¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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domingo, 2 de noviembre de 2025

OSEAS: EL AMOR INCONDICIONAL DE DIOS

 
Oseas, hijo de Beerí, es el primero de los doce profetas menores del Antiguo Testamento, oriundo del reino del norte y coetáneo de Amós, que ejerció su ministerio profético en la capital, Samaria, y en los santuarios de Betel y Guilgal, en los últimos años del reinado esplendoroso de Jeroboán II (793-753 a. C.) y en los sucesivos, donde reinó el caos, la anarquía y la inestabilidad social, económica, religiosa y política.

La capital del reino del norte, Samaria, cae en el año 722 a.C. a manos del rey asirio Salmanasar. Israel desaparece de la historia y todos los nobles y gran parte del pueblo fueron llevados cautivos como prisioneros de guerra.

Denuncia las injusticias y la corrupción reinante (4,1-2) y condena la apostasía e idolatría de Israel, comparándola con la infidelidad de una mujer, Gómer, hacia su marido, Oseas:
  • Idolatría Cultual: el culto superficial y falso (6,4-6; 5,6; 8,11-13) y la adoración a:
    • el becerro de oro, instaurado por Jeroboán I en el 931 a.C., que transgrede el 1º mandamiento de la Ley
    • a los dioses paganos, Moloc, Baal y Astarté, dioses de la fertilidad, con sus sacerdotisas, las "prostitutas sagradas", que transgrede el 2º mandamiento de la Ley
  • Idolatría Política: la  búsqueda de la salvación fuera de Dios, en las alianzas con Asiria y Egipto, que se convierten en nuevos "dioses" para el pueblo (nueva transgresión del 1º mandamiento)
Describe por primera vez la relación entre Dios y su pueblo en clave esponsal y paternal para mostrar el amor infinito y gratuito de Dios hacia un Israel pecador y no del todo arrepentido y, en definitiva, rebelde.
El mensaje de Oseas no sigue la lógica religiosa pecado-conversión-perdón, sino que lo invierte: el perdón precede a la conversión y el arrepentimiento (Lc 15; Rom 5,8; 1 Jn 4,10).

Estructura
  • Biografía teológica (1-3): Oseas predica con la palabra y con su propia vida. Dios relee la alianza del Sinaí (Ex 16) en clave de amor esponsal (Os 2) 
    • Matrimonio de Oseas con Gómer, hija de Dibaín, prostituta sagrada del culto a Astarté que representa el adulterio de Israel contra Dios, el divorcio entre el esposo fiel y la esposa infiel
    • Descendencia de Oseas: los tres hijos de Gómer, fruto de las sus adulterios, representan tres acusaciones contra la infidelidad de Israel:
      • Yesrael (="Dios siembra") recuerda la matanza de Jehú (2 R 10,1-11)
      • Lo'ruhama (="no compadecida") representa la gravedad del pecado del pueblo que impide la compasión divina
      • Lo'ammi (="no mi pueblo") representa la ruptura de la alianza con Dios
    • Fidelidad de Oseas: Oseas, al igual que Dios, no repudia a su esposa infiel pero le echa en cara sus pecados, la priva de sus bienes, la impide salir de casa, la humilla frente a sus amantes para que recapacite y decide llevarla al desierto, lugar donde se conocieron
    • Recuperación de Gómer: Cuando Israel vuelva a ser fiel, el desierto se convertirá en un "nuevo Edén", lugar de la intimidad y el amor de dos enamorados que se buscan y desean. Oseas recupera a su esposa con una ingente suma de dinero (=sacrificio pascual) y sus hijos cambiarán sus nombres, que representan la comunión con Dios: 
      • Lo'ruhama se transformará en ruhama ("compadecida") 
      • Lo'ammi se transformará en ammi ("mi pueblo")
      • Yesrael será una semilla fecunda (="semilla de Dios")
  • Oráculos proféticos (4-13): Denuncia la infidelidad de los sacerdotes y los dirigentes​. Ante la falta de arrepentimiento, predice la destrucción del reino a manos del Asiria. Pero, Dios recuerda a Israel su amor paternal (Ex 4,22; Dt 14,1), el amor irrenunciable de un padre por su hijo (Os 11) que recogerá el médico evangelista en la parábola del hijo Pródigo (Lc 15)
  • Exhortación y promesa (14): Llamada a la conversión frente a la amenaza asiria y promesa de restauración
Clave de lectura
Oseas utiliza dos términos para representar el amor de Dios:
  • Hesed: "Misericordia, bondad, benevolencia, compasión". Vinculado a la Alianza, es decir, el amor inquebrantable (esmet, fiel) sellado con el pacto de Dios y su pueblo
  • Rahamim: "Entrañas maternas"; en la cultura judía: donde están los sentimientos más profundos. Las "entrañas" de Dios se conmueven ante la miseria humana

jueves, 29 de marzo de 2018

AMOR FRENTE A TRAICIÓN

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"Judas, ¿con un beso entregas al hijo del hombre?"
(Lucas 22, 48)

Comenzamos la Semana Santa escuchando los Evangelios de Mateo, que enfatizan las infidelidades de los discípulos: la traición de Judas, la huida de todos en Getsemaní y, posteriormente, la negación de Pedro.

A pesar de que los discípulos dejan solo a Jesús en los momentos críticos, su amor y su amistad, trascienden el abandono de éstos. La ref
lexión que surge de estos hechos nos interpelan también a nosotros, hoy día. De igual manera que los discípulos, podemos abandonar a Jesús, pero Jesús nunca nos abandona a nosotros. Su amor es mucho mayor que nuestra infidelidad. 


Jesús sabe que va a ser traicionado a pesar de que Judas está maquinando en secreto; Jesús sabe que va a ser negado por Pedro a pesar de que le dice que morirá por Él; Jesús sabe que va a ser abandonado por sus discípulos a pesar que están con Él en el Huerto. Jesús lo sabe todo. 

Imagen relacionadaAún así, Cristo comparte sus últimos mensajes en confianza con todos ellos; cena y confraterniza en intimidad con sus amigos. Para los judíos compartir mesa, participar del pan y del vino eran las máximas expresiones de amistad, de intimidad y de confianza. 

A pesar de ser traicionado por sus amigos, por personas muy íntimas, ¡la increíble gratuidad del amor de Jesús supera la deslealtad, la negación y la huida de sus discípulos. Su amor no depende de lo que los demás hacemos por Él. Aunque cometamos el pecado más grande, sigue considerándonos amigos suyos. 


Resultado de imagen de los discipulos en getsemaniJesús, sabiendo perfectamente lo que Pedro y los demás discípulos iban a hacer, se fue con ellos a Getsemaní. Sabiendo perfectamente lo que Judas había hecho, y lo que venía a hacer, le dijo: "Amigo, ¡a lo que vienes!" No era palabras dichas con ironía, sino con sinceridad y honestidad. Judas era su amigo y Jesús lo amaba. 

¡Qué triste la reacción humana! ¡Qué descorazonadora la actitud del hombre! Después de haber vivido, comido y caminado junto a Jesús durante tres años, Judas terminará entregando a su Maestro y amigo, Pedro terminará negándole y todos, terminarán abandonándole. 

El mismo amor que Jesús sentía por Judas, por Pedro y por el resto de sus discípulos que le fueron infieles, es el que siente por cada uno de nosotros, quienes, lamentablemente, lo negamos, lo traicionamos y abandonamos a diario, quizás con más frecuencia que lo hicieron Judas y el resto.

Cerca y lejos de Jesús a la vez

Los discípulos fueron unos privilegiados: caminaron tres años junto a Jesús, fueron testigos de milagros asombrosos, e incluso predicaron junto a Él. Sin embargo, Judas nunca valoró ni amó a Cristo. En realidad, no estaba realmente interesado en lo que enseñaba. Tenía puesto su corazón en las cosas terrenales, como muestra su traición y sus robos (Juan 12,6). 
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Seguramente Judas fue desilusionándose a medida que conocía más a Jesús, e incluso enfadándose y pensando que había desperdiciado tiempo siguiéndolo. Por eso, cuando se dio cuenta de que Jesús no le serviría para sus propios fines, lo traicionó, mostrando que nunca fue un verdadero discípulo (Juan 26,14-16).

Jesús habló en muchas ocasiones, refiriéndose a "los Judas" (Mateo 6,19-24 y 7,21-23), e incluso advirtió sobre lo que supondría la traición (Mateo 26,24). Sabía que en su Iglesia siempre habría Judas que estarían físicamente cerca de Él pero que sus corazones estarían muy lejos. Aún así lo permitió. Los amó.

Y yo, ¿estoy a la vez cerca y lejos de Jesús? ¿le traiciono? ¿le abandono en los momentos críticos?

Sólo Jesús llena nuestras vidas

Muchos siglos antes de la venida de Cristo, Dios le habló al profeta Jeremías: "Doble iniquidad ha cometido mi pueblo: me han abandonado a mí, la fuente de agua viva para excavarse aljibes, aljibes agrietados, que no retienen agua" (Jeremías 2,13).

Judas representa esta doble iniquidad de la que habla el profeta. Él creyó que era mejor tener un puñado de monedas que tener a Cristo. Luego vio el error que cometió, pero en vez de arrepentirse, decidió quitarse su propia vida.


Imagen relacionadaLa esencia de nuestro pecado original, de nuestra rebelión es, aún estando cerca de Dios, abandonarle por temor o por egoísmo, por tratar de llenar nuestras vidas con cosas materiales que jamás podrán llenarlas.

De nada nos sirve tener cosas materiales ni nada de este mundo si no tenemos a Cristo: "Pues los que quieren enriquecerse caen en la tentación y en la trampa de deseos insensatos y funestos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males. Algunos, arrastrados por ese amor al dinero, se han apartado de la fe y están atormentados por muchos remordimientos" (1 Timoteo 6,9-10).

Y yo, ¿dejo que Jesús llene mi vida? o ¿trato de llenarla con cosas materiales? ¿estoy cerca de Cristo en misa o pensando en mis cosas?

Judas! ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? 
Pedro! ¿con un "no" abandonas al Hijo de Dios?
Cristiano! ¿con un "no tengo tiempo" traicionas al mismísimo Dios?