¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.
Mostrando entradas con la etiqueta fundamento de la fe. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta fundamento de la fe. Mostrar todas las entradas

martes, 7 de enero de 2020

LA PRUEBA DEL AMOR

Resultado de imagen de día del amor y la amistad venezuela
"Hermanos míos, tened como suprema alegría 
las diversas pruebas a que podéis ser sometidos, 
sabiendo que la fe probada produce la constancia.
Dichoso el hombre que soporta la prueba;
porque si la ha superado, 
recibirá la corona de la vida 
que Dios ha prometido a los que le aman." 
(Santiago 1, 2-3 y 12)

Desde el principio, todas las criaturas de Dios somos probados en el amor. Los ángeles tuvieron que pasar la prueba. Nuestros primeros padres, Adán y Eva, también. 

La Sagrada Escritura está llena de ejemplos de pruebas: Noé, Abraham, Job, José, Moisés, David. El mismo Jesucristo se enfrentó a la mayor prueba de amor: "Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos" (Juan 15, 13).

Desde la rebelión en el mundo angélico, luego trasladada a la tierra, nos encontramos inmersos en una batalla espiritual, queramos o no. Todos debemos enfrentarnos a la prueba y hacer una elección. O Dios o el Enemigo. O el Amor o el Odio. O, como dice el cardenal Sarah, Dios o nada.

Dios nos ha dado y nos da permanentemente pruebas de su amor. “Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito” (Juan 3, 16). "Mirad cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo único a este mundo para que tengamos vida por medio de él. En esto consiste el amor; no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados." (1 Juan 4, 8-10).

El Señor viene siempre a nuestras vidas y reconforta nuestros corazones, cura nuestras heridas, nos repara, nos da fortaleza y aliento en nuestras caídas, para continuar caminando hacia Él. 

Dios nos regala un Amor gratuito, incondicional y sin límite, que no exige ni quebranta nuestra voluntad

Sin embargo, el amor, para ser completo, requiere reciprocidad. Por eso, nuestro amor a Dios depende sólo de nuestra libertad, una decisión de fe que demostramos ante la prueba.

Propósito de la prueba


Toda prueba tiene un propósito. Sólo si somos sometidos a la prueba, la calidad de nuestro amor y de nuestra fe a Dios se pone de manifiesto. 

Imagen relacionadaPorque el verdadero amor no se basa en sentimientos sino en una decisión de amar libre e incondicionalmente. El amor no se cuenta, se ofrece. No se explica, se da.

La prueba saca a relucir nuestra verdadera esencia, lo que hay en nuestro corazón: nos da la oportunidad de elegir entre amor u odio, agradecimiento o resentimiento, ganancia o pérdida, plenitud o vacío, vida o muerte.

A través de la prueba, el amor y la fe del cristiano se refuerzan y aumentan gracias y por medio de Jesucristo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4,13)

"Amar a Dios es guardar sus mandatos" (1 Juan 5, 3). Es la fe en el amor que Dios nos tiene (también expresado en los mandamientos) la que nos salva. La fe hace posible aquello que humanamente es imposible.

Recompensa de la prueba


Pero, además, la prueba tiene una recompensa. Sin prueba no hay progreso. La recompensa de la prueba es transformarnos a la imagen de Jesucristo (Romanos 8, 29). 

Resultado de imagen de regalo de diosEsta es nuestra meta, nuestra santificación, y por eso, toda prueba está diseñada para alcanzar la perfección en el amor. 

Cuando experimentamos su amor incondicional, su cuidado, su perdón, su poder sanador, entonces, ese Amor Verdadero comienza a germinar en nuestro corazón y surge en nosotros el deseo de amar a Dios y a los demás de la misma forma.

Cuando dejamos que el amor de Dios inunde todo nuestro ser, comenzamos a transformarnos y a asemejarnos a Él, a reflejar Su amor en nuestra vida y en nuestras relaciones con los demás. No podemos dar lo que no tenemos. 

Por eso, para poder dar amor verdadero necesitamos recibirlo primero. Y para recibirlo, debemos elegir querer recibirlo. Porque Dios ya nos la ha dado primero.

Es entonces cuando nos transformamos en amor y conseguimos la meta para la que hemos sido creados: estar junto al amor de Dios y amarle por toda la eternidad.

"El amor es paciente, es servicial; 
el amor no tiene envidia, no es presumido ni orgulloso; 
no es grosero ni egoísta, no se irrita, no toma en cuenta el mal; 
el amor no se alegra de la injusticia; se alegra de la verdad. 
Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera. 
El amor nunca falla" 
(1 Corintios 13, 4-8)

domingo, 1 de abril de 2018

¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADO!!!

Imagen relacionada
"Si Cristo no ha resucitado, 
vana es nuestra predicación y vana nuestra fe." 
(1 Corintios 15,14)

El apóstol Pablo resalta la importancia que tiene en la fe la resurrección de Jesucristo: es nuestro fundamento.

Si Jesucristo no ha resucitado, las promesas de Dios son vanas pues estamos abocados a una vida corta de sufrimiento y muerte en esta tierra. Entonces, ¿para qué Dios?

Si Jesucristo no ha resucitado, nuestra esperanza se desvanece y su figura se queda tan sólo en un personaje histórico. Entonces, ¿para qué Cristo?

Si Jesucristo no ha resucitado de los muertos significa que ha sido vencido por la muerte y por el pecado. Significa que su muerte ha sido inútil, estéril, sin sentido. ¿para qué su muerte?

Sólo si Jesucristo ha resucitado, algo verdaderamente nuevo cambia el mundo: Dios se ha manifestado al hombre. Se ha abierto el cielo para la humanidad.

La resurrección de Jesucristo no es una reanimación de un muerto sino que supone la ruptura de las cadenas que nos esclavizan en este mundo. 

La Resurrección es:

- un salto cualitativo, un paso a una nueva vida que no está sujeta a la ley física de la muerte.

- universal o no es nada, dice el apóstol Pablo (1 Corintios 15, 16-20) y por tanto, "los cristianos que han muerto están perdidos".
 

- tan real como la cruz. Sin embargo, si nuestra fe se queda sólo en la cruz, nada nuevo hay. 

- un hecho que supera toda experiencia, puesto que Jesucristo vive desde Dios.

- la entrada a una vida nueva, una transición a una condición definitiva y diferente en la inmensidad de Dios, desde donde Él se nos manifiesta.

La Resurrección nos presenta al:

Dios de la Vida

Nos descubre a un Dios de vivos y no de muertos (Mateo, 22, 32) y abre la puerta de par en par hacia la Vida Plena. 

Todos nosotros participamos de la resurrección de Jesucristo. No es un hecho aislado del Hijo de Dios. Jesús inaugura el camino, nos abre la puerta del cielo y nos da esperanza: “Dios que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder” (1 Corintios 6, 14).

Dios de la Promesa

Es el cumplimiento y la plenitud de todas las promesas dadas por Dios a su pueblo. Nos muestra un Dios fiel, que no defrauda.

Es
 el cumplimiento cierto y seguro de su Alianza, que nos hace degustar las primicias del cielo, construyéndolo, anticipándolo aquí mismo en la tierra, al encontrarnos con el "resucitado", como los dos de Emaús.

Dios de la Justicia


Nos revela a un Dios que hace justicia a las víctimas, subsanando todo el mal, que da la vida a todos los maltratados, oprimidos y esclavizados.

La resurrección restablece la Justicia de Dios que no abandona al débil o al pobre en el camino.

Dios de la Esperanza

Es la esperanza futura de Vida Eterna para todos los que damos nuestro sí a Dios, que ilumina toda nuestra existencia, que nos ayuda a caminar en las tinieblas de este mundo. 

Es el amanecer de un día nuevo sin ocaso, sin noche, sin oscuridad que alcanza a toda la humanidad: una nueva creación, un hombre nuevo.


Resultado de imagen de resurreccion la pasion de cristo

¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADO!!! 

¡¡¡EN VERDAD, HA RESUCITADO!!!