¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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viernes, 30 de agosto de 2024

SANTIAGO EL MENOR, EL PRIMER OBISPO DE JERUSALÉN

"Había unas mujeres que miraban de lejos,
entre ellas María Magdalena, María,
madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé.
(Mc 15, 40)

Santiago (Iakōbos en griego; Ya'akov ben Halfay en hebreo), también conocido como San Jacobo o Yago, es hijo de Cleofás (Alfeo) y de María de Cleofás (Mc 10,3) y hermano del Apóstol Judas Tadeo, de Simón el Zelote y de José. Nació en Galilea y aparece en noveno lugar en todas las listas de los Doce.

Apodado "Santiago el Menor" (Mc 15, 40), probablemente porque era de baja estatura y para distinguirlo de Santiago el Mayor, el hijo de Zebedeo y hermano de Juan. Predicó en Palestina y Egipto.

Como ya hemos dicho en otros artículos, en la sociedad judía y patriarcal, el término "hermano" abarcaba un amplio número de parientes cercanos, y no necesariamente implicaba el ser "hermano de sangre", es decir, hijo de los mismos padres. 

Según algunos autores, Santiago tenía un gran parecido con Jesús, motivo por el que Judas besó a Cristo en Getsemaní para que sus perseguidores arrestaran a la persona correcta.

De carácter fuerte y ardiente, Santiago es "el hermano del Señor" (Mc 6, 3) que se entrevistó con Pablo (Gal 1, 9), el considerado "una de las columnas de la Iglesia" (Gal 2, 9); el que tomó la palabra durante el Concilio de Jerusalén (Hch 15, 13); el que quedó a cargo de la Iglesia de Jerusalén cuando se dispersaron los apóstoles por el mundo y fue su primer obispo (Hch 12,17); a quien (según San Pablo) se le apareció Jesús resucitado (1 Co 15,7); a quien Judas menciona como su hermano al inicio de su carta y el autor de la Carta de Santiago.
La Carta 'Católica' que lleva su nombre es una carta universal dirigida a las 'doce tribus de la diáspora', es decir, al nuevo pueblo de Israel, a toda la Iglesia. Es una 'Encíclica' que guarda muchas similitudes con el Sermón de la Montaña de Mt 5, en la que Santiago nos presenta un cristianismo muy concreto, didáctico y práctico. 

Nos insiste en la necesidad de vivir una fe auténtica y coherente, a no reducirla a una declaración verbal o abstracta, sino a expresarla de forma concreta y con buenas obras (Stg 2, 26), sobre todo, en el amor al prójimo y particularmente con el compromiso con los pobres.

Nos invita a perseverar en las pruebas y a aceptarlas gozosamente, a la oración para obtener de Dios el don de la sabiduría y a comprender que los verdaderos valores de la vida no están en las riquezas transitorias, sino en compartir las propias capacidades con los pobres y necesitados (Stg 1, 27).

Según el historiador Flavio Josefo, mientras predicaba en Jerusalén en el 62 d.C., fue arrojado desde el pináculo del Templo por orden del sumo sacerdote Anás II, y aunque sobrevivió, fue apedreado y, como tardaba en morir, fu rematado por un batanero que le aplastó el cráneo de un mazazo.

jueves, 29 de agosto de 2024

SIMÓN EL ZELOTE, EL "HERMANO" DE JESÚS


El apóstol Simón (del hebreo 'Shim’On', 'el que ha escuchado a Dios'), de oficio pescador, era hijo de Alfeo y de María, hermano de Judas Tadeo y de Santiago el menor (Mc 6,3). 

Según Lc 4,22 y otros textos apócrifos del s. II d.C. (Protoevangelio de Santiago, Evangelio de la infancia de Tomás, Evangelio de Pedro), los tres eran hijos biológicos (además de un cuarto, José, que no fue apóstol), concebidos de un matrimonio anterior de san José (a su vez, hermano de Cleofás), quien al enviudar y en edad avanzada (unos 80 años), tomó por esposa a la Virgen María (a su vez, cuñada de María de Cleofás). 

La Enciclopedia Católica, citando los textos contenidos en los libros apócrifos, afirma que san José tuvo seis hijos (2 mujeres: Salomé y María; y 4 hombres: Simón, Judas, Santiago y José) de un matrimonio anterior a María, quien al quedar viudo, desposó a María:
Cuando contaba con cuarenta años de edad, José desposó a una mujer llamada Melcha o Escha para algunos, Salomé para otros, con quien convivió cuarenta y nueve años y con quien tuvo seis chicos, dos hijas y cuatro hijos, el menor de los cuales fue Santiago (el Menor, llamado “el hermano del Señor”). Un año después de la muerte de su esposa, cuando los sacerdotes anunciaron por toda la Judea que ellos deseaban encontrar en la tribu de Judá algún hombre respetable para desposar a María, de entonces doce a catorce años de edad, José, quien ya tenía en dicho momento noventa años, fue a Jerusalén entre los candidatos, un milagro manifestó la elección de José realizada por Dios, y dos años después la Anunciación tuvo lugar.
Por tanto, los apóstoles Simón el Zelote, Judas Tadeo y Santiago el menor eran hermanastros de Jesús, quienes son mencionados como 'hermanos' (adelphoide Jesús (Mc 3,31-35; 6,3; Mt 12,47-50; Lc 8,19-21; Jn 7,3-10, Hch 1,14; 1 Co 9,5: Gal 1,19) en el sentido de 'familiares cercanos'

Este dato explica y rebate categóricamente las controversias en contra del dogma de la virginidad de María y a favor de la posibilidad de que Cristo hubiera tenido hermanos carnales. 

Simón, llamado el Zelote ('celoso', 'apasionado', 'fanático'), por pertenecer a esa secta político-religiosa integrista-nacionalista judía (Lc 6,15; Hch 1,13). Los zelotes eran nacionalistas judíos fanáticos que conformaban la resistencia armada y violenta contra la ocupación romana en Palestina. 

Una de las ramas más extremistas de los zelotes fueron los sicarios, o hombres de la daga, un grupo de asesinos que se mezclaban con la multitud durante los festivales para cometer su matanzas con su 'Sicari', o cuchillo corto y curvo. El historiador Josefo decía que los zelotes eran personas imprudentes, celosos en buenas prácticas y extravagantes en las peores clases de acciones.

Simón, llamado el Cananeo, por provenir de Caná de Galilea (Mt 10,4; Mc 3,18).  La tradición afirma que Simón era el novio de las 'bodas de Caná', a las que asistieron Jesús, su madre y sus discípulos (Jn 2,12). Aparece en todas las listas de apóstoles del Nuevo Testamento: en décimo en las de Mt 10,1; Lc 6,15; Hch 1,13y en undécimo lugar en la lista de Mc 3, 18.

Cuando Jesús lo llamó a seguirlo, Simón experimentó una transformación radical: Simón dejó atrás su postura radical, sus ideales revolucionarios y sus integrismos violentos para abrazar un mensaje de redención y reconciliación. 

Se convirtió en un hombre de fe y comprometido con Cristo, y estuvo muy cercano a Mateo, paradójicamente, extremo opuesto a Simón, dado su pasado pro romano como recaudador de impuestos del Imperio. 

Predicó el Evangelio en Egipto, Armenia y Persia con su hermano Judas Tadeo, donde fueron martirizados (el primero, cortado con una sierra por la mitad, y el segundo decapitado con un hacha) y sepultados, según San Fortunato, obispo de Poitiers (s. VI).

Existe una curiosidad en la escena del arresto de Jesús en el Huerto de los Olivos que leemos en Lc 22,38: "Señor, aquí hay dos espadas". Una evidentemente, era la de Pedro, quien la desenvainó cortándole la oreja a Malco, el sirviente del sumo sacerdote; y la otra, probablemente, la de Simón el Zelote, quien la mantuvo envainada, prueba de su abandono de toda violencia.

La figura de Simón el Zelote es, para todos los cristianos, un símbolo de fervor y compromiso inquebrantable, y u signo de inspiración para vivir nuestra fe con intensidad y determinación, con unidad y comunión, independientemente de nuestros orígenes, ideas o diversidades.

miércoles, 28 de agosto de 2024

JUDAS ISCARIOTE, EL QUE TRAICIONÓ A JESÚS

"El Hijo del hombre se va como está escrito de él; 
pero, ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado!, 
¡más le valdría a ese hombre no haber nacido!"
(Mt 26,24)

Judas (del hebreo 'Judá', Yəhûḏāh) Iscariote ('hombre de Keriot'), hijo de Simón y oriundo de Kerioth (Judea) a 30 kms de Jerusalén, era un judío nacionalista y codicioso, y el apóstol que traicionó a Jesús por treinta monedas revelando a los miembros del Sanedrín el lugar donde podían capturarlo, tal como había anunciado el propio Jesús durante la Última Cena (Mt 26,14-75; Lc 22,20). 

Su nombre aparece en tres listas de los 12 Apóstoles (Mt 10,4; Mc 3,19; Lc 6,19), siempre en último lugar, mientras que el Evangelio de Juan menciona que era el tesorero del grupo y que era un 'ladrón', porque se apropiaba del dinero destinado a los pobres (Jn 12,6).

Los tres evangelios sinópticos exponen de la misma forma la traición de Judas aunque Mateo es el único que menciona el precio de 'treinta monedas', además del dominio que tenía Jesús sobre la situación en el huerto de los Olivos, sabedor que todo ello daba cumplimiento al plan de Dios anunciado en la Escritura (Sal 41,6-9; 69,1-37; 109,8).

Judas devolvió las treinta monedas de su traición a los sacerdotes, que fueron consideradas 'dinero ensangrentado' y fueron destinadas a comprar un 'campo de tierra roja' (arcillosa) entre el monte Sión y la ciudad de David, que fue llamado 'hacéldama', que quiere decir 'campo de sangre' (Hch 1,19).
Sobre la muerte de Judas, existen dos versiones en la Escrituras: 
  • que se suicidóahorcándose, desesperado por la magnitud de haber denunciado a Jesús (Mt 27,5)
  • que cayó de cabeza, reventó por medio, y se esparcieron todas sus entrañas, en el campo comprado con las monedas de la traición (Hch 1,18)
Y dos interpretaciones:
  • que Mateo pone el foco en la asfixia espiritual que le produce a Judas la traición a Jesús, mientras que Lucas lo hace en su codicia y su vacío interior. 
  • que Mateo, que se dirige a un público judío, muestra la muerte de Ajitofel (2 Sa 17,23), mientras que Lucas, que escribe para un público de origen pagano (griego), se inspira en la muerte de Nabot (1 Re 21 y 2 Re 9,25-26). Ambas muertes tipifican a la de Cristo.
Para Lucas, la traición de Judas representa la acción del injusto sobre el justo (Lc 20,9-18; 11,47-51). 

Igual que Nabot (dueño de la viña, como Cristo es dueño de la 'viña' de Israel), a causa de la insidia de Jezabel, esposa de Acab, fue calumniado por dos testigos falsos y llevado fuera de la ciudad por sus acusadores, donde experimentó una muerte ignominiosa, Jesús fue vejado y asesinado con la misma clase de suerte: una muerte ignominiosa en la cruz.
 
Por otro lado, el libro apócrifo y herético, el "Evangelio de Judas", escrito en el s. II d.C. por gnósticos cainitas (que veneraban a Caín por haber sido reprobado por el Dios de los judíos), propone una versión alternativa y tergiversada de la traición de Judas, desechada y condenada por la Iglesia.

Para los cainitas, Judas es el único (iluminado) de los discípulos que ha entendido las enseñanzas de Jesús y el único (gnóstico) que conoce el significado de acusar a Jesús. Su traición es un acto de obediencia a la voluntad de Dios para que se cumpla la Escritura y, con su muerte en la cruz, redimir al mundo. 

Lo cierto es que todos, en algún momento de nuestra vida, somos o hemos sido Judas. 

¡Cuántas infidelidades y traiciones son el resultado de nuestro corazón materialista, avaricioso y egoísta que se aleja del Señor y que le lleva a morir por nuestros pecados! 

¡Cuántas veces nos dejamos seducir por el Tentador y le somos desleales e infieles aunque nos encontremos en el círculo íntimo de amigos de Cristo! 

¡Cuántas veces 'regateamos' el precio de nuestra fe y le 'robamos' tiempo al Señor porque queremos que sea un Dios a nuestra medida y según nuestro parecer!

Sin embargo, la paciencia y la misericordia de Dios nos llama 'amigos' (Mt 26,50) en  el huerto de Getsemaní (nuestra vida) cuando le traicionamos con un 'beso' hipócrita (Lc 22-48).

La traición de Judas nos muestra a los cristianos la necesidad de:
  • ser auténticos, coherentes e íntegros en nuestra relación con Dios, porque si no, seremos unos hipócritas y unos 'Judas'. 
  • no dejarnos seducir por la codicia materialista o el interés egoísta, porque nuestro tesoro está en el cielo.
  • arrepentirnos sinceramente cuando caigamos, y buscar la reconciliación y el perdón de Dios, porque lejos de Dios no hay vida.

domingo, 25 de agosto de 2024

FELIPE, EL QUE CONFIABA EN JESÚS

"Al día siguiente, Jesús resolvió partir hacia Galilea.
Se encontró con Felipe y le dijo: 'Sígueme'.
Felipe era de Betsaida, el pueblo de Andrés y de Pedro.
Felipe se encontró con Natanael y le dijo:
Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la Ley 
y también los profetas.
Es Jesús, el hijo de José de Nazaret. "
(Jn 1, 43-45)

San Juan nos dice que Felipe era oriundo de Betsaida y de oficio pescador, como Pedro y Andrés; que era amigo de Natanael de Caná; que había conocido a Jesús; que fue también discípulo de Juan el Bautista (como todos los apóstoles galileos) y que fue de los primeros a quien Jesús le dijo “Sígueme.

Las listas de los Evangelios Sinópticos y los Hechos de los Apóstoles registran a Felipe en quinto lugardespués de  Pedro, Andrés, Santiago y Juan (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,14; Hch 1,13), pero es en el Evangelio de san Juan donde se le nombra y donde se relata cómo cuando Felipe conoció a Cristo, inmediatamente fue a buscar a Natanael y le dijo: “lo hemos encontrado, de quien Moisés... y los profetas, escribieron.”  Natanael recibió la noticia con reticencia y desconfianza pero Felipe no le argumentó nada ni trató de convencerlo, simplemente le dijo: “Ven y verás” (Jn 1, 43). 

Este pasaje joánico nos dice tres cosas importantes sobre Felipe: primero, muestra el correcto acercamiento hacia el que recela de Cristo, indicándole el camino pero sin quebrantar su libertad; segundo, su total confianza en Cristo; y tercero, su vocación misionera.

San Juan menciona también la participación del apóstol en la multiplicación de los panes, como el hombre encargado de la logística y a quien Jesús, para probarlo, le pregunta: “¿Con qué compraremos panes para que coman estos?(Jn 6, 5-7). También, narra su intervención durante la Última Cena cuando le dice a Cristo:"Muéstranos al Padre" (Jn 14, 8).
             
Los estudiosos no están muy de acuerdo sobre la figura de Felipe. En Hch 6,5 se presenta a Felipe como uno de los siete diáconos ordenados. Algunos dicen que éste es otro Felipe. Otros, que realmente éste es el apóstol. 

Si es el mismo Felipe, entonces su personalidad cobra más importancia porque significa que tuvo una fructífera campaña misionera en Samaria, dirigiendo al eunuco etíope a Cristo (Hch 8,26), quedándose con Pablo en Cesarea (Hch 21,8) y siendo una de las figuras importantes de la iglesia primitiva. 

El Evangelio señala expresamente que "era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro" (Jn 1, 44), lo que unido al hecho de que Andrés y él son los únicos apóstoles que tienen nombres griegos, y a la intercesión conjunta de ambos por los griegos que querían ver a Jesús (Jn 12, 21-22), hace suponer que Felipe y Andrés eran parientes o amigos.

Pero tras su mención junto a los demás apóstoles en Pentecostés, no vuelve a ser nombrado, y poco sabemos a ciencia cierta acerca de su vida, salvo por la literatura apócrifa: 
  • "Hechos de Felipe" (s. IV)​ narra su predicación en Grecia, Siria y Frigia junto a Bartolomé (Natanael), sus predicciones y milagros, y su martirio en Hierápolis (Frigia).
  • "Leyenda dorada"(compilada en los s. XIV y XV) afirma también que fue martirizado en Hierápolis, siendo crucificado tras haber sido lapidado.
  • "Evangelio de Felipe" dice que María Magdalena era su 'compañera', 'hotre', que en copro se refiere a una compañera sentimental (mujer), espiritual (discípula) o una simple acompañante.
Hombre práctico y normativo, de hechos y números, de corazón caliente y cabeza pesimista, este sencillo galileo fue quien marcó la cruz como signo de cristiandad y de victoria.

Su símbolo apostólico es una canasta, por su participación en el milagro de la multiplicación de los peces y los panes. También, se le representa con una cruz en forma de "T", instrumento con el que obró durante su vida muchos milagros.