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El libro protocanónico del Cantar de los Cantares (en hebreo, Shir Hashirim), conocido también como Cantar de los Cantares de Salomón, es uno de los dos libros poéticos del Antiguo Testamento, junto a los Salmos.
Es uno de los cinco rollos o megillot utilizados por el pueblo judío el sábado de Pascua, que marca tanto el comienzo de la cosecha de cereales como la conmemoración de liberación de Israel de Egipto.
Es un libro desconcertante y enigmático pues es el único del Antiguo Testamento que no menciona de manera explícita a Dios y cuyo tema central es el amor conyugal, una alegoría de la relación entre Dios e Israel, entre Cristo y su novia, la Iglesia.
La expresión "Cantar de los Cantares" es similar a otras como "Rey de reyes" (Ez 26,7; Dn 2, 37), "Libro de los libros", "Vanidad de vanidades", "Santo de los santos" o "Sábado de sábados" (Yom Kippur o Día de la Expiación) y su uso repetido indica su sentido más alto (en hebreo no existe el superlativo).
Es por tanto, "El Cantar por excelencia", la "canción" singular, excelsa y superior a todas los demás: "la canción de las canciones".
Autoría y datación
El poema no ofrece ninguna pista sobre su autor o sobre la fecha, lugar o circunstancias de su composición. Tan sólo indica que es "de Salomón", pero no indica que sea su autor.
En cuanto a su datación, la evidencia más fiable es su idioma: el arameo reemplazó gradualmente al hebreo después del exilio babilónico a fines del siglo VI a. C. Además, el uso de neologismos apuntan a una fecha más tardía, siglos después del rey Salomón, hacia el s. III a. C.
Contenido
Trata de dos amantes, un joven pastor y una sulamita (que significa "mansa", "pacífica"), que han sido obligados a separarse, que se buscan con desesperación, que claman su amor en una forma poética altamente sofisticada, se reúnen y vuelven a separarse, siempre con la profunda esperanza de volver a estar juntos para siempre.
Literalmente describe el amor entre un hombre y una mujer y sus movimientos propios: nace, crece, busca, encuentra, se separa y se reencuentra. Hay deseo, intimidad, ilusión, entrega, pruebas y fidelidad.
Su estilo es descriptivo, sensual e inspirador: todas las situaciones se desarrollan utilizando:
- imágenes típicamente orientales: tiendas de Quedar, pabellones de Salomón, bronceado, yeguas de la carroza del faraón, collares de perlas, narcisos de Sarón, perfume de nardo, de mirra, de ciprés...
- poesía semítica: los labios son cintas de escarlata, las mejillas son mitades de granadas, el cuello es firme y esbelto como torre hacia el cielo, los pechos son como dos gacelas...
- metáforas del mundo natural (creación): los frutos, las flores, los capullos, los árboles y la miel, para relacionarlo con los enamorados, el deseo de verse y el amor profundo entre ambos (encarnación).
Estructura
El Cantar está formado por 5 poemas, prólogo, epílogo y unos apéndices:
- Título y prólogo (1,1-4). Enunciado de los temas y los actores: la amada, el amado y el cortejo nupcial
- 1º poema: Encuentro (1,5-2,7). La amada busca al amado, se encuentran y se cantan su amor recíprocamente
- 2º poema: Celebración del amor (2,8-3,5). El invierno, símbolo de separación. En primavera, símbolo de cercanía, los amantes celebran su amor. Búsqueda nocturna de la amada al amado
- 3º poema: Cortejo nupcial (3,6-5,1). Es el poema central y describe el día de la boda del rey Salomón
- 4º poema: Celebración del amado (5,2-6,3). Un nuevo comienzo. Habla la amada: himno de amor al amado en la intimidad (no en público9 porque aún no se ha celebrado el matrimonio
- 5º poema: Celebración de la amada (6,4-8,4). Habla el amado: despierta a la amada y la lleva a la celebración oficial de la boda
- Epílogo: Canto al amor(8,5-7). Son quizás los versos más densos del poema en los que la esposa pronuncia su amor indestructible
- Apéndices (8,8-14). De tono distinto al resto del poema, estos versos parecen ser añadidos: aparecen los hermanos de la esposa que tratan de retrasar la boda
Clave de lectura
Los 5 poemas no se limitan a describir sentimientos íntimos, sino que los elevan al rango de Palabra revelada. Allí radica su grandeza: lo que parece un canto nupcial trasciende y adquiere la categoría de Escritura inspirada, porque en el misterio del amor humano se deja entrever el amor eterno de Dios.
El Cantar es el paradigma para el conocimiento de Dios, que es el Amor (cf. 1 Jn 4,8.16). El que ama, conoce a Dios.
El Cantar evoca el amor original del paraíso y deja entrever que la fidelidad puede redimir de la herida del pecado.
El Cantar es una escuela de amor conyugal: amar es contemplar la belleza del otro, entregarse con exclusividad, superar pruebas y dejarse transformar.
El Cantar es la búsqueda del alma hacia Dios. La figura de la amada, que busca con insistencia al amado hasta alcanzarlo, y la del amado fiel que finalmente se deja conquistar, dan unidad al relato. Es el reflejo del querer de Dios inscrito en el corazón del hombre.
Las metáforas que utiliza —viña, esposo, esposa, pastor, rey— evocan el lenguaje profético que describe la relación entre Dios e Israel.
También, en una lectura teológica, la Tradición de la Iglesia (Orígenes, san Gregorio de Nisa, san Ambrosio de Milán, san Agustín de Hipona) ha identificado al amado con Dios o con Cristo, y a la amada con Israel, con la Iglesia o con el alma creyente.
San Juan Pablo II afirmó que el Cantar revela el lenguaje del cuerpo: la fascinación mutua entre varón y mujer no se queda en lo físico, sino que expresa la atracción hacia la persona entera.
Unidad de la Escritura
Aunque no se menciona explícitamente en el Nuevo Testamento, el simbolismo del Cantar de los Cantares está, de forma transversal, muy presente:
-En Mt 24,1-14; Lc 14,7-14 (parábola de los invitados a la boda) y en Mt 25,1-13 (parábola de las vírgenes prudentes y necias), Jesús habla del banquete de bodas y se identifica como el esposo, cuya presencia es motivo de alegría pues con Él comienza el tiempo nuevo de la salvación, mientras que la esposa representa al pueblo llamado a la comunión con Él.
-En Rom 8, 35, Pablo alude a Cant 8,7, porque nada ni nadie apagará ni nos separará del amor de Cristo
-En Ef 5, 21-33, se expresa el amor de Cristo y su Iglesia como el modelo del amor conyugal
-En el Ap 17, 7-8, Cristo aparece como el esposo que llama a la puerta para cenar con la esposa y la Iglesia como la esposa engalanada que se prepara para el banquete final.
El Cantar de los Cantares celebra el misterio del amor humano y del amor divino que se buscan y anhelan la comunión eterna.
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