El libro de Isaías es, por su extensión y trascendencia, el primero de los libros proféticos del Antiguo Testamento y marca un antes y un después en la historia del pueblo de Israel por su mensaje de esperanza y salvación con el anuncio del Mesías, además de una gran influencia en la tradición cristiana posterior, ya que es el puente entre la antigua alianza y la nueva.
Isaías es el libro más mencionado en el Nuevo Testamento (después de Salmos), el más utilizado en la teología y el de más presencia en la liturgia, porque anuncia la venida de Jesucristo en el "Día de Yahvé".
Conocido como el "quinto evangelio", es considerado una obra unitaria aunque fue escrito a lo largo de más de 300 años por distintos autores o escuelas proféticas y consta de tres colecciones de oráculos: Proto-Isaías (o 1º Isaías), Deutero-Isaías (o 2º Isaías) y Trito-Isaías (o 3º Isaías).
Estructura
- Proto-Isaías (c. 1–39): escrito por Isaías ben Amoz (hijo de Amoz), nacido en torno al 760 a.C., profeta de oficio y consejero de varios reyes del siglo VIII a.C.. Profetizó durante tres períodos en el reino de Judá:
-Desde la muerte del rey Ozías (740 a.C.) hasta la muerte de su hijo Jotán (735 a.C.):
- c. 1–6: Oráculos contra Sión, "Canto de la viña" y vocación de Isaías
-Durante el reinado de Acaz y la guerra siro-efraimita (734-733 a.C.):
- c. 7-12: "Libro del Enmanuel" (Dios con nosotros)=Encarnación
-Durante el reinado de Ezequías, quien llevó a cabo la reforma religiosa contra la idolatría cananea y luchó contra el imperio asirio que supuso la invasión y el asedio de Jerusalén de Senaquerib, rey de Asiria y Babilonia, en 701 a.C.
- c. 13–23: Oráculos contra las naciones (Babilonia, Asiria, Egipto...)
- c. 24–27: "Apocalipsis de Isaías" (Desolación, juicio y destrucción del Dragón)
- c. 28–33: Oráculos escatológicos y Lamentaciones
- c. 34–35: Visión de Sion, el "2º Apocalipsis de Isaías" (castigo y retorno a Sión)
- c. 36–39: Historias de la vida de Isaías (2 R 18,13)
- Deutero-Isaías (c. 40–55): escrito por un autor anónimo del siglo VI a.C. durante el cautiverio en Babilonia (550 a.C.), anuncia el fin del destierro y la vuelta a la tierra prometida gracias a Ciro, rey de Persia, llamado también siervo de Yahvé (cf. Is 42, 1). Conocido también como el ""Libro de la consolación" por los "Cánticos del Siervo", 4 cánticos sobre el Mesías y su sufrimiento expiatorio (Is 49, 6; Sal 22) y que el propio Jesús asume en Lc 4,21:
- 1º canto (c. 40–48): Consolación a los desterrados, que deben prepararse a regresar a Judá
- 2º-4º canto (c. 49–54): Consolación a los repatriados, que no han sido acogidos como esperaban
- Trito-Isaías (c. 56–66): escrito por una escuela profética tras el exilio de Babilonia, una vez de vuelta a Jerusalén, entre los años 515 a. C. - 70 d. C.). Es una antología de 12 oráculos de profetas anónimos:
- c. 56-59: Oráculos de denuncia y de esperanza (universalidad del reino de Dios)
- c. 60-62: Oráculos de optimismo y de promesas
- c. 63-66: Oráculos de denuncia y poemas sobre la Jerusalén restaurada
El día de Yahvé
Isaías anuncia el día del Señor o "Día de Yahvé", tiempo en el que Dios actuará con poder y justicia y que tiene un doble cumplimiento:
- uno parcial, histórico: juicio contra Judá y Jerusalén (Is 2,10-22)
- otro total, escatológico o apocalíptico: juicio contra Babilonia (Is 13,6-13)
Pero también se proyecta hacia una restauración futura, en la cual Israel y las naciones experimentarán la Parusía o 2ª venida redentora y gloriosa de Jesucristo que implantará la paz escatológica tras la derrota de la muerte, el retorno de los redimidos a Sion y la renovación de cielos y tierra, es decir, la nueva Jerusalén en el Éxodo definitivo (Is 4,2-6; 11,1-10; 24–27; 35,1-10 y 60–66).
Un nuevo Éxodo
Es el tema central en el 2º Isaías: el regreso del pueblo israelita exiliado de Babilonia a Jerusalén (Is 40,3-5, 55,12-13) en un doble cumplimiento:
- uno histórico: el regreso de Babilonia a Judá
- otro escatológico: el regreso ritual a Sión, a la Jerusalén celeste
El nuevo Éxodo se relaciona con el 1º Éxodo, la liberación de Egipto y la partida a Canaán, como la intervención divina en favor de su pueblo, pero con nuevos elementos que se proyectan hacia un Éxodo escatológico:
- En el 1º Éxodo, el pueblo de Dios partió "con gran prisa" (Ex 12,11, Dt 16,3), mientras que en este nuevo Éxodo "no saldrá deprisa" (Is 52,12), en referencia a que no será una huida sino una victoria, no saldrán como esclavos sino como hombres libres que han vencido al pecado (1 Jn 5,4; 2 Cor 5,17; Ef 4,24; Rom 6,6)
- En el 1º Éxodo, la tierra entre Egipto y Canaán era un "desierto inmenso y terrible, una tierra árida y desolada, con serpientes y escorpiones" (Dt 8, 15), mientras que en este nuevo Éxodo, la tierra entre Babilonia y Judá "se transformará en un camino llano al Señor; donde los valles se levanten y los montes y colinas se abajen, donde lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale" (Is 40, 4), en referencia a la justicia y perfección (santidad) de la Jerusalén celeste (Ap 21,10-27)
- En el 1º Éxodo, Dios "proporcionó agua, pero con moderación, sólo la que necesitaban", mientras que en este nuevo Éxodo, Dios "Hará brotar ríos en cumbres desoladas, en medio de los valles, manantiales; transformará el desierto en marisma y el yermo en fuentes de agua" (Is 41,18), en referencia al envío del Espíritu Santo, "fuentes de aguas vivas" (Jn 7,37-38; Ap 7,17)
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