la santidad, que es un mandato directo de Cristo. Se conforman con la mediocridad. 

La respuesta cristiana es: "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto" (Mateo 5,48)

2. "Dios es misericordioso y todo lo perdona"
Este pretexto nace de un profundo desconocimiento de Dios y denota un relativismo extremo. Algunos dicen que no importa lo que hagamos porque, al final, Dios nos perdonará todo. Olvidan que Dios es, en efecto amor, pero su misericordia es inseparable de su rectitud y de su justicia. Si fuera como dicen, ¿qué sentido tienen entonces sus mandamientos? Eso no es misericordia, es "misericorditis".

La respuesta cristiana es: "Al justo le alegra la justicia; en cambio, al culpable le aterroriza" (Proverbios 21,15)

3. "Basta con ser buena persona"
Una excusa poco cristiana, porque nuestra vida no consiste en solo ser buenos y evitar las cosas malas, sino en discernir cuál es la voluntad de Dios para cada uno de nosotros y cumplirla. 

La respuesta cristiana es: "Que sepáis discernir cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto"  (Romanos 12,2)

4. "La Biblia es un libro anticuado"
Hoy, muchos están supeditados a las modas, a lo que hace o dicta la mayoría. Lo nuevo es lo que vale, lo actual es lo que interesa. 

Para algunos, la Biblia es un libro escrito hace dos mil años sin ningún valor para la sociedad actual. Incluso, la tildan de machista y homófoba. El problema es que ninguno de ellos la ha leído. Ninguno escucha a Dios.

La respuesta cristiana es: "Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo" (Salmo 119,89)

5. "No puedo"
Una frase llena de ironía que protagonizó "Chiquito de la Calzada". Fuera de bromas, es la excusa de la perezaCierto es que nuestra capacidad humana es limitada, pero muchas veces, cuando decimos "no puedo", en realidad queremos decir "no quiero"
El diablo hace todo lo posible para hacernos confundir el "no puedo" y el "no quiero". Nos convence de que no podemos, de que no somos nada y cuando nos lo creemos, nos "deja tirados".

La respuesta cristiana es: "Todo lo puedo en Aquél que me conforta"  (Filipenses 4,13)

6. "Yo no valgo"
Es una variante de la anterior que se convierte en dañina soberbia porque lucha contra la humildad. Es auto-desprecio, falsa modestia, falsa sencillez. Es un acto de ateísmo, revestido de victimismo. Es separarse de Dios, no reconocer que Dios me sostiene, me llama, tiene un plan para mi. 

Dios no llama a los capacitados, capacita a los que llama, decía San Agustín. Dios no da puntadas sin hilo, Dios no se equivoca conmigo. Él siempre me asiste con su gracia. C.S.Lewis decía: "ser humilde no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti"

La respuesta cristiana es: "Te basta mi gracia: la fuerza se realiza en la debilidad" (2 Corintios 12,9)

7. "No tengo tiempo"
Es una variante de la anterior que consiste en dar largas y posponer las respuestas y decisiones. El enemigo nos cuela ese "mañana" para que no vivamos el "hoy". Y a veces, nos lleva al pasado para lo mismo. A menudo decimos "no tengo tiempo" cuando, en realidad,  queremos decir "no tengo tiempo para eso". Es la excusa del desprecio.

La respuesta cristiana es:  "Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo"  (Hebreos 3,15)

8. "A mi me parece...creo que...no todo es blanco o negro..."
Son las respuestas de la tibieza, de lo relativo, de lo subjetivo, del "todo vale". Es  dar una opinión personal con rango de inmutabilidad y valor absoluto por el mero hecho de ser "mi parecer". 
Para el tibio, no existe el bien y el mal, el cielo y el infierno, el diablo y Dios. El gris define al tibio: "todo vale". No hay verdad ni validez universal. Todo depende de lo que cada uno opine. Todas las opiniones son válidas...todas las religiones son verdad...

La respuesta cristiana es: "Porque eres tibio, ni frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca" (Apocalipsis 3,16)

9. "No hay que juzgar a los demás"
Esta excusa tiene "trampa" porque, en realidad, se escudan en esto para no corregir. Es la respuesta del buenismo.

Por supuesto que un cristiano no debe juzgar a su hermano pero sí tiene obligación de corregir, en privado, con sutileza y caridad. Quien no corrige peca de omisión. El deber de un cristiano es buscar la propia salvación y la de sus hermanos. No corregir un error de otro es no amarle.

La respuesta cristiana es: "Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo; ten, pues, celo y conviértete" (Apocalipsis 3,19)

10.  "Perdono pero no olvido"
Es el falso perdón de quien tiene un corazón endurecido, amargado y lleno de resentimiento. No podemos ser auténticos cristianos si no cumplimos lo que rezamos en el Padrenuestro: "Padreperdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden". Estaríamos mintiendo a Dios en su cara.

La respuesta cristiana es"No te digo hasta siete veces sino hasta setenta veces siete" (Mateo 18,22)

11. "Abre tu mente y déjate llevar"
 "Déjate llevar por las emociones". Es confundir lo 'intuitivo' con cualquier ocurrencia; no tener límites, con no tener principios. Es negar la capacidad de discernimiento. Chesterton decía: "Tener la mente abierta es como tener la boca abierta, seguro que  te entran moscas".  

La respuesta de un cristiano es: "Lámpara es tu Palabra, Señor, para mis pasos"  (Salmo 118)

12. "Lo que importa es lo que sientas"
Es la falsa excusa del sentimentalismo, de la fe emocional, afectiva, sensible, propia de la cultura irreflexiva, inmadura, superficial y frívola que sólo tiene deseos  y apetencias: un día me soy cristiano y al siguiente, no; un día estoy embarazada y al siguiente, no; un día me apetece y al siguiente, no.
Ser cristiano no depende de nuestro estado emocional, ni de nuestros deseos, sentimientos o apegos, aunque sean buenos. Tampoco depende de nuestras alegrías o tristezas momentáneas, de nuestros miedos o dudas. La fe cristiana es la confianza plena y el seguimiento a una Persona: Cristo. Aunque a veces, no le veamos o no le sintamos.

La respuesta cristiana es: "La fe es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve" (Hebreos 11,1)

13. "No quiero...no me apetece..."
Es una versión de la anterior: la excusa contra la fuerza de voluntad. Al menos, está excusa es sincera. Pero es un drama vivir atrapado en la negación, en el "no quiero", en el "no me apetece": "Señor, hoy no quiero seguirte, hoy no me apetece ir a misa".

La querencia y la apetencia esclavizan al hombre y le mantiene inmaduro. Sólo tiene deseos y apetencias. La falta de voluntad tiene un gran poder adictivo. Pensamos que todo depende de lo que queremos o de lo que nos apetece, hasta que nos damos de bruces con la realidad.

La respuesta cristiana es:  "Quien quiera seguirme, niéguese a sí mismo" (Mateo 16,24)

14. "Ojalá tuviera esa fe..."
Esta es la excusa que lucha contra la perseverancia. El Papa Francisco asocia santidad y paciencia. El Apocalipsis dice: "Vence el que persevera". Es la excusa del hartazgo, de la atonía, de la falta de interés, de compromiso, de paciencia.

San José María Escrivá hablaba de la mística de la 'ojalatería'... Si la cosa fuera distinta, quizás...; si estuviéramos en otro entorno, quizás... Son evasivas. El padre Mendizábal decía que "la tentación es querer cambiar de caballo, cuando lo que Dios quiere es que cambie el caballero"

La respuesta cristiana es: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra" (Lucas 1,38)

15. "Con todo lo que yo he hecho por..."
Más que una excusa, es una queja: "Con todo lo que yo he hecho y qué poco me lo han agradecido". Es una versión del rencor, de la búsqueda de reconocimiento, de aceptación, de sentirnos imprescindibles o, hasta superiores al resto. Es la queja de la vanidad y la soberbia.

Pero los cristianos no buscamos reconocimiento, aceptación o aprobación. Buscamos, reconocemos, aceptamos a Cristo y Él nos aprueba. Siempre digo que mi público es Dios: "Señor, para tu gloria hago todo". Y Él me dice: "Yo te veo".

La respuesta cristiana es: "Dios, que ve en lo escondido, te recompensará" (Mateo 6,6)

Seguro que si seguimos pensando, nos salen muchas más...pero creo que son suficientes para que "el que tenga oídos, que oiga".

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