¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

sábado, 30 de mayo de 2020

APOCALIPSIS 12-13: LA MUJER, EL DRAGÓN Y LAS BESTIAS

"Y un gran signo apareció en el cielo: 
una mujer vestida del sol...
Y apareció otro signo en el cielo: 
un gran dragón rojo...
Y vi una bestia que salía del mar...
Y vi otra bestia que subía de la tierra"
(Apocalipsis 12 y 13)

Seguimos con nuestra visión mística del Apocalipsis de la mano de San Juan. Tras el sonido de la séptima trompeta y la manifestación de Dios, de pronto, aparecen tres grandes signos, según leemos en el capítulo 12:

La Mujer
-Y un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. Y está encinta, y grita con dolores de parto y el tormento de dar a luz.

¿Quién es esta mujer en torno a la que gira todo el Apocalipsis? La clave para reconocerla se encuentra primero, en reconocer al Niño. 

Desd
e una perspectiva cristocéntrica, el Niño es Cristo, y por tanto, desde una perspectiva mariológica, la Mujer es la Virgen María. La mujer llevada a su plenitud. La Nueva Eva que junto al Nuevo Adán son el proyecto de Dios para el hombre desde el principio.

El
 nacimiento del niño no representaría necesariamente el comienzo de la vida terrenal de Jesús, sino más bien, su muerte en la cruz, aludiendo al título dado a Cristo de primogénito de entre los muertos (Ap. 1,5), y su arrebatamiento sería su resurrección.

De
sde una perspectiva eclesiológica, la Mujer es el pueblo de Dios, que antes del nacimiento de Jesús, representaría a los judíos del Israel fiel, el llamado pequeño "resto" que mencionan varios profetas del Antiguo Testamento (Isaías 4,2-6; 10,20-22; 11,10-16; 28,5-6; 46,3; Jeremías 6,9; 31,7; 50,4-6; 51,19; Ezequiel 6,8; Amos 3,12; 5,15; Sofonías 3,9-13; Miqueas 2,12; 4,6-7; 5,2-7; 7,18; Zacarías 14,2),​ junto a los cristianos fieles, a la Iglesia de Cristo, que da a luz a los hijos de Dios.

La visión de la Mujer está tomada del sueño de José en Génesis 37,9:

-vestida del sol, la mujer en sí no es divina pero está revestida de la gloria de Dios, de los méritos de Cristo. Por eso, la Virgen María es luz, la Iglesia es luz que guía a los hombres.

-la luna bajo sus pies, la luna es símbolo de la medida del tiempo y por ello, la Virgen, la Iglesia está por encima del tiempo, es decir, no tienen fin.

-una corona de doce estrellas en la cabeza, la corona es símbolo de realeza y, por tanto, la Mujer es una Reina

Las doce estrellas simbolizan la totalidad del pueblo de Dios, representado por las doce tribus de Israel y los doce apóstoles. La Mujer reina y une el Antiguo y el Nuevo Testamento.

Representan también a aquellos que se consagran a su Corazón Inmaculado y que forman parte de su ejército victorioso. Son los hijos de la luz, los apóstoles de los últimos tiempos.

-está encinta, el plan de Dios, desde el principio, tenía como centro la Encarnación de Jesucristo, y grita con dolores de parto y el tormento de dar a luz, se refiere al sufrimientopasión muerte de Cristo, y análogamente, al sufrimiento y persecución de la Iglesia cuando surge:

El Dragón
-Y apareció otro signo en el cielo: un gran dragón rojo, que personaliza a Satanás, y su gran tamaño su fuerza ofensiva y su maldad perversa, que tiene siete cabezas, un gobierno pleno, y diez cuernos, poder sobre el mundo (el 10 representa la creación), sobre sus cabezas, siete diademas, dignidad y autoridad

El Dragón es la máxima expresión del mal y en él se concentra toda la fuerza destructiva del infierno. Es nuestro enemigo, porque nuestra lucha es contra el mal, no contra las personas y nuestras armas, la oración y el sacrificio.
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No hay que confundir esta bestia (el Dragón rojo) que surge del cielo, con la bestia (leopardo, pies de oso, boca de león) que surge del mar del capítulo 13, ni con la bestia con cuernos de cordero y boca de dragón que surge de la tierra del capítulo 17. 

Son tres figuras completamente distintas, aunque todas sean satánicas y presenten analogías: las tres tienen 7 gobiernos sucesivos y 10 simultáneos pero:

- el dragón (Satanás) es expulsado del cielo y lanzado a la tierra, donde tiene poder y autoridad sobre los 7 gobiernos sucesivos, es decir, plenitud de poder sobre el mundo y además es testigo del surgimiento de las otras bestias.

-1ª bestia, del mar (el leopardo). Corrupción política y económica.  Sale de la humanidad (el mar), tiene poder y autoridad sobre los 10 gobiernos simultáneos (un nuevo sistema político y económico de gobierno mundial dominante y consensuado por la alianza de distintas potencias mundiales), que recibe del dragón, pero no es escarlata y tiene un nombre blasfemo (contra los mandatos de Dios).

-2ª bestia, de la tierra (Anticristo)Corrupción religiosa. Sale de la Iglesia Apóstata (la tierra), es también escarlata como el Dragón, pero no tiene poder ni autoridad sobre gobiernos, lleva encima a la Gran Ramera (idolatría) y está llena de nombres de blasfemia (pecados).

-Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, Satanás arrastra con él a los demonios, a los ángeles rebeldes que odian el cielo y desobedecen a Dios, para ejercer maldad y rencor contra la Iglesia

-Y el dragón se puso en pie ante la mujer, que iba a dar a luz, se opone y lucha contra Ella, contra la Iglesia.
-para devorar a su hijo cuando lo diera a luz, quiere matarlo, recordando la matanza de Herodes. Es el odio de Satanás a Cristo, el Dios que se hace hombre.

Satanás no soporta que Dios eligiera al hombre para encarnarse, en lugar de a un ángel, a él. Por eso, quiere devorarlo y hacerlo desaparecer del mundo, pero no puede porque es llevado al cielo. Entonces, dirige su odio contra la Mujer, contra la Iglesia, contra los cristianos.

-Y dio a luz un hijo varón, el que ha de pastorear a todas las naciones con una vara de hierro, es Jesucristo, un rey con cetro, con autoridad y poder. Es el nuevo Adán, la realización y culminación del proyecto de Dios.

-y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono, Jesucristo resucitado y ascendido al cielo. La cabeza, el Hijo, es llevado al cielo pero la mujer sigue dando a luz al resto del cuerpo, la Iglesia, hasta que culmine el nacimiento del "Cristo total", es decir, el número simbólico de 144.000.

-Y la mujer huyó al desierto, desierto es el lugar sin palabras, lugar de la prueba, de la purificación, de la penitencia, el ayuno y la oración de la Iglesia (en las apariciones, la Virgen siempre nos llama a estas tres últimas cosas). Simboliza también el corazón humano, el lugar de la vida eremita interior.

El desierto es el lugar del encuentro con Dios, desde donde siempre comienza el camino hacia la salvación, hacia la tierra prometida, con la compañía y guía de Dios, como Israel en el desierto y como Jesús antes de iniciar su vida pública.

-donde tiene un lugar preparado por Dios, para ser alimentada allí durante mil doscientos sesenta díasun tiempo limitadoDesde una perspectiva eclesiológica, la Iglesia (la mujer), es decir, el pueblo de Dios, también huye al desierto, donde es probada y guiada por Dios antes de ser salvada:

La Guerra en el Cielo
-Y hubo un combate en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles combatieron, se narra la batalla espiritual en el cielo. El arcángel San Miguel es el único ángel a quien se nombra en todo el libro y que significa "Quien como Dios". Dios no combate directamente con Satanás, porque éste está al nivel de los ángeles, no al nivel de Dios.


- pero no prevalecieron, no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo, fueron expulsados por San Miguel.

Vemos como la aparición de la Mujer es anterior a la rebelión y posterior batalla en el cielo. Por tanto, la elección de la Virgen y la Encarnación de Su Hijo no es producto de la rebelión de Satanás y del posterior pecado del hombre, sino que ya formaba parte del Plan de Dios, incluso si no hubiese entrado en el mundo el pecado.

-Y fue precipitado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engañó al mundo entero; fue precipitado a la tierra y sus ángeles fueron precipitados con él, una vez expulsado del cielo, el dragón es identificado por su nombre y es puesto al descubierto: es el Adversario, el Antagonista, el Engañador, el Seductor del mundo.

Por ello, Jesús nos exhorta a mantenernos fieles hasta el final pero también, a identificar y  desenmascarar el mal. El mal de Satanás es impedir que el hombre haga aquello para lo que fue creado: alabar a Dios.

El Apocalipsis tiene dos objetivos principales: exhortarnos a la perseverancia y desenmascarar el mal. Sin embargo, al precipitarse Satanás a la tierra, ha propagado un humo espeso que nos impide y nos dificulta distinguir el bien del mal. Por eso, Jesucristo resucitado nos dice que nuestra lucha es contra las fuerzas del mal y, por tanto, es muy importante desenmascarar el mal. 

Nuestra arma es la oración por aquellos que hacen el mal pero no enfrentarnos directamente al mal, porque ya está vencido. De esta manera, nos asimos de la mano de San Juan y participamos en esta experiencia mística que es el Apocalipsis.

En los versículos 10-12, el cielo canta con alegría la victoria, el poder y el reinado de Jesucristo sobre Satanás, al ser expulsado definitivamente del cielo por San Miguel, pero se entristece por la tierra, ya que Satanás se revuelve contra el hombre con gran furia, sabiendo que le queda poco tiempo:

La Guerra en la Tierra
-Y cuando el dragón que había sido precipitado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al varón, desde una perspectiva eclesiológica, esta persecución representa el odio y la venganza del Diablo contra la Iglesia y su descendencia, como se dice en Génesis 3,14.

Satanás es, a la vez, Seductor y Acusador: seduce al hombre y cuando éste cae y peca, lo acusa para hacerle dudar de la Misericordia y del Perdón de Dios.

-y le fueron dadas a la mujer dos alas de la gran águila, son la contemplación y el silencio interior. Significan la protección y la guía del Espíritu Santo a la Iglesia. Y, según San Juan Pablo II, significan fe (confianza, fidelidad) y razón (conocimiento, inteligencia).

-para que volara al desierto, el desierto es para los cristianos el lugar de la prueba, del encuentro con Dios, del noviazgo con Dios, de la intimidad con Dios. En el desierto, Dios nos habla al corazón. También podría representar el purgatorio.

Vencer al Acusador (el fiscal) es refugiarse a la sombra y en las alas del Espíritu Santo (nuestro abogado defensor), del engaño y la seducción. Nuestra victoria no está en luchar contra el Dragón sino en refugiarnos en Dios, quien ha vencido ya, en virtud de la sangre del Cordero.

-el lugar donde es alimentada lejos de la vista de la serpiente, el alimento son los sacramentos y, en especial, la Eucaristía, donde encontramos la presencia el refugio y la gracia del Dios vivo, y donde tiene prohibida la entrada el Diablo

-por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo, significa que el desierto no es la morada definitiva de la Mujer, es decir, de la Iglesia, del pueblo de Dios. El tiempo de los cristianos en el desierto es un tiempo limitado, de purificación.

-Y vomitó la serpiente de su boca, detrás de la mujer, agua como un río para hacer que el río la arrastara. El diablo quiere, con el agua, hacer desaparecer el desierto y transformarlo en un vergel. Es un engaño para alejar a la Iglesia de Dios y que se acomode. 

-Y la tierra ayudó a la mujer, y abrió la tierra su boca y se tragó el río que había arrojado el dragón de su boca, la tierra representa espiritualmente a los santos. Dios ha permitido que se forme un ejército (los hijos de la luz, los santos) que defiende a  la Virgen María, a la Iglesia (la Mujer) y que asume ese odio y persecución.

-El dragón se irritó contra la mujer, que personaliza el odio, materializado en los ataques, agravios e insultos a la Virgen María y a la Iglesia a lo largo de la historia.

-Y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y son fieles testigos de Jesús. Y por tanto, los mismos ataques, insultos y persecuciones, las tendrán sus hijos, los cristianos auténticos, los que perseveran hasta el final, son fieles y cumplen los mandamientos de Dios.

-El dragón se detuvo en la arena del mar, que significa que Dios le ha marcado un límite (la arena) y no le deja entrar directamente en nuestras vidas cristianas (la tierra). Desde la arena del mar (el borde del caos, el mundo fuera de Dios), con su apoyo, es testigo de cómo se originan la bestia del mar (corrupción política y económica) y la 2ª bestia (corrupción religiosa, el Anticristo), que lleva encima a la Gran Ramera (la idolatría, las falsas doctrinas e ideologías demoníacas) y que le ayudarán, siguiendo sus instrucciones, a tratar de cumplir su objetivo, atacando al hombre fiel (la tierra).

Satanás no las crea, porque el poder creador está reservado a Dios, si no que, tan sólo puede mirar y esperar a que surjan del mar (la humanidad en su conjunto: pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas) y de la tierra (el cristianismo). 

San Juan asociaba el mar, al Mediterráneo y la bestia surgida de él, al imperio romano; la tierra, con Israel, y  la bestia surgida de ella, a la jerarquía religiosa que negó y crucificó a Jesucristo:

La Bestia del Mar
-Y vi una bestia que salía del mar, que representa al Imperio, a un poder absoluto, depravado y perverso que no reconoce ninguna autoridad sobre él y que intenta imponerse a Dios. 

Es un "Nuevo Orden Mundial", es la corrupción política, social y económica. San Juan, en el capítulo 13, identifica a la Bestia que surge del mar con la máxima expresión de pecado de la humanidad y la expresión humana de Satanás

Quizás por eso, muchos suelen identificar erróneamente a ésta con el Diablo. Hecho que el vidente desmiente anteriormente, al identificar y nombrar de forma clara al Dragón como Satanás en el capítulo 12, versículo 9.

-tenía diez cuernos y siete cabezas; llevaba en los cuernos diez diademas, formado por un frente común de gobiernos sucesivos y simultáneosy en las cabezas un nombre blasfemo, que atacan con pleno poder a Dios, a su Palabra y a su pueblo. 
La visión de esta bestia (que no razona sino que impone) está tomada de la profecía de Daniel. 

Tanto las 7 cabezas como los 10 cuernos tienen el mismo significado: son "reyes", imperios o potencias mundiales que han tenido y tendrán la influencia directa de Satanás, pero en tiempo y alcance distintos; pero San Juan engloba las 4 bestias del profeta Daniel y las describe como una sola. El número 7 tiene un significado más espiritual, mientras que el 10 es más físico o material. 

Por tanto, esta bestia es esa organización diabólica apoyada por múltiples gobiernos y basada en una ideología político-económica atea y anti-cristiana.

-
la bestia era semejante a una pantera (o leopardo), que representa la avaricia, la codicia y la acumulación de riquezas (el leopardo tiene la piel dorada y como llena de "monedas"), con patas de oso, pelo y garras, es decir, lo terrenal y los bienes materiales y fauces de león, capaz de triturar y devorar todo lo que es bueno y santo, con mentiras y engaños. 

-El dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad, representa que Satanás está detrás de todo este nuevo sistema político y económico de gobierno mundial.

El Diablo, como sabemos, es un grotesco imitador de Dios. Así, la escena de la Bestia es una burda imitación, un vulgar copia y una tosca parodia de la Encarnación de Cristo

Al igual que Dios le da a Cristo su trono celestial, su poder y su autoridad, el Dragón le da su trono terrenal, su poder y su autoridad a la Bestia. 

Al igual que el Hijo que nace tiene caracteres divinos y es la presencia de Dios en el mundo, la Bestia que surge tiene caracteres demoníacos y es la presencia de Satanás en el mundo. 

-
Y vi que una de sus cabezas estaba como herida de muerte, pero su herida mortal se había curado. Todo el mundo, seguía admirado, seguía a la bestia, un "gobierno" perteneciente a este nuevo orden mundial irá a la ruina económica (sistema financiero), pero ésta le salvará, y todo el mundo se maravillará de esto y seguirán confiando en este sistema político y económico. 

La Bestia es una "blasfemia encarnada" que hace una ultrajante alusión a la Muerte y Resurrección de Jesucristo. 

-Y adoraron al dragón... y a la bestia, muchos serán partidarios y defensores de Satanás y de este nuevo sistema (que algunos identifican con el capitalismo o con la globalización), cuyo poder y dominio es imposible de superar o mejorar. 

Por ello, es inútil combatirla; nuestra lucha no es combatir contra la Bestia, que parece herida de muerte, pero que revive una y otra vez, en una clara alusión a las metamorfosis de la "Revolución". 

Nuestra lucha es perseverar hasta el final porque si luchamos contra la Bestia, con sus mismas armas terrenales, el cristianismo acaba convirtiéndose en otro imperio, otra revolución, otra metamorfosis. Y eso no es la Iglesia, cuyas armas son sobrenaturales, místicas y trascendentales. Porque el que ha vencido es Cristo, no nosotros.

-diciendo: ¿Quién como la bestia y quién puede luchar con ella?, una grosera referencia a las palabras de San Miguel "¿Quién como Dios?"

-Y se le dio una boca grandilocuente y blasfema, su ideología atea y anti-cristianay poder para hacerlo durante cuarenta y dos meses, dominio por un corto periodo de tiempo, 42 meses= tres años y medio, la mitad de 7. 

-Abrió su boca para blasfemar contra Dios, contra su nombre, contra su morada y contra todos los que habitan en el cielo. Y se le dio combatir contra los santos y vencerlos... ataques a la Iglesia, insultos a todo lo sagrado y persecución generalizada a los cristianos en las que su fe será probada; muchos apostatarán por su amor al dinero y las posesiones materiales. La intención de la Bestia es atemorizarnos para que perdamos la esperanza y la fe.

-Lo adorarán todos los habitantes de la tierra, en referencia a los que comen del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo del Paraíso, siguen al mundo y al Dragóny eligen no ser fieles a Dios.

-cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero degollado, desde la creación del mundo, en referencia a los que no comen del árbol de la vida del Edén (Cristo), los que se mantienen fieles a Dios.

-Quien tenga oídos, que oiga: El que está predestinado al cautiverio, al cautiverio va, en referencia a los Imperios de Egipto, Persia, Babilonia, Roma, etc., descritos en el Antiguo Testamento, que hacían esclavos al pueblo. Es decir, el que quiere vivir bajo el poder del Mal, en esclavo se convierte.

-El que mata a espada, a espada tiene que morir, en referencia a las palabras de Jesús a Pedro en Getsemaní: "todos los que empuñan espada, a espada morirán" (Mateo 26,52). Nuestro combate no es con la espada del odio sino con la espada del amor, el Evangelio de Cristo.

-¡Aquí se requiere la paciencia y la fe de los santos! El Señor no nos pide vencer el pecado sino que nos exhorta a oponernos al pecado, a resistirlo, a perseverar, a tener paciencia y ser fieles para ser santos:

La Bestia de la Tierra
-Vi otra bestia que subía de la tierra; tenía dos cuernos, como los de un cordero, pero hablaba como un dragón. El vidente dice claramente: "Otra" bestia. Así pues, la otra bestia que surge de la tierra, de los infiernos, de Oriente (donde están las siete Iglesias de Asia) representa la corrupción religiosa e ideológicael Anticristo. Es la falsa religión, la falsa ideología cuyo objetivo es destruir la Iglesia desde dentro.

El Dragón es un burdo imitador de Dios y, así como Cristo es la revelación de Dios, el Anticristo es la revelación de Satanás. Así como Cristo es la Palabra de Dios, la Apostasía es la palabra del Diablo. El Dragón se disfraza de Cordero. Satanás se disfraza de Jesucristo.

El Imperio (la Bestia del Mar) se caracteriza por el uso de la violencia y la fuerza, mientras que la propaganda (la Bestia de la Tierra), por el uso de la cultura, la ideología, la ciencia, la filosofía, es decir, todo aquello que puede engañar y así, construir una falsa y deformada religión.

Esta Bestia está al servicio de la primera, la Bestia del mar, y representa una falsa doctrina surgida de la misma Iglesia de Cristo (que salía de la tierra), con su líder y el falso profeta (dos cuernos), representado como un sacerdote u obispo, el "Asiarca" de Éfeso (de cordero), pero con el poder destructor del mal (hablaba como un dragón), es decir, con la mentira y la falsedad de Satanás.

La descripción de dos cuernos como de cordero y como con voz de dragón indica en sí misma, una clara contradicción, entre lo que parece ser, y lo que realmente dice y hace. Son lobos con piel de cordero.

-ejerce todo el poder de la primera bestia, en su presencia, y hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia, su misión es llevar a las personas dentro del Imperio para que adoren al Dragón, para que se aparten de las cosas y los bienes celestiales, y se preocupen exclusivamente de las cosas y los bienes terrenalescuya llaga mortal había sido curada, que se refiere a un resurgir del Imperio, que parecía haber sido vencido, pero que resucita, parodiando la Resurrección de Jesucristo.

Las dos bestias son contemporáneas y próximas, se manifiestan en un mismo lugar y mantienen una relación de apoyo mutuo.

-Hace grandes signos, con engaños y falsedades promete una falsa paz universal,  haciendo bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de los hombres...milagros portentosos y prodigios pseudo-divinos, imitando un falso Pentecostés y da a los hombres carismas que son falsas manifestaciones de la divinidad para lograr arrastrarlos a idolatrar el Anticristo, presentándolo como el Mesías esperado.
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-con estos prodigios engaña a los habitantes de la tierra y les dice que hagan una imagen de la bestia (herida de espada pero que ha sobrevivido). Se le concedió infundir espíritu a la imagen de la bestia de modo que pudiera hablar y matar a todos los que no adorasen la imagen de la bestia.  Al igual que en Éfeso existía una gran estatua de Domiciano, César del Imperio Romano, ante la que debían postrarse todos (a la fuerza), la segunda Bestia erige una estatua del Dragón, ante quien todos deben postrarse o ser exterminados

-Hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos se les ponga una marca en la mano derecha o en la frente, de modo que nadie pueda comprar ni vender si no tiene la marca o el nombre de la bestia.  Al igual que los compañeros del Cordero llevan la marca de la Cruz, los seguidores del Dragón llevan su número, en la mano derecha,  que significa que todo lo que hacen lleva la impronta de la Bestia, o en la frente, que llevan su misma identidad, su mismo aspecto y su mismo pensamiento único

Todos son esclavos marcados a quienes se les obliga a pensar como la Bestia y a trabajar para el Dragón: educación, política legislativa, economía, etc., todas orientadas a su ideología y quienes no les sigan u obedezcan no pueden participar de este régimen. 

Aquí se requiere sabiduría. El que tenga inteligencia que cuente la cifra de la bestia, pues es una cifra humana. Su cifra es 666. significa la Trinidad diabólica: Satanás (el Dragón), el Imperio/Nuevo Orden Mundial (la Bestia del mar) y el Falso Profeta/la ideología del Anticristo (la Bestia de la tierra). La sabiduría y la inteligencia se refieren a que debemos entender que no es alguien específico sino que representa el Mal.

Según la gematría, en griego, en hebreo y en latín las cifras se escriben con los mismos caracteres que algunas letras, es decir, que hay nombres que pueden ser leídos como números. San Juan nos dice la cifra: 666, pero no en qué idioma. La interpretación más común es que la cifra significa Nerón César: sumando las consonantes de este nombre, el resultado es 666. Es el símbolo del Imperio blasfemo y sanguinario.
 
Según la numerología o significado de los números, 6 es imperfección, por faltarle una unidad para la perfección del número 7, y 666, representaría una imperfección llevada hasta el extremo.

Según el Apocalipsis, el plan de Dios se desarrolla en tres series de septenarios, los siete sellos, las siete trompetas y las sietes copas (777) mientras que el plan del Diablo se desarrolla con el 666.

Cada versión histórica de la Bestia tiene su propia marca o señal.



Bibliografía:

-"El Apocalipsis" (de Adrienne Von Speyr, por Hans Urs Von Balthasar).
-"Para leer el Apocalipsis" (Jean-Pierre Prévost, Editorial Verbo Divino, 1991).
- "La Cena del Cordero" (Scott Hahnn, Editorial Patmos, 2001).
-"El Apocalipsis de San Juan" (Emilio Aliaga Girbés, Editorial Verbo Divino)

jueves, 28 de mayo de 2020

LAS 7 ALIANZAS DE DIOS CON EL HOMBRE

“Nunca jamás romperé mi alianza con vosotros"
(Jue 2,1)

La Alianza es la idea teológica central en todo el Antiguo Testamento que expresa la relación especial de amor que Dios tiene con su pueblo, la humanidad. 

La Alianza de Dios es una continua llamada al hombre para comprometerlo a compartir las responsabilidades con su obra creadora. Es un contrato que Dios ofrece gratuitamente al hombre pero que también le obliga, convirtiéndole en su "socio" sin tener ninguna necesidad de hacerlo, salvo su amor por él.

Por lo general, una alianza es una obligación que concierne a dos partes. Sin embargo, Dios la realiza de forma unilateral e irrevocable, salvaguardando así la libertad del hombre, para que decida por amor a Dios. 

No existe un pacto igual en ninguna otra religión del mundo. Sólo el Dios verdadero hace con el hombre una alianza verdadera, demostrando desde el inicio que es un Dios cercano y comprometido con su pueblo, y una alianza dinámica y nueva, necesitada de una continua renovación a causa de la infidelidad del hombre. Dios quiere "necesitar" que el hombre le de una continua respuesta a su continua llamada. 

Por eso, en la Sagrada Escritura encontramos siete (que significa plenitud) sucesivas y nuevas alianzas que Dios hace con los hombres (patriarcas, reyes, profetas y apóstoles), para las que elige un mediador distinto, con un rol determinado y un mismo destinatario.

En realidad, las siete alianzas son la misma con un único propósito, Su plan de salvación, y un único destinatario, la humanidad. 

Adán
Adán es el destinatario y mediador como esposo. Es el hombre pensado y creado por Dios. Adán representa a la totalidad de la raza humana y por tanto, la alianza que hace Dios con él, es también con toda la humanidad (Gn 1,26-30)

La Creación, en sí misma, es un esbozo de la Alianza de Dios con el hombre, a quien Dios da un mandamiento y le asocia a su obra creadora (Gn 1 y 2).

De esta alianza única y universal surgen todas las demás, o mejor dicho, se revelan sucesivamente las particulares en una misma universal, hasta llegar a su plenitud en Cristo.  

Noé
El destinatario es la familia de Noé. Dios establece una alianza con su mediador Noé, como padre de familia y representante de los patriarcas (Génesis 6,18; 8,20-9,17), en la que Dios confirma que Su proyecto original de la creación nunca más será interrumpido en el orden natural.  (Gn 8,21-22; 9,11-15). Dios hace extensiva su alianza a toda la humanidad.

Es la Alianza extendida a toda la humanidad y a la creación entera (tierra, animales). Dios impone unas leyes y se compromete a su vez: "No volveré a maldecir el suelo a causa del hombre, porque la tendencia del corazón humano es mala desde la juventud. No volveré a destruir a los vivientes como acabo de hacerlo...Yo establezco mi alianza con vosotros y con vuestros descendientes, y con todo lo que vive con vosotros, para todas las generaciones: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra. Esta es la señal de la alianza que establezco con toda criatura que existe en la tierra" (Gn 8,21; 9,9-17). 
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La alianza unilateral que hace Dios con el hombre queda sellada con el símbolo del arco iris: Dios deja su arco, es decir, el arma de donde salieron las flechas (la lluvia) para convertirlo en un puente de salvación, en el que nadie se quedará nunca fuera del cuidado de la gracia y la misericordia de Dios

Abraham
El destinatario es la descendencia de Abraham. Dios establece alianza con Abraham, como jefe de tribu y representante máximo de los patriarcas

La Alianza con Abraham, al igual que la Alianza con David, pertenece a las "Alianzas de promesa", derivadas de la obediencia y fidelidad a  Dios y sus mandatos. 

Es una Alianza para siempre, aunque su descendencia peca, Dios no romperá su promesa:"Y yo me acordaré de mi alianza con Jacob y de mi alianza con Isaac; y de mi alianza con Abrahán; y me acordaré de la tierra" (Lev 26, 42).
Su alianza es el fundamento y origen de la relación especial entre Dios y el pueblo de Israel (Gn 12,1-9; 15 y 17) y que trasciende a todas las generaciones.

Moisés
El destinatario es el pueblo de Israel. Es una alianza con Moisés en el Monte Sinaí, como juez y libertador, y última representación de los patriarcas (Ex 3), pero que pone las bases sobre la que se asienta la alianza con todos nosotros.

La Misericordia de Dios aparece siempre en Su Palabra:"He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra los opresores; conozco sus sufrimientos. He bajado a librarlo de los egipcios, a sacarlo de esta tierra, para llevarlo a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel, la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, perizitas, heveos y jebuseos" (Ex 3, 7-8)
4 DE SEPTIEMBRE SAN MOISÉS PROFETA Y CAUDILLO DEL ANTIGUO ...

El Pueblo de Israel romperá la Alianza con su Dios y por eso, Moisés romperá las Tablas de la Ley. Pero Dios le dará unas nuevas, símbolo de que Él mantiene siempre su Palabra.

David
El destinatario es el conjunto de las naciones del mundo. Dios hace una alianza con David y su descendencia, como rey y máximo representante de los reyes, prometiendo una dinastía eterna (2 Sa 7,8-19; Sal 89,20-38) que tendrá su plenitud en Jesucristo.

Es junto a la de Abraham, una Alianza de Promesa. Dios no romperá su promesa, aunque el hombre lo haga: "Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si obra mal, yo lo castigaré con vara y con golpes de hombres. Pero no apartaré de él mi benevolencia" (2 Sa 7,14-15).
Jesucristo
El destinatario de la nueva alianza, anunciada por los profetas, es toda la humanidad, y su mediador, Jesucristo, como sacerdote real.

Los profetas anunciarán una Alianza Nueva, porque la llamada de Dios no permite instalarse en la comodidad ni convertir ese pacto en una regla fija sino en una relación viva y continua.

Jeremías describe esta alianza como una relación personal con Dios, escrita en el corazón y no en tablas de piedra. "Haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No será una alianza como la que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto, pues quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor. Esta será la alianza que haré con ellos después de aquellos días: Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo" (Jer 31,31-34) que mantendrá  con Él.
Sin cruz no hay resurrección - Panorama Católico

Ezequiel, por su parte, proclama una alianza eterna de paz en la que Dios otorgará al pueblo un nuevo corazón y un nuevo espíritu (Ez 36,26; 37,26). 

María 
El destinatario es la humanidad. Es la alianza culminada y eterna, anunciada por Cristo a sus apóstoles, como Iglesia y familia, personificada en la Virgen María como el Arca de la Alianza, la Nueva Jerusalén, el Reino de Dios. 

Para sellarla, el hombre necesita ayuda, necesita el Espíritu Santo, que Jesús promete enviar y envía. Y quien mejor que la llena de Gracia, la Virgen María (la Iglesia) para guiar al hombre en su relación con Dios por medio del Espíritu Santo. 
María: Arca de la Alianza | La Oración
En Jesús, a través de María, el nuevo pueblo de Dios, Dios culmina la realización de todas las promesas antiguas, por medio del Espíritu Santo.

San Pablo habla de esta nueva alianza espiritual entre Dios y el hombre, una alianza "escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de corazones de carne" (2 Co 3,3), caracterizada por el Espíritu, el corazón y la libertad, a diferencia de las antiguas alianzas, que se caracterizaban por la Ley, la piedra y la esclavitud.

Esta sucesión de alianzas (que en realidad es la misma) no significa que "haya fallado la palabra de Dios" (Rom 9,6), sino que Dios lleva a su pueblo elegido a una nueva relación, en la que la Ley es reemplazada por la fe, que proviene de la justicia y misericordia divinas.

De lo particular emerge lo universal, es decir, que la alianza definitiva de Dios aspira a llegar a todos a través de la obra salvífica de Cristo y establecer Su Reino.

domingo, 24 de mayo de 2020

BAALITAS: LOS PERVERTIDOS DE HOY

"Las obras de la carne son conocidas: 
fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, 
hechicería, enemistades, discordia, envidia, 
cólera, ambiciones, divisiones, disensiones, 
rivalidades, borracheras, orgías y cosas por el estilo. 
Y os prevengo, como ya os previne,
 que quienes hacen estas cosas 
no heredarán el reino de Dios"
(Gálatas 5,19-21)

La Biblia define a los baalitas como adoradores de Baal Zebul, "príncipe de la Tierra", o "jinete de las nubes", dios del sol, de la lluvia y de la fertilidad, representado como un joven guerrero o como un becerro. 

En Mateo 12,27, Jesús llama a Satanás "Beelzebú", y antes de que el pueblo de Israel entrara en la tierra prometida, Dios les advirtió contra la adoración de los dioses de Canaán y la idolatría a Baal (Deuteronomio 6,14-15), pero Israel no escuchó.

Fue Jezabel, de Sidón, mencionada en 1 y 2 de Reyes y en Apocalipsis, casada con el rey Acab, del Reino el Norte (Israel) quien le alejó de la adoración al único Dios verdadero e introdujo la idolatría a Baal (Melkart, dios fenicio de la fecundidad) y a Ishtar (Astartea, diosa babilónica del placer) en la capital israelita Samaria en el siglo IX a.C. 

Dios confrontó directamente esta idolatría a través de Su profeta Elías (1 Reyes 17,1; 18,29) que suponía, fundamentalmente, una manifestación pecaminosa y una perversión sexual: prostitución y orgías en los templos, lujuria, inmoralidad, promiscuidad, etc.  (1 Reyes 14,23-24; 2 Crónicas 28,2-3). 
El espíritu de Jezabel (segunda parte) » entreCristianos
También exigía sacrificios humanos, fundamentalmente niños, (Jeremías 19,5) y desenfreno: gritos eufóricos y auto lesiones (1 Reyes 18,28). Además, los Baalitas sentían fascinación por el ocultismo y espiritismo, la brujería y hechicería.

San Pablo, dirigiéndose a los Gálatas define sus obras y avisa que, quienes se dejen llevar por las obras de la carne, no heredarán el reino de los cielos.

Dios nos exhorta, como a los israelitas, a no mezclarnos con ellos para no caer en sus prácticas. No hay mayor enemigo de la fe que la pasión desordenada. El Demonio que es Seductor, sabe que el hombre es débil por la carne y le tienta con la sensualidad. Trata de ofrecernos inmoralidad para que desechemos moralidad.

En nuestro mundo permisivo de hoy, no es difícil encontrar la exaltación baalita del sexo y la pornografía, de la inmoralidad y la lujuria, de la perversión y el libertinaje por todos los lugares: en el lenguaje, en la educación, en los medios de comunicación, en la televisión, el cine, el teatro y, sobre todo, en Internet. 

Tampoco hoy es difícil encontrar manos manchadas de sangre por sacrificios humanos, en el lucrativo negocio de la "carnicería abortiva", que se ha diseminado por todos los países del mundo, o en el detestable incremento de la pederastia, o de la pornografía infantil.

El baalita del siglo XXI es un animal "carnívoro" que se alimenta de todo tipo de "carne", la propia o la ajena; es un monstruo "carnal" que se deja arrastrar con frenesí por la sensualidad y la morbosidad de toda índole, conformándose con un deseo instintivo y fugaz, con un placer orgánico y efímero, en lugar de buscar una felicidad natural y eterna.

Hoy, en medio de una crisis existencial, los baalitas adoran al dios del placer sexual, que les invita a "liberarse" y a "burlarse" de toda norma moral, y a no justificarse por la búsqueda de experiencias sexuales intensas, deseos concupiscentes y prácticas desordenadas de cualquier tipo.

Los baalitas postmodernos han perdido su memoria, su proyecto de vida y han apartado su mirada del único Dios verdadero, para abandonarse a los "dominios de la carne", prostituirse con el "desenfreno de los sentidos" y se han dado al "consumo de sexo", ya sea "hetero u homo", ocasional o desmedido.
Características del espíritu de Jezabel
Han deformado el mandato divino de fecundidad por el de obscenidad; han pervertido la misión de fertilidad por esterilidad en favor del placer. Ya no importa procrear, es decir, participar del don creador de Dios; más que ser fecundos, se trata de ser promiscuos.

Han optado por el placer porque no conocen el amor. Han elegido la posesión porque no conocen la donación. Y así, cuando el objeto de su deseo ha sido poseído, lo desechan y siguen adelante en busca de "carne fresca" y de nuevas experiencias sexuales.

El baalita actual, poseído por una sensualidad desmedida, intenta identificarse con la naturaleza y la ecología, con la meteorología y la astrología para actuar como un ser "natural" sólo movido por impulsos y apetitos sexuales más "animales" que "humanos", más "oníricos" que "reales", más "vacíos" que "plenos".

Los baalitas, buscadores del "amor libre y sin límites", no admiten dirección ni orientación moral alguna fuera de sus inclinaciones espontáneas y de sus sensaciones placenteras inmediatas, preocupándose sólo por el cuerpo y destruyendo por completo el espíritu.

El baalita, depravado y desenfrenado, ha formado una nueva tribu semita que adora al "señor del mundo", "encarnado" en un dios sexual y ávido de sangre que exige sacrificios y víctimas humanas para consumar sus crueles deseos de complacencia y excitación, y así, destruir lo creado por el Dios verdadero.

Los baalitas han creado un "mercado de la perversión", donde todo se compra y todo se vende. Han edificado un "templo de la carne", donde idolatrar a un "dios vicioso y viciado", que devora y consume, que promete una falsa fertilidad que no produce vida, sino que conduce a la desintegración natural, a la muerte definitiva del hombre. Aquella que no tiene resurrección.

viernes, 22 de mayo de 2020

GABAONITAS: LOS ESTRATEGAS DEL SENTIMIENTO

Gabaonitas | carolestevezabreu
"No conciertes alianza con ellos 
ni con sus dioses. 
No habitarán en tu tierra, 
no sea que te hagan pecar contra mí, 
dando culto a sus dioses, 
que serán para ti una trampa"
(Éxodo 23,32-33)


El término gabaonita proviene de los heveos hivitas que habitaban en la ciudad cananea de Gabaón (hebreo: גבעון, (Giv‘ōn), que significa "ciudad de la colina, monte o loma", a veces transcrita como Gabaa o Gibeón), situada al norte de Jerusalén.

Gabaón fue, además,la ciudad natal del profeta Ananías y se la menciona con frecuencia a lo largo de todo el Antiguo Testamento: en Josué 9,10, donde se detuvo el sol y la luna; en 1 Crónicas 16,39, donde se instaló temporalmente el Arca de la Alianza; en 2 Samuel 21,1-9, donde se ahorcó a siete hijos de Saúl; en 1 Crónicas 14,16, donde David venció a los filisteos; en 2 Crónicas 1,3, donde Salomón recibió la sabiduría de Dios. También, en los libros de Nehemías, Isaías y Jeremías.

La historia del sol y la luna detenidos relatada en el libro de Josué nos muestra la reacción cobarde y egoísta, aunque astuta, de los gabaonitas ante su inminente muerte a manos del pueblo Israel, como les había ocurrido a otras ciudades cananeas: "Tus siervos vienen de una tierra muy lejana, atraídos por la fama del Señor tu Dios...para hacer un pacto con vosotros" (Josué 9, 9-11).

De igual manera, hoy en la Iglesia existen gabaonitas que se acercan a la Iglesia, "atraídos por la fama de nuestro Dios" (y no por su amor), con engaños y mentiras, con falsas apariencias y malas artes, simulando ser "mendigos" y "vagabundos".
Mendicidad - Wikipedia, la enciclopedia libre
Son falsos hijos pródigos que, por temor e interés, y no por arrepentimiento, apelan a la compasión de Dios y al sentimentalismo de su Iglesia, utilizando un victimismo con el que sean aceptados dentro del pueblo de Dios y así, poder eludir la muerte física.

No son corruptos ni idólatras, ni avaros ni lujuriosos como los nicolaitas, sino "estrategas del sentimiento" que entran en la Iglesia con una falsa identidad, fingiendo ser lo que no son, con una máscara que "dé pena", que produzca piedad, y así, poder disfrutar de ropas dignas y del ternero cebado en la casa de Dios. 

Son "sepulcros blanqueados", personas con doble moral que, por un lado, buscan aprovecharse de la protección de Dios y del cobijo de la Iglesia, pero, por otro, siguen siendo "cananeos" porque no creen de verdad en Dios ya que tienen sus propios dioses, porque no se integran en la comunidad, porque toman lo que les interesa y desechan lo que no.

Son los que, en argot, llamamos "trepas", aquellos que que pregonan "el fin justifica los medios", que dicen traer pan duro porque, en realidad, su corazón es de piedra, y vino estropeado en odres viejos y rotos, porque, en realidad, no están arrepentidos de sus pecados ni tienen pureza de intención.

O también, "jetas", que tienen a Dios en su boca pero no en su corazón, que dicen calzar sandalias y vestidos rasgados porque no quieren seguir a Dios ni revestirse de su gracia, y que dicen venir de una “tierra lejana” (aunque en realidad, viven cerca), porque sus corazones están muy lejos del Señor.

"Falsos mendigos" que creen que la fe y la salvación son cuestión de "magia sentimental", una "pomada emotiva" que se aplica exteriormente y no un remedio interior para el alma.
Falsos mendigos roban a transeúntes en las calles. - El Estado Digital
Utilizan sus "cantos de sirena" para embelesar a los incautos e inocentes cristianos que, ausentes de malicia y de sospecha, abren las puertas de sus corazones de par en par y "pactan", a cambio de una "falsa lealtad" y una "artificial fidelidad" a Dios.

Sin embargo, su fe en Dios es egoísta y oportunista, pues buscan sólo su propio bienestar y comodidad. Su servicio a Dios y a los demás es "esclavo", no es de corazón, pues no les queda más remedio que hacerlo para salvar sus vidas. Su amor a Dios es lejano, pues no le consideran realmente "su Dios". 

Como Iglesia, debemos acoger a todos cuantos se acerquen a Dios pero también, estar alerta a los pactos y las alianzas que concertemos, supuestamente, para el beneficio de la comunidad y para la gloria de Dios. 

Necesitamos apelar al discernimiento como don espiritual que proviene del consejo de Dios, para saber actuar en cada momento de nuestra vida de fe y no caer en la trampa del Enemigo de pactar con ellos y sus dioses. Es Dios quien pacta con las almas que le aman, quien establece alianzas con los hijos que le sirven.

Debemos estar alerta para saber, tal y como Dios nos previene, discriminar un ardid de un intención verdadera, diferenciar al amigo del enemigo, distinguir al bueno del malvado, discernir al israelita del gabaonita.

Tenemos que ser muy prudentes con los tratos y convenios que hagamos con los gabaonitas, pues son astutos y sagaces como serpientessutiles y maliciosos como leones; se acercan con falsas intenciones disfrazadas de fe; aparentan dar lástima, pero son despiadados y mezquinos; apelan a la caridad cristiana pero buscan su beneficio propio. 

Eso sí, como cristianos, debemos mostrarles en todo momento aprecio y respeto (como hizo Saúl) pero no dejarnos embaucar por sus tretas y estratagemas, tratando de llevarles a Dios, en la seguridad de su pureza de intención y arrepentimiento verdadero.