¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.
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viernes, 16 de junio de 2017

"¡AY, PROGRES CRISTIANOS!"



¡Ay de aquellos que dictan leyes de iniquidad! 
¡Ay de los que publican decretos de opresión; 
que niegan la justicia a los débiles 
y quitan su derecho a los pobres de mi pueblo; 
que hacen de las viudas su presa y de los huérfanos su botín!
(Isaías 10, 1-2)


Hoy, ser “progre” es lo estándar, es lo normal, es lo que todos hacen. También en la Iglesia. 

Al "progre cristiano" no le importan ni la moral ni la doctrina ni el prójimo, sino el “sé tú mismo” y “siéntete bien”. Lo que se valora es el sentimiento, la experiencia individual, en lugar de un compromiso formal con una comunidad y con Dios. Se puede “creer sin pertenecer”, y eso, es tan fácil, que muchos sucumben a esa tentación."¡Ay, progres cristianos!"

Hoy, ser "radical" es lo raro, es lo peculiar, es lo que nadie hace. Tampoco en la Iglesia. 

Si ser progre es lo estándar, ser radical es lo especial, lo auténtico. En un mundo promiscuo, el casto es radical. En un mundo glotón, el que ayuna es radical. En un mundo relativista, el que tiene fe firme es radical. En un mundo materialista, el que cree en lo sobrenatural es radical. En un mundo egoísta, el que reza por otros es radical."¡Ay, progres cristianos!"

En general, "los progres cristianos" tratan de defender un modelo de Iglesia o de "espiritualidad" más acorde con los tiempos; más actual y menos "carca"; más fácil y menos onerosa; más cómoda y menos sacrificada; más amoldada al "yo" y menos al "nosotros":

Resultado de imagen de progres catolicos"Los progres cristianos" piensan que a las eucaristías les falta algo. Algo de "marcha", de "movida", de diversión. Lo importante no es lo que dice el Evangelio ni que Cristo se haga presente. Lo que importa es lo que cuenta el "progre sacerdote", que les cautiva con su actitud posmoderna. "¡Ay, progres cristianos!"

Resultado de imagen de gente progre"Los progres cristianos" están convencidos de que hay que ser políticamente correctos con los que atacan a la Iglesia para no ofender a nadie. Los "progres sacerdotes" no corrigen por temor a "perder" seguidores. "¡Ay, progres cristianos!"

Imagen relacionada"Los progres cristianos" opinan que los sacerdotes deberían poder casarse o, al menos, tener la opción de decidir. Consideran que tampoco deben vestir sotana sino de tal forma que se mimeticen con el resto de la "progresía". "¡Ay, progres cristianos!"

Resultado de imagen de gente progre"Los progres cristianos" deciden que la mujer debería poder ser también una "progre sacerdotisa". Tratan de rebatir la voluntad Dios, a quien tildan de "machista", de severo y castigador, aunque no lo digan explícitamente. "¡Ay, progres cristianos!"


"Los progres cristianos" piensan que la Iglesia debe entender y pedir perdón a los gays, a las lesbianas, a los musulmanes... En definitiva, se avergüenzan de ser Iglesia. "¡Ay, progres cristianos!"

"Los progres cristianos" dicen que la Iglesia es retrógrada y anticuada. Creen que deberían permitirse las uniones entre personas del mismo sexo,  que se puede llegar a Dios a través de espiritualidades orientales, como el yoga, el reiki, etc., que se puede vivir la fe en la intimidad. "¡Ay, progres cristianos!"

"Los progres cristianos" ansían una "fe a  la medida", que permita comulgar a los divorciados, que permita las uniones sin matrimonio. Incluso hasta el aborto, en determinados casos. "¡Ay, progres cristianos!".

"Los progres cristianos" hablan de "miembros y miembras", "feligreses y feligresas", de "astronautos y astronautas", utilizando un lenguaje ridíc
ulo y absurdo, en aras de una ansiada "igualdad", que denota su falta de conocimiento y cultura. "¡Ay, progres cristianos!".


Hay "progres cristianos".
¡Ay, progres cristianos!".

lunes, 27 de julio de 2015

"CRISTIANO SÍ, PERO....."





"El que no está conmigo está contra mí, 
y el que no recoge conmigo desparrama" 

(Mateo 12,30; Lucas 11,23)


Jesús nos advierte de las "medias tintas", de la tibieza del alma: Ser un "cristiano tibio" es una contradicción: o eres cristiano o eres tibio.

Ser un cristiano a medias, un "cristiano sí, pero ..." es del todo imposible. Seguir a Cristo es un camino que no admite duda, o le sigues o no.

Es inviable "recoger" y "desparramar" a la vez, de la misma manera que una mujer, no puede estar un "poco embarazada", un hombre no puede estar un "poco casado" o un cadáver, estar un "poco muerto". Así, como tampoco se puede ser un "poco cristiano".

Los tibios forjan "una fe a la medida", "a su manera, a su comodidad", "sin mucha exigencia", rebelándose contra “el estilo divino”, optan por "caprichos espirituales” y prefieren guiar sus vidas alejados de la voluntad de Dios. 



No se consolidan dentro de la Iglesia, no forman parte del cuerpo de Cristo, no se comprometen, no son capaces de abrir la puerta de su corazón para que Jesús entre, le piden condiciones a Dios: "sí, pero...así"; "sí, pero a mi manera"; "sí, pero cuando me venga bien, cuando tenga un rato, cuando acabe lo que tengo que hacer..."

Conocen a Dios pero no lo involucran en sus vidas; hacen todo con sus propias fuerzas. Saben lo que tienen que hacer pero no lo hacen porque siguen su propia agenda. 


Su prioridad no es Dios, andan tan enredados y absortos en "sus cosas" que abandonan "las de Dios" y si luego, "tienen tiempo", ya pensarán en dedicarle tiempo.

Miden su moral con los "ojos del mundo", no con los de Dios. Anhelan estar en el bautizo y en el funeral, "en misa y repicando", en el reino de Dios y en el mundo. Aman al prójimo pero no como a sí mismos. sirven a Dios pero con excusas y restricciones de tiempo, dinero, energía y compromiso.

Utilizan la fe cuando les interesa, pero no la viven ni la disfrutan. Su modo de vida les gusta y no quieren ser transformados. Son infelices y están perdidos en la queja, su corazón se envenena porque su rutina no les deja disfrutar de su vida; el estilo de Dios no va con ellos, no les interesa.