¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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lunes, 8 de octubre de 2018

SÍNTOMAS DE UNA PARROQUIA ENFERMA

Cuando acudimos al médico, lo hacemos porque estamos enfermos o nos encontramos mal. Sabemos que el doctor nos preguntará qué nos pasa, nos auscultará, nos medirá la presión arterial y temperatura, nos pedirá una analítica de sangre o de otro tipo... Es la forma sana de buscar síntomas que nos pongan en alerta y que nos puedan indicar si existen problemas reales y serios.

Desde hace ya algunos años, escribo sobre chequeos y diagnosis parroquiales: 

https://cristianosdigitales.blogspot.com/2015/07/diagnostico-pastoral-de-una-parroquia.html.

https://cristianosdigitales.blogspot.com/2016/08/un-chequeo-la-parroquia.html 


En mis artículos, reflexiono sobre algo que aprendí en varios encuentros de nueva evangelización y que me ha servido de mucho en mi camino de fe sobre los aspectos vitales de la salud de una parroquia: Adoración y Culto, Comunidad y Acogida, Caridad y Servicio, Discipulado y Evangelización.

Hoy quiero volver a "jugar a los médicos". Entendámonos, ni es un juego ni yo soy médico. Me refiero en sentido espiritual. Quiero quitarle dramatismo pero no la importancia que tiene. Se trata de hacer un nuevo "chequeo rutinario" a una parroquia cualquiera, con el objetivo de diagnosticar y encontrar algunos síntomas que puedan indicar problemas reales y serios dentro de mi Iglesia, y claro, tratar de dar luz para solucionarlos.

Los síntomas no son necesariamente un problema; simplemente, nos proporcionan advertencias o precauciones ante posibles dificultades que pueden ir "a más".

Si bien hay muchos síntomas potenciales para diagnosticar que una parroquia esté enferma, los siguientes siguen siendo, años después y por desgracia, bastante comunes en muchas de ellas:

Adoración y Culto

1-Disminución de la asistencia a misa. Éste es el primer síntoma de que algo no está sano en una parroquia. Los miembros no están tan comprometidos, o al menos, no como antes.
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-Falta de alegría y vitalidad. Este síntoma puede ser subjetivo pero es, sin embargo, muy importante. Todos podemos sentir cuando una parroquia carece de fervor o no es vibrante y nadie se apunta a un ejército con moral perdedora.

Comunidad y Acogida

3-Comunidad inexistente.
Si los que asisten a misa se limitan a llegar, consumir sacramentos e irse, sin confraternizar, sin sentirse familia, sin crear comunidad, es síntoma de que la parroquia tiene una salud deficitaria.
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4-Conflictos y chismes. Sí, existen en muchas parroquias. Estas guerras son indicadores de un enfoque erróneo de los miembros y de falta de caridad: "Yo soy de Pablo, tú de Pedro". Cada uno hace la "guerra" por su cuenta y así no se gana ninguna.

Caridad y Servicio

5-Más reuniones que servicio. Una parroquia enferma se reúne con demasiada frecuencia para hablar sobre lo que deberían hacer, en lugar de hacerlo.

Algunas parroquias tienen más consejos parroquiales que personas comprometidas. La actividad, es necesaria; el activismo, es perjudicial.
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Una vez, escuché de alguien que: "Cuando Dios desaparece de una parroquia, le envía reuniones y papeles".

6-Consejos parroquiales de negocios. Las parroquias enfermas, a menudo, dedican la mayor parte de sus consejos a la economía, a las estructuras y a los números, en lugar de buscar cómo llevar almas a Dios.


Discipulado

7-Expectativas pastorales poco realistas o efectivas. Las parroquias enfermas ven a los sacerdotes y consagrados como a las únicas personas preparadas para hacer todo el trabajo de la parroquia. 
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Las catequesis se dan por inercia pero son caducas o inefectivas (1ª comunión, confirmación, matrimonio),y conducen a las personas a la Iglesia en un momento de sus vidas para, poco después abandonarla para siempre.

8- Falta de discipulado. Las parroquias enfermas no "salen" a hacer discípulos sino que se "encierran" en sí mismas y la formación que ofrecen es inexistente. 
Han "enfermado" en el cumplimiento de la misión de Jesús de "Id y haced discípulos". 

Las parroquias sanas tienen equipos de discípulos formados y comprometidos con el servicio, que además, forman y hacen más discípulos.

Evangelización

9-Poco fruto evangelizador. Como regla general, una parroquia evangelizadora debería alcanzar al menos a un alejado por cada 20 feligreses. Una parroquia con una asistencia de 200 personas, por ejemplo, debería ver al menos 10 nuevos cristianos al año. Sin embargo, esto no ocurre.

10-Sin métodos ni visión. Quizás por pereza o por hastío, las parroquias enfermas no se plantean ningún método o programa para evangelizar a otros, para acercar almas a Dios. Al "calor del hogar", ni siquiera se planten cuál es su misión. Un grave problema de salud.

Evidentemente, ninguno de estos síntomas es bueno, pero muchas parroquias atraviesan períodos donde demuestran algunos de ellos. La clave es reconocer estos síntomas y responder rápidamente.

Este podría ser un posible diagnóstico en relación a la cantidad de síntomas de enfermedad en una parroquia:

De 1 a 2 síntomas. Normal para la mayoría de las parroquias si se dan en un corto período de tiempo. No es un indicador de mala salud, pero los síntomas deben abordarse con prontitud.

De 3 a 5 síntomas. La parroquia está enferma y necesita atención inmediata. Es la primera alerta importante.

De 6 a 8 síntomas. La parroquia está muy enferma. Si no se realizan cambios significativos, la comunidad está en peligro de pasar a la fase terminal.

De 8 a 10 síntomas. La parroquia está en fase terminal, en peligro de muerte y de extinción. Puede que la muerte o extinción no sea inminente pero, ineludiblemente ocurrirá en los próximos 5/10 años. Si bien es posible que una parroquia se recupere de este nivel de enfermedad, es raro. La intervención debe ser rápida, intensa, dramática y difícil de soportar.

Como digo, no soy médico ni mucho menos alguien autorizado para examinar a la Iglesia y mucho menos para juzgarla. 

Sin embargo, mis reflexiones surgen desde un profundo amor a mi "familia", a mi Iglesia, de la que me siento parte, y siempre con el ánimo de hacer lo que esté en mi mano para revertir una situación que, sinceramente, me angustia y preocupa. El resto, se lo dejo a Dios en mis oraciones.

sábado, 25 de marzo de 2017

¿ES AMPLIA TU VISIÓN?


A lo largo de los años, he aprendido que -a diferencia de la opinión popular- cuanto más amplia es la visión, más fácil es alcanzarla y, en última instancia, el tamaño de tu visión debe estar determinado por el tamaño de Dios.

La cuestión no es quién te crees que eres, sino quién crees que es Dios. En tu sueño, no te preguntes: "¿Qué puedo hacer por mi comunidad?", sino: "¿Qué puede hacer Dios por mi comunidad?"

¿A cuántas personas podríamos alcanzar?

Para determinar el tamaño de nuestra visión, necesitamos tener en cuenta tres factores. El primer factor es la población final de nuestro área de servicio. Es decir, nuestro público objetivo; a cuántas personas podemos alcanzar.

Busquemos un plano del barrio, dibujemos un círculo que incluya aproximadamente 15 minutos de distancia en automóvil de nuestra parroquia y descubramos cuántas personas hay en ese área.

Tratemos de llegar a todos ellos. Aunque sabemos que no podremos llegar a todos, asumamos la responsabilidad de tratar de llegar a todos. 

¿De cuánto tiempo disponemos?

La mayoría de nosotros sobrestimamos lo que podemos hacer en un año y subestimamos lo que podemos hacer en 5 años o 10 años. El problema es que establecemos nuestros objetivos demasiado bajos y tratamos de lograrlos demasiado pronto.

Debemos establecer grandes metas, metas enormes, aunque lleve tiempo alcanzarlas. No esperemos un milagro de la noche a la mañana. Empecemos a construir por los cimientos. No estamos interesados ​​en el desarrollo de una seta, sino ​​en el de un roble. Una seta tarda 12 horas en crecer; un roble tarda 60 años. Pero un roble dura mucho más.

Para alcanzar grandes metas, tenemos que planificar el servicio en nuestra parroquia a largo plazo. Hay muchas que son flor de un día, crecen rápido pero no construyen cimientos. No echan raíces. Todo lo que sube rápido, baja rápido.

Debemos planificar el tiempo. La perseverancia es la clave para alcanzar una gran meta. O lo que es lo mismo, el tamaño de nuestra meta estará determinado por la cantidad de vida que planeemos utilizar en alcanzarla.

¿Con qué dones contamos?

El tercer factor para determinar el tamaño de tu visión es una evaluación franca de los dones que Dios nos ha dado. La Biblia enseña claramente que hay personas con un talento, cinco talentos y diez talentos.

Algunos sacerdotes nunca tendrán más de 150 personas en su parroquia, porque se empeñan en hacerlo todo ellos mismos. Realizan todas las actividades, incluso las que no están a su alcance o para las que no están preparados. 

Como buenos pastores, quieren conocer a todas sus ovejas por su nombre y anhelan en exceso el contacto personal.

No hay nada malo en tener el corazón de un pastor. Dios ama a la gente con corazón de pastor y con olor a oveja. Por eso llamó a tantos sacerdotes a su Iglesia. Pero si pretendemos que nuestra parroquia crezca, debemos estar dispuestos a formar a otros líderes. Es uno de los peajes del crecimiento.

Si tenemos una visión amplia y una meta ambiciosa para hacer crecer a nuestra parroquia y que llegue a gente de todo el espectro, tendremos que cambiar la forma en la que pensamos. 

Ésa es la razón por la que tenemos hacer una evaluación honesta de nuestros dones, de con qué y quiénes contamos. Y una de las claves de esta evaluación es fijarnos en qué gastamos el dinero de la parroquia. Ello nos dirá cómo es nuestra visión de amplia y si "evangelizamos" o "mantenemos"

En resumen, para establecer la visión y la misión de una comunidad parroquial, lo primero que necesitamos es saber nuestro "target" (a quién nos dirigimos), lo segundo es el "timming" (cuánto tiempo nos marcamos) y lo tercero, los "resources" (con qué recursos materiales y humanos contamos).


miércoles, 31 de agosto de 2016

UN CHEQUEO A LA PARROQUIA




Actualmente en algunas de nuestras parroquias se realizan a diario muchos servicios y actividades. Y por desgracia, se llevan a cabo sin orden ni concierto. 



No podemos simplemente decir: "Vamos a hacer esto o aquello!", "Vamos a dar lo mejor de nosotros!". 

No. Debemos discernir acerca de los principios en los que se asienta nuestro servicio y administrar correctamente los dones y talentos que nos han sido dados. 

Para que esto suceda, tenemos que hacer lo que siempre decimos y pocas veces hacemos: planificar estratégicamente los servicios de la parroquia.

Para comprobar si estamos siendo efectivos en nuestra labor parroquial, hagamos un chequeo de nuestra parroquia, evaluemos los distintos servicios que en ella se realizan

Y para ello, qué mejor que una batería de preguntas:

¿Por qué estamos aquí? 

Cada servicio de nuestra parroquia debe estar claramente definido. Todos debemos tener una idea clara de lo que trata la misión, es decir, de cada uno de los 5 propósitos de la Iglesia (Adoración/Culto, Comunidad, Servicio/Caridad, Discipulado, Evangelización). Eso significa que debemos plantearnos dos cuestiones: ¿Cuál es el propósito de cada servicio y cuál no?

¿Para qué "hacemos lo que hacemos"?

Atraemos miembros a nuestra comunidad, les enseñamos a adorar a Dios, les discipulamos para alcanzar una madurez en Cristo,
les movilizamos para el servicio y les enviamos en misión al mundo. 

Nosotros plantamos y sembramos. Dios cosecha.

Y si hay algo que no encaja dentro de nuestras actividades o servicios, o de nuestra declaración de la misión (visión), no lo hacemos.

¿Qué propósito de la iglesia no cumple cada servicio?

Cada servicio de nuestra parroquia debe estar vinculado con al menos uno de los cinco propósitos de la iglesia:
  • Adoración/Culto: ¿Está diseñado para alabar a Cristo ?
  • Comunidad: ¿Está diseñado para profundizar en las relaciones dentro de la iglesia?
  • Servicio/Caridad: ¿Está diseñado para atender las necesidades de las personas?
  • Discipulado: ¿Está diseñado para llevar a la gente a la madurez cristiana? 
  • Evangelización: ¿Está diseñado para llegar a las personas ? 
Es necesario asegurarnos de que cada uno de nuestros servicios realiza una de estas cinco cosas. Si no lo hace, debemos replantear nuestra actividad, nuestro servicio y nuestros métodos.

¿A quiénes tratamos de llegar?

Tenemos que averiguar a quiénes estamos tratando de llegar con nuestro servicio. Los servicios que van dirigidos:
  • A la Comunidad territorial y vecinal entera, deben centrarse en la evangelización (métodos y programas).
  • A la Multitud, deben centrarse en el culto y adoración (las personas que se acercan a la parroquia los fines de semana).
  • A la Congregación, deben centrarse en las necesidades de la comunidad (actividades internas/externas de la parroquia).
  • A los Comprometidos, deben centrarse en el discipulado (crecimiento y madurez espiritual).
  • Al Núcleo, deben centrarse en el servicio y caridad (involucrar a las personas en el servicio de la parroquia).
Cada uno de nosotros debemos estar repartidos en cada uno de los propósitos de la Iglesia y necesitamos saber a quienes pretendemos alcanzar con nuestro servicio y funciones. La Comunidad tiene diferentes necesidades que los comprometidos, la Congregación tiene diferentes necesidades que el Núcleo, etc.

Sabiendo a quienes estamos sirviendo, sabremos cómo realizar nuestras funciones y tareas.

¿Tenemos visión de futuro?


¿Dónde desearíamos que nuestro servicio esté dentro de 6 meses? 


Esta es la etapa donde los líderes/coordinadores de cada servicio en la parroquia ponen su sueño, su visión. 

Si éstos no son capaces de visualizar el futuro, quizás es que no están preparados para dirigirlo. 

Examinemos con cuántos contamos para el servicio (rasgo cuantitativo) y si están capacitados para él (rasgo cualitativo).

Exhortemos a los líderes/coordinadores para que se encomienden a Dios y oren por el futuro del servicio.

¿Funcionan correctamente nuestros servicios ?

El cuerpo humano está compuesto de once sistemas
: circulatorio, digestivo, endocrino, inmunológico, linfático, muscular, nervioso, óseo, reproductor, respiratorio, excretor.

Cada uno tiene una función específica y todos deben funcionar correctamente. Si alguno deja de funcionar, el cuerpo sufre, experimenta dolor, enferma e incluso puede morir. 

La Iglesia (el cuerpo de Cristo) tiene sus propios sistemas también. Y para que esté sana, sus sistemas tienen que trabajar correctamente, cumplir con cada cometido asignado. Si no lo hacen...seguro que enferma.

¿Cómo hacer que funcionen correctamente? 

Para eso, debemos trabajar juntos en equipo, sacerdotes y laicos. Los sacerdotes deben formar líderes/coordinadores y delegar, dejarles actuar en base a los dones que nos concede Dios e incluso dejar que se equivoquen.

Es preciso de cada uno discierna, medite y ore sobre cómo hacer sus tareas con eficacia. No por nuestro propio mérito sino con la ayuda de nuestro Padre.

¿A quién más podemos comprometer con el servicio?

Todos los implicados en los servicios y actividades de la parroquia debemos estar constantemente en guardia para discernir quién puede unirse a nosotros en el servicio. 

Empecemos a orar, por lo menos, por una persona que podría unirse a cada equipo, a cada servicio, a cada actividad. Si un líder no forma continuamente líderes, no está haciendo bien su trabajo..

Jesús nos dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Oremos por los futuros servidores. 

¿De qué manera servimos?

Nuestro servicio debe tener como objetivo a la gente, no sólo de nuestra parroquia, sino a los que esporádicamente se acercan a ella.

¿Estamos atendiendo las necesidades físicas, emocionales, mentales o espirituales, o la combinación de ellas? Todas estas necesidades son reales. 

Una parte de la comprensión de la identidad de nuestro servicio es saber cómo estamos atendiendo cada una de ellas

Busquemos medios para dar más valor a los servicios que realizamos. Encontremos los métodos para que cada uno de ellos atiendan mejor las necesidades físicas, emocionales, mentales o espirituales de las personas.