¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

sábado, 23 de abril de 2016

LOS ÁNGELES, CRIATURAS ESPIRITUALES



¿Existen los ángeles? ¿Son un mito del pasado? ¿Hemos de pasar página sobre ellos? ¿O debemos tenerlos presentes en nuestra fe y en su vivencia? 

¿Puede la razón explicar su existencia? ¿Qué dice la revelación y qué dice la Iglesia? 

Los ángeles, por su esencia y su misión, son criaturas espirituales al servicio del Creador y de la obra de la redención. Algunos de ellos, por su rebelión contra Dios, fueron expulsados de su presencia y de su servicio, y se convirtieron en demonios, criaturas angélicas con la voluntad deformada, que existen de igual forma.

Su existencia es una verdad de fe revelada en la Sagrada Escritura, una verdad del dogma católico expresado en el Credo de los Apóstoles y por el credo Niceno-Constantinopolitano, en el Catecismo Romano y de la Iglesia Católica y en la Tradición y Magisterio de la Iglesia.


En la Biblia aparecen, por lo general, como mensajeros de Dios (en hebreo, mal'ak; en griego, ángelos y en latín, angelus que significa "mensajero", "nuncio", "enviado"), en cargados por Él para una misión o para transmitir un mensaje.

Aparecen como protectores, ejecutores de la voluntad divina, libertadores; forman parte de la corte celestial, están en presencia de Dios, son muy numerosos, omnipresentes, invisibles pero luminosos, inmortales y están dotados de un conocimiento muy superior al humano.

Pruebas de su existencia

Existen muchos tratados teológicos sobre los ángeles que señalan cuatro tipos de pruebas de su existencia:
  1. La fe. Todo católico cree en su existencia por lo anteriormente mencionado. En la Biblia existen  148 referencias a los ángeles en el Antiguo Testamento y 74 en el Nuevo. 
  2. La experiencia de los santos. Los padres del desierto y muchos santos como San Antonio Abad y San Benito han tenido vivencia y experiencia personal de los ángeles apariciones y conversaciones con ellos. Teólogos como San Ambrosio, San Agustín, Santo tomás de Aquino, etc. han tratado con profundidad el tema angélico. 
  3. La lógica racional. El orden jerárquico que observamos en la creación del mundo exige la existencia de seres espirituales entre Dios y los hombres, pues si no fuera así, la obra no sería perfecta.
  4. La historia y el consenso.  Todos los pueblos y civilizaciones han creido siempre en la existencia de espíritus puros superiores al hombre e inferiores a la divinidad, a los que se ha denominado con diversos nombres: genios, espíritus, ángeles, demonios, etc.
Origen

Los ángeles pertenecen al orden de la Creación: son criaturas creadas por Dios y por tanto, no son eternos sino creados por Él al comienzo del tiempo., en el primer día de la Creación (Genesis 1,1: "Al principio creó Dios el cielo...").

Están en la presencia de Dios y le contemplan. Tiene conocimiento de Dios pero, más bien, se asemeja al de un espejo, que reproduce la imagen de Dios.

Número

No es posible conocer el número exacto de los ángeles pero la Biblia nos habla de que es inmenso: "millares de millares, miriadas, legiones...".

Incluso, algunos autores cristianos consideran incontable su número y algunos Padres de la Iglesia han llegado a explicar (sobre la parábola de la mujer y los coros angélicos) que para que se completara el numero de los elegidos, junto a los nueve coros de ángeles, fue creado el coro de los hombres.

Aunque no se menciona que todos los coros sean  iguales o proporcionales, aún en el caso de que  el coro de los hombres fuera la décima parte, el número de ángeles sería inmenso.

Nombre y Naturaleza

El nombre "ángel" define el oficio y no la naturaleza de estos seres espirituales. Son "mensajeros", ""nuncios", "embajadores" pero no todos los coros cumplen esta misión.

Por naturaleza, son espíritus, seres celestiales que, al ser enviados, se les denomina ángeles. 

No tienen cuerpo ni materia. Son "inteligencias celestes", "seres inteligibles e inteligentes", "inmateriales", "seres cognoscitivos", dotados de razón e inteligencia que participan de la Sabiduría divina y poseen iluminación.

Un ángel es una "sustancia intelectual siempre en movimiento, incorpórea, que sirve a Dios y por la gracia, ha alcanzado la inmortalidad" (San Juan Damasceno).

Son pues, inmortales e incorruptibles, no necesitan adoptar un cuerpo por ellos, sino por nosotros, para que les podamos ver.

Algunos teólogos afirman que, por voluntad divina, cada jerarquía tiene ángeles de la misma especie; Otros, que cada coro celestial forma una especie, según sus oficios o ministerios. Para otros, como San Agustín, cada ángel es una especie diferente  por que es una esencia diferente.

Lugar y Movimiento

Un ángel, al ser puramente espiritual, se encuentra de una manera que trasciende por completo el lugar corporal. Está en un lugar y no en otro, pero ese lugar no se puede medir o conmensurar.

Un ángel está en un lugar cuando ejerce en él una determinada acción, no tiene dimensión como los cuerpos pero virtualmente, ejerce una acción en un determinado lugar. Por ello, no puede estar en distintos lugares a la vez, aunque sí en varios puntos de un mismo lugar.

Sólo Dios  puede actuar a la vez en todos los lugares del universo. Por ello, la virtud operativa de un ángel, a diferencia de la de Dios, es finita y limitada.

Un ángel puede moverse (así lo prueba la Escritura) localmente si necesitar pasar por el medio al trasladarse de un lugar a otro, pero su movimiento no puede ser instantáneo, aunque sea rapidísimo.

Voluntad y Amor

Los ángeles, como seres inteligentes y cognoscitivos, tienen amplio entendimiento y una voluntad inmutable. Su voluntad está siempre orientada al bien, tiene una inclinación natural a la felicidad y está dotada de libre albedrío. Una vez han hecho una elección, ya no pueden arrepentirse ni volverse atrás. 

Un ángel no elige de forma discursiva o razonada sino que percibe el bien de una manera más perfecta, por lo que elige o rechaza de modo fijo e inmutable. Los ángeles buenos permanecen por siempre fieles  y los ángeles malos o demonios siempre infieles. Su elección es definitiva.

Un ángel, al igual que un hombre, se ama así mismo ya que desea su bien  y su perfección. Un ángel ama también a todos los demás ángeles en cuanto que son de la misma naturaleza angélica. Un ángel ama a Dios  más que así mismo no por su propio bien sino por Dios mismo que es el Bien supremo. En todos los casos, lo hace libremente.

Gracia y Gloria

Los ángeles son espíritus compenetrados con el Espíritu Santo, por lo que ha sido gratificados con los dones sobrenaturales que Dios les otorga.

Al principio, no fueron creados en estado de gloria o bienaventuranza ni recibir la gloria con sus propias fuerzas naturales pero sí en estado de gracia divina.

La gloria fue otorgada después del primer acto meritorio realizado con la gracia santificante: la prueba del pecado, es decir, la rebelión contra Dios o la perseverancia fiel a su lado. 

Los que permanecieron leales recibieron los dones de la gracia y el grado de bienaventuranza (gloria sobrenatural) conforme al grado de su perfección natural angélica. Por ello,  ahora son absolutamente impecables y disfrutan de todo lo que pudieran desear.

Jerarquías y Coros angélicos

Las jerarquías y coros angélicos existentes no son dogma de fe pero encuentran fundamento en las Sagradas Escrituras y en la Tradición de la Iglesia.

Los ángeles aparecen mencionados en numerosas ocasiones en la Biblia, citándoles habitualmente de forma general, aunque en ocasiones, se les da un nombre concreto: querubines, guardianes del Paraíso (Génesis 3, 24), serafines, rodeando el trono de Dios y alabando su nombre (Isaías 2, 3-6), tronos, dominaciones, principados, potestades, creados por Él y para Él (Colosenses 1, 16), arcángeles, que son siete (Tobías 12, 15) y ángeles, mensajeros del Señor.


La Tradición de la Iglesia, basándose en la Palabra, habla de la existencia de nueve coros angélicos:
  1. SERAFINES
  2. QUERUBINES
  3. TRONOS
  4. VIRTUDES
  5. DOMINACIONES
  6. POTESTADES
  7. PRINCIPADOS
  8. ARCÁNGELES
  9. ÁNGELES
La jerarquía es un orden sagrado, un saber y un actuar que imita a Dios en proporción a la luz que recibe de Él. Se distinguen tres jerarquías, cada una compuesta de tres coros, de mayor a menor, en las que los ángeles de los coros superiores están más próximos a Dios e instruyen y guían  a los menos cercanos:

- Primera jerarquía. 
Compuesta por seres totalmente puros y en constante amor de Dios. Son "contemplativos", están llenos de luz y tienen un conocimiento extraordinario de muchos misterios divinos. 
  • Serafines. Significa "Amor ardiente" y aparecen en el Profeta Isaías 6, 1-13. Arden en un amor incomparable por su proximidad al Creador. Denominados "Ardientes e inflamados" por ser espíritus abrasados por el fuego divino. Están en continuo y cercano contacto con Dios.
  • Querubines. Significa "El más alto o bendito". Aparecen en Ezequiel 1,4-5Son ángeles sobre los que se sienta Dios. Llamados "Plenitud de ciencia" porque contemplan de cerca la claridad de Dios. Son la escolta de Dios.
  • Tronos.  También conforman el trono de Dios y en los cuales, Dios omnipotente, preside el cumplimiento de sus decretos. Sobre ellos, se sienta el mismo Dios y poseen una "tranquilidad excelsa, una serenidad plácida y una paz que supera toda experiencia" (San Bernardo).

- Segunda jerarquía
Ejército de ángeles puros, iluminados y perfectos gracias a las iluminaciones  divinas, concedidas por mediación de la primera jerarquía.
 
  • Dominaciones. Superan en poder a los principados, porque presidir es estar al frente, mientras que dominar es tener sujetos a los demás. Son espíritus libres de toda opresión, permanecen continuamente solícitos ante Dios y a su servicio, dominando a los espíritus angélicos inferiores. Sobresalen por encima de los demás, pues de ellos depende el gobierno de los principados,  la protección de las potestades, los portentos de las virtudes, las revelaciones de los arcángeles y la providencia y custodia de los ángeles.
  • Virtudes. Ordenan ejecutar los signos, prodigios y milagros para aviso de los mortales. Impiden cualquier disminución de la luz divina infusa y prestan a los ángeles inferiores la fortaleza que precisen. (San Gregorio Magno).
  • Potestades. Dentro de su orden, han recibido mayor poder para someter los poderes adversos. Jamás abusan tiránicamente de su poder, siempre invenciblemente dirigidos hacia las cosas de Dios, prestan a los demás ángeles un concurso bienhechor. "Por su fuerza queda subyugado el poder de las tinieblas, reprimiendo su malicia" (San Bernardo de Claraval).
- Tercera Jerarquía. 
Ángeles puros, protegidos y enviados por la segunda jerarquía que hacen las revelaciones y presiden a las jerarquías humanas para elevarlos a Dios. Son los que están más cerca del hombre, con quien entran en contacto cuando Dios lo ordena.

  • Principados. Con dirección y sabiduría, dirigen las obras ministeriales y disposiciones divinas que han de ejecutarse por orden de Dios y presiden a los demás ángeles. Establecen, rigen, limitan, transfieren, alteran y cambian todo poder superior de la tierra.
  • Arcángeles. Son los "Nuncios supremos", porque son enviados a la tierra para anunciar a los hombres las cosas más importantes y trascendentales
  • Ángeles. Están en continuo y cercano contacto con el ser humano. Son, junto con los arcángeles, los más cercanos al hombre. Llamados "Nuncios", porque anuncian las cosas de menor importancia y Custodios" porque protegen y custodian a las jerarquías humanas del mal.  Son espíritus asignados a cada uno de los hombres y enviados para ejercer sus misiones. 


Fuente: 

"Ángeles y Demonios, criaturas espirituales"
Santiago Cantera. 
Prior de la Abadía del Valle de los Caídos



viernes, 8 de abril de 2016

SER (VIR) O NO SER (VIR): ESA ES LA CUESTIÓN



"Quien hace lo que quiere, no hace lo que debe"

La cultura occidental, enfocada en el individualismo y su libertad, difunde fundamentalmente el valor del respeto hacia la dignidad de la persona, favoreciendo su libre desarrollo y su autonomía, en detrimento de otros valores imprescindibles en el servicio, como la obediencia o la disciplina.

Cuando sirvo a otros como cristiano que soy, mi libertad individual, que lucha contra cualquier atisbo de disciplina o dependencia, corre el peligro de transformarse en relativismo (todo vale), y éste, en soberbia (porque yo lo valgo) y ésta, en rebelión al Creador (Dios no vale).

Es entonces cuando peco, al caer en una forma de idolatría y rebeldía, que no sólo no aumenta la libertad sino que esclaviza y conduce a la muerte.

¿Sirvo con obediencia y disciplina? 


Hoy, en esta sociedad, la obediencia “no se lleva”, “no es símbolo de libertad”, y la sustituimos por rebeldía; la disciplina no tiene “buena prensa”, es “políticamente incorrecta” y la interiorizamos como falta de tolerancia, flexibilidad y complacencia. 

¿Qué es la obediencia? Del latín ob audire = el que escucha, “capacidad que conduce de la escucha atenta a la acción, mediante la subordinación de la voluntad a una autoridad, a una instrucción, al cumplimiento de una demanda o la abstención de algo que prohíbe”.

¿Qué es la disciplina? Del latín discere = "aprender", “capacidad que actúa ordenada y perseverantemente para conseguir un fin”, mediante un determinado código de conducta u orden.

Mi servicio o ministerio a Dios y al prójimo requiere la presencia de ambas capacidades, las cuales a su vez, me conducen a:

  • ESCUCHA, ATENCIÓN y DILIGENCIA a quienes tienen conocimiento, experiencia, método o sabiduría. 
  • ACCIÓN aprendida e interiorizada.
  • ORDEN para que logremos los objetivos deseados.
  • ARMONÍA, porque todo guarda su lugar, su espacio y su proporción.
  • RESPETO, porque requiere que acatemos un consenso y unas directrices pactadas.
  • LÍMITE, porque un límite es una frontera que separa, pero que a la vez une.
  • COORDINACIÓN y SINCRONIZACIÓN, porque asegura la suma de todos nuestros esfuerzos complementarios y así, conseguir nuestro objetivo común.
  • EFICIENCIA, porque produce mayores resultados con menores esfuerzos.
  • SUMISIÓN e INCONDICIONALIDAD para cumplir la voluntad de la autoridad, que es, en definitiva, Dios.
  • DETERMINACIÓN y PROYECCIÓN DE METAS para saber por qué y a quién servimos.
¿A quién busco?

De la misma forma que a los primeros discípulos quienes, inseguros y dudosos, se dispusieron a seguir a Cristo, el Señor me pregunta: “¿Qué buscas?” (Juan 1, 38) y me interpela:

¿Qué busca mi corazón? ¿En qué cosas me afano? 
¿Me busco a mi mismo o busco al Señor mi Dios? 
¿Sigo mis deseos o los del que me ha dado la vida y la quiere realizar como Él quiere y conoce? 
¿Persigo mi gloria o la de Dios? ¿Obedezco a mis propias intenciones o a las ideas perfectas de Dios?
¿Cuál es mi anhelo? ¿A quién busco?

“Tu rostro buscaré, Señor” (Salmo 26, 8): ésta es mi respuesta, pues he comprendido la infinita grandeza de Dios y la soberanía de su voluntad; pero también es la respuesta de toda criatura humana en busca de verdad y felicidad. 

Hoy muchos ven negativamente toda forma de dependencia; pero es propio e innato de todo ser vivo, depender de Otro y, en la medida en que es un ser en relación, también de los otros.

Como cristiano, busco a Dios vivo y verdadero; el Dios que no he forjado yo a mi imagen y semejanza, sino el que me ha hecho a imagen y semejanza suya; el Dios que manifiesta su voluntad y me indica el caminos para alcanzarla; el Creador de quien depende mi existencia. 

La voluntad de Dios es amiga, benévola, quiere mi felicidad y mi realización, y desea mi libre respuesta de amor a su amor, para convertirme en un privilegiado instrumento de su amor infinito y misericorde.

¿Sigo a Jesús, el Hijo obediente al Padre?

Como cristiano, mi guía y mi ejemplo es Cristo, “a quien el Padre ama y se complace” (Mt 3, 17; 17, 5). Jesucristo me ha liberado por su obediencia: en Él todo es escucha y acogida del Padre (Jn 8, 28-29); toda su vida en la tierra es expresión y continuación de obediencia y disciplina al Padre hasta el punto de no hacer nada por sí mismo (Jn 8, 28), sino hacer en todo momento lo que le agrada al Padre. 

Por su “obediencia radical hasta la muerte”, “soy constituido justo” (Rm 5, 19). El rostro y el nombre de Cristo Jesús es Obediencia, Humildad y Oración.

De la misma manera, estoy llamado a seguir al Cristo obediente en mi vida cristiana como evangelizador, como instrumento de Dios o como servidor de los demás y así, obedezco y escucho como obedece y escucha el Hijo al Padre.


¿Sirvo o me sirvo?

Sirviendo sin obediencia, trabajo el doble y rindo la mitad; me disperso, exteriorizo mi desconcierto, mi caos y provoco desunión; extravío el rumbo y mis esfuerzos no se complementan con el resto del equipo; no cumplo los objetivos ni la voluntad del Señor.

Sirviendo sin disciplina, quebranto la unidad, instigo el espíritu de discordia y división, aliento los roces con los integrantes del grupo, disparo las quejas y lamentos por cuestiones menores, rompo acuerdos y normas, busco ventajas propias, hago perder el sentido de los esfuerzos conjuntos.

Sirviendo con disciplina, me convenzo de que mis ideas y soluciones no son siempre las mejores; de que no puedo hacer mi voluntad, sino la Suya; de que no siempre tengo la razón y que no son los otros quienes deben cambiar; de que no pienso sólo en mis cosas y me intereso por las necesidades de los demás.

Sirviendo con obediencia, Cristo resucitado se hace presente en mí, sigo su modelo de amor, cumplo la voluntad del Padre, me pongo al servicio del Reino y me uno fraternalmente a la familia de Dios en la tierra.

martes, 29 de marzo de 2016

MIS CHARLAS EN ALPHA (2): EL CRISTIANISMO ¿FALSO, ABURRIDO E IRRELEVANTE?

Buenas noches y bienvenidos a Alpha. 

Ante todo, quiero agradeceros, en nombre de todo este extraordinario y voluntario equipo de La Madona, vuestra asistencia esta noche. Estamos a vuestro servicio para lo que necesitéis.

Muchos de vosotros os estaréis preguntando ¿Qué hago aquí un jueves por la noche? ¿Quién me manda venir aquí? ¿Qué es esto de Alpha? y sobre todo, ¿Qué hay detrás de todo esto?

Bueno, alguno de los “cabritos que os han empujado a esta piscina” os habrán comentado que en Alpha hablamos sobre Dios y sobre si la vida tiene algún propósito. Alpha es un evento que organizamos laicos para laicos. Y aunque estamos en una sala de una parroquia, aquí no hay curas.

Os miro y me pongo en vuestro lugar: qué me va a contar éste… pero mi intención no es soltaros un rollo sobre lo que tenéis que hacer o cómo debéis ser, tampoco daros normas y mandamientos, ni de lo pecadores que sois por no ir a misa, porque eso es aburrido y cabrea. Os pido que me escuchéis y luego… no estáis satisfechos, os devuelvo el dinero.

Podríamos hablar de política o de fútbol, pero no. Hoy vamos a charlar y a debatir sobre si el CRISTIANISMO es mentira, si es un coñazo o si tiene o no incidencia en nuestras vidas. Si me pongo serio o en "modo cura", me lo decís ¿ok?

En realidad, el cristianismo no trata tanto de una FILOSOFÍA ni de una MORAL, trata de una PERSONA; más que de NORMAS, nos habla de RELACIONES. Lo que os voy a contar no es más que parte de mi experiencia, que he recibido como un regalo, como una certeza que no me pertenece, y que debo y quiero compartir con todos vosotros. Tomad lo que queráis de ella.

El otro día, escuchando una gran canción de mi grupo favorito de música, Depeche Mode, que se titula I just can´t get enough (no tengo suficiente), comentaba con Mariajo que es cierto que nunca estamos satisfechos con lo que tenemos y siempre queremos más; y es esa insatisfacción, muchas veces la que nos ciega para no apreciar lo que tenemos, porque estamos más pendientes de lo que nos falta.

Hay una frasecita que yo antes decía y ahora que me saca de mis casillas: ¡Es que no me da la vida!   

¿Cómo que no te da la vida? ¿Por qué? Porque nos llenamos de cosas, de actividades, de planes pensando que así debe ser la vida… y al final ¿para qué? ¿Soy más feliz? ¿Eso es vida?

Yo me he pasado media vida buscando la respuesta y el propósito de mi vida. He ido dándome respuestas parciales a mí mismo, encogiéndome de hombros, tapándome los oídos o pasando de todo… 

Sin embargo, es cuando en la vida, algo te impacta (una muerte, una enfermedad, una ruina económica) cuando empiezas a plantarte… y ¿por qué? ¿para qué? ¿Para qué estoy en esta vida? ¿Es este el sentido de mi vida? ¿Malvivir unos cuantos años y luego palmarla? 

Y hablando de preguntas, el logo de Alpha es, precisamente, un interrogante porque no damos respuestas ni sermones. 

Lo que pretendemos es saber si tú te cuestionas lo mismo, o si ¿te preguntas el sentido de todo? 

El título de la charla de hoy es EL CRISTIANISMO ¿FALSO, ABURRIDO E IRRELEVANTE?

Y en el siglo XXI, ¿Quién puede tener interés en la fe o en la Iglesia? ¿Para qué, si es un rollo? Y además, a mí ¿en qué me afecta? 

Hace poco, vi una película de ciencia ficción cuyo título es “Tomorrow Land”. 

Un padre le dice a su hija que la vida es la lucha entre dos lobos hambrientos: uno, es oscuridad y desesperación; otro, es luz y esperanza. Y la hija le pregunta: Papa y ¿quién ganará? Él le contesta: A quien alimentes, porque se hará más fuerte y vencerá al más débil.

Dicen los que me conocen que soy un provocador. Es posible! Yo he pasado de provocar a las chicas para provocar a los curas y ahora intento provocar a otros. 

Hablaros de Dios hoy no me da ninguna vergüenza, hablaros de mi experiencia de fe no es algo íntimo y personal, tampoco es algo que me haga más débil o más friki. Yo creo que soy un tipo normal ¿no?

Lo que sí os digo es que para ser cristiano hay que ser un valiente y un provocador. Pero, cuidado, ser cristiano es muy peligroso, porque si descubres lo que hay detrás de verdad, te “engancha”. 

Yo os propongo que, como yo, os preguntéis: ¿Existe Dios de verdad? Y si existe ¿qué? ¿Interviene en mi vida y me ayuda?¿Merece la pena la religión? ¿Qué me aporta?

Marx decía que “las religiones son el opio del pueblo”; Nietzche, que “Dios está muerto” y Freud decía que “Dios es una proyección de la fragilidad humana que busca la figura de un padre protector”. Yo estaba de acuerdo con las tres. Y mucha gente supongo que también afirma alguna de ellas.

Para otros, las religiones son la respuesta a esa búsqueda del sentido último de nuestra vida. Nos hallamos pues ante muchas opciones y posibilidades.

La realidad religiosa es que, según algunos estudios, la población mundial está compuesta de:

· 2.200 millones de cristianos (la mitad, católicos) (32%)

· 1.600 millones de musulmanes (23%)

· 1.000 millones de hindúes (15%)

· 500 millones de budistas (7%) 

· 600 millones de personas (8%) practican diversas religiones incluyendo el jainismo, el sijismo, el sintoísmo, el taoísmo, etc.

Al mismo tiempo, una de cada seis personas en todo el mundo (1.100 millones, es decir el 16%) no se identifican con ninguna religión, aunque sí tienen algunas creencias religiosas o espirituales (Dios, espíritu, energía, etc.).

Lo que empezó Jesús con un grupo de amigos, a quien llamó discípulos, en un sitio perdido del extremo Oriente, hoy es un fenómeno global, o no es cierto que, en nuestro occidental establecemos nuestros calendarios en base a la figura de Jesucristo (a. C. / d. C.). Por lo menos, este judío ha dejado su nombre en un lugar importante de la historia ¿no? 

Evolución del cristianismo



Pero con independencia de lo que suponga para otros el cristianismo, yo os pregunto… para vosotros… ¿Es relevante? ¿Creéis que es falso? ¿Pensáis que es aburrido?

En esta España tradicionalmente cristiana, muchos piensan que el cristianismo es todo eso. Yo, al menos lo he pensado.

Hoy, sé que estaba dando de comer al lobo equivocado, porque por ignorancia, mi conocimiento de Jesús se limitaba a lo “razonable”, a lo “intelectual”, a lo “ideológico”, a lo “moral” y eso me llevaba a la oscuridad y a la desesperación. 

Pero ¿qué crees tú que es el cristianismo? ¿Es creer en Cristo? ¿Es un conjunto de ideas morales o religiosas? ¿Es hacer el bien? Es todo eso, pero yo he descubierto algo más: NO SE TRATA DE UNA IDEA sino de UNA RELACIÓN PERSONAL. 

Para conocer a Jesús, es preciso saber cómo se manifiesta, qué dice, qué hace: Si no le llegas a conocer personalmente, es imposible comprenderle. Para mí, se trata de bajarle de la cabeza al corazón, lo mismo que en el amor o en la amistad. El cristianismo es eso. 

Una vez que comprendes cómo es una persona y lo que te ofrece, puedes decidir si es lo que dice ser, si esa amistad o ese amor cumplen las expectativas. 

El propio Jesucristo, provocador y radical por antonomasia, resumió el cristianismo en una frase que aparece en el evangelio de Juan 14, 6: "Yo soy el camino, la verdad y la vida".

¿Qué quiere decir con todo eso? ¿Está loco? ¿Es un iluminado? 

YO SOY EL CAMINO 

Cuando Jesús dice YO SOY EL CAMINO se refiere a que él da dirección a un mundo perdido y da sentido a nuestras vidas. 

Asegura que es el único medio capaz de conducir al hombre a su plenitud, que Él es el único de satisfacer el hambre del corazón humano.

Muchos (y antes, yo también) pensamos ir por el buen camino es vivir razonablemente bien, con una vida más o menos organizada: trabajo, dinero, casa, coche, mujer o marido, familia, amigos y estatus social aceptable. Todo parece ir bien "por fuera". ¿Para qué preocuparse por nada más?

Pero estaréis conmigo en que algo falta. Hay siempre un vacío que no nos llena. Al menos a mí, aunque no era muy consciente de ello, algo me ronroneaba. Y empecé a provocarme a mí mismo.

¿Cómo? Insólito!!! Gracias a mi mujer y a un cura que es un crack, me fui acercando poco a poco a la fe, a la Iglesia, a Dios 

¿Cuándo? Cuando murió mi bendita suegra, empecé a acompañar a Mariajo (mi mujer) a misa, porque creía que era mi deber para con ella y para con mi suegra, por lo justa, cristiana y buena persona que fue toda su vida, por ejercer de madre conmigo, y porque justo antes de morir de cáncer y en la cama del Ramón y Cajal, me dijo al oído: Cuídala!

¿Por qué? No sabría deciros pero, mira por dónde... (Hasta incluso hoy me sorprendo) yo creo que en su último aliento me habló Dios mismo. Vale, ahora me estoy poniendo un poco friki, ¿verdad?

Mi certeza es que Dios, poco a poco, sin presión, sin agobiarme puso en mi camino a personas que cambiaron mi forma de ver a la Iglesia. Y una vez, en ella, conocí a Jesús.

No me importa gritároslo si hace falta: Yo quiero y sigo a Jesús, le tengo a mi lado y ha llenado mi corazón, estoy tan lleno… a pesar de que a los ojos del mundo soy poca cosa. Pero me da igual, de este mundo nada me voy a llevar cuando muera.

Sé que para ir al destino elegido hay que ir por la carretera correcta. Si no, o te pierdes o te equivocas.

Cuando Jesús dice YO SOY EL CAMINO es por que cuando uno se encuentra con Él uno siente un impulso desde su amor hacer un camino nuevo.

YO SOY LA VERDAD 

Cuando Jesús dice YO SOY LA VERDAD se refiere a que es una realidad en un mundo confundido. NO es una “idea”.

Vale, tal vez puedas decirme: "no importa lo que creas con tal de que seas sincero". Bueno, también uno puede estar sinceramente confundido: Pablo Iglesias es muy sincero en sus convicciones pero eso no quiere decir que vaya a solucionarnos la vida. Yo puedo estar firmemente convencido de que por la A4 llegaré a Barcelona, pero eso no significa que vaya a llegar.


O decirme: "El cristianismo será bueno para ti, pero no para mi". Es como decir que la gravedad me afecta a mí pero no a ti. Yo te digo que de la misma forma que si te tiras de un 5º piso, te afecta, Cristo también te afecta a ti.

O puedes creer en que Jesús es verdad pero no tienes ni idea de cómo es. 

Y es que si Cristo no es verdad, no pasa nada, sigue tu vida, no problem! Pero: ¿y si es verdad...? entonces pasa mucho: porque lo que Él promete y dice, permite alcanzar la plenitud interior y exterior. 

Te reto a que te cuestiones lo mismo que yo me cuestioné ¿qué pierdo por intentar descubrirlo? 

El concepto de la verdad puede definirse como conocimiento intelectual sobre algo o alguien, pero además es conocimiento personal sobre algo o alguien: yo sé, que comer adecuadamente es bueno para la salud, pero si no como, si no lo experimento personalmente, ¿cómo sé que es bueno?, ¿sólo porque lo digan otros?

Cuando Jesús dice YO SOY LA VERDAD, la palabra hebrea que se traduce como “verdad” se refiere a una “realidad experimentada”. 

Dejadme que comparta con vosotros una historia:

Yo aparte de cabezón y provocador, siempre he sido un “loco” del fútbol, ahora menos. Mi equipo es el Real Madrid, aunque les pese a muchos de aquí, y mi ídolo, Carlos Santillana, quien representaba un ejemplo para mí. El Marca y Estudio Estadio me mostraron su historia, sus goles, su palmarés, sus ganas de luchar hasta el final. Yo tenía conocimiento intelectual de Santillana, jugador.

Con el paso de los años, llegué a conocer personalmente a Carlos, sí a Santillana. Somos íntimos amigos; conoce a toda mi familia y yo a la suya, voy a su casa y él a la mía, compartimos vivencias, tomamos el aperitivo, salimos a comer o a cenar juntos, vamos al Bernabéu juntos, veraneamos juntos desde hace años e incluso jugamos juntos al fútbol (él mejor que yo, claro). Es decir, tengo conocimiento, experiencia personal de Carlos, persona.

Lo mismo ocurre con Jesús: la Biblia nos habla de Él, de su vida, de su carácter, de su forma de hablar y de enseñar, de sus milagros, etc. Nos aporta conocimiento intelectual sobre Cristo. 

Cuando le conoces, hablas con Él…joer…él va y habla contigo…es la leche!!!! Cuando estás con Él, amplias todo lo que dice la Biblia sobre Él, porque vuestra relación te aporta conocimiento personal de Jesús.

Cuando Jesús dice YO SOY LA VERDAD, nos dice que es real, que está aquí y que espera conocernos personalmente.

YO SOY LA VIDA 

Cuando Jesús dice YO SOY LA VIDA se refiere a que nos invita a salir de un mundo de tinieblas y de muerte, y nos promete dar sentido a nuestra vida.


¿Es posible estar vivo pero no vivir realmente? Pasamos más de 20 años de nuestra vida durmiendo, 10 años viendo la tele, 8 años comiendo, 6 años viajando, 2 años haciendo colas o llevando a nuestros hijos al cole o a actividades deportivas, y un año en atascos. ¿Es esto vida? ¿Este tipo de vida tiene algún sentido? 

Jesús vino al mundo a morir para liberarnos de las cosas que destruyen la vida, de todo lo malo de la vida. Murió en nuestro lugar, por amor a todos los seres humanos, creamos en Él o no. Así de grande es su amor. ¿Quién puede rechazar ese amor tan grande? ¿Quién no se enamora de una persona así?

A mí nunca me ha gustado pensar sobre la muerte. Y menos sobre la mía, pasaba de pensar en ella. Pero lo cierto es que todos vamos a morir. 

Cuando Jesús dice YO SOY LA VIDA se refiere a que, con su resurrección venció a la muerte y nos promete vida eterna que comienza aquí, sobrevive a la muerte y sigue para siempre. 

CONCLUSION

¿Por qué es tan importante esto? ¿Quieres hacer algo importante en tu vida? ¿influir en un mundo, que urgentemente necesita ser transformado?

Conocer a Jesús, ser cristiano:

· Implica un compromiso, renunciar a uno mismo, estar dispuesto a darlo todo, para ganarlo todo, según Su promesa. 

· No es nada aburrido; si fueran normas sería un coñazo, pero no es eso: es tener al mejor amigo con quien vivir la vida al máximo. 

· No es falso; es tan verdad y tan real como la vida. Tú rétale, provócale y verás….

· No es irrelevante; es que transforma tu vida y te cambia completamente.

Ya lo decía Chiquito de la Calzada: Venga, atrévete, cobardeeeeeee

viernes, 25 de marzo de 2016

¿CÓMO ASIMILAR E INTEGRAR A LOS NUEVOS MIEMBROS EN LA COMUNIDAD?



Puede que nuestra parroquia tenga una gran multitud de asistentes a misa cada domingo y, sin embargo no tener una auténtica comunidad cristiana. 

Las personas que acuden a una iglesia deben ser asimiladas e integradas por y en la comunidad, es decir, debemos sacarlas del concepto de vernos como “vuestra iglesia” para que la vean como “su iglesia”, y luego sean miembros activos de “nuestra iglesia”.

La sociedad habla de “esa iglesia”, la gente de “esta iglesia” pero una comunidad cristiana habla de “mi iglesia”, de “nuestra iglesia”. Los miembros de hecho y de derecho de una parroquia tienen un gran sentido de propiedad. Contribuyen, no sólo consumen.

No obstante, debemos tener en cuenta que luchamos contra el individualismo al que nos aboca nuestro entorno. Es común encontrar cristianos "llaneros solitarios", quienes guardan y esconden su fe en la intimidad, cristianos “francotiradores”, que hacen la guerra por su cuenta y en soledad o cristianos "creyentes flotantes", es decir, cristianos que saltan de una iglesia a otra sin ninguna identidad ni compromiso. A ninguno se les ha enseñado que la vida cristiana implica algo más que creer, también incluye pertenecer. Crecemos en Cristo en relación, unidad y comunidad con otros cristianos.

Cuando se incorporan nuevos miembros  a nuestra parroquia, la plena integración en éstos no se produce de manera espontánea o automáticamente. Es preciso desarrollar un sistema y una estructura para asimilar, acoger, integrar y mantener a las personas que recibimos.

Antes de que las personas se comprometan a unirse a nuestra comunidad parroquial, es necesario dar respuesta a cinco preguntas básicas con cinco cuestiones implícitas:

¿Pertenezco a aquí?

ACEPTACIÓN. Podemos responder a esta pregunta mediante el establecimiento de grupos de afinidad dentro de la iglesia para que las personas con edades, intereses y problemas similares puedan encontrarse y relacionarse entre sí. 

Todo el mundo necesita su propio hogar, un espacio íntimo donde sentirse cómodo; es ahí donde los grupos pequeños juegan un papel crucial para satisfacer esta necesidad.

Debemos mostrarles que tenemos un lugar para ellos.

¿Alguien quiere conocerme?

AMISTAD. Podemos responder a esta pregunta mediante la creación de oportunidades para que las personas recién llegadas desarrollen relaciones dentro de nuestra comunidad. Pero se necesita una planificación. 

Recordemos, las personas no buscan tanto una iglesia amigable y acogedora como encontrar amigos.

Debemos darles una atención individual.

¿Soy necesario?

VALOR. Las personas ansían contribuir con sus propias vidas. Quieren que sus vidas cuenten, quieren sentir que son importantes y necesarios. Cuando les mostremos que sus dones y talentos son necesarios, querrán involucrarse. 

Posicionemos a nuestra parroquia como un lugar creativo que necesita la expresión de todo tipo de talentos y habilidades, no sólo de cantantes para el coro, lectores o personal de limpieza.

Debemos decirles que les necesitamos.

¿Qué saco al unirme?

BENEFICIO. Debemos ser capaces de explicar de forma clara y concisa las razones y los beneficios de formar parte de nuestra comunidad parroquial.

Debemos explicar las razones bíblicas, prácticas y personales para su adhesión.

¿Qué se requiere de los miembros?

EXPECTATIVAS. Debemos ser capaces de explicar las responsabilidades de los miembros de la parroquia tan claramente como indicamos los beneficios. La gente tiene derecho a saber qué se espera de ellos antes de que se integren.

Es necesario elaborar una manera concreta de abordar estas cuestiones tácitas y compartir nuestra visión con ellos. 

El tipo de afiliación, la forma de acogida, perseverancia y formación que una comunidad ofrece a sus nuevos miembros son de los asuntos más importantes en una parroquia.

Una comunidad con una fuerte acogida, una clara afiliación y una eficiente perseverancia construirá una parroquia fuerte.

Una con una débil acogida, confusa afiliación e ineficiente perseverancia construirá una parroquia débil.

Pero "fuerte" no significa necesariamente "pesada” ni “larga”. Significa enseñar con claridad lo que se espera de todos nuestros miembros y así provocar un alto nivel de compromiso. Los que optan por unirse a nuestra iglesia deben saber exactamente lo que se espera de ellos como miembros. 

La fuerza de un tipo de comunidad se determina por el contenido de su formación y por una llamada al compromiso, no por la duración de ambos.

Algunas iglesias tienen cursos de formación para sus miembros, pero ofrecen el material incorrecto. Llenan las reuniones con material de crecimiento espiritual o de doctrina básica. Estos temas, siendo de vital importancia, son más apropiados para las catequesis u otras formaciones más concretas (1ª comunión, confirmación, discipulado, etc.). 

El contenido de nuestras formaciones y perseverancias (afiliación) debe responder a las siguientes preguntas:
¿Qué es una iglesia?

 ¿Cuáles son los propósitos de la parroquia?

 ¿Cuáles son los beneficios de ser miembro?

 ¿Cuáles son los requisitos para ser miembro?

¿Cuáles son las responsabilidades de los miembros?

¿Cuál es la visión y la estrategia de esta parroquia?

¿Cómo está organizada la parroquia?

¿Cómo puedo participar en el servicio a la iglesia?

 ¿Qué hago ahora que soy miembro?

Algunas respuestas a estas preguntas y consejos para la afiliación a una comunidad:
  • Incluir una explicación clara sobre la fe cristiana, ya que pudiera haber personas que quieran unirse pero que aún no crean. Siempre debemos explicar que confiar en Cristo es el primer requisito para ser miembro.
  • Hacer nuestras reuniones interesantes e interactivas: uso de vídeos o presentaciones, un cuaderno-formulario para rellenar, la formación de grupos pequeños, y una buena comida juntos. 
  • Incluir documentación para explicar la historia, los valores, visión y dirección de nuestra parroquia
  • Ofrecer tres versiones de formación: versión infantil para niños de primaria, una versión juvenil para chicos de secundaria y universitaria, y una versión senior para adultos.
  • Aclarar que completar todas las formaciones y/o reuniones son un requisito para ser miembro. Las personas que no están interesados ​​o no quieren aprender los propósitos y estrategias de nuestra iglesia y el sentido de pertenencia, no demuestran comprender el tipo de compromiso que implica ser miembro de nuestra comunidad. Si ni siquiera se preocupan lo suficiente como para entender las responsabilidades de ser miembro, no se puede esperar que cumplan una vez lo sean.
  • La afiliación es un acto de compromiso y de motivación para que se involucren y se comprometan, donde mostramos la relación calidad-valor de los beneficios que obtendrán a cambio. Cuando las personas entienden y dan valor a la pertenencia, se entusiasman y se involucran - y lo que antes era sólo una multitud se convertirá en una comunidad cristiana.


jueves, 24 de marzo de 2016

"RESUCITADO": JESÚS, DESDE LOS OJOS DE UN NO CREYENTE




El mayor problema de muchas películas de temática religiosa es que no tratan de captar el del público no creyente, sino que adoptan una cierta visión hermética, cerrada y adoctrinadora sobre la fe, desde un único punto de vista.

"Resucitado" ("Risen"’) a priori, parece otro ejemplo de una película de tinte religioso sin más: sin embargo, aporta un única y original peculiaridad: el protagonista no es Jesucristo, sino un romano ficticio utilizado para contarnos la historia de la resurrección del hijo de Dios desde otro punto de vista. 



La historia se desarrolla desde los ojos de Clauvio, un tribuno romano a las órdenes de Poncio Pilato, quien recibe la orden de localizar el cuerpo de Jesús cuando desaparece. Clauvio, un hombre de ley y orden, un policía a las órdenes del gobierno, debe investigar la pérdida del cadáver del gran líder de la última secta local de turno, que se ganó la pena de muerte en un juicio con tintes políticos. 

Para encontrar su cuerpo investigará la mala praxis e incluso las traiciones internas de su propio organismo en favor de los feligreses del neoculto, hasta llegar a producir en el agente una crisis existencialista que le hará dudar de los dogmas que hasta ahora regían su vida. 


La película con un tono detectivesco hace más llevadero su visionado al público general y aunque transita por senderos conocidos, lo hace imprimiendo un cierto suspense aunque todos sepamos el desenlace. Con el protagonista principal (que en este caso no es Jesús), se minimiza la carga adoctrinadora y todo el público no creyente tiene algo a lo que agarrarse para hacer este viaje. 

Es precisamente durante esa investigación cuando todo resulta más interesante, tanto por la propia conversión de Clauvio como por la secuencia de hechos que le llevan a dar con Jesús y sus seguidores. Ahí es donde se diferencia de otras propuestas.


En mi opinión, "Resucitado" flojea cuando entra en escena Jesús, que se aparta de la imagen distante a la par que majestuosa del hijo de Dios, al optar por un acercamiento más creíble para quien no cree, en lo histórico. 

La cinta no subraya (incluso, parece obviar conscientemente) la naturaleza divina del Mesías ni capta ese carisma abrumador que debió tener para sobresalir en una época en la que los salvadores de Israel salían de debajo de las piedras. Más bien, presenta a un Jesús amigo y compañero, más humano que divino.

El film parte desde el punto de vista de la superioridad romana y nos deja clara la personalidad cuadriculada del tribuno, de que las cosas sólo pueden hacerse a la forma de Roma. 

Posteriormente, queda tremendamente sorprendido ante su descubrimiento e incapaz de asimilar lo que acaba de ver: "He visto dos cosas irreconciliables: un hombre muerto y más tarde, al mismo hombre, vivo".

Me chirría un poco que se muestre a algunos discípulos de Jesús demasiado afectados, sugestionados e incluso algo "frikis", pero tampoco llega a ser algo demasiado relevante, teniendo en cuenta su época y su procedencia. 

Tampoco entiendo la escasa importancia de la Madre de Jesús, que aparece fugazmente en el Calvario, llorando y gritando y siendo mandada callar por el tribuno.

Tampoco logro comprender la actitud final y la indefinición moral de Clauvio que, pese a su conversión, no parece sentir el éxtasis propio de quien ha visto a Dios (y sus milagros) con sus propios ojos. Será porque el camino y la búsqueda de Cristo dura toda la vida.

Desde mi punto de vista cristiano y como creyente, algunas escenas me han llamado especialmente la atención, me han interpelado y emocionado de forma personal y me llevan a una reflexión profunda de mi propia vida:

Una de ellas es cuando Jesús le formula a Pedro las tres preguntas, con gran sentido y significado, que le reconcilian y le perdonan, después de haberle negado tres veces: "Pedro ¿me amas?".

Otra, cuando Clauvio interroga a María Magdalena: ¿Dónde están los otros discípulos? Dímelo y te dejaré libre" y ella contesta: "ya soy libre", parafraseando a Jesús: "la Verdad os hará libres".

Otra es cuando, tras el mandato de Jesús de la "gran comisión" (Mateo 28, 19-20; Marcos 16,15), los discípulos al predicar, formulan otra gran pregunta: "y tú cómo vives, con la espada o con el amor?" .

Otro momento es la escena en la que Clauvio se acerca por la noche a Jesús, mientras todos duermen y éste le pregunta: "... y tú, Clauvio en qué crees? y él le contesta: "no lo sé" y Cristo le dice: "tú que me has visto y dudas...imagina a aquellos que nunca han visto..."

Además, alguna frase suelta: "abre tu corazón", "estaré siempre con vosotros"

En definitiva, "Resucitado" ofrece un inusitado giro a la manera de contar una historia que todos conocemos, lo cual resulta clave para captar nuestro interés, ya sea desde un punto de vista creyente o no creyente.

Aconsejo ir a verla pero no a formarse altas expectativas cinematográficas, del estilo "La pasión de Cristo" de Mel Gibson. Esta película no es una secuela.