¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

martes, 28 de enero de 2025

LA ORACION CRISTIANA

"Pedís y no recibís, porque pedís mal, 
con la intención de satisfacer vuestras pasiones"
(Stg 4,3)

Hoy reflexionamos sobre la oración cristiana porque muchas veces no entendemos exactamente lo que es o la utilizamos de modo incorrecto. A veces, incluso, nos quejamos porque no obtenemos resultados o porque tratamos de "convertir" a Dios en un garante de nuestros deseos. 

Dice el apóstol Santiago que "no recibimos porque pedimos mal". Por eso, para "rezar bien", para "pedir bien", lo primero que tenemos que saber es qué es y qué no es la oración, y cómo dirigirnos a Dios.

Lo que la oración no es...

La oración no es un monólogo donde le digo y le pido a Dios cualquier cosa que me preocupa o me inquieta, de forma, que le instrumentalizo, es decir, "lo utilizo" para mis fines cuando le necesito y luego, me olvido. 

La oración no es una lista de exigencias a Dios para que se cumpla mi voluntad y, así, "recompensarlo" creyendo en Él. Si cumple mis deseos, creo. Si no, dudo o no creo...

La oración no es una hoja de reclamaciones en la que le expongo mis quejas a Dios, en la que exijo resultados. Tampoco es una lámpara maravillosa que garantiza y cumple todos mis deseos. 

La oración no es, como dice el Papa Francisco, una varita mágica con la que convierto lo que no me gusta o no quiero en lo que deseo y quiero. 

Por supuesto, la oración no es ni mucho menos una interpelación dirigida a un "ser cósmico" ni una "conexión kármica" para que se cumplan mis intenciones y propósitos.

Lo que la oración es...

La oración cristiana es la respuesta del hombre a la manifestación de Dios en su vida, que hunde sus raíces en la experiencia de oración del pueblo de Israel, enriquecida y transfigurada por el ejemplo y la enseñanza de Jesús, a través de su constante contacto con el Padre.

La oración es escucha activa y atenta del Pueblo de Dios: "Escucha, Israel" (Dt 6,4); es relación cercana, diálogo confiado con un Padre que me quiere y que sabe lo que necesito: "A ti te suplico, Señor. Por la mañana escucharás mi voz, por la mañana te expongo mi causa, y me quedo aguardando" (Sal 5,3-4)

La oración es encuentro, comunión e intimidad con el Dios del Universo, a quien me dirijo con fe, respeto, humildad, sinceridad y confianza (CIC 2753) por medio del Hijo en la unidad del Espíritu Santo.

La oración es alabanza y acción de gracias a Dios en reconocimiento de todos los dones recibidos. Es ofrecimiento de todo mi ser, de todas mis capacidades y talentos a mi Creador. Es súplica por mis errores y fragilidades; es petición de ayuda; es intercesión por otros en el nombre de Cristo (Jn 14,13).

La oración es el anhelo del alma que busca respirar el aire puro de Dios; es alimento para el espíritu que supone un esfuerzo y una lucha contra mi mismo y contra el Enemigo (CIC 2752); es un hábito que debo realizar en todo tiempo y lugar: "Sed constantes en orar" (Tes 5,17)
Para reflexionar:

¿Qué le pido a Dios? 
¿Pido lo que me conviene o lo que deseo? 
¿Pido correctamente o interesadamente?  
¿Pido con un corazón humilde o con un corazón endurecido? 
¿Pido o exijo?
¿Doy gracias por todo lo que Dios me concede o sólo me "acuerdo de Santa Bárbara cuando truena"? 
¿Alabo y suplico al Dios Todopoderoso? 
¿Pido e intercedo por otros? 
¿Hablo o también escucho?

miércoles, 22 de enero de 2025

SOLOS, NO PODEMOS

"Nos gloriamos incluso en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulación produce paciencia,
la paciencia, virtud probada,
la virtud probada, esperanza,
y la esperanza no defrauda,
porque el amor de Dios ha sido derramado
en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que se nos ha dado"
(Rom 5.3-5)

He visto a muchas personas que se han convertido de su vida anterior, alejada de Dios, y empezar con mucho ímpetu y ardor, dejándose llevar por arrebatos místicos tras un encuentro con el Resucitado, hacer promesas de ser mejores personas, de rezar más, de amar y de servir más al prójimo, de ir más a la iglesia, y al poco tiempo, cansarse, olvidar todo ese entusiasmo y abandonarlo todo.

Toda esa fogosidad inicial acaba por desinflarse como gas que se escapa de un globo, porque ser constante y perseverante en el seguimiento de Cristo supone un gran esfuerzo y reclama disciplina y compromiso. Y solos, no podemos.

Lo primero que nos viene a la mente es buscar excusas a nuestros derrotismos, a nuestras frustraciones y a nuestras desmotivaciones para "echar la culpa" a cualquier cosa que se nos ocurra.

Lo segundo es que nos inunda el cansancio, la flojera y aparece la desgana espiritual. Ya no hay el ardor inicial, se fueron los días en que el corazón nos ardía cuando Cristo nos explicaba las Escrituras (Lc 24,32). 

Nuestro Enemigo siempre espera que nos desanimemos en nuestro camino de salvación y pone todos los medios para que caigamos en ese estado de pereza espiritual. 

El diablo saborea su triunfo al vernos flaquear, al ver nuestra tibieza, al ver cómo poco a poco vamos dejando a un lado nuestra fe, nos vamos enfriando y llenándonos de dudas para acabar siendo indolentes con nuestra vida espiritual.

Para combatir, Dios nos ofrece su gracia para que cultivemos las virtudes y den fruto en nuestra vida. Pero tenemos que pedir para recibir, buscar para encontrar y llamar para que nos abran (cf. Mt 7,7).

La constancia

La constancia es la virtud que tenemos que trabajar para fortalecer nuestra voluntad y continuar hacia la meta, a pesar de las dificultades (internas o externas) o de la disminución de la motivación personal, sustentando nuestra lucha a fuerza de voluntad y de esfuerzo continuado.

La constancia nos conduce a establecer hábitos, aunque sean pequeños e insignificantes, para continuar caminando, sorteando socavones y piedrecitas, sol y calor, viento y lluvia. 

Sin ella, estaremos tentados a pararnos a descansar. O, peor aún, a salirnos del camino. Y fuera de él, sólo hay grandes piedras, afiladas espinas y profundos precipicios.

La constancia nos ayuda a establecer prioridades para visualizar y alcanzar nuestra meta. Es necesario ordenar nuestra vida para saber los pasos a seguir, aunque cueste. Se trata de cambiar el “me gustaría” o el “lo intentaría” por el “puedo y lo hago” con la ayuda de Dios, por supuesto.

Nuestro enemigo se va a ocupar de tentarnos con los dos grandes vicios que se oponen a esta virtud: la inconstancia (por defecto), también llamada molicie o blandura, fomentada por la pereza, la mediocridad, el desaliento y la ausencia de hábitos; y la terquedad (por exceso), fomentada por la intransigencia, la obstinación y el endurecimiento del corazón. 

La perseverancia

La perseverancia es la segunda virtud que tenemos que cultivar para persistir, resistir y continuar hacia nuestra meta, a pesar de la molestias que su prolongación nos ocasione y a pesar de los muchos obstáculos y adversidades que encontraremos por el camino. Es la firmeza en los propósitos, en los hábitos, en las prioridades y en las resoluciones de ánimo.

El Catecismo nos dice que la perseverancia purifica y eleva todas las demás virtudes por la gracia divina. Sólo con la ayuda de Dios seremos capaces de forjar y fortalecer nuestro carácter para perseverar, ya que estamos heridos por el pecado (CIC 1810-1811).

San Pablo dice: “No hago lo bueno que deseo, sino que obro lo malo que no deseo. Y si lo que no deseo es precisamente lo que hago, no soy yo el que lo realiza, sino el pecado que habita en mí (Rom 7,19-20). 

Es humano sentirse cansado, dudar y preguntarse si vale la pena continuar con el esfuerzo... pero el combate es lo que nos fortalece, porque peleamos contra nuestra propia naturaleza pecaminosa. 

Aquí es donde aparecen otras dos virtudes, la prudencia para pedir consejo y ayuda (sacerdote, director espiritual, hermano en la fe, amigo, etc.), y la humildad, para reconocer que solos no podemos, que necesitamos ayuda para "poner las luces largas" y ver el final del camino, y no las cortas, para fijarnos en las irregularidades del terreno.

Perseverar no es hacer las cosas de una manera metódica y rutinaria, sin pensarlas ni razonarlas. Tampoco significa ser terco, obstinado o inflexible, sino enfrentarme a los obstáculos con la ayuda de Dios.

La tenacidad

Para enfrentarnos a las dificultades, contrarrestarlas y seguir adelante necesitamos la tercera virtud, la tenacidad, que es la capacidad para superar esfuerzos psicológicos superiores, tensiones del alma y de la voluntad. 

Es el templado de acero que se forja con la disciplina como estilo de vida, pero en dosis superiores a lo normal y prolongadas en el tiempo que nos mueve a tomar decisiones. 

La gente tiene miedo a decidir, miedo a hacer, miedo a comprometerse. Dicen: "Lo intento, pero no puedo", "me encantaría pero me resulta imposible"... ¡Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes! le inquiría Yoda a Luke Skywalker en Star Wars.

La falta de estas tres virtudes implica sumirse en el sentimentalismo, en el infantilismo espiritual, en el estancamiento de la fe, en la pérdida de la esperanza.

Supone falta de madurez y superficialidad con las que fácilmente (con el revoloteo de una mariposa) cambiamos de opinión, de grupo, de tarea o de objetivos

Lo grave de la falta de estas virtudes es que generalmente tampoco aceptamos nuestra situación sino que nos disculpamos ante los demás y ante nosotros mismos de todos nuestros vaivenes, tratando de dar explicaciones que justifiquen nuestra actitud. 

Pidamos ayuda a Dios y a nuestros hermanos en los momentos de debilidad. No permitamos que se "apague nuestra llama". 
Porque...Solos, no podemos.


jueves, 9 de enero de 2025

LAS SIETE IGLESIAS: LAODICEA (7)

 LAODICEA (¿...?)
Una iglesia saciada y sin Dios (Ap 3,14-22)

Interpretación historicista

Representa la época de la prueba final de la Iglesia, que abraca desde la Parusía hasta el juicio final.

v. 14 Significado teológico

Laodicea significa "juicio de los pueblos". Es una ciudad famosa por su industria textil y por su escuela de medicina. Se cree “rica” pero Dios desenmascara su pobreza: “Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís “vemos”, vuestro pecado permanece” (Jn 9,41).

La carta dirigida a ella es una recapitulación de todas las demás. Emplea un lenguaje muy duro y sin alabanzas porque es una Iglesia saciada y sin Dios.

v. 14 Títulos del Señor
  • El Amén (Is 65: “Dios del Amén”): es el sí del Dios a los hombres (su entrega desde el principio de la creación y para siempre) y el sí de los hombres a Dios: es la adhesión completa.
  • El testigo fiel y verdadero, el principio de las obras de Dios: la causa y el cumplimiento de todo, en Cristo se cumple el Amén del Padre, es decir, es el verdadero hombre en quien contemplar la verdadera humanidad.

v. 14 Alabanzas (0)

No hay alabanzas. Ella misma se autojustifica. Está saciada y no necesita a Dios.

v. 15-17 Amonestaciones (1)
  • Eres tibio: acedia, es decir, desgana, despreocupación, descuido, desdén hacia lo espiritual.
  • Soy rico… y no tengo necesidad de nada=autosuficiencia, autojustificaciónapego a lo material, se cree justo y piensa que no necesita nada, no necesita a Dios ni confía en Él, sino en sí mismo. Le bastan sus fuerzas, sus habilidades, su sabiduría.
Sus obras la definen como:
  • Autosuficiente (pelagianismo): la salvación depende de sus méritos, no de la gracia
  • Orgullosa: que reduce el “ser” al “tener”, al “hacer” y le impide ver su miseria espiritual
  • Perezosa: que le convierte en un ser irreligioso. Su vida eclesial está vacía de contenido
Son “practicantes no creyentes”: es lo que “yo creo”, lo que “yo pienso”, lo que “yo opino” que se debe hacer, lo que debe ser la Iglesia….es una fe a su medida. 

Los cristianos de Laodicea se engañan a sí mismos, y no ven que son desventurados, miserables, pobres, ciegos y que están desnudos. Esta iglesia se compone de cristianos tibios e inmaduros atrapados en la mundanidad. 

Cristo la define como:
  • Pobre: por lo espiritual y deslumbrada=por lo material
  • Ciega: no ve a Dios, no sabe distinguir el bien del mal, le falta discernimiento
  • Desnuda: no está revestida de los méritos de Cristo. Como Adán y Eva, está desnuda porque ha pecado
  • Desgraciada, digna de lástima: suscita más compasión que desprecio
v. 18-19 Advertencias (5)
  • No seas tibio: indiferencia a Dios
  • o te vomitaré de mi boca: Dios no admite la mediocridad, la falsa justificación. La tibieza es una “versión” de vida espiritual reducida a un mero hecho formal, a una tradición, sin pasión, sin amor. Pero no se trata de “hacer “sino de “ser”.
  • Compra: recuperar la gracia que ha recibido gratis y que ha perdido, pagándola con el precio del compromiso y el arrepentimiento. Dios habla en futuro “te vomitaré”, es decir, aún hay tiempo para la conversión, representada en tres símbolos:
    • Oro acrisolado al fuego: autentificar la fe en la prueba: “Así la autenticidad de vuestra fe, más preciosa que el oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego” (1Pe 1,7). Sólo en la prueba vemos si nuestra fe es auténtica. Cuando todo nos va bien, aparece la tibieza.
    • Vestiduras blancas: revestirse de Cristo, purificarse en la vida eucarística y sacramental. El nuevo bautismo en el Espíritu que nos hace resplandecer al resucitarnos a una nueva vida y ser “hijos de la luz” (CEC 1289).
    • Colirio para tu ceguera: ver con los ojos de Cristo, dejarse interpelar por los dones del Espíritu Santo, para conocer la verdad de cómo vivimos. También, se refiere a la dirección espiritual.

v. 20-21 Promesas (2)

  • Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo: Dios nos corrige porque nos amaHijo mío, no rechaces la reprensión del Señor, no te enfades cuando él te corrija, porque el Señor corrige a los que ama, como un padre al hijo preferido” (Pr 3,11-12). “No es voluntad del Padre que ninguno de sus pequeños se pierda” (cf. Mt 18,14). El amor no es insensible: quien ama, corrige; quien no ama, muestra indiferencia.
  • Estoy a la puerta y llamo: Cristo está siempre cerca y llama a nuestra alma pero respeta nuestra libertad. "Si me abres, entraré a cenar contigo" (Cant 5,2-5). Es una invitación a la Eucaristía, a la comunión con Dios, a entrar intimidad con Él clave esponsal.
     
v. 21 Vencedor

El vencedor es quien entra en comunión con el Señor

Le dejaré sentar conmigo en mi trono, como yo me senté en el trono de mi Padre: resucitar a la vida eterna. Entrar en el misterio de la Trinidad y ser divinizado: ser como Jesús, uno solo con el Padre. El trono de Dios es accesible a todos gracias a Cristo, al Amén, el testigo fiel y veraz.

v. 22 Exhortación

Cristo nos llama a:
 ser celosos y  a arrepentirnos
- convertirnos
- entrar en comunión con Dios

Este es el mensaje de advertencia final antes del regreso de nuestro Salvador.

lunes, 6 de enero de 2025

LAS SIETE IGLESIAS: FILADELFIA (6)

FILADELFIA (1798-¿...?)
Una iglesia fraterna que persevera (Ap 3,7-13)

Interpretación historicista

Representa la época del florecimiento del amor y de la paz, la Nueva Jerusalén, el Reino del Espíritu Santo, el Triunfo del Inmaculado Corazón de María, que abarca desde la Revolución Francesa hasta la Parusía.

v. 7 Significado teológico

Filadelfia, que significa "amor fraternal", es una pequeña ciudad fronteriza de la región de Lidia y cercana a Sardes, fundada en el siglo II a.C. por Atalo II Filadelfio, rey de Pérgamo.

Filadelfia se ha mantenido fiel a la verdad de la Palabra, ha perseverado en el amor y en la santidad, ha expulsado a la Jezabel gnóstica. Por tanto, en ella no hay división ni confusión.

v. 7 Títulos del Señor
  • El santo y verdadero: Cristo, el Mesías verdadero. “¡Santo, santo, santo es el Señor del universo, llena está la tierra de su gloria!” (Is 6,3) :
    • santo, el que no es del mundo aunque viva en el mundo
    • verdadero, el que somete todo a la Verdad
    • El que tiene la llave del David, el que abre y nadie puede cerrar, y cierra y nadie puede abrir: Cristo tiene el poder y la autoridad. A través de la Iglesia, a quien le ha dado las llaves abre la salvación a todos y la cierra a quienes son condenados, entre ellos, a Satanás, que será encadenado por un largo tiempo.
    Pongo sobre sus hombros la llave del palacio de David: abrirá y nadie cerrará; cerrará y nadie abrirá”(Is 22,22, mayordomo del palacio)

    Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mt 16,18-19, Pedro/Papa)

    Situación exterior

    Es una época de iniquidad y apostasía, en la que el amor se enfría en el mundo, en la que se asientan las bases para que haga su aparición el Anticristo. La influencia de la Iglesia se va reduciendo y el cristiano fiel se convierte en un marginado.

    La Iglesia es perseguida de nuevo por todo el mundo: revolución francesa, revolución comunista (Europa, Asia y Sudamérica), guerra civil española, yihadismo en Europa, África, Asia y Oriente Medio.

    La persecución de la Iglesia es también de carácter moral y de conciencia a nivel global: divorcio, feminismo, aborto, eutanasia, ideología de género. Los estados, antaño católicos y defensores del cristianismo, ahora se convierten en paises laicistas, hostigadores y represores de la fe (como el pueblo judío con Jesús).

    La Iglesia fiel padece la indiferencia de parte de la jerarquía (sinagoga de Satán) ante su sufrimiento (como el pueblo de Israel con la jerarquía judía en tiempos de Jesús). Algunos infiltrados en la Iglesia se convierten en escándalo (económico/sexual) y otros, en represores del resto fiel desde dentro de la Iglesia.

    v. 8 Alabanzas (5)
    • He dejado delante de ti una puerta abierta: la puerta de la salvación abierta a todos, la de la Iglesia, por la que se entra al Reino de Dios, pero también la puerta del aprisco por la que se entra en la Iglesia: Cristo. Referencia a la conversión del pueblo de Israel
    • Que nadie puede cerrar: la salvación está garantizada por el mismo Jesucristo que ha abierto la puerta del cielo a todos los hombres con su muerte y resurrección.
    • Has guardado mi palabra y no has renegado de mi nombre: florece la santidad y la sabiduría entre la humanidad. Es el triunfo definitivo de la Iglesia, tras la prueba.
    • Los haré venir y postrarse a tus pies: gran evangelización, conversiones. Se derraman los dones espirituales, se derrotan todas las herejías. Ya no habrá división.
    • Tentar a los habitantes de la tierra: una gran persecución a escala mundial como nunca antes habrá sucedido de manos del Anticristo. La tentación (prueba) se permite para purificar a los integrantes de la Iglesia y también, a quienes han sido expulsados de ella.

     Amonestaciones (0)

    No hay reproches porque no hay errores.

    v. 11 Advertencias (3)

    • Vengo pronto (Ap 22,12): inminencia de la llegada triunfal de Cristo (parusía)
    • Mantén lo que tienes: la lámpara encendida (fe, esperanza y caridad) ante la inminente llegada del novio
    • Para que ninguno tome tu corona: es la corona nupcial de la novia (Iglesia) preparada para la boda con el Esposo (Cristo), para que no nos quedemos fuera de la boda, es decir, de la salvación (Mt 25,1-13, parábola de las diez vírgenes)

    Los últimos signos antes de la venida de Cristo serán:

    Vais a oír hablar de guerras y noticias de guerra. Cuidado, no os alarméis, porque todo esto ha de suceder, pero todavía no es el final. Se levantará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá hambre, epidemias y terremotos en diversos lugares; todo esto será el comienzo de los dolores. Os entregarán al suplicio y os matarán, y por mi causa os odiarán todos los pueblos. Entonces muchos se escandalizarán y se traicionarán mutuamente, y se odiarán unos a otros. Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente, y, al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría; pero el que persevere hasta el final se salvará. Y se anunciará el evangelio del reino en todo el mundo como testimonio para todas las gentes, y entonces vendrá el fin. Cuando veáis la abominación de la desolación, anunciada por el profeta Daniel, erigida en el lugar santo (el que lee que entienda), (huid)…” (Mt 24,6-15)

    v. 11 Promesas (3)

    • Columna en el templo de mi Dios: ejemplo en la Iglesia
    • Y nunca más saldrá fuera: perseverarán hasta el fin, serán santos
    • Nombre de mi Dios, el nombre de la nueva Jerusalén y mi nombre nuevo en la frente: triple sentido de pertenencia perpetua: al Padre, a la Iglesia y a Cristo
    v. 12 Vencedor

    El vencedor es el que ha perseverado en el amor hasta el fin, el que ha combatido el noble combate: “He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe” (2 Tm 4,7)

    v. 13 Exhortación

    Cristo nos llama a:

    • mantener la fe y perseverar en el amor
    • ser santos y firmes en un mundo pagano, y verdaderos
    • luchar contra la mentira en una sociedad de falsedad

    LAS SIETE IGLESIAS: SARDES (5)

     

    SARDES (1517-1798 d.C.)
    Una iglesia complacida que se anuncia así misma (Ap 3,1-6)

    Las cuatro primeras iglesias representan el auge histórico del cristianismo que alcanza su máximo esplendor en la alta Edad Media.

    A partir de la siguiente iglesia, Sardes, comienza la decadencia de la Iglesia. Las fuerzas diabólicas recibirán el poder de hacer la guerra a los santos y vencerlos, preparando el camino al Anticristo.

    Interpretación historicista

    Representa la época del Renacimiento, del Racionalismo, del Humanismo, del laicismo, de la purificación/reforma de la Iglesia (Contrarreforma), período que abarca desde la Reforma Protestante hasta la Revolución Francesa.

    v. 1 Significado teológico

    Sardes significa "aquello que permanece". Sardes manifiesta una aparente belleza (renacimiento) pero ha dejado de mirar a Dios para contemplarse a sí misma. Se complace a sí misma, se celebra así misma. Está ensimismada.

    A pesar de la numerosa comunidad judía de Sardes, esta iglesia no tiene enemigos, ni hay falsos maestros ni "Jezabeles" ni tampoco "nicolaítas".

    Sin embargo, se encuentra en una situación grave: ¡No hay nada! Es una Iglesia muerta, sin vida espiritual. “La fe si no tiene obras, está muerta por dentro” (Stg 2,17). Sus miembros son "zombis espirituales". No es una Iglesia verdadera. Es una Iglesia de “apariencias”. Es una “apostasía silenciosa”.

    v. 1 Títulos del Señor

    El que tiene los siete espíritus de Dios: plenitud del Espíritu Santo, los siete dones del Espíritu.

    v. 1 Alabanzas (0)

    Es la carta más dura junto a la de Laodicea. No tiene alabanzas. Ya se alaba ella misma.

    v. 1-2 Amonestaciones (2)

    • Tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto: vive de “apariencias”, de “tradiciones y costumbres”. "Tendrán la apariencia de piedad, pero habrán renegado de su fuerza” (2 Tm 3,5); “La fe, si no tiene obras, está muerta” (Stg 2,17)

    • no he encontrado tus obras perfectas delante de mi Dios: no hay gracia en sus actos, todas sus obras carecen de trascendencia. Son sólo “cumplimiento”, la sal se vuelve sosa. “Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa ¿con qué se salará?” (Mt 5,13-16)

    No es reprendida por motivos doctrinales, ni por idolatría, ni por falsos profetas, ni por obras condenatorias, sino porque pretende recibir la gracia de ella misma, no de Dios.

    Es una Iglesia llena de carismas que acomoda la fe a su imagen, no a la de Cristo. Es más una ONG que una Iglesia (por eso está bien vista a ojos del mundo): no hace malas obras, pero las hace como cualquier otra institución humana: no lleva almas al Señor, no tiene sentido divino sino humano.

    La atención se desplaza del mensaje a la institución, de la luz al candelabro, de Dios al hombre: es el “anti testimonio cristiano” (otra vez el 666).

    Cuidado: cuando apartamos la mirada de Dios y nos miramos a nosotros mismos, desaparece la gracia y entra el pecado (el primero, el orgullo, por el que entran todos los demás). Es lo que le ocurrió a Satanás: “Se contempló por un instante y cayó”.

    v. 3 Advertencias (3)

    • Sé vigilante y reanima lo que te queda, reteniendo lo que hay bueno en ti: Orar, formarse y vivir la fe con coherencia y autenticidad: vigilancia, oración y sacramentos.
    • Recuerda lo que has aprendido: sólo la escucha de la Palabra puede revivir una fe muerta, sólo Cristo puede resucitarnos, convertirnos.
    • Si no vigilas, vendré como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti: al perder la gracia, no hay discernimiento para reconocer a Cristo cuando venga y le confundiremos con un extraño, con un ladrón (Mc 13,33-37; Mt 24,42-44). Ladrón: ¿Concilio de Trento? ¿Revolución Francesa?
    Sardes ha dejado de lado la Palabra de Dios, la explica sin amor y sin entusiasmo, ya no toca su corazón. No vive la Eucaristía, “va” a la iglesia a “escuchar” misa pero no le dice nada, no participa. 

    La predicación del Evangelio que hace es vana y fútil, es una predicación de sí mismaEs el signo más manifiesto de la muerte espiritual: tan sólo “cumple”. Es una Iglesia de “cumplimiento”, es decir, “cumple” y “miente”.

    La Contrarreforma es la respuesta de la Iglesia a las exhortaciones del Señor y su punto culminante: El Concilio de Trento (1545-1563).

    Sin embargo, Sardes es sorprendida por el ladrón que viene por la noche: la Revolución Francesa que remata a Cristiandad, ya herida de muerte con la Reforma Protestante. Y también por el nacimiento de la masonería en el s. XIX, que preparará la llegada del Anticristo.

    v. 4 Promesas (2)

    • caminarán conmigo: siguen a Cristo, vestidos de blanco: resurrección y dignidad sacerdotal, santidad
    • confesaré su nombre delante de mi Padre y sus ángeles: serán reconocidos por su nombre, es decir, recuperarán la semejanza de Dios, perdida en el Edén.

    v. 4 Vencedor

    El vencedor no es el que se sabe la Palabra de memoria ni el gran teólogo sino:
        - el que la guarda en su corazón, la vive y se alimenta de Ella
        - el que acomoda su vida a la Palabra y no la Palabra a su vida.

    Tienes en Sardes unas cuantas personas que no han manchado sus vestiduras: el “resto fiel” que mantiene viva a la Iglesia con el perfume del amor, que guarda la Palabra en su corazón humilde y no permite que sea sofocada por el mundo:

    Lleva siempre vestidos blancos, y no falte el perfume en tu cabeza” (Qo 9,8)

    Dejaré en ti un resto, un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor. El resto de Israel no hará más el mal, no mentirá ni habrá engaño en su boca” (Sof 3, 12-13)

    El Señor nuestro Dios nos ha otorgado la gracia de dejarnos un resto y de concedernos un lugar en el templo santo. El Señor ha iluminado nuestros ojos y nos ha dado un respiro en medio de nuestra esclavitud” (Esd 9,8) 

    El resto de fieles son la cantidad de santos que suscita el Espíritu Santo en esta etapa de la Iglesia: Santo Tomás Moro, San Vicente Ferrer, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Felipe Neri y San Francisco Javier.

    Son estos grandes santos, quienes hasta entonces, han impedido la llegada del Anticristo. Su premio es la canonización, su inscripción en el “libro de la vida”. Las canonizaciones se hacen muy  habituales y continuas en esta era de la Iglesia.

    v. 5 Exhortación

    Cristo nos invita a:
        - reavivar la fe
        - despertar del letargo
        - vivir la fe y el amor con la Palabra
        - contrarrestar la “gran apostasía” de este mundo

    domingo, 5 de enero de 2025

    LAS SIETE IGLESIAS: TIATIRA (4)

     

    TIATIRA (538-1517 d.C.)
    Una iglesia que crece pero cuyas obras quedan oscurecidas (Ap 2,18-29)

    Interpretación historicista

    Representa la época de la Cristiandad, de las órdenes monásticas, del Islam, del descubrimiento y evangelización de América, y de la cosecha abundante de santos que sube como aroma agradable al cielo, que abarca desde la caída del Imperio romano de Occidente hasta la la Reforma Protestante.

    v. 18 Significado teológico

    Es la carta más larga y la que se encuentra en el centro de las siete. Tiatira no es perseguida como Pérgamo o Esmirna, ni fría o indiferente como Éfeso.

    Tiene obras y, por tanto, crecimiento: cruzadas, catedrales, universidades, la Summa Teológica de santo Tomás de Aquino, las grandes órdenes monásticas, las grandes conquistas, el descubrimiento y evangelización de América, de África y de Asia, la fundación de la Cristiandad europea y el surgimiento de las modernas naciones católicas.

    Tiatira significa "aroma", "iluminada". Los de Tiatira se consideran cristianos a tiempo parcial. Crecen espiritualmente (“aroma”), pero sus obras quedan oscurecidas porque tiene una “profetisa” infiltrada: Jezabel, la mujer egipcia del rey Ajab que indujo a Israel a la idolatría (1Re 16,29-19,21) que representa la corrupción interna.

    Es una iglesia inconsciente, insensata y permisiva. No tiene discernimiento, no distingue entre el bien y el mal: permite todo, “todo vale” (mundanización).

    v. 18 Títulos del Señor

    • El Hijo de Dios, ojos de llama de fuego: celo ardiente de Jesucristo por su Iglesia (nada se escapa ni se resiste a su mirada): discernimiento y poder purificador.
    • Pies de bronce bruñidofirmeza y autoridad de Cristo en la Iglesia.

    v.19 Alabanzas (5)

    Amor, fe, servicio, perseverancia, crecimiento espiritual: evangelización (América, África y Asia).

    vs.20-21 Amonestaciones (2)

    Profundidades de Satanás: gnosticismo idolátrico (Jezabel=New Age) y corrupción eclesial (feudalismo=poder político de la Iglesia) que provoca en el clero:
    • frivolidad/molicie: comodidad moral, tibieza, relativismo
    • corrupción moral: inmoralidades, ambiciones, intrigas de poder, mundanización
    • simonía: compra/venta de bienes espirituales (negocio)
    Es la época de la Apostasía eclesial (con 15 antipapas y con el cisma de Aviñón) que produce un gran daño en la Iglesia: provoca división, haciendo imposible la comunión.

    Le he dado un tiempo para que se convierta: 10 siglos

    pero no quiere convertirse de su fornicación: ansia de poder político. La única solución: la reforma de la Iglesia.

    v.22-23 Advertencias (4)

    • La voy a postrar en la cama: positivo: órdenes monásticas / negativo: peste negra
    • Pasarán una gran tribulación: división de la Iglesia, invasiones islámicas
    • A sus hijos, los heriré de muerte: excomunión, separación de la Iglesia
    • Mantén lo que tienes: fidelidad

    v. 24-26 Promesas (3)

    • Autoridad y poder sobre las naciones: participación en la victoria de Cristo (promesa mesiánica del Salmo 2). También, conquista y evangelización de nuevas tierras; perfeccionamiento del culto, la liturgia y el derecho canónico.
    • Las pastoreará con cetro de hierro: ¿siglo de hierro del pontificado?  por las luchas entre papas y reyes por el poder político.
    • La estrella de la mañana (Nm 24,17; 2Pe 1,19; 22,16): luz que pone fin a la oscuridad, la Luz del mundo (Jn 8,12), es decir, Cristo
    Muchos ven en la estrella de la mañana a la Virgen María que anuncia la llegada del Sol. A partir de la siguiente época, comenzará a aparecerse a los hombres con una frecuencia sin precedentes. aHasta el final de la Edad Media se cuentan sólo 5 apariciones marianas:
        • 40 d.C. (Zaragoza-Virgen del Pilar)
        • 358 d.C. (Monte Esquilino - Virgen de las Nieves)
        • 1061 d.C. (Washingham-Virgen de Washingham)
        • 1208 d.C. (Prouielle-Virgen de Prouielle)
        • 1251 d.C. (Monte Carmelo - Virgen del Carmen)
    Desde el año 1500 hasta nuestros días se cuentan más de 20 apariciones con un mismo mensaje: una llamada urgente a la conversión, a la oración y a la penitencia (ayuno).

    v. 26-28 Vencedor

    Vencedor es quien escucha la Palabra de Dios y la guarda en el corazón
    Vencedor es quien es capaz de distinguir el bien y el mal
    Vencedor es quien corrige
    Vencedor es quien evangeliza

    v. 25 Exhortación

    Cristo nos llama a:
    • mantenernos fieles y guardar la fe
    • tener discernimiento para no dar “palos de ciego”

    jueves, 2 de enero de 2025

    LAS SIETE IGLESIAS: PÉRGAMO (3)

    PÉRGAMO (313-538 d.C.)
    Una iglesia que debe luchar (Ap 2,12-17)

    Interpretación historicista

    Representa el período de la historia cristiana posterior a la conversión del emperador Constantino al cristianismo y el establecimiento de la unión plena de la Iglesia y el Estado.

    Representa la época de la iluminación de la Iglesia, de la teología de los padres y doctores de la Iglesia, desde el s. IV hasta el inicio de la Edad Media. 

    En este período, la Iglesia pasa de ser perseguida a perseguidora pero también representa el período de las grandes herejías.

    v. 12 Significado teológico

    Pérgamo significa "alturaelevación" porque estaba construida sobre una colina elevada. y también, "pergamino". 

    Es la primera ciudad imperial romana de Asia Menor, y sede de muchos templos y cultos paganos: la primera en la que se erige un templo para dar culto divino al emperador Augusto (trono de Satanás) que representa la adoración al hombre (666).

    Es la primera Iglesia en sufrir persecución y martirio (Antipas, obispo de Pérgamo y primer mártir de Asia) y está en el centro de la propaganda imperial (paganismo, idolatría e inmoralidad). 

    v. 12 Títulos del Señor

    El que tiene la espada aguda de doble filo: Cristo, la Palabra de Dios que:
            • Penetra y escruta mentes y corazones: revela pensamientos y pecados ocultos
            • Interpela al hombre, quien debe tomar partido: manifestar la fe o negarla
            • Doble filo de la Palabra de Dios: desenmascara el mal

    v. 13: Alabanzas (3)

    Habitas donde está el trono de Satanás: idolatría y costumbres paganas (inmoralidad)

    No has renegado de mi fe: fidelidad en la prueba y perseverancia ante el martirio

    Te aferras a mi nombre: defensa de la doctrina

    vs.14-15: Amonestaciones (2)

    Toleras a los de Balaán (Nm 31,16): costumbres del paganismo greco-romano y herejías (arrianismo, que niega la Trinidad). Cuando se cede a la ambigüedad y al subjetivismo en su interpretación, la Palabra “pierde el doble filo”, se vacía de contenido y se convierte en martillo que no cura sino que golpea.

    Soportas a los nicolaítas: doctrinas gnósticas que proponen un evangelio adulterado, corrompido o “light” que escandaliza a los pequeños y es motivo de intervención del Señor, quien los expulsa de la Iglesia.

    Pérgamo se enfrenta a dos enemigos:
    externo (Imperio Romano): paganismo. Muchos cristianos acaban participando en los cultos y sacrificios del templo al emperador, en orgías y en costumbres paganas.
    interno (Nicolaítas): mundanización. Muchos cristianos acaban sucumbiendo al relativismo y a la relajación moral (como en Éfeso).

    Algunos se hacen cómplices del mundo y penetra en Pérgamo la herejía y la gran apostasía. Al asumir el espíritu del Imperio se adapta al paganismo y a la inmoralidad del mundo.

    v.16 Advertencias (1)

    Los combatiré con la espada de mi boca: en referencia a los teólogos cristianos que combatirán las herejías contra el Evangelio. El cristiano combate con la Palabra de Dios en la soledad del desierto (prueba), donde tiene que vencer las tentaciones de Satanás, como hizo Cristo (Mt 4, 1-11; Mc 1,12-13; Lc 4,1-13).

    v. 17 Promesas (3)

    Maná escondido: la Eucaristía. En el desierto (del mundo) recibimos el maná (sacramento) que nos alimenta y consuela de todas las renuncias que implica la fidelidad a Cristo: Eucaristía=Palabra + Sacrificio, y que nos transforma para la vida eterna.

    Piedra blanca (tomada de Is 62,2-3): la Confesión. Referencia al modo de dirimir un litigio que tenían en el mundo greco-romano: se colocaban dos piedrecitas en un saquito, la blanca para la absolución y la negra para la condena.

    Nombre nuevo: el Bautismo. Nacimiento a la vida divina: nos convertimos en hijos de Dios.

    v. 17 Vencedor

    Vencedor es quien recibe la conversión en el Bautismo (el nombre nuevo), el perdón en la Confesión (la piedra blanca) y la gracia en la Eucaristía (el maná escondido)

    v. 17 Exhortación

    Cristo nos llama a la conversión y a la firmeza en la fe contra las falsas doctrinas y las costumbres paganas que intentan vaciar de contenido el Evangelio.

    LAS SIETE IGLESIAS: ESMIRNA (2)

    ESMIRNA (81-313 d.C.)
    Una iglesia que es perseguida y calumniada (Ap 2,8-11)

    Interpretación historicista

    Representa el período de las diez grandes persecuciones romanas  que comenzaron con Nerón, se hicieron más cruentas con Diocleciano, exactamente diez años ("diez días proféticos"), y terminaron con Juliano (aunque muy locales y esporádicas):
    1. Nerón:  64-68 d.C.
    2. Domiciano: 81-96 d.C.
    3. Trajano: 109-111 d.C.
    4. Marco Aurelio: 161-180 d.C.
    5. Septimio Severo: 202-210 d.C.
    6. Maximiano: 235-238 d.C.
    7. Decio: 249-251 d.C.
    8. Valeriano: 256-259 d.C.
    9. Diocleciano: 303-313 d.C.
    10. Juliano: 361-363 d.C.
    Representa la época de los mártires pero también de los apologistas, que defenderán el cristianismo frente a las autoridades imperiales romanas, la autoridades intelectuales paganas y las autoridades religiosas judías.

    Significado teológico

    Esmirna significa “corona de Asia”, por la belleza y riqueza de los monumentos que rodeaban la cima sobre la que estaba construida. 

    También, significa "mirra", sustancia aromática utilizada para embalsamar a los muertos, e "irrigación", que simboliza que la sangre de los mártires sirve de esparcimiento aromático del Evangelio.

    v. 8 Títulos del Señor
    • El primero y el último: el Señor de la historia, el modelo de la creación humana y quien obtiene la victoria final en la historia
    • El que estuvo muerto y ha vuelto a la vida: el primero en ser resucitado entre los muertos. Así como Él venció a la muerte, los que le sigan, la vencerán también
    v. 9: Alabanzas (3)
    • tribulación : sufre persecución (romanos).
    Esmirna se enfrenta a la dura prueba de las crueles y sangrientas persecuciones del Imperio romano que durarán tres siglos y cuyo objetivo es hacer apostatar de la fe a los cristianos
        • y calumnias: denuncias falsas de la sinagoga de Satán (judíos) y ataques de los filósofos helenistas (paganos) 
        La sinagoga de Satán se refiere a la numerosa y hostil comunidad judía: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo” (Jn 8,44). Ignacio de Antioquía enviará una carta a esta iglesia (110 d.C.), en la que reflejará la misma situación que san Juan.

        Mientras que el peligro de Éfeso es la pérdida del amor y los falsos profetas, en Esmirna, la amenaza es la tribulación. Es una iglesia perseguida y calumniada por causa de Cristo pero irreprochable
        • tu pobreza (aunque eres rico): aquel que sabe que todo lo puede en Cristo y que nada puede sin Cristo: su riqueza es la gracia recibida por la fe heroica ante la tribulación.
        Esmirna es la Iglesia de las Bienaventuranzas: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos será el Reino de los Cielos” (Mt 5,3). San Juan habla de tribulación y miseria pero también de riqueza: martirio y bienaventuranza.

        v. 9: Amonestaciones (0) 

        Cristo no dirige a esta Iglesia ningún reproche para reforzar su esperanza. Se presenta como quien ha padecido igual que ellos hasta la muerte, pero ahora vive, para mostrar que los sufrimientos no son en vano.

        v.10 Advertencias (2)

        • No tengas miedoel sufrimiento cristiano no es masoquismo. El martirio tiene un sentido: contribuir a la realización del Reino de Dios. “Nos gloriamos incluso en las tribulaciones…porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Rm 5,3.6). “Si morimos por Cristo, resucitaremos con Él“ (Rm 6,4.8-11; 8,11). Nada ni nadie nos separará del amor de Dios” (Rm 8,35). “Para mí la vida es Cristo y el morir una ganancia” (Flp 1,21).
        • El Diablo se ensañará contra vosotros, serán 10 días de prueba: las 10 grandes persecuciones romanas. El número 10 representa un periodo de prueba temporal y finito (Dn 1,12-15). El “Imperio” (el mal) tiene los “días contados”. 

        v. 10 Promesa

        Sé fiel hasta la muerte: referencia al martirio de Policarpo, obispo de Esmirna y padre de la Iglesia, discípulo de Juan (167 d.C.), que morirá por Cristo.

        y te daré la corona de la vida: la corona de espinas de Cristo. El martirio lleva directamente a la santidad, a la gloria y a la vida eterna.

        v. 11 Vencedor

        Vencedor es quien da la vida por amor a Dios y al prójimo. 

        No sufrirá la muerte segunda: referencia a ser preservados de la muerte espiritual (del alma), de la condenación eterna.

        v. 11 Exhortación

        Cristo nos llama a:

        - mantener la fe en la prueba hasta el final
        - no temer a la muerte, en la confianza de que Cristo está con nosotros
        - “dar la vida” porque “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13)

        miércoles, 1 de enero de 2025

        LAS SIETE IGLESIAS: ÉFESO (1)

         

        ÉFESO (31-81 d.C.)
        Una iglesia que ha abandonado su primer amor (Ap 2,1-7)

        Interpretación historicista

        Representa la siembra del Evangelio, el trabajo apostólico y la predicación de la Iglesia en el siglo I, en su primer estado de pureza, durante la vida de los apóstoles.

        Significado teológico

        Éfeso significa "deseable". Es la Iglesia “Madre” (Hch 19) y dirige a las demás. Es la 1ª iglesia de Asia, fundada por San Pablo y en la que San Juan fue su primer obispo. En esta ciudad imperial vivió muchos años la Virgen María.

        Éfeso no es cualquier Iglesia, es el paradigma de la Iglesia. Jesús camina y lleva a la Iglesia en su mano derecha, es decir, vive en ella y la dirige. No son los hombres los que gobiernan la iglesia.

        v. 1 Títulos del Señor 

        • El que tiene las siete estrellas en su derecha: autoridad de Cristo en su Iglesia.
        • El que anda en medio de los siete candelabros de oro: presencia de Jesús en su Iglesia.

        vs. 2-3: Alabanzas (7)

        Hace casi todo bien: evangeliza, lucha por la verdad y persevera en la doctrina, odia la mentira y es intransigente con el mal, combate las herejías y sufre persecución.

        v. 4: Amonestaciones (1)

        Ha abandonado el primer amor: “Recuerdo tu cariño juvenil, el amor que me tenías de novia, cuando ibas tras de mí por el desierto” (Jr 2,2).

        Éfeso es una Iglesia que ya no ama al prójimo. Es una iglesia formalista, legalista, rigurosa, activista: sigue las normas, defiende la doctrina... pero lo hace sin amor…de nada vale todo lo que hace. 

        El enfriamiento de la caridad es el tema escatológico por excelencia:

        y, al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría; pero el que persevere hasta el final se salvará (Mt 24,12-13); "Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles… Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber…si tuviera fe como para mover montañas… Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados…si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría"  (1 Cor 13,1-3).

        Sin amor, la Iglesia está muerta: el servicio se convierte en un “deber” y no en un “querer”.

        Sin amor, pierde la capacidad de ser testigo del amor de Dios: “En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros” (Jn 13,35).

        Es un mensaje de advertencia para todos nosotros: entramos a la fe cristiana con entusiasmo y con ganas, pero después de un tiempo, se vuelve algo rutinaria y perdemos ese primer ardor. 

        Nos volvemos legalistas y rigurosos, sólo nos fijamos en los defectos de los demás y no estamos dispuestos a pasarlos por alto. Entonces empiezan a surgir los problemas y los resentimientos, las envidias y las divisiones. 

        vs. 5-6 Advertencias (2)

        Removeré tu candelabro: Pérdida de gracia. Donde no hay amor, no está Dios y la gracia desaparece…

        se llaman apóstoles pero no lo son

        -Gnósticos: sincretismo, magia, superstición, paganismo
        -Nicolaítas y Docetas: apostasía, relativismo, idolatría, hedonismo, corrupción, inmoralidad, avaricia, falsedad…

        "Como animales irracionales, insultan lo que desconocen... Para ellos la felicidad consiste en el placer de cada día; son corruptos y viciosos que disfrutan con sus engaños mientras banquetean con vosotros; tienen los ojos llenos de adulterio y son insaciables en el pecado; seducen a las personas débiles y tienen el corazón entrenado en la codicia, ¡Malditos sean! Abandonando el camino recto, se extraviaron... expresando grandilocuencias sin sentido seducen con deseos carnales libertinos a quienes hace poco se han alejado de los que se mueven en el error. Les prometen libertad, pero ellos son esclavos de la corrupción, porque uno es esclavo de aquello que lo domina. Pues si, después de haberse alejado de los abusos del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a implicarse en ellos hasta verse dominados, entonces su situación última es peor que la primera. Pues habría sido mejor para ellos no haber conocido el camino de la justicia que, después de conocerlo, desviarse del mandamiento santo que les había sido transmitido..." (2P 2,12-22)

        v. 7 Promesa

        al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de DiosDios, que es amor y es eterno, nos promete la inmortalidad, la vida plena y eterna

        El Árbol de la vida es la Cruz, donde Cristo derrochó todo su amor y nos convirtió en “vivientes” como Él. 

        Por eso, quien ama y se entrega como el Señor, degusta ya los frutos del árbol de la vida del Paraíso de Dios. 

        v. 7 Vencedor

        El vencedor es quien ama y se mantiene fiel hasta el final:
            - quien conjuga amor y doctrina, misericordia y justicia
            - quien ama a los pecadores y aborrece los pecados
            - quien acoge y corrige sin apagar el espíritu
            - quien sabe estar con Dios y con los hombres
            - quien sabe vivir y morir como Cristo, por Dios y por los demás 

        v. 7 Exhortación

        Cristo nos llama a:
        -  cambiar de mentalidad pero antes, a transformar el corazón
        -  salir de nuestro letargo y vivir el primer anuncio (el primer amor)
        -  poner la mirada sólo en Dios
        -  discernir cuáles son los motivos de nuestra fe para revigorizarla (Jn 15,13)
        -  combatir la mentira y corregir a quien se desvía de la verdad
        -  escuchar al Espíritu Santo para no vaciar a la Iglesia de su alma y de su trascendencia