¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

jueves, 15 de marzo de 2018

MARÍA, VIRGEN Y MADRE DOLOROSA

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"y a ti una espada te atravesará el corazón".
(Lucas 2, 35)

¡Cuánto admiramos a María, la Santísima Virgen!...Por haber sufrido como sufrió, por haber amado como amó, por haberse humillado como se humilló, por haber sido como fue. ¡Qué Madre más maravillosa tenemos! 

El pecado entró en el mundo por Eva, instalándose en el hombre el dolor y convirtiéndose en compañero inseparable de nuestro peregrinar por esta vida terrena. Tarde o temprano aparece en nuestro camino y entra en nuestra vida sin pedirnos permiso. 

La vida de la Santísima Virgen estuvo profundamente marcada por el dolor. Dios siempre permite el sufrimiento para probar y acrecentar nuestra fe. Y también lo hizo con su criatura más perfecta, María. Y la probó como a pocos. María padeció mucho. Pero fue capaz de hacerlo con humildad, entereza y amor. Ella es para nosotros un maravilloso ejemplo también ante el dolor. Sí, Ella es la Virgen dolorosa.

Repasando los padecimientos de la vida de María,  apreciamos detrás de cada sufrimiento, el amor que le permitió vivirlos de la manera que lo hizo:

1. La profecía de Simeón (Lucas 2,22-35)

Simeón no le profetizó a María alegrías y consuelos por ser la Madre de Dios, sino todo lo contrario: "...y a ti una espada te atravesará el corazón". (Lucas 2, 34-35). 

Resultado de imagen de y a ti una espada te atravesará el corazón"A pesar de ello, María asumió la seriedad de esa profecía pero, al contrario que nosotros, que nos asalta la preocupación cuando se nos pronostica algo terrible, una enfermedad, o la muerte cercana... La Virgen Dolorosa lo aceptó con toda su gran humildad, aunque ello no significa que no sufriera.

En su inmaculado corazón no hubo lugar para la desconfianza, el desasosiego o la desesperación; en lo profundo de su alma seguía reinando la paz y la confianza en Dios; en su interior seguía resonando con fuerza y seguridad el fiat, lleno de amor, que pronunció en la Anunciación.

Cristo también nos aseguró que nos perseguirían por causa suya; que seríamos objeto de odio por ser sus discípulos; que nos llevarían ante los tribunales; que nos insultarían y despreciarían; que nos darían muerte (Mateo 10,22). Pero no nos dejó solos. Jesús, en la cruz, nos regaló a su Madre: "Hijo, ahí tienes a tu Madre" (Juan 19,26) para que acudiéramos y nos amparáramos en Ella, y en su ejemplo. 

El verdadero cristiano, el buen hijo de María, no se atemoriza ni se desanima ante la cruz. Demuestra su amor acogiendo la voluntad de Dios con decisión y entereza, con amor. Junto a María, con María, como María.

2. La matanza de Herodes y la huida a Egipto (Mateo 2,13-15)

Cuántos sufrimientos y privaciones experimentaron María y José tuvieron que huir al exilio repentinamente de noche, para salvar a su querido Hijo de la matanza decretada por Herodes

Imagen relacionadaMaría debió sufrir mucho al enterarse de la barbarie perpetrada por el rey Herodes. Seguramente, María conocería a muchos de esos pequeños y a sus madres... ¿Cómo no iba a sufrir también por ellos? ¿Qué corazón de Madre no sufriría ante esa monstruosidad? ¿Cómo no le iba a doler a María el asesinato de esos niños inocentes e indefensos? 

María debió sentirse un tanto culpable por lo ocurrido. Y eso agudizaría el dolor en su corazón, donde meditaba todo, y con seguridad, rezaría por ellos y por sus desconsoladas madres. Se uniría al sufrimiento, que no le era ajeno, de los primeros mártires de Cristo.

También nuestro corazón cristiano debe mostrarse sensible al sufrimiento ajeno. Compadecerse, acompañar, consolar y sobre todo, rezar. Un cristiano siempre debe ofrecer compañía, consuelo y, sobre todo, oración para interceder por los que sufren.

3. El Niño perdido en el Templo (Lucas 2,41 -50)

¡Cómo sufre una madre cuando pierde a un hijo! Sufre y se angustia ante la incertidumbre. ¿Dónde estará? ¿cómo estará? ¿le habrá pasado algo? ¿estará en peligro? ¿le habrá atropellado un coche? ¿lo habrán secuestrado? ¿estará llorado desconsolado porque no nos encuentra? ¿y si lo ha atrapado algún pariente de Herodes que lo buscaba para matarlo?

Llena de preocupación y desasosiego, regresó con José a Jerusalén y durante tres largos días buscaron a Jesús. María, la más sensible de la madres, la más responsable, la más cuidadosa... Y resulta que no encuentra a su Hijo. Es motivo más que suficiente para angustiarse terriblemente. Además, su niño no era un hijo cualquiera. A María se le ha extraviado el Mesías. Se le ha perdido Dios... 

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¡Qué tres días y tres noches de angustiosa incertidumbre, de verdadero sufrimiento! ¿Dormiría María esos días? Seguro que no. Desde luego que no. ¿Cómo va a dormir una madre que tiene perdido a su hijo? Lo que sí que hizo fue rezar, y mucho. Y confiar en Dios. Y ofrecer su sufrimiento con amor porque era Dios quien permitía esa situación.

Y cuando le encuentran en el templo tan tranquilo, tan "pancho", Jesús les dice: “¿porqué me buscabais...?” ¡Vaya tela para una madre angustiada! Seguro que sintieron un gran alivio pero, a la vez, la reacción lógica de una madre: “Hijo, mío. ¿Por qué nos has hecho esto?” Sin embargo, según narra el evangelista: “ellos no comprendieron la respuesta que les dio”

Y María, en vez de enfadarse con Jesús, no dijo nada. Meditó y guardó todo en su corazón y lo llevó a la oración. En la intimidad de su alma comenzaba a comprender que su Hijo no iba a poder estar siempre con Ella...que su misión requeriría la inevitable separación...más sufrimiento para su corazón de madre. 

A veces en nuestra vida nos sucede algo parecido: De repente, Cristo desaparece. Le perdemos. Y entonces quizás, nos invade la angustia y el desasosiego. Sí, a veces Dios nos prueba. ¿Qué hacer entonces? Lo mismo que María. Buscarlo sin descanso. Sufrir con paciencia y confianza. Orar. Actuar nuestra fe y amor. Esperar la hora de Dios. Él no falla, volverá a aparecer. Y entonces, volver a mirarlo y a amarlo de nuevo.


5. María se encuentra con Jesús camino al Calvario (IV Estación del Via Crucis)

¡Qué momento tan duro para una madre! ¡Qué silencioso cruce de miradas! ¡Qué intensísimo dolor y amor mutuos! ¡Cuántas veces rememoro esta escena (en la película "La Pasión de Cristo") y no puedo contener las lágrimas! 

Imagen relacionada¡Que fortaleza la de María! ¡Qué templanza! ¡Qué locura de amor la suya! Sabía lo duro que sería seguir de cerca a su amado Hijo camino del calvario (eso hubiera quebrado el ánimo a muchas madres). 

Pero decide hacerlo. Su amor y su fe eran más fuertes que su terrible dolor ante el ignominioso final de Jesús en la tierra. 

Plenamente consciente de que había llegado el momento en el que la espada de dolor le atravesaría su corazón, no se esconde ni se queda en casa, sino que contempla la pasión y muerte de su propio Hijo, de cerca y en pie. María se sintió crucificar con Jesús.

Nuestra vida también es un viacrucis en el que no debemos sufrir sin sentido o con resignación sino buscar esa mirada amorosa y confortante de María, nuestra Madre. 

Ahí estará Ella acompañándonos y dispuesta a consolarnos y a compartir nuestros padecimientos. Mirémosla. “La suave Madre  nos consuela, transforma nuestra tristeza en alegría y nos fortalece para llevar cruces aún más pesadas y amargas”(Luis M. Grignion de Montfort).

6. Jesús muere en la Cruz (Juan 19,17-39)

Terrible episodio. Una madre que ve morir a su Hijo..¡y de qué manera!...cruel e injustamente clavado en la Cruz. ¡Ninguna madre debería ver morir a sus hijos!

María permaneció al pie de la cruz y oyó a su Hijo prometerle el cielo a un ladrón y perdonar a Sus enemigos. Sus últimas palabras dirigidas a Ella fueron: "Madre, he ahí a tu hijo." Y a nosotros nos dijo en Juan: "Hijo, he ahí a tu Madre."

Imagen relacionadaNo podemos imaginar, ni remotamente, el terrible dolor para su corazón de Madre contemplar, en silencio, la pasión y muerte de su Hijo. Ella, que sabía perfectamente quién era Él, humanamente habría querido arrancar a su Hijo de la manos de sus verdugos...habría preferido ocupar el lugar de su amado Jesús... 

Pero calló, sufrió y obedeció. Esa era la voluntad de Dios. Y con el corazón atravesado, sangrante y desgarrado por esa lanza, de pie ante la cruz, María repitió una vez más, sin palabras, la más pura de las obediencias: “hágase tu voluntad”.

La cima del amor y la del dolor son la misma. Es ahí mismo, donde María brilla y resplandece más que cualquier estrella en el cielo ¡Qué insignificantes son nuestras curces frente a la suya! ¡Qué pequeño es nuestro amor ante el suyo!

7. María recibe el Cuerpo de Jesús (Marcos 15, 42-46)

¡Qué escena tan terriblemente conmovedora! Ahora Su Hijo no estaba perdido. Jesús estaba muerto... en los brazos de su Madre que llora su muerte. El Hijo del Altísimo, el Salvador de Israel, Él que era la Vida... está muerto.

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¡Vaya prueba de fe para María! Su Hijo, el destinatario de todas esas promesas, yace inerte en su regazo. ¡Cualquiera hubiéramos perdido la fe y la esperanza! ¡Cualquiera nos hubiéramos venido abajo! 

Sin embargo, la fe de María no se extinguió. Todo lo contrario. Siguió encendida y luminosa, sosteniendo en sus brazos todo el peso de un Dios vivo y todo el peso de un Dios muerto. 

¡Qué ejemplo de fe! ¡Qué ejemplo de esperanza! ¡Qué ejemplo de amor!

Pidamosle a María Santísima que aumente nuestra fe. Pidamosle que nos regale esa Gracia de amor y esperanza tan elevadas. Pidamosle a nuestra Madre Celestial que nos libre de todo mal. Ella sabe de sufrimiento. Ella sabe de sacrificio y de renuncia. Ella sabe de Amor.

Ni la fe, ni la confianza, ni el amor de María se vinieron abajo ante esa nueva manifestación incomprensible de la voluntad de Dios. Creyendo, confiando y amando, Ella supo esperar la mayor alegría de su vida: recuperar a su Jesús para siempre tras la resurrección.

Aprendamos de María a llenar el vacío de la soledad y del sufrimiento con lo único que puede llenarlo: el amor, la fe y la esperanza de la vida futura.



sábado, 10 de marzo de 2018

8-M: UNA REVOLUCIÓN DE ORGULLO Y ODIO

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"El preludio de la ruina es el orgullo;
el preludio de la caída, el espíritu altanero."
(Pro 16,18)

El 8 de Marzo, las fuerzas del mal se desataron sobre la tierra y en especial, sobre España, nación católica donde las haya. 

Sutilmente "disfrazadas" de protesta reivindicativa por la igualdad de la mujer, estas fuerzas malignas, con el Diablo al frente, "echaron un órdago" a Dios.

Una vez más, estamos ante otra rebelión global y dominante, extremista y salvaje, radical y revolucionaria, comunista y anárquica, ideológica e intolerante.

Nos enfrentamos a otra oleada revolucionaria que busca denodadamente el igualitarismo y el liberalismo
total...con un sólo lema: "Cambiarlo todo", con un sólo enemigo: Dios.

Dios, el Enemigo

El 8 de Marzo, los jefes no eran el enemigo. Ni siquiera, los hombres. Era Dios. Y como representante suyo en la tierra, la Iglesia Católica.

La iglesia del Espíritu Santo (Serrano, 125) amaneció con pintadas a favor del aborto y con ofensas a la fe católica. Las cerraduras de las puertas cubiertas de silicona.

La Ermita de San Isidro (Getafe) y la parroquia de Santa Mónica (Rivas Vaciamadrid) fueron también víctimas de los ataques anti-católicos y de la intolerancia feminista.

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Ante la catedral del Buen Pastor en San Sebastián, un grupo de unas 25 mujeres enardecidas se desnudaron de cintura para arriba, con obscenas pintadas en su piel protestando contra la Iglesia católica.

En las calles, todo tipo de gritos, insultos, blasfemias y ultrajes hacia Dios y su Iglesia..."Iglesia=Muerte", "Vamos a quemar la Conferencia Episcopal, etc. 

¿Qué razones les impulsan a atacar a la Iglesia católica? ¿Por qué sólo la atacan a ella? 

Lo cierto es que sólo arremetieron contra Dios y los Templos católicos. Ni una sola palabra contra Alá o Buda, ni un solo insulto contra el Corán o la Torá. Ni una sola concentración, ni una sola protesta en una sinagoga, en una mezquita...

Orgullo y Odio, la Revolución

El 8 de Marzo , la huelga no era una reivindicación. Ni siquiera era una exigencia. Era la rebelión del Orgullo y del Odio. Era otra metamorfosis de la "Revolución" que tan acostumbrada nos tiene a las mutaciones.

La
mismísima Rebelión de Satanás contra Dios, con las mismas estrategias de siempre para tratar de quebrantar la voluntad de Dios; las mismas mentiras para confundir al mundo; las mismas inquinas para atacar la fe; las mismas reivindicaciones para dividir a los hombres; las mismas consignas para tratar de igualarse a Dios.

Una Rebelión obsesionada en aplastar y derogar toda autoridad: la de los padres, la de los profesores, la de los jefes, la de los sacerdotes, la de los gobernantes,...ávida por destruir al hombre, y, en un sentido más amplio, a Dios.

Ideología revolucionaria, la nueva religión

El 8 de Marzo, las mujeres no eran las autoras ni las partícipes de la protesta. Ni siquiera, las feministas.

El 8 de Marzo, la reivindicación no era por la igualdad. Ni siquiera era una demanda. Era el intento de dominio y sometimiento de la mayoría por una minoría.

Eran demonios que poseían cuerpos femenino, irrespetuosamente desnudos, de cuyas bocas brotaban gritos y blasfemias irrepetibles, cuyos ojos ensangrentados y enrojecidos de ira, parecían salirse de sus órbitas...todo ello, claros signos de posesión demoníaca.
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La Revolución se retuerce y produce una nueva metamorfosis. Los antiguos revolucionarios marxistas-comunistas, adormecidos por los años de relativa paz y prosperidad, despiertan y se re-convierten en los defensores más acérrimos de los derechos humanos, de los derechos del hombre (en este caso, de la mujer). 

El feminismo es sólo la punta del gran iceberg revolucionario, es una pequeña parte de esta nueva religión secular, originada tras la 3ª Revolución: el comunismo. Esta ideología revolucionaria quiere cambiarlo todo: los padres ya no son padres, las madres ya no son madres. Los hombres ya no son hombres ni las mujeres mujeres. Dios no es Dios ni el ser humano es humano. 

Es una nueva Inquisición dirigida por nuevos sacerdotes que imponen lo que está bien o mal..

Un mundo dividido

Primero fue el matrimonio; luego, la familia; ahora el sociedad. El mundo es ahora una entidad disgregada y dividida, donde unos pocos gritan, unos muchos callan y, el resto, se esconden.
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Es la desintegración de cualquier valor o principio supremos; es la destrucción de cualquier autoridad, divina o humana; es la división de cualquier unión, individual o social.

Ninguna autoridad es soberana ni puede dictar lo que cada uno es o decide ser. Cada uno elige lo que quiere o se impone a la fuerza. 

El verdadero y último propósito de esta Revolución no es otro que el nihilismo anárquico, basado en su ideología total, universal y totalitaria, forjada, adaptada y metamorfoseada a lo largo de las sucesivas revoluciones.

La Revolución busca, de forma intencionada e impuesta, la aniquilación de los individuos, de las familias, de los pueblos, de los países; la disgregación de las sociedades occidentales; la destrucción de todas las identidades, individuales, familiares, religiosas y nacionales.

En definitiva, la muerte del ser humano.

jueves, 8 de marzo de 2018

CÓMO REJUVENECER UNA PARROQUIA

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¿Envejece tu parroquia? Si tu parroquia envejece es porque está formada por personas mayores (es de perogrullo). 


A lo que me refiero es que en tu parroquia hay pocas familias jóvenes que bautizan a sus hijos, pocos niños que reciben su primera comunión, pocos jóvenes que se confirman y pocas parejas que se casan. ¿Te has preguntado por qué?

Cuando alguna persona o familia joven visita una parroquia y perciben que sólo hay personas mayores, que no les dejan espacio para colaborar, que no se piensa en ellos o que no les aceptan, lo habitual es que la gran mayoría decida no regresar.

Lejos de mi ánimo sugerir que una parroquia sea mala por ser una comunidad de adultos mayores. Lo único que puedo decir es que "envejece". Y por ello, se trata de meditar cómo podemos llegar a los los niños, a los jóvenes, a las familias más jóvenes para rejuvenecerla. 

No estoy diciendo que los más mayores deban "amoldarse" o "doblegarse" a los más jóvenes. Lo que digo es que, si queremos rejuvenecer nuestra parroquia, sólo hay una manera de hacerlo: atraer a los jóvenes

Desgraciadamente he comprobado que, mayoritariamente, ocurre lo contrario. Por eso, hoy quiero compartir algunas ideas y "si te valen... son tuyas":

Resultado de imagen de jovenes en iglesiaRezar

Orar por los jóvenes. Rezar para vengan a tu parroquia. A veces, en nuestra búsqueda de soluciones metodológicas y estratégicas, descuidamos la fuente más importante de nuestras necesidades: Dios, a través de la oración. 

Acoger

Una vez que las oraciones surten efecto y los jóvenes se acercan a nuestra parroquia, lo que debemos hacer es acogerles, darles la bienvenida, interesarnos por ellos, de tal forma que ellos se consideren necesarios en esa comunidad. 

Los jóvenes, entre otras muchas, tienen una necesidad imperiosa de pertenecer a algo. Necesitan un lugar donde ser valorados, donde se sepan útiles, donde sientan que "pertenecen", donde digan: “Esta es mi parroquia.” Debemos demostrarles que son queridos.

Respetar y ayudar

Resultado de imagen de jovenes y diosLos jóvenes necesitan sentirse respetados pero ¿ cómo? haciendo cosas importantes. Y para realizarlas, necesitan que les ayudemos, que les enseñemos a desarrollar las habilidades para servir en la parroquia. Necesitan que la comunidad entera reconozcamos que son valiosos. 

Muchos jóvenes se sienten meras comparsas, poco valorados y nada apreciados. Nuestra meta y desafío es capacitarlos y luego darles una labor significativa en el servicio a Dios y a la Iglesia. Debemos demostrarles que son valiosos y valorados.

Dispuestos a cambiar

medida que envejecemos, mostramos una tendencia natural a resistirnos al cambio. También en nuestras parroquias. Nos volvemos cómodos y "no estamos para líos".  

Imagen relacionadaSin embargo, debemos enfocarnos en tener una disposición a los cambios. Si existe algo que defina a la perfección a un joven es su mentalidad y capacidad de cambio. 

Debemos escuchar lo que los jóvenes buscan, cómo llegar a ellos, cómo hacerles participes y responsables en la parroquia, discernir sus necesidades y preferencias, no las nuestras. 

Se trata de escucharles, de estar dispuestos a cambiar y a actuar en la dirección que ellos sugieren. Debemos demostrarles que son apreciados y sus ideas, también.

Conectar y aprender con ellos

Resultado de imagen de jovenes y diosLas relaciones son clave para llegar a las personas. Si los adultos mayores tenemos verdadera intención de conectarnos con los más jóvenes, de hablar con ellos, de interesarnos ellos fuera de la iglesia, esas relaciones pronto se transferirán a la parroquia. 

Aprendamos de su mundo. Conozcamos qué les preocupa, cuáles son sus necesidades, preferencias y desafíos, qué ven en la tele o en el cine, qué música escuchan, qué leen. 

No se trata de "hacernos los jóvenes" ni los "guays" (los adolescentes odian eso), sino de interesarnos, entenderlos y aprender de sus cosas. Debemos demostrarles que son queridos.

Realizar actividades juntos

Imagen relacionadaSi en nuestra parroquia realizamos actividades o programas pastorales dependiendo de la edad, mal vamos. 

La comunidad parroquial la forman todos sus miembros y todos deben participar en todo lo que en ella ocurre. "Todos a una como Fuenteovejuna".  No existen actividades para jóvenes o para viejos. Dios tiene planes que son para todos, pequeños y mayores.

Si dividimos la comunidad por edades, no existirá verdadera unión, cada "franja" irá por su lado y el resultado será una escisión. Debemos demostrarles que son importantes.

Evangelizar "dentro"

Habitualmente, los adultos mayores dicen que, por su edad, la evangelización no va con ellos. Sin embargo, yo creo que es porque entienden mal lo que significa. 

Resultado de imagen de iglesia envejecidaLa evangelización no siempre debe ser "externa", no se trata de ir a la búsqueda de ateos en la calle (no sólo). En la mayoría de las ocasiones, la misión y el apostolado comienza con los "de dentro", con nuestros hijos, nietos y jóvenes que vienen a la parroquia. No hace falta salir a la calle para evangelizar. 

Muchas veces, nuestra misión está más cerca de lo que creemos.




lunes, 5 de marzo de 2018

UNA FE SIN COMPLEJOS

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"Por eso estáis alegres 
aunque de momento os veáis obligados 
a sufrir diversas pruebas, 
para que la pureza de vuestra fe 
mucho más preciosa que el oro 
que aunque acrisolado por el fuego se corrompe 
aparezca digna de alabanza de gloria y de honor 
cuando tenga lugar la manifestación de Jesucristo, 
al que amáis y en el que creéis sin haberlo visto 
por el que os alegráis con un gozo inenarrable y radiante, 
seguros de alcanzar la salvación objeto de vuestra fe." 
(1 Pedro 1, 6-9)


¡Ser cristiano hoy es un desafío!¡Vivir la fe de Cristo en nuestro mundo es todo un reto! ¡No es fácil ser católico en nuestra sociedad actual! No lo es y... ¡menos que lo va a ser!

Dos mil años después de haber perseguido a nuestro Señor Jesucristo, la fe de su Iglesia Católica sigue siendo objeto de persecución, incluso en esta España católica y tierra de María.

Y es porque es acosada, amenazada y vejada,  sabemos que en ella se encuentra la Verdad, el Camino y la Vida... Y porque sabemos que quieren crucificarla una y mil veces, debemos estar preparados y alerta para defenderla.

En España, muchos llamados "católicos" viven una fe acomplejada y vergonzante; una fe en la intimidad de su parroquia o de su casa; una fe de riguroso intimismo, como si fuera algo que esconder u ocultar; una fe que no es fe. 

La fe en Jesucristo es una fe por la que merece la pena vivir. Y por la que merece la pena morir. 

La fe de Cristo necesita ser vivida, necesita ser proclamada. Una fe sin anuncio, no sólo pierde su carácter misionero, sino que acaba desapareciendo. Y yo me pregunto ¿no es esto lo que está ocurriendo?

Sin duda, la fe católica en el siglo XXI demandará mucho coraje y valentía! Mucho más, si cabe, que la que necesitaron y demostraron los cristianos del siglo I. Necesitaremos más y mayores gracias. Pidamos a Jesús por medio de Nuestra Madre, la Virgen María, un segundo Pentecostés. A Ella nada le niega.

Resultado de imagen de efesios 2 8 10La fe de la Iglesia de Pedro necesita ser proclamada con más seguridad y fuerza. Nosotros mismos, los católicos, somos los primeros que necesitamos ser evangelizados porque hemos perdido el ardor, hemos perdido la luz. Nuestra lámpara se ha apagado y no da ni luz ni calor. Necesitamos grandes dosis de Espíritu Santo que sólo obtendremos, si se las pedimos a Dios. Pero ¡hay que pedírselas! 

¿Será por todo eso que cada vez hay menos cristianos sin complejos por la calles de nuestra querida España, aunque muchos se declaren católicos los domingos o en Semana Santa?
¿Será que muchos tienen una fe acomplejada, anestesiada, oxidada?
¿Será por eso que hay muy pocos dispuestos a defender a Cristo y a su Iglesia? 
¿Será que se han dejado vencer por "lo políticamente correcto"?
¿Será que piensan que no merece la pena?
¿Será que en realidad ya no creen? 

Porque, si uno cree en algo de verdad, ¿no lo defenderá hasta el final? 
Porque si uno está convencido de tener la "Verdad", acaso ¿se callará? 
Porque si alguien insulta a nuestro padre o a nuestra madre, acaso ¿se callará? 
Porque si alguien increpara a alguien de nuestra familia, acaso ¿mira hacia otro lado? 

¿Cómo es posible que en un país católico por excelencia no seamos capaces de hacer frente a las continuas calumnias, insultos y agravios a nuestra fe? 
¿Cómo es posible que teniendo el mejor mensaje posible, el mejor Dios posible no seamos capaces de gritarlo a los cuatro vientos?
¿Por qué callamos? 
¿Por qué cedemos al chantaje del mundo?
¿Por qué miramos hacia otro lado como si no fuese con nosotros? 
¿Es que...acaso, no va con nosotros?
¿Por qué nos empeñamos en avergonzarnos de ser católicos? 
¿Por qué nos acompleja que sepan que somos cristianos?
¿Es que...acaso nos creemos que los ataques que sufrimos están justificados? 

Muchas preguntas quizás porque no sabemos realmente lo que significa ser cristiano.

Ser cristiano significa seguir a Cristo, significa amar a Jesús. 

Y no podemos ser cristianos si pretendemos seguir a Cristo desde el sofá de nuestra casa. 

No podemos amar a Jesús sin salir a la calle, cargar nuestra cruz y seguirle.

Ser cristiano no significa defender a Dios con el mando de la "Play"; no significa defender Su mensaje de amor desde un "grupo de whatsapp"; no significa ocultarse ni acoplejarse tras una pantalla. 

Ser cristiano implica "mojarse"; requiere valor y coraje. Ser cristiano es "para gente sin complejos", para valientes. 

Ser cristiano no es para "mediocres", ni para "tibios", ni para "desertores". Y no lo digo yo, lo dice Dios (Apocalipsis 3,16).

Una fe sin complejos se demuestra en la calle, en el día a día, en el trabajo, con los amigos, en cualquier situación. Aquí radica uno de nuestros principales problemas: y es que los católicos no estamos acostumbrados a evangelizar porque hemos presupuesto que España ya estaba evangelizada y que no hacia falta hacer discípulos. Oigo a muchos decir: "lo de evangelizar no es para mí"; "no estoy preparado"... como si fuera una opción o como si los 12 apóstoles hubieran necesitado un máster para seguir a Cristo.

Una fe sin complejos necesita preparación y formación. Aquí radica otro de nuestros problemas: y es que los católicos estamos muy poco formados. Oigo a muchos decir: "necesito formación" "necesito un sacerdote que me guíe"... pero cuando se la ofrecen, siempre ponen excusas. Y no nos engañemos, ni las familias ni los colegios forman ya en la fe católica. Me atrevería a decir que tampoco en muchas iglesias.

Es un hecho evidente que nadie puede defender algo si no conoce a fondo lo que debe defender. Y desgraciadamente se cumple el dicho popular: "católico ignorante, futuro protestante"

Resultado de imagen de jesucristo resucitadoSin embargo, cuando nos formamos, ponemos en practica nuestra fe. Y cuando la ponemos en práctica, la defendemos. Y cuando la defendemos, Dios nos la aumenta.

Pidámosle a Dios que aumente nuestra fe, que refuerce nuestra confianza y que incremente nuestra fortaleza para defenderle en un mundo, que no sólo le ha crucificado sino que se empeña en mantenerle muerto y enterrado en el sepulcro, de convencernos de que no ha resucitado, de que nunca ha existido.

¡Cómo vamos a tener complejos si...


JESUCRISTO HA RESUCITADO!!!!


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domingo, 4 de marzo de 2018

REVOLUCIÓN Y CONTRA-REVOLUCIÓN

Lucifer, el ángel caído
“Él (Enemigo) se encuentra en todo lugar y en medio de todos:
sabe ser violento y astuto.
Busca la disgregación intelectual, moral y social
de la unidad en el organismo misterioso de Cristo.
Quiere la naturaleza sin la gracia, la razón sin la fe;
la libertad sin la autoridad; a veces, la autoridad sin la libertad.
Es un ‘enemigo’ que se volvió cada vez más concreto:
Primero, ¡Cristo sí, la Iglesia no! 
Después, ¡Dios sí, Cristo no! 
Finalmente, el grito impío, ¡Dios está muerto!
y hasta… ¡Dios jamás existió! 
Y he aquí la tentativa de edificar la estructura del mundo 
sobre las bases que no dudamos en señalar como las principales responsables 
por la amenaza que pesa sobre la humanidad: 
una economía sin Dios, un derecho sin Dios, una política sin Dios”.
(Papa Pio XII)

Nuestra sociedad occidental atraviesa una crisis terrible y desoladora que acapara todos los ámbitos de la humanidad: económico, político, social, cultural, familiar, religioso, etc. 

Todos estos hechos tienen su raíz en los problemas más profundos del alma, en la pérdida y destrucción de los principios y valores morales, y como campo de acción principal al hombre contemporáneo, occidental y cristiano.  

Según datos oficiales estadísticos, casi 3.000 millones de personas en el mundo son católicos. Sin embargo, la fe católica no está bien vista en el mundo. En España, los católicos constituyen el 78% de la población. Sin embargo, nuestro país ha dejado de ser la potencia católica que fue en los veinte siglos de vida de la Iglesia.

Resultado de imagen de revolucion y contrarrevolucion¿Por qué España y el mundo han dejado de ser católicos? ¿Cuáles son las causas? ¿Cuál es su origen?

El profesor D. Plinio Correa de Oliveira, en su libro "Revolución y Contrarrevolución" (Ediciones Cristiandad, Barcelona, 1959), desarrolla y explica cómo nuestro gran Enemigo, Satanás, impone al mundo una estrategia muy sutil e invisible a la par que poderosa y temible, cuyos efectos y magnitud se hacen sensibles en todos los países católicos y a la que casi nadie pone nombre, reconoce o combate. 

Hablamos de la Revolución.

La Revolución

Definición

La Revolución es un proceso estratégico que ha inspirado una serie de ideologías, aceptadas por la mayoría de los países, que pretende la transformación total y completa de la sociedad, de sus valores, de la historia, y que han derivado en las tres grandes revoluciones de la Historia de Occidente: 


1- La Reforma Protestante, que implantó el liberalismo religioso y el igualitarismo eclesiástico:

    El orgullo dio origen al espíritu de la duda, al libre examen y a la interpretación naturalista de la Escritura. 


    Resultado de imagen de la reforma protestanteProdujo la insurrección contra la autoridad eclesiástica, expresada por la negación y rebelión contra el Papado

    Negó la autoridad de los Obispos de la Iglesia Universal e incluso el propio sacerdocio jerárquico, reduciéndolo a una mera delegación del pueblo, único poseedor verdadero del poder sacerdotal. 

    La sensualidad en el protestantismo se afirmó por la supresión del celibato eclesiástico y por la introducción del divorcio.


    2- La Revolución Francesa, que impuso el igualitarismo religioso y el liberalismo político:
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    El odio dio lugar al jansenismo, al ateismo y al laicismo.

    La sensualidad a las falsas máximas de que toda desigualdad es una injusticia, toda autoridad un peligro, y la libertad el bien supremo.

    R
    ebelión contra el Rey, simétrica a la rebelión contra el Papa; Rebelión de la plebe contra los nobles, simétrica a la rebelión de la “plebe” eclesiástica (los fieles) contra la “aristocracia” de la Iglesia (el clero); Afirmación de la soberanía popular, simétrica al gobierno de ciertas sectas, por los fieles.

    3- El Comunismo, que llevó estas máximas al igualitarismo social y al liberalismo económico.



    De la Revolución Francesa nació el movimiento comunista de Babeuf, las escuelas del comunismo utópico del siglo XIX y el comunismo científico de Marx. 

    Implantó el espíritu republicano y la producción en serie de república.

    Al contrario de lo que pudiera parecer, el enemigo de esta revolución no es el capitalismo sino el cristianismo.

    A estas tres, añadiremos otra cuarta, en la que nos hayamos inmersos en la actualidad: 

    4- La Revolución sexual, que trata de imponer el igualitarismo de género y el liberalismo sexual.


    Desafió la concepción de la moral sexual, el comportamiento sexual humano, y las relaciones sexuales. Su origen fue en la década de los 50 y su máximo desarrollo entre 1960 y 1980, aunque sus consecuencias y extensión siguen vigentes y en pleno desarrollo.


    Resultado de imagen de orgullo gayLa revolución sexual impuso la igualdad entre los sexos, el feminismo, los métodos anticonceptivos, así como la contestación social y política, conviertiéndose en la actualidad en normas aceptadas, legítimas y legales en el comportamiento sexual.

    La revolución sexual ha propiciado la generalización de todo tipo de relaciones sexuales y la aceptación general de las relaciones sexuales prematrimoniales, el reconocimiento y normalización de la homosexualidad y otras formas de sexualidad (Transexuales, asexuales, etc.).

    Asimismo se ha producido un aumento de las parejas de hecho -uniones sin matrimonio-, el retraso en la edad de contraer matrimonio, la aparición de hijos fuera del matrimonio, uniones civiles entre personas del mismo sexo, así como la aparición de nuevos tipos de familias (monoparentales, homoparentales).​

    Estas cuatro revoluciones son fases de un mismo proceso revolucionario que surgen drásticamente y parecen extinguirse o incluso morir, pero que resurgen con mayor virulencia a través de nuevas y sucesivas metamorfosis o revoluciones.

    La Revolución es un Nuevo Orden Mundial, es decir, el gobierno de la “República Universal”, esencialmente atea, contraria al orden natural y cristiano

    La Revolución es un sistema político, económico, social y religioso supra-nacional y totalitario que excluye a Cristo

    La Revolución es una República Global donde los países son denominaciones geográficas, un mundo sin desigualdades sociales ni económicas, dirigido por la ciencia y por la técnica, por la propaganda y por la psicología, para realizar, sin lo sobrenatural, la felicidad definitiva del hombre.

    La Revolución es la religión y el gobierno de Satanás en el mundo contemporáneo. Es el Anticristo.

    Orígenes y Causas

    Los orígenes y causas de la Revolución son el orgullo y las pasiones desordenadas, concretadas en sus propuestas metafísicas de igualitarismo y liberalismo. 

    El orgullo conduce hacia un igualitarismo que odia toda superioridad o poder; las pasiones desordenadas, hacia un liberalismo que se rebela ante cualquier autoridad o ley, ya sea divina o humana, política o social, religiosa o civil.
    Características

    Las características de la Revolución se manifiestan de un modo universal, único, total, dominante y como resultado de un proceso prolongado y progresivo de desarrollo, exacerbamiento y virulencia.

    Objetivo 

    La utopía marxista de la Revolución es alcanzar un mundo anárquico, en el que una humanidad altamente evolucionada y “emancipada” de leyes o principios, divinos o humanos, viva en total orden, libertad, igualdad y sin autoridad política, religiosa, económica o moral de ningún tipo.

    Desde las distintas planos y esferas de acción, el igualitarismo revolucionario, como consecuencia del orgullo,  tiene como objetivos:

    Igualdad religiosa/espiritual
    • suprimir toda desigualdad de trato entre los hombres y Dios, a través del panteísmo, el inmanentismo, la New Age y todas las formas esotéricas de espiritualidad, cuyo propósito último es "saturar a los hombres de propiedad divina" o despojarlos de ella.
    • suprimir todo desigualdad de poder, jerarquía, orden, magisterio y gobierno dentro de la Iglesia y del sacerdocio.
    • suprimir toda desigualdad de tratamiento y legitimidad entre las diversas religiones.
    Igualdad política/social
    • suprimir toda desigualdad entre gobernantes y gobernados, desde la afirmación de que el poder no viene de Dios sino de la masa.
    • suprimir las clases sociales, en especial de las que se perpetúan por vía hereditaria (Monarquía y Aristocracia). 
    Igualdad económica/personal
    • suprimir la propiedad privada, el derecho de cada cual al fruto íntegro de su propio trabajo y  la elección de su profesión.
    • suprimir de toda variedad relativa a trajes, residencias, muebles, costumbres, etc.
    Igualdad psicológica/sexual
    • suprimir toda peculiaridad psicológica de las personas, toda desigualdad de sexo o género, entre jóvenes y viejos, entre jefes y empleados, profesores y alumnos, hombres y mujeres, esposo y esposa, padres e hijos, etc.
    Igualdad geopolítica
    • suprimir todos los Estados y unificarlos en un único y monstruoso Estado internacional.
    • suprimir toda manifestación patriota, nacionalista, regionalista dentro de cada país y con ellas, los ejércitos. 
    En el fondo del igualitarismo revolucionario subyace y se manifiesta un odio total a Dios, como ser Superior a los hombres.

    El liberalismo revolucionario está íntimamente unido al igualitarismo (aunque en apariencia, contradictorios) por  la sensualidad y las pasiones desordenadas cuyos objetivos son:
    • suprimir toda jerarquía en el alma, deseando la libertad para el mal y la esclavitud para el bien
    • suprimir y negar el pecado y la Redención, al concebir al individuo y a la sociedad como irreprochables e inmaculados.
    • suprimir las fuerzas armadas (a la espera de establecer otras a su conveniencia y semejanza) por ser expresión de toda clase de virtudes absolutamente contrarias al espíritu revolucionario. 
    Agentes y Medios


    La Revolución no se ha basado en el mero dinamismo de las pasiones y de los errores de los hombres para la consecución de un único fin, sino que ha necesitado, a lo largo de estos siglos, de medios y agentes conspiradores que la potenciaran y la manipularan para llevar a cabo el proceso revolucionario.

    Resultado de imagen de masoneriaEstos medios o agentes son todas las sectas creadas por ella para la difusión del pensamiento o la articulación de las tramas revolucionarias. 

    Sin embargo, la secta maestra, alrededor de la cual todas se articulan como simples fuerzas auxiliares —a veces conscientemente, y otras veces no— es la Masonería, cuyo éxito se debe a que posee:
    • una indiscutible capacidad para articularse y conspirar
    • un extraordinario conocimiento de la esencia de la Revolución
    • una gran destreza para utilizar las leyes naturales hacia la realización de sus planes.
    • una estrategia sutil para estudiar y poner en acción mecanismos revolucionarios.

    La Contra-Revolución

    El profesor D. Plinio Correa desarrolla las tácticas para luchar contra la Revolución y explica los métodos para superarla, a través de la eficacia de la doctrina católica y de los recursos espirituales con que cuenta la Iglesia para contrarrestar las fuerzas y desvelar los errores de la Revolución: la Contra-Revolución.

    Definición

    La Contra-Revolución no es una simple vuelta al pasado que la Revolución "tilda" de obsoleta,  sino nuestra participación en la lucha espiritual en la que estamos inmersos, queramos o no.

    Dado que se trata de una guerra espiritual, para luchar contra la Revolución, debemos hacerlo con armas espirituales y procedimientos estratégicos propios y peculiares de nuestros días.

    Objetivo

    Según D. Plinio, la Contra-Revolución debe restaurar la paz de Cristo en el Reino de Cristo a través de:
    • Respetar profundamente los derechos de la Iglesia y del Papado.
    • Oponerse al laicismo, al inter-confesionalismo, al ateísmo y al panteísmo.
    • Defender el orden jerárquico en todos los aspectos de la sociedad y del Estado, de la cultura y de la vida, por oposición al igualitarismo metafísico revolucionario.
    • Detectar, combatir y destruir el mal en todas sus formas (embrionarias o veladas)
    • Denunciar y castigar con firmeza todas las manifestaciones que atenten contra la ortodoxia y la pureza de las costumbres. 

    Características

    La Contra-Revolución es tradicionalista y conservadora pues defiende la radicalidad del mensaje cristiano. 

    La Contra-Revolución es también progresista pues pretende el aprovechamiento de los valores naturales según la Ley de Dios. Quien dice progreso, dice, ante todo y sobre todo, progreso en el orden de los valores espirituales.

    Estrategia


    Resultado de imagen de revolucion y contrarrevolucion plinio correaSegún D. Plinio, la acción contrarrevolucionaria debe ser realizada a nivel individual, de un joven universitario, de un oficial, de un profesor, de un sacerdote sobre todo, de un aristócrata o de un operario influyente en su medio. 

    La primera reacción que se obtendrá será a veces de indignación pero si se persevera durante un tiempo, poco a poco aparecerán compañeros. 

    Como podemos comprobar, la Contra-Revolución no discurre por el cómodo camino del silencio acomplejado, del cobarde disimulo, de la exasperante tolerancia o de la tibieza en la fe de Cristo, por las que muchos católicos contemporáneos caminan infectados de erróneo liberalismo y perverso relativismo filosófico. 

    Como no puede ser de otra manera, la fuerza propulsora de la Contra-Revolución es la vida sobrenatural. Al Anticristo se le vence con Cristo, al mensaje anticristiano, con el mensaje evángelico. 

    La fe cristiana no consiste en la simple conceptualización de los dogmas revelados ni en consumo de sacramentos o en la asistencia a la Iglesia sino en su vivencia adecuada. Es decir, en su vivencia sobrenatural: "Prius vita quam doctrina." ("La vida antes que la enseñanza"). Por tanto, la Contra-Revolución es la vivencia de nuestra fe cristiana y de nuestro seguimiento a Cristo.

    La Contra-Revolución debe
     estar siempre basada en las palabras del apóstol Pablo en su carta a las Filipenses: "Todo lo puedo en aquel que me conforta." (Filipenses 4, 13) y siempre fundada en la convicción de que no se debe ser nunca "anti" por finalidad sino por consecuencia. 



    Por todo ello, recomiendo la lectura de este libro a todos los católicos que, como yo, sufren los efectos y ataques de la Revolución y les animo a que, también como yo, combatamos la mentira con la Verdad, la maldad con la Bondad y fealdad con la Belleza.