¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.
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martes, 17 de julio de 2018

CLAVES DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

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" Duc in altum " 
(Lucas 5,4)

Ante a la grave situación que vive nuestra sociedad occidental descristianizada, estamos llamados a poner en práctica una pastoral misionera, volviendo a las fuentes y al espíritu de la primera evangelización, para “reavivar en nosotros el impulso de los orígenes”. (Juan Pablo II, Carta apostólica Novo MillennioIneunte, n. 40.).

La nueva evangelización de Europa necesita de una pastoral misionera con los siguientes rasgos significativos e irrenunciables:

-Dirigida a todos los sectores de nuestra sociedad plural. También los que son hostiles a lo religioso y, en concreto, a lo católico.

-Realizada por todos los miembros de la Iglesia.

-Iniciada desde la propia conversión personal, comunitaria y eclesial

-Edificada desde la oración, el testimonio de palabra y vida, y el servicio a los demás. 

-Desarrollada con un renovado impulso misionero, abierto a la Gracia y dócil al Espíritu Santo.


-Interiorizada desde una nueva experiencia íntima y profunda del amor de Dios que haga arder el corazón con la escucha contemplativa de la Palabra de Dios, como a los discípulos de Emaús.

-Anunciada como si se tratase de la primera vez, con toda la fuerza de su novedad, con todo su atractivo, sin temores ni complejos, con sencillez y sin privilegios.

-Elaborada desde un conocimiento del corazón del hombre de hoy, participando en sus alegrías y tristezas, y al mismo tiempo, enamorados de Dios

-Cumplida desde la presencia y el compromiso con los más necesitados, signo inequívoco de nuestro seguimiento a Jesucristo. 

-Abierta al mundo y sin encerrarnos en “clubes privados”, en el “calor del hogar”, "en la afectividad de los nuestros", sino saliendo de nuestras zonas de confort, a la intemperie, al encuentro, al diálogo, a la escucha del mundo actual. 

-Viviendo en el mundo, sin ser parte de él. Inmersos en su corazón, en su tejido social y humano, en su pensamiento, en sus sufrimientos y en sus anhelos.

-Atrayendo con la "verdad", la "bondad" y la "belleza" de Jesucristo, viviendo “alegres” para atraer a los que están fuera y para que participen de ese "encanto".

-Formando comunidades vivas y maduras, llenas del Espíritu, inmersas como levadura en el mundo, que sean luz en la oscuridad de este mundo. 

-Replanteando estructuras: las parroquias, las órdenes religiosas, los movimientos laicales, las catequesis...), para ser eficaces y efectivos. 

-Integrando a cristianos comprometidos, testigos con experiencia de Dios, con creatividad y dinamismo apostólico

-Saliendo al encuentro de los que vuelven a casa por el camino de Emaús, con un estilo cercano, de acompañamiento y de escucha.

-Despertando la fe de los demás con un carácter valiente, alegre y sin "caras de acelga".

-Utilizando un lenguaje comprensivo y actualizado a los tiempos, al "estilo" de Jesús: hablando a la gentes en su “lengua”, en su experiencia, con relatos/parábolas que empaticen con sus realidades, con imágenes y gestos en sintonía y en conexión con la mentalidad de las personas a las que se evangeliza. 

Resultado de imagen de nueva evangelizacionPara concluir, decir que no existen recetas ni fórmulas mágicas para los grandes desafíos de nuestro tiempo. Sólo es necesaria una Persona: Cristo.

La nueva evangelización implica la responsabilidad de todos los miembros del Pueblo de Dios en esta evangelización "a la inversa" que se sostiene, fundamentalmente, sobre cinco pilares:

Servicio
Nuestras manos deben ser como las de Jesús: servidoras, dispuestas para tocar al leproso y lavar los pies a los discípulos.

Anuncio
Nuestra boca debe hablar de forma comprensible y auténtica de Jesucristo.

Comunión
Nuestra vida debe desarrollarse en comunión fraterna, en corresponsabilidad de tareas y servicios.

Testimonio
Nuestras palabras y obras deben testificar a Cristo. A nadie más.

Sacramentos
Nuestro compromiso con Dios debe conducirnos a celebrar todo a través de la Eucaristía, los sacramentos y la oración. 


viernes, 18 de septiembre de 2015

GRUPOS PEQUEÑOS, HERRAMIENTAS EVANGELIZADORAS


 

"En esto, unos hombres trajeron en una camilla a un paralítico
 y trataban de introducirle, para ponerle delante de él.
Pero no encontrando por dónde meterle, a causa de la multitud, subieron al terrado, le bajaron con la camilla a través de las tejas,
y le pusieron en medio, delante de Jesús.
Viendo Jesús la fe de ellos, dijo:
Hombre, tus pecados te quedan perdonados."
(Lucas 5, 18-20)


 A veces se necesita hacer algo radical para llevar a alguien a Jesús. Otras, tan sólo se necesita el cuidado y el amor de un pequeño grupo de cristianos.

¿Cómo pueden los grupos pequeños (células de fe) convertirse en herramientas eficaces de evangelización tal y como Dios quiere?

Preocupación por todas las personas que no conocen a Jesús

Al igual que los cuatro amigos en el relato de Lucas, la evangelización debe empezar por el amor.  La principal razón por la que los cristianos no comparten a Cristo con otros es porque están demasiado preocupados por sí mismos que se olvidan del mandato de amar al prójimo como a uno mismo.

Lo primero de todo es que el grupo tome conciencia de que existen personas que los necesitan y entonces, comenzar a orar por ellos. Orar por ellos para compartir la fe libremente y para que Dios ablande sus corazones.

Fe para poder llevarlas a Dios

Cuando los cuatro amigos vieron que no era posible hacer llegar al paralítico a Jesús, podrían haber desistido. Sin embargo, confiaron en que Jesús lo podía sanar, tenían fe. 

La Biblia dice que los pecados del paralítico fueron perdonados cuando Jesús vio la fe de los cuatro amigos.

Hoy también encontramos personas paralizadas en nuestro mundo aunque no necesariamente están paralizados físicamente. 

Más bien, su fe está paralizada por la duda, por la soledad, por el miedo o por cualquier otra cosa.

En cierto sentido, no tienen suficiente fe para creer y por ello, necesitan la fe de otros para llevarlos hasta Jesús.



Un plan establecido

Aunque la fe y la oración son ingredientes importantes para atraer a otros a Jesús, tenemos que hacer algo más. Necesitamos un plan. Cuando los cuatro amigos vieron que no era posible acercar al paralítico a Jesús, se le ocurrió un plan: introducirlo por el tejado.

Los grupos pequeños también necesitan un plan para llevar a la gente a Jesús. Sin plan, no es posible llevar a nadie a Cristo.

Perseverancia ante las dificultades

Cuando los cuatro amigos vieron el camino a Jesús bloqueado, tenían todas las excusas como para sentirse desalentados, pero no se dieron por vencidos, sino que buscaron otra manera de llevar a su amigo hasta Jesús.

Todos nos desanimamos a veces, pero si tenemos como objetivo compartir a Jesús con nuestros amigos, debemos persistir ante cualquier dificultad.

Valentía de hacer algo diferente

Cuando se enfrentaron a esa situación desalentadora, los cuatro amigos decidieron hacer algo diferente para llevar a su amigo a Jesús, se fueron por las nubes! A veces, también tenemos que hacer algo diferente para llevar a la gente a Jesús.

Trabajo en equipo

¿Alguna vez ha tratado de llevar a alguien en una camilla con sólo tres personas? No se puede. Si los cuatro amigos no hubieran trabajado en equipo, el paralítico se habría caído de la camilla.

Algunas personas sólo llegarán a Jesús gracias al esfuerzo conjunto de todo el grupo.

Sacrificio por traer a alguien a Jesús

Estos cuatro hombres no habrían hecho un agujero en el techo a menos que estuvieran dispuestos a arreglarlo. Estaban dispuestos a esforzarse antes, durante y después de llevar a su amigo a Jesús.

Llevar a un amigo a Jesús siempre requiere sacrificio. Significa sacrificar la propia comodidad dentro del grupo. Muchas personas han llegado a sentirse tan cómodas dentro de sus grupos pequeños, que tienen miedo de añadir nuevas personas y echar a perder la dinámica del grupo.


Antes de nuestra comunidad llegue a Jesús, debemos salir de nuestra zona de confort.


P. Rick Warren