"El Reino de Dios es como un grano de mostaza que,
cuando se siembra en la tierra,
es más pequeña que cualquier semilla
que se siembra en la tierra;
pero una vez sembrada,
crece y se hace mayor que todas las hortalizas
y echa ramas tan grandes
que las aves del cielo anidan a su sombra."
(Marcos 4, 31-32)
El desarrollo natural (o biótico) de la iglesia es un intento de estudiar la naturaleza, y por lo tanto la creación, el "sistema organizativo más grande, maravilloso y exitoso que conocemos", mediante el uso de la analogía como método de percepción, que no se concentra en las apariencias externas sino que pretende "conducirnos hacia los principios básicos fundamentales", tal como nos muestra la Biblia y muchas de las enseñanzas que Cristo dio a sus discípulos (EL "QUÉ").
Nuestra preocupación no debe ser tratar de ser el "jefe", e intentar que la iglesia se desarrolle con nuestra sabiduría y fuerza humanas, sino permitir que Dios sea Dios, y dejar que nos muestre las "reglas del juego".
Pensar bióticamente es enfrentarse a los mismos desafíos que todos, pero ser capaces de ver potencial de crecimiento ilimitado donde otros solo ven problemas. Y para ello, contamos con los principios naturales o bióticos (EL "CÓMO"):
INTERDEPENDENCIA
"Ahora bien, muchos son los miembros,
mas uno el cuerpo.
Y no puede el ojo decir a la mano: ¡No te necesito!
Ni la cabeza a los pies: ¡No os necesito!
Más bien los miembros del cuerpo que tenemos por más débiles,
son indispensables."
(1 Corintios 12, 20-22)
La parroquia es un
organismo complejo en el que todos los elementos están ligados con los demás, según el pan de Dios.
La
manera en que las diferentes partes se integran dentro del todo es más
importante que las partes mismas.
Objetivo:
adquirir una visión más profunda y
general de la parroquia, más que
considerar las actividades aisladas o un sector individual del desarrollo de la
iglesia (diagnosis de la Alabanza y Oración, Comunidad, Caridad y Servicio,
Discipulado, Evangelización).
MULTIPLICACIÓN CELULAR
"y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos
confíalo a hombres fieles,
que sean capaces, a su vez, de instruir a otros."
(2 Timoteo 2, 2)
Todo crecimiento
tiene sus límites naturales pero en un sistema de red, la multiplicación
permanente es posible y deseable.
Una planta no aumenta de tamaño
permanentemente; en su lugar, produce nuevas plantas, que a su vez producen
nuevas plantas.
Objetivo:
establecer estructuras que permitan no
sólo aumentar (sumar) el trabajo, sino también expandirlo (multiplicar), haciendo discípulos, formando lideres, estructurando
grupos pequeños y compartiendo experiencias con otras comunidades cristianas (Convivencias
propias y con otras comunidades, grupos de catequesis
de jóvenes, mayores, etc.)
TRANSFORMACIÓN DE LA ENERGÍA
"También sabemos que Dios dispone todas las cosas
para bien de los que lo aman,
a quienes él ha escogido y llamado."
(Romanos 8, 28)
Uno de los principales medios de la naturaleza para garantizar la supervivencia de organismos es, por ejemplo, la creación de anticuerpos.
Las fuerzas y energías existentes –incluso "energías enemigas"– son conducidas en la dirección deseada mediante la aplicación de cantidades pequeñas de energía conductora. De este modo se transforma energía destructiva en constructiva.
En la parroquia también debemos utilizar y controlar
las fuerzas contrarias que existen en el entorno, pero en lugar de construir una “mentalidad apologética”,
utilizarlas como palanca y reconducirlas.
Objetivo:
crear espacios de libertad y ambientes de cordialidad, de amistad y de confianza,
donde explorar los elementos básicos de
la fe cristiana sin presión, seguimiento o coste (Cursos Alpha, misiones, encuentros de evangelización,
entrenamientos, etc.).
EFECTOS MÚLTIPLES
"No que por nosotros mismos
seamos capaces de atribuirnos cosa alguna,
como propia nuestra,
sino que nuestra capacidad viene de Dios,
el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza,
no de la letra, sino del Espíritu.
Pues la letra mata, mas el Espíritu da vida.
(2 Corintios 3, 5-9)
La aplicación de este principio es el "coliderazgo" en el que las iglesias que crecen no tienen separados por un lado el trabajo (un líder dedicado exclusivamente a liderar) y por otra la capacitación (programas de capacitación de nuevos líderes).
Capacitan y ministran simultáneamente. La energía que se aplica una vez (ministrar), tiene un uso múltiple (capacitar), y los nuevos líderes harán lo mismo.
Es el modelo que podemos aprender de Jesús, que mientras servía a la gente, capacitaba a sus discípulos. Al "capacitarse mientras se sirve" se logra un doble efecto: una calidad superior en la capacitación de los líderes y la utilización de poca energía.
En la naturaleza,
cada vez
que un organismo ha cumplido su función, se integra automáticamente en un nuevo
ciclo y así cumple una nueva función. Lo mismo se puede decir de la iglesia.
Deberíamos tratar de que todas las medidas que adoptamos puedan beneficiar
simultáneamente a otras áreas. En la iglesia, como en la naturaleza, no debería
haber “desperdicio”.
Objetivo:
desarrollar planes enriquecedores y
renovados que influyan y afecten a todos los elementos constitutivos de la
parroquia (actividades lúdicas, reuniones, fiestas, retiros,
peregrinaciones, etc.)
SIMBIOSIS
"Todo cuanto queráis que os hagan los hombres,
hacédselo también vosotros a ellos;
porque ésta es la Ley y los Profetas."
(Mateo 7, 12)
La simbiosis es la
asociación estrecha entre diferentes organismos para conseguir un beneficio
mutuo (sinergia). Trasladando esto a la iglesia, esto significa que una variedad
de formas es mucho más efectiva que un monocultivo de una única forma
dominante.
En una iglesia fructífera, sus componentes mantienen una relación simbiótica y sirven “según dones”. En vez de producir «trabajadores clones» (todos iguales), la iglesia anima, motiva y apoya los distintos dones y tipos de personalidad, estableciendo relaciones de beneficio mutuo (ganar/ganar).
El resultado es que las necesidades individuales de cada creyente (¿Qué me gusta? ¿Qué busco?) y las de la iglesia (¿Qué beneficia su crecimiento? ¿Qué frutos da?) se complementan, en vez de rivalizar entre sí.
Objetivo:
fomentar la relación entre las diferentes
partes constitutivas de la comunidad para que se relacionen entre sí de forma
simbiótica (voluntariados, acciones con y en
el vecindario, colegios, asociaciones, parroquias cercanas o lejanas,
etc.).
PRODUCTIVIDAD
"Lo mismo pasa con un árbol sano: da frutos buenos,
mientras que el árbol malo produce frutos malos.
Un árbol bueno no puede dar frutos malos,
como tampoco un árbol malo puede producir frutos buenos.
Todo árbol que no da buenos frutos se corta y se echa al fuego."
(Mateo 7, 17-19)
En la creación de Dios cada detalle tiene una función concreta. Un organismo sano
automáticamente rechaza las formas que no son buenas para su salud.
Nada en la
naturaleza es un fin en sí mismo, siempre es un medio para un fin superior. Toda
la vida en la creación de Dios se caracteriza por su habilidad para dar fruto. Un
buen árbol produce buen
fruto, y el fruto no es invisible.
FRUTO CUALITATIVO: ¿Cómo se desarrolla el índice cualitativo en las ocho áreas?
FRUTO CUANTITATIVO: ¿Crece y se multiplica la comunidad?
Objetivo:
elaborar procesos de comprobación cuantitativos
de la iglesia examinando su fruto, examinando los resultados. (N.º de
asistentes, de bautismos, de 1ª comunión, de confirmaciones, de cursos
pre-matrimoniales, etc.).
Fuente:
"Cambio de paradigma en la Iglesia. Principios bióticos".