¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

viernes, 8 de septiembre de 2017

EL SOL Y LA LUNA: JESÚS Y MARÍA

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"Hizo Dios los dos luceros mayores; 
el lucero grande para el dominio del día, 
y el lucero pequeño para el dominio de la noche, 
y las estrellas; 
y púsolos Dios en el firmamento celeste 
para alumbrar sobre la tierra,
 para dominar en el día y en la noche, 
y para apartar la luz de la oscuridad; 
y vio Dios que estaba bien."
(Génesis 1, 16-18)

Cuando el mundo aún no existía, Dios decidió crearlo, y quiso entonces darle un toque final... la luz y el brillo! Sin ambos, la Tierra estaría inmersa en las tinieblas y en la oscuridad. 

El Sol sería la Luz. Iluminaría el día como el Astro Rey y sería el más importante de los astros: daría luz a la tierra, proporcionaría calor a los seres vivos y su simple presencia, colmaría de vida y plenitud a la humanidad.

La Luna sería el brillo. Reflejaría la luz del Sol en la noche, sin alardes, con humildad, manteniéndose en un segundo plano, pues el brillo que importa es el del Astro Rey.

Aún así, el Sol, preocupado por la Luna, le hizo una petición a Dios: "Señor, ayuda a la Luna por favor, es más frágil que yo, no soportará la soledad de la noche..." 

Y Dios... en su inmensa bondad e infinita misericordia.. creó las estrellas para hacer compañía y ayudar a la Luna.

Dios creó a la Luna llena y luminosa, pero porque la creó mujer, la creó con fases. 
Cuando es feliz, consigue ser Llena, pero cuando sufre es Menguante. 

Luna y Sol siguen el plan divino: El, poderoso y fiel; Ella, débil y fiel.

Jesús, nuestro Sol

Jesús es el Astro Rey, es el Sol que nos da calor, que nos da vida, que se levanta cada mañana para mostrarnos el amor del Padre, que aparece cada amanecer en nuestra vida para renovar el sentido de nuestra existencia.

Aún siendo el más poderoso, el Astro Sol, de
 vez en cuando, deja que la Luna lo eclipse por unos instantes, que tome un lugar predominante a los ojos de los hombres, para que comprendamos el misterio de la Maternidad Divina de María, el maravilloso acto de amor de un Dios que se dejó eclipsar durante nueve meses en el vientre de tan hermosa criatura. 

Dios, enamorado de esa perfecta obra de Su Creación, se compadece de la humanidad y nos deja a María en los momentos de oscuridad. 

Entonces Él, como el Sol enamorado de la Luna, que ve en ella el reflejo de Su propia perfección, nos ilumina una vez más. Dios quiso mostrarnos al Sol, su amado Jesucristo, a través de la Luna, su amada María.

Jesús nos deja a la "Blanca Inmaculada" para que, del mismo modo, también nosotros seamos pequeñas lunas que reflejemos Su Luz en este mundo.

María, nuestra Luna

Si Nuestro Señor Jesucristo (el Sol) representa el hecho más grande, incomparable e irrepetible para la humanidad, Nuestra Madre, la Santísima Virgen (la Luna), es un río de gracias para nosotros; un ejemplo de humildad; un paradigma de servicio; un fiel reflejo de la Luz del mundo.

María es la "creatura" más perfecta, concebida sin pecado original, a quien le fue dada una superabundancia de gracias: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." (Lucas 1, 28).

Nuestra Señora es, para toda la humanidad, un sol de las sombras, un sol del reposo, sol de la meditació
n y un sol que alumbra el camino hacia su Hijo.

Así, María Santísima es para Nuestro Señor, como la Luna es para el Sol: Ella es la suave luminosidad de la Luna, que precede a la luz verdadera. Jesús, la omnipotente y deslumbrante claridad del Sol, nacida de la Luna.

La Luna llena (de gracias), con humildad y sin hacer ruido, es quien ilumina la oscuridad de la noche humana, quien brilla como un diamante puro y perfecto, y quien precede a la luz del día divino.

La Luna es quien nos avisa de la llegada del Astro Rey, quien gira alrededor suyo, quien nos lleva en brazos al amanecer del mundo, quien nos da consuelo y esperanza de que, con seguridad, llegará el día. 
Es imposible separar al Sol de la Luna. Ambos, se complementan en forma perfecta para girar a nuestro alrededor y envolvernos del amor de Dios. 

Pero recordemos que la Luna, sin el Sol, nada puede. María sin Jesús no tiene sentido, porque la función de María, en el plan de salvación divino, es traernos a Jesús, es reflejar a Jesús ante nosotros, cuando en la oscuridad de la noche, no logramos verlo, cuando a tientas nos caemos.

Jesús es la luz que ilumina nuestro día y nuestro camino, y que surge esplendoroso ante nosotros.

María es el brillo que alumbra nuestra noche espiritual, besándonos y abrazándonos con esa luz blanca y pura, que nos atrae e invita hacia Jesucristo. 

Es entonces, cuando María ocupa un humilde lugar secundario, como la Luna con el Sol, porque su misión se ha cumplido.


A Jesús en María, con María y por María 
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lunes, 4 de septiembre de 2017

¿TE SIENTES PERSEGUIDO?

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"Por mi causa os odiarán todos los pueblos". 
(Mateo 24,9)

En otros artículos ya hemos hablado sobre la persecución a los cristianos en general pero hoy quiero centrarme en otra forma de persecución más sutil y silenciosa. Es la persecución de los cristianos en Occidente, en Europa, en España.

Me desconciertan aunque no me sorprenden (porque está escrito), las distintas posiciones de nuestra sociedad occidental ante las distintas religiones en el mundo. Lo que sí me sorprende es escuchar a cristianos decir que, ante la persecución, no debemos hacer nada, salvo rezar. 

Claro que debemos rezar. Siempre. Pero también hemos de estar alerta según hemos estado leyendo en los Evangelios de los días pasados: Velad y estar alerta... y actuar!!!

Y es que el mundo (en el que vivimos como si nada nos afectara directamente) por un lado, persigue la fe del amor (cristianismo) mientras que por otro, es condescendiente con la fe del odio (islamismo) o con la fe del yo (budismo). ¡Qué curioso! ¡Sólo los cristianos son perseguidos!

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Mientras se justifican navidades sin belenes, aulas sin crucifijos, multas por hacer sonar las campanas, ofensas y profanaciones de capillas, ataques a los sentimientos cristianos… se alienta la hermandad con los musulmanes, apertura de mezquitas, felicitaciones por Ramadán, apoyo económico y acogida a familias musulmanas, etc. a la par que se promueve el yoga, la autorrealización y las espiritualidades orientales centradas en el individuo... 

La persecución religiosa no surge de la nada sino que nace, crece y se desarrolla de forma continuada y por niveles hasta que, en un momento dado, ocurren hechos terribles en los que los perseguidores se sienten justificados a obrar de cualquier manera. 

Es la "enemistad entre el linaje de la serpiente y el de la mujer" (Génesis 3, 15). Dos estirpes: la de Satanás y el mundo, y la de la Virgen y el Reino. O eres perseguido o perseguirás. No hay cabida a la tibieza. 

Esta persecución o enemistad está maquinada por el Enemigo de Dios y consta de cinco niveles ideados por la sociología y la teoría política, y que se aprecian muy comúnmente en nuestro entorno y que deberíamos ser capaces de identificar:

Estereotipación 

Estereotipar significa repetir continuamente, tomar una cualidad observada en una parte determinada del grupo y generalizarla para describir al grupo entero. 

Esto implica la simplificación y estandarización de una idea del grupo en el que se basa en la observación de solo una parte del grupo

Imagen relacionadaPor eso, desde los años 60, 70 y 80, los católicos empezamos a ser caricaturizados como enemigos de la ciencia, hipócritas, santurrones y pasados de moda…

Los católicos hemos sido acusados de odiar la sexualidad y denunciados  como una institución sexista, llena de clérigos sexualmente reprimidos, homosexuales y pedófilos.

Imagen relacionadaHemos sido etiquetados como una organización autoritaria, estancada en el pasado y con muchas reglas restrictivas.

Este estereotipo trata de definirnos a los cristianos como gente triste, enfadada, aburrida, antigua y muy reprimidaPara ellos, somos un grupo ridículo, atrapado en la superstición y en el pasado e incapaces de ver más allá de la fe.

Aunque no todos encajamos con el estereotipo, estas son básicamente las quejas y afirmaciones que preparan el ambiente general para pasar al segundo nivel.

Difamación 

Como el estereotipo ha ido creciendo, los cristianos no encajamos con la nueva revolución cultural ni con la sociedad actual.

Imagen relacionadaPor ello, hemos sido descritos como gente de mente cerrada, dañinos para la dignidad humana y la libertad, intolerantes, odiosos, racistas, homófobos, reaccionarios… lo cual significa gente mala.

La historia de la Iglesia se describe de manera torticera como una letanía de cosas malas y represivas: las cruzadas, la inquisición, el odio hacia la ciencia, etc. 

Imagen relacionadaNada importa que la Iglesia haya fundado universidades y hospitales, que haya habido grandes científicos que fueron sacerdotes, que la Iglesia haya sido mecenas y promotora del arte y que haya predicado un evangelio que ha traído orden y civilización a la dividida y bárbara época que siguió al imperio romano. 

Los perseguidores no han oído jamás nada de esto. Y si lo han hecho, darán crédito o justificación a cualquier otra causa, menos a la Iglesia y a la fe.

Como grupo grande y heterogéneo, en la Iglesia, desde luego, hay católicos individuales que pueden manifestar características negativas, pero estereotipar, cruelmente e indiscriminadamente, a todos por unos pocos es injusto. 

El efecto que produce este segundo nivel es una indignación personal y general contra los creyentes que genera actitudes anticristianas y que permite su discriminación hoy en día.


Marginación

Habiendo establecido la falsa premisa de que la Iglesia y la fe son malas e, incluso, dañinas para la dignidad humana y la libertad, los perseguidores proceden al siguiente nivel, que es relevar a la Iglesia de los roles comunitarios, confinándola a los márgenes de la sociedad.

Resultado de imagen de marginarPara esta cultura secularizada, la religión es algo que debe desaparecer. Desde luego, debe ser despojada de su carácter general para ser marginada al ámbito de lo particular. Nos dejan tener nuestras creencias, nuestras celebraciones, pero siempre dentro de las cuatro paredes del templo. La fe debe desaparecer de las plazas públicas o guardada en un cajón.

En este nivel, se vuelve más inaceptable e intolerable mencionar a Dios, rezar en público y cualquier cosa que lleve la fe cristiana a los asuntos públicos. Los belenes deben desaparecer de las calles, los crucifijos de los colegios y de los organismos públicos, las procesiones son limitadas en el tiempo y el espacio, las cabalgatas de Reyes se convierten en un carnaval publicitario, las fiestas religiosas salen de los calendarios laborales, las capillas ultrajadas, etc.

Resultado de imagen de criminalizar a la iglesiaNi se te ocurra mencionar a Jesús o exteriorizar tu fe públicamente en procesiones porque serás vilipendiado, serás el centro de burlas, críticas y juicios injustos.

En público puedes hablar de la cantante Madonna, pero de la Madonna (la Virgen María), puedes llevar una bandera arco iris pero no una cruz o un estandarte de la Virgen, puedes hacer apología de tu condición sexual pero no de tu fe.

A los lobbies LGTB se les da la bienvenida en todos los ámbitos, se les permite exhibirse en sus carrozas, colocar banderas en sus balcones y repartir condones de colores en las escuelas de secundaria, pero en la vida pública no pueden existir Biblias, ni crucifijos ni signos cristianos. Su tolerancia. Ya sabes…

Criminalización 

Y llegados a este punto, nos adentramos en el cuarto nivel. Los cristianos, cada vez más, acudimos al juzgado muchas veces a luchar por nuestro derecho amparado por la ley a vivir nuestra fe abiertamente. 
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Proliferan cada vez más los litigios dirigidos contra la Iglesia, contra sacerdotes o contra creyentes por cualquier motivo.

Se obliga a los hospitales católicos y clínicas provida a informar sobre temas referentes al aborto; a las farmacias a proporcionar "anticoncepción de emergencia"; a los profesores de secundaria a informar a los alumnos sobre la ideología de género como verdad absoluta. 

En definitiva, el estado pretende regular la organización, estructura y temario de los colegios católicos. Pretende decirnos cómo debemos ser y en qué pensar. Pretende desbancar a los padres de la educación moral de sus hijos.

Imagen relacionadaAlgunos de estos intentos de criminalizar la fe han sido rechazados con éxito en los tribunales, pero el número y la frecuencia de las demandas, el tiempo y el costo que se requiere para luchar contra ellos, suponen una carga enorme. 

Está claro que los intentos de criminalizar el comportamiento cristiano están creciendo en este "nuevo orden mundial" y son signo de una constante erosión de la libertad religiosa. 

Y así, entramos en el quinto y último nivel.

Persecución abierta

Si la actual corriente de pensamiento relativista continua, ninguno estamos libres de ser acosados y perseguidos pero especialment,e los líderes religiosos no están muy lejos de sufrir multas o ser encarcelados. De hecho en algunos países, sacerdotes católicos han sido arrestados y acusados de crímenes de odio, por predicar la doctrina católica en temas como la homosexualidad.

Imagen relacionadaLa persecución crece y se intensifica. Y mientras nosotros, amparados en una mal entendida caridad, transformada en un "buenismo" que nos lleva a la relativización de los ataques. Y ésta, nos conduce (a aquellos que no nos amoldemos al pensamiento único) irremediablemente al martirio.

¿Es exagerado lo que digo? ¿Es alarmista? ¿Es tremendista? Bueno, los niveles del 1 al 4 están bien asentados. Cualquiera puede comprobarlos en cualquier localidad de España. Quizás desearíamos que no pasara nada, pero está ocurriendo. Tú decides, mirar para otro lado o prepararte.

Para aquellos que piensan que Dios no permitirá que eso ocurra, quiero recordarles que los cristianos han sido, son y serán victimas de la persecución y del martirio. Ni siquiera Jesús estuvo exento de ello. 

Él ya nos avisó: “Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros” (Juan 15, 18-25). 

El Señor permite que algunos sufran y sean mártires por amor a Dios. Nos pide resistir ante la persecución. Ninguno de nosotros la buscamos, pero la persecución vendrá inexorablemente. Es profecía que tiene que cumplirse. Posiblemente, está aquí ya. 

"Os echarán mano, os perseguirán, os llevarán a las sinagogas y a las cárceles y os harán comparecer ante los reyes y los gobernadores por causa mía. Esto os servirá para dar testimonio." (Lucas 21, 12-13).

¿Te sientes perseguido? Entonces, dichoso tú...


"Dichosos los perseguidos por ser justos, porque de ellos es el reino de Dios. Dichosos seréis cuando os injurien, os persigan y digan contra vosotros toda suerte de calumnias por causa mía. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos. Pues también persiguieron a los profetas antes que a vosotros". (Mateo 5, 10-12).




viernes, 1 de septiembre de 2017

LOS APÓSTOLES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS


"Yo pongo enemistad entre ti y la mujer,
entre tu linaje y el suyo; 
él te aplastará la cabeza 
y tú sólo tocarás su calcañal"
(Génesis 3, 15)


Hoy reflexionaremos sobre el mensaje profético de la Virgen en la Salette y más concretamente, sobre el anuncio de la aparición de los Apóstoles de los Últimos Tiempos y su corroboración en el mensaje de la Virgen en Fátima.

Em La Salette, Nossa Senhora falou como a mãe que quer que seus filhos criem juízoComo todos los mensajes de Nuestra Madre, el secreto de la Salette, dado por la Virgen María a Melanie Calvat, también es una llamada a la conversión de las almas a Jesucristo por medio de su Santísima Madre la Virgen María, y a la esperanza, en lugar de una visión apocalíptica del mundo que nos conduzca al temor y a la desesperación.

Aunque la Virgen nos expresa su desconsuelo por la impiedad del mundo, nos insta, fundamentalmente, a dos cosas: a renunciar a la blasfemia y a asistir a la Eucaristía, donde se hace presente Jesucristo. 

Es cierto que predice grandes castigos divinos si la gente no cambia pero promete la misericordia de Dios a los que cambien.

Finalmente, como siempre, la "Bella Señora" nos pide oración, penitencia y proclamación de su mensaje para la conversión del mundo.
Desde el principio de la era mariana, con las apariciones del siglo XIX y principios del XX de la Santísima Virgen, María lanza una llamada a los apóstoles de estos tiempos.

El plan divino de salvación por medio de la Santísima Virgen y la aparición de estos apóstoles de los últimos tiempos, fue proféticamente anunciado a principios del siglo XVIII por Luis María Grignion de Monfort.

La presencia de María Santísima en nuestros tiempos es parte del plan salvífico de Dios, pues comenzó por medio de María, y por medio de Ella debe alcanzar su plenitud. Pero específicamente viene a preparar a la humanidad para el triunfo de su hijo Jesucristo y de Su reino.

Para lograr este propósito, la Santísi
ma Virgen hace un llamado a hombres y mujeres que estén dispuestos a librar, contra Satanás y sus ejércitos del mal, la batalla de los Últimos Tiempos, apóstoles que forman parte de la estirpe de cristianos verdaderos, el linaje de María.

Hijos de la luz

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Dos mensajes secretos entregó la Virgen María ese día, 19 de septiembre de 1846, uno a cada niño. 

El entregado a Maximin nunca fue revelado públicamente por el Vaticano.

En el mensaje dado a Mélanie y más tarde, hecho público por el Papa, la Virgen anunció la aparición de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, una legión de santos, quien sabe una orden religiosa original o tan sólo meros laicos fieles a la Reina Cielos y Tierra.

Estos combatientes intrépidos serán inspirados por el Espíritu y la Providencia Divinos para combatir y derrotar la iniquidad revolucionaria, la apostasía y la falta de celo por lo Sagrado. 

Nuestra Señora los llama hijos de la Luz, porque combaten las tinieblas del mundo. 

Así dice el Secreto:

"Hago un apremiante llamamiento a la Tierra. 

Llamo a los verdaderos discípulos del Dios vivo que reina en los Cielos. Llamo a los verdaderos imitadores de Jesucristo hecho hombre, el único y verdadero Salvador de los hombres.

Llamo a mis hijos, mis verdaderos devotos, a aquellos que se me han dado para que yo los conduzca a mi divino Hijo, a los que llevo, por así decir, en mis brazos, y que viven de mi espíritu.

En definitiva, llamo a los Apóstoles de los Últimos Tiempos, a los fieles discípulos de Jesucristo que viven en el desprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y la humildad, en el silencio, la oración, la mortificación, la castidad y la unión con Dios, el sufrimiento y son desconocidos del mundo.

Ha llegado el tiempo para que salgan e iluminen la Tierra. Id y mostrad que sois mis hijos amados. Estoy con vosotros y en vosotros, mientras vuestra fe sea la luz que os ilumina en estos días de desgracias.

Que vuestro celo os haga hambrientos de la gloria y el honor de Jesucristo. Combatid, hijos de luz, pequeños en número, pues ahí está el tiempo de los tiempos, el fin de los fines.

Por su parte, la Virgen, en Fátima, el 13 de octubre de 1917, volvió a incidir sobre el llamamiento a estos apóstoles:

“Yo llamo a todos los verdaderos imitadores de mi Hijo Jesucristo, a todos los verdaderamente cristianos, a los apóstoles de los Últimos Tiempos. El Tiempo de los Tiempos llega y el Fin de los Fines si la humanidad no se convierte y si esta conversión no viene de lo alto, de los dirigentes del mundo y de la Iglesia.”


El calcañar de María


Resultado de imagen de calcañarPara entender con más claridad la función de estos apóstoles, en el libro del Génesis leemos: "Yo pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; él te aplastará la cabeza y tú sólo tocarás su calcañal" (Génesis 3, 15).

Dios ha puesto una irreconciliable hostilidad entre María y el diablo


Ha puesto enemistades, antipatías y odios secretos entre los verdaderos hijos y servidores de la Santísima Virgen y los hijos y esclavos de Lucifer: no pueden amarse ni entenderse unos a otros.

El talón o calcañar de nuestra Señora al que se hace alusión la Escritura lo constituyen los humildes servidores e hijos que Ella suscitará para luchar por su causa y la de Dios, son los apóstoles de los últimos tiempos.

San Luis Griñón de Montfort, en su Tratado de la Verdadera Devoción, nos muestra las cualidades que tendrían los verdaderos apóstoles y discípulos de los últimos tiempos y dice: 

"Pobres según el mundo, rebajados y humildes delante de todos; hollados y oprimidos como el talón respecto a los demás miembros, pero ricos en gracia de Dios que María distribuirá copiosamente entre ellos; grandes y excelsos en santidad delante del Señor, superiores a los demás por su celo ardoroso, los cuales, apoyados en el socorro divino, en unión con María y humildes cual otro talón, aplastarán al demonio con todas sus huestes y harán triunfar la causa de Jesucristo.” (no. 54).

“Serán hogueras ardientes que propagarán por todas partes el fuego del amor divino…; serán hijos de Leví bien purificados con el fuego de grandes tribulaciones y bien unidos a Dios, portadores de su amor en el corazón, que mantendrán encendido con el incienso de la oración de su espíritu y con la mirra de la mortificación de su cuerpo…”. (no. 56).

"Estos hombres y mujeres que María irá formando por encargo del Altísimo, “esparcirán la palabra de Dios y la vida eterna, tronarán contra el pecado, vocearán contra el mundo, atacarán de frente al demonio y sus secuaces e irán de una parte a otra, en son de vida o de muerte, con la espada de dos filos de la palabra de Dios…” (no. 57).

“Serán los verdaderos apóstoles de los Últimos Tiempos  a quienes el Señor de los ejércitos dará la palabra y la fuerza necesaria para realizar maravillas, que caminarán tras las huellas de pobreza, humildad, desprecio del mundo y caridad, enseñando el camino estrecho de Dios con la pura verdad conforme al Evangelio y no con las máximas del mundo… llevando en su boca la palabra de Dios, sobre sus hombros el estandarte de la cruz, en la mano derecha el crucifijo; en la izquierda el Rosario; en el corazón los Sagrados corazones de Jesús y de María y en toda su conducta la modestia y mortificación de Jesucristo.” (no. 59).


jueves, 31 de agosto de 2017

"AMOR EN ACCIÓN"




Hoy, un fuerza interior me llama a compartir con todos, a gritar al mundo, la inmensa alegría y el gran gozo que desborda mi corazón, después de haber estado sirviendo a Nuestra Señora la Santísima Virgen, en la misión mariana que los Heraldos del Evangelio hemos realizado en Guijo de Galisteo (Cáceres).

Como dice una gran amiga y hermana mía, "una misión que ha quedado impresa y tatuada en nuestros corazones"; una inolvidable vivencia del "amor en acción"; una hermosa y maternal experiencia de María; una sobrenatural primicia del cielo y una profunda presencia de Jesucristo.

Creo, sinceramente, que los que allí estuvimos, hemos experimentado un "cachito de cielo" a través de las múltiples sensaciones, de los imborrables sentimientos y de las innumerables y abundantes gracias que la "Bella Señora" ha derramado sobre quienes la hemos portado y sobre quienes la han recibido en sus casas y corazones.

Unas Gracias que nos han elevado a las alturas, de la mano de la Virgen Santísima, la "Llena de Gracia". No en vano, Ella es conquistadora de corazones, también en esa tierra extrema y dura de conquistadores.

Aún me emociono recordando los rostros iluminados de las personas que han abierto de par en par sus casas y sus corazones, para que María pasara a ser coronada como Reina y Señora. Rostros llenos de alegría, fe, paz, y emoción.... Rostros impresionados por la visión de María y ojos por los que escapaban lágrimas de puro amor...

Quiero agradecer desde lo más profundo de mi corazón, en primer lugar, a nuestros queridos hermanos de la Orden 1a. de los Heraldos del Evangelio, por la confianza depositada en nosotros, por la oportunidad de ser partícipes de esta experiencia de María, por el regalo de dejarnos portar a Nuestra Señora como esclavos suyos y, desde luego, por su total y absoluta entrega a la Virgen. 

También, gracias por enseñarnos a entregarnos a Ella en cuerpo y alma, a ser mejores seguidores de Cristo. Gracias por su infinita paciencia con nosotros, por ese amor que transmiten en cada minuto, en cada palabra, en cada paso...


En segundo lugar, quiero dar gracias por la impresionante atención y la calurosa acogida de todas esas humildes gentes de Guijo de Galisteo, por cómo se han volcado con la Virgen y con todos nosotros, por cómo han estado en todo momento pendientes de nuestras necesidades, por cómo se han desbordado como un río de amor por las estrechas calles del pueblo. 
Gracias por su firme fe y su profunda devoción mariana, que ha convertido esa bendita población en una huella indeleble del paso de María. 

Por supuesto, quiero agradecer y hacer mención especial a su párroco, D. Raúl, por su entrega y cariño hacia todos nosotros. Un joven sacerdote entregado por completo a su vocación, a su servicio a Dios y a su pueblo. 

Cura y tamborilero, "pastor con olor a oveja", es un hombre que contagia entusiasmo, que transmite la alegría del Evangelio y que demuestra su amor por Dios y por la Virgen... regalando caridad, fe y esperanza por cada rincón de su pueblo natal.

Finalmente y lo más importante, quiero agradecer a Jesús y a la Virgen, la oportunidad que nos conceden de ser instrumentos de Dios, de ser herramientas de Su infinito amor, de ser esclavos suyos al servicio del Reino.

Realmente, esta misión mariana ha sido una maravillosa vivencia del "amor en acción", como dijo Santa Teresa de Calcuta. Un amor que ha sobrevolado todo el pueblo, cada casa, cada tienda, cada establecimiento, cada rincón.

Una gran fiesta donde "no sé si el cielo bajó o el pueblo subió, pero los ángeles volaban en ese lugar, en medio de todos y sobre el altar, trayendo las manos llenas de bendiciones. Yo sé que estaba lleno de ángeles, sí y que el mismo Dios estaba allí. Y que si los ángeles vuelan, la iglesia se alegra, todos cantan y lloran, las almas se elevan y se asusta el infierno, se aleja el mal".


Una bendición sobrenatural de un pueblo, desconocido para mí pero que, desde ahora, llevaré en mi corazón el resto de mi vida.

Mi corazón es de María y también, un poco de ese pueblo tan entrañable, Guijo de Galisteo.

GRACIAS