¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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sábado, 27 de julio de 2024

EL ESPÍRITU DEL MUNDO ES UNA CIFRA HUMANA

"Y hace que a todos, pequeños y grandes, 
ricos y pobres, libres y esclavos, 
se les ponga una marca en la mano derecha o en la frente, 
de modo que nadie pueda comprar ni vender 
si no tiene la marca o el nombre de la bestia. 
Aquí se requiere sabiduría. 
El que tenga inteligencia, cuente la cifra de la bestia, 
pues es cifra humana. 
Y su cifra es seiscientos sesenta y seis"
(Ap 13,16-18)

El "espíritu del mundo", profetizado por san Juan en su Apocalipsis, adopta una apariencia de verdad y progreso, seguridad y bienestar, de paz y libertad pero lo cierto es que esclaviza a quien lo sigue y mata a quien lo rechaza. 

Mientras los "adoradores del Cordero" se postran libre y gozosamente ante su Señor y llevan la marca de la Cruz como un signo de libre pertenencia, los "adoradores de la Bestia" lo hacen obligados y amenazados, y son marcados en la mano derecha o en la frente por su amo, como signo de esclavitud:
  • en la mano derecha: porque todo lo que hacen lleva la impronta de la Bestia (actos, movimientos y leyes) 
  • en la frente: porque todo lo que piensan está subordinado a la Bestia (identidad, aspecto y pensamiento).
El pensamiento único es de obligado cumplimiento: nadie pueda comprar ni vender si no tiene la marca o el nombre de la bestia , es decir, quien no lo sigue, queda excluido, proscrito o señalado.

La intención de este adoctrinamiento coercitivo es generar sustitutos humanos de la fe/religión, es imponer sucedáneos mundanos a los valores divinos, y con los que prometen engañosamente al hombre  una sociedad de libertad y felicidad. 
Es la misma rebelión del Diablo, Satanás, contra el designio divino: "Y hubo un combate en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón, y el dragón combatió, él y sus ángeles. Y no prevaleció y no quedó lugar para ellos en el cielo. Y fue precipitado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engaña al mundo entero; fue precipitado a la tierra y sus ángeles fueron precipitados con él" (Ap 12,7-9)

Es el mismo engaño de la serpiente antigua a nuestros primeros padres en el Edén: "No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él se os abrirán los ojos, y seréis como Dios" (Gn 3,4-5).

Es el "apocalíptico" número "humano" de la bestia señalado por san Juan en Ap 13,18: el 666 , es decir, hombre-hombre-hombre (el número seis, en la Biblia, representa al hombre, puesto que fue creado el 6º día).

El "espíritu del mundo" invade todo, ocupa absolutamente cualquier ámbito de la sociedad y gobierna por completo nuestro mundo. Se trata de la imposición de un pensamiento único que es filosóficamente relativista, espiritualmente gnóstico, socialmente marxista, económicamente capitalista y psicológicamente freudiano". Estos son los sustitutos humanos de la fe que conforman el "ateísmo" de nuestro siglo XXI:
Relativismo filosófico ("mi propia verdad") 
Parte de una actitud antimetafísica que niega la existencia de verdades absolutas: el bien y el mal son conceptos relativos y subjetivos porque están influenciados por la historia, la cultura, las circunstancias concretas y las ideas preconcebidas.

La verdad depende del sujeto que la experimenta y no tiene por qué ser compartida por el resto de los seres humanos. Hablamos de subjetivismo y de escepticismo que lleva al hombre a buscar su "propia verdad", a recelar de la del otro (polarización), a descartar la verdad divina y a prometer un paraíso del "estado de bienestar”, basado en la ciencia y el progreso tecnológico.

Dos ejemplos son: el relativismo lingüístico y relativismo cultural que niegan la existencia de valores, juicios morales y comportamientos con valor absoluto y de carácter universal, lo que conduce tanto a la deconstrucción del idioma como de la cultura, y por tanto, a la transformación forzosa de la sociedad.

Espiritualidad gnóstica ("mi propio dios") 
No se trata de un concepto nuevo ni de un invento actual sino que procede del sincretismo y de la heterodoxia de sectas judeocristianas que surgieron a partir del s. I. d. C., que afirma la presencia en el hombre de un "espíritu divino interior", el "yo" humano, frente a un Dios maléfico responsable del universo material, creado defectuoso y hostil. 

Asumido por espiritualidades orientales (budismo, hinduismo, panteísmo...) y prácticas esotéricas (espiritismo, tarot, mindfulness...), afirma que el mal y la perdición están ligados a la materia, mientras que lo divino y la salvación pertenece al ámbito espiritual e individual de la persona. 

La salvación se alcanza por el conocimiento (gnosis) directo e introspectivo de ese "yo divino" ("seréis como Dios") que se obtiene a través de de la "iluminación" individual, sólo al alcance de unos pocos "elegidos o iluminados", y por tanto, niega la intervención de Dios en el mundo material (encarnación, muerte y resurrección de Cristo) para la salvación universal.

Socialismo marxista ("mi propia ideología") 
Es una teoría sociopolítica (también económica) e intervencionista que aspira a la igualdad social a través de la eliminación de toda característica diferencial entre las personas. Es una ideología con "apariencia" de libertad pero que dicta todo tipo de prohibiciones y conculca todo tipo de derechos a través de la "educación programada” y del “control de la información”

Niega todo tipo de religión para concebir un “universo ateo”, una "anti-creación surgida por casualidad y al azar, en el que todo es laicismo, la "religión civil" ("mi propia religión"), y afirma el comunismo social y político ("mi propia ideología"), defiende la “vida natural” y reniega de la sobrenatural

Sus variantes son: el materialismo histórico ("mi propia historia") y el materialismo dialéctico ("mi propia razón"). 

Capitalismo económico ("mi propia libertad") 
Es un sistema fundamentalmente económico y mercantilista (aunque también social, político y jurídico) basado en el llamado laissez faire ("dejar hacer, dejar pasar"), un concepto sin normas ni principios ("todo vale").

Basado en el "vales lo que tienes" o "eres lo que posees", actúa en su propio beneficio a través de la imposición de un “mercado global”, despersonalizado y competitivo que destruye el sentido de comunidad y construye un concepto utilitarista y despersonalizado, que considera a las personas "mercancías" o "productos de consumo". Su único objetivo es la mayor ganancia posible: "Lo que hace libre al hombre es el dinero".

Su principal variante es el capitalismo corporativo ("mi propio mundo") caracterizado por una sociedad individualista” que excluye y destruye al resto, y por el dominio de grandes corporaciones jerárquicas, burocráticas y supranacionales (imperialismo globalizador) que crea una “cultura del consumismo” de personas prescindibles y mercancías en serie (o viceversa).

Freudianismo psicológico ("mi propia sexualidad") 
Basado en el estudio de la mente humana, afirma la influencia del subconsciente en el comportamiento, los pensamientos y las emociones, sobre todo, sexuales, y en los procesos de represión/liberación de las emociones y deseos.

Una variante es el hipersexualismo ("mi yo satisfecho"): la exaltación del cuerpo frente a la continua degradación del almael culto al placer y al ocio que rechaza al sufrimiento y el esfuerzo, la autodeterminación de la libertad sexual, el deseo de satisfacción sexual de cualquier forma y medio, la sustitución del amor por el placer, que en la mayoría de las ocasiones, conducen desgraciadamente a sucesos de violencia sexual.

Esta es la radiografía de la cifra humana del Anticristo que san Juan profetizó hace dos mil años. Se requiere inteligencia y sabiduría para calcularla, nos dice el discípulo amado de Jesús. Es preciso discernir los signos de los tiempos bajo la guía del Espíritu Santo porque el humo de Satanás lo envuelve todo en tinieblas para confundir, desviar a todos y conducir al hombre a su propia destrucción..



martes, 29 de agosto de 2023

ESTAMOS EN PLENA PANDEMIA IDEOLÓGICA

"¡Ay de los que llaman bien al mal y mal al bien, 
que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, 
que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!"
(Is 5,20)

Aunque lo sospechaba con antelación, me entristece ver como la consecución del título de campeón del mundo obtenido por nuestra selección femenina de fútbol se ha visto empañada y eclipsada por culpa del trasfondo ideológico imperante hoy en nuestra sociedad.

No voy a entrar en las justificaciones ni en las consecuencias de los hechos execrables del presidente de la Federación Española de Fútbol sino que me gustaría plantear las causas que han motivado llegar a esto, es decir, cómo hemos llegado a obviar una gesta deportiva de tal magnitud (y otras de mayor importancia) para dejar que personas ajenas al mundo del balompié se hayan "colado" en nuestras ilusiones y hayan aprovechado la ocasión para desplegar todo su perverso arsenal ideológico y doctrinal. 

Lo que surgió en las universidades norteamericanas y que fue asumido por su comunidad negra como movimiento "woke" ("despiertos"), un pensamiento sociopolítico convencido de poseer el monopolio de la verdad, la justicia y el bien ("iluminados") ha traspasado sus fronteras, ha mutado y se ha transformado en una pandemia ideológica, en una guerra global contra la civilización occidental, que también ha llegado a nuestro país.
Lo que entonces era un ideario contra la discriminación racial, ahora es Ley universal en todos los ámbitos. Sus conceptos se han normalizado en el vocabulario mediático, en el discurso político y empresarial, en el ámbito deportivo y social, y mucho me temo que también en el eclesial. Su utilización ha colonizado el imaginario colectivo, imponiéndonos sus expresiones "autorizadas", sus ideas "políticamente correctas", su pensamiento "único" y su doctrina "infalible". 

Los que antes eran sus militantes a pie de calle, ahora se han ido infiltrando en todas las esferas de nuestra civilización occidental: en los partidos políticos y los gobiernos nacionales, que han claudicado a sus pretensiones; en el mundo empresarial y educativo, que han multiplicado sus concesiones y aprobaciones; en la sociedad y la cultura, que han prescrito lo que es correcto a través de supuestos influencers; en el management, la publicidad y los medios de comunicación, que se han convertido en sus cómplices y promotores.

Su alta capacidad de polarización se sustenta en la absoluta manipulación del lenguaje, que se apropia de términos objeto de reprobación universal (en mayor o menor medida) y les asigna una definición nueva, legitimada por activistas y partidarios disfrazados de comités de "científicos" y "expertos".

Su gran poder de propagación se realiza virulenta y exponencialmente a través de los medios de comunicación y de las redes sociales. Basta con repetir incansablemente esos nuevos conceptos y opiniones sobre odio, discriminación, intolerancia (racismo, machismo, xenofobia, homofobia)...para que gente de buena fe (incluso cristianos) se dejen engañar y las asuman como ideas y opiniones propias.

Esta pandemia ideológica ha cambiando el mundo: los que estaban "dormidos" ahora están "despiertos" y lo que estaban "espabilados" ahora están "anestesiados y amodorrados". Parece que nadie hace absolutamente nada, paralizados ante una inevitable manipulación que nos aboca hacia una realidad radicalizada, deshumanizada y, sobre todo, tiránica (por ejemplo, la agenda 20/30) que nos afecta a todos, que invierte el significado de las cosas que reivindica, y que nos obliga a todos a cambiar de dirección y a caminar en sentido contrario.

Este virus inoculado por el totalitarismo “fluido” es como una "fina lluvia" que parece no tener importancia pero que va calando poco a poco y que termina por "empaparnos". Un "chirimiri" en forma de doctrina lingüística "inclusiva", cuya único fin es reeducarnos, desnaturalizando y despojando de significado las palabras y las verdades inmutables para transformarlas por otras, adaptables y maleables a los tiempos y a los intereses del pensamiento único. 

Este patógeno ha sido inyectado y transmitido por todo el mundo mediante expresiones como:
  • "agresión sexual" para unificar legislativamente cualquier abuso o relación no consentida, ya sea de dicho o de hecho.
  • "ayuda médica para una muerte digna” para evitar denominar un cruel asesinato como la eutanasia.
  • interrupción voluntaria del embarazo” o "derecho reproductivopara disfrazar un acto homicida como el aborto.
  • "gestación subrogada" para evitar referirse a un "vientre de alquiler", objeto de transacción económica.
  • todas, todos, todes”; “niños, niñas, niñes”; "ellos, ellas, elles"...para eliminar los sexos (inmutables y definidos por la biología y la genética) y sustituirlos por géneros fluidos tan numerosos y dispares como cada uno desee.
  • "pareja" para eliminar "matrimonio"; "progenitores" para suprimir "padres"; “interés general” para evitar "bien común" o "embrión", "feto" para evitar llamarlo "bebé "y así deshumanizar a la víctimas.
  • "discapacitado" para no utilizar el término ¿despectivo? "subnormal" que no significa otra cosa que "por debajo de lo normal".
  • "educación segregada” para tratar de acabar con la "diferenciada" y evitar reconocer las diferencias de características naturales, ritmos de aprendizaje e intereses existentes entre los dos únicos sexos.
  • "solidaridad" para denigrar la "caridad" bajo la falacia de que quien ejerce la caridad se siente superior al que la recibe.
  • "diversidad" para tratar de conjugar "igualdad" que existe por derecho y "diferencia" que existe por naturaleza.
  • "humanidad" para evitar decir "hombre" como una especie de término excluyente de la mujer.
  • "cambio de opinión" para encubrir en realidad una burda "mentira".......
No hay por dónde coger la lógica maliciosa de este "neolenguaje". Sólo se utiliza intencionadamente en contextos neutros o positivos pero no cuando existen connotaciones negativas o contraproducentes para el objetivo ideológico: no se habla de violentas, asesinas, corruptas o, ya puestos, de delincuentas, "criminalas" o "irresponsablas". 

En todo caso, es evidente que su objetivo es relativizar y modificar la forma de pensar para que la "idea" dependa de las palabras y la voluntad de los estados de ánimo, para así, normalizar un hecho objetivamente malo y darle la apariencia de algo bueno. Su forma de hacerlo es inventando palabras nuevas, eliminando otras “indeseables” y, por último, despojando a otras de cualquier “significado heterodoxo”.

Este mal tóxico ha ideologizado el lenguaje hasta el punto de apropiárselo, destruyendo el espíritu crítico y la oposición intelectual para favorecer el pensamiento totalitario a través de una propaganda atea y anti divina que pretende abstraer las verdades absolutas, transformándolas en eufemismos y elementos artificiales que justifiquen su "doctrina". 

Desde un punto de vista cristiano y espiritual, esta ideología es el eterno objetivo del Dragón y de las dos bestias de Apocalipsis 13 por deshumanizarnos para evitar que alcancemos a Dios, y en comunión con Él, divinizarnos. 

Es el intento de Satanás de llevarse todo y a todos por delante, de oponerse y aniquilar el proyecto original de Dios (Gen 1,27) y de pretender "crear" un mundo paralelo y alternativo a la voluntad divina, aunque tiránico y perverso (Rm 1, 20-32).

Sin una fe firme ni unos valores cristianos llevados a la práctica es infinitamente más fácil adoctrinar y dominar las mentes de aquellos que viven bajo el poder y la influencia del "dios o príncipe de este mundo"(2 Cor 4,4; Jn 14,30; cfr. Mt 4,8-9) y que terminan convirtiéndose en ciudadanos del mundo (Jn 15,19) marcados con el número de la bestia (Ap 13,18). 

Es en este ambiente, como en tantos otros sitios y ocasiones, donde nos enfrentamos a nuestra batalla espiritual y por lo que el Señor nos advierte constantemente a que velemos y estemos vigilantes (Mt 26,41; 1 Cor 16,13; 1 P 4,7. 5,8).

Ninguno estamos libres del poder de esta ideología ya que incluso, infiltrándose en la Iglesia nos hace ceder a la tentación de un "buenismo" que no tiene nada de cristiano, con el que pretendemos readaptar la Palabra de Dios (REL, Biblia inclusiva) o convertir nuestra fe cristiana en un "feminismo cristiano" o incluso realizar una propia "teología femenina" (Europa Press, Revuelta de Mujeres en la Iglesia).

Por eso, ante esta pandemia "anticristiana", extrememos las medidas de protección (Ef 6,11-18), mantengamos la distancia de seguridad con el mundo permaneciendo cerca de Dios (Jn 15,7), vacunémonos para soportar las tentaciones y resistir las pruebas (1 Cor 10,13; Stg 1,12) y pongamos en práctica todas las advertencias de la Autoridad sanitaria divina (Stg 1,22-27). 

martes, 7 de septiembre de 2021

DIOS... NI SIQUIERA ES UNA OPCIÓN

"No temas, porque yo estoy contigo; 
no te angusties, porque yo soy tu Dios. 
Te fortalezco, te auxilio, 
te sostengo con mi diestra victoriosa"
(Isaías 41, 10)

El mundo actual nos ofrece un gran abanico de falsas alternativas al plan divino que, unificadas en una ideología relativista, materialista y globalista, se concretan en un pensamiento único y autoritario que afirma, no tanto que Dios sea una opción irrelevante para el hombre, sino que es una idea totalmente desechable.

El hombre de hoy, como el de ayer, ha sucumbido a las mentiras de la serpiente antigua (Apocalipsis 12,9). Ha negado y expulsado a Dios de su "Edén artificial", construido como venganza a las consecuencias ocasionadas por el pecado de nuestros primeros padres. Y engañado y manipulado, ha dado cumplimiento a las palabras de Dios: "Pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón" (Génesis 3,15).

Como consecuencia de este insistente "Non serviam", nuestra sociedad se ha convertido en un territorio hostil, en un entorno adverso, en un ambiente antagónico para los cristianosLa idea de Dios ha pasado de ser un concepto "excéntrico, caduco y privado", a ser considerada como una doctrina malvada y perniciosa para el hombre "racional". El bien se convierte en mal y viceversa.

Nadie está dispuesto a que le digan lo que está mal ni cómo vivir sus vidas. Es más, ni siquiera consiente el "silencio" aletargado de los cristianos tibios de nuestro siglo ante su perversidad. El pecado no existe...el sufrimiento no está permitido. Y por tanto, vivir de una forma diferente a la suya es considerada como una afrenta, como un ataque frontal a su identidad deformada.

Un nuevo "credo", con tres grandes estándares, "Diversidad, Equidad e Inclusión" (que actualizan a los de "Libertad, Igualdad y Fraternidad"), ha perpetrado y organizado un cúmulo de códigos "reinicializados", lenguajes "inclusivos", contenidos "sensibles" y dogmas "indiscutibles" (ideología de género, transhumanismo, cientificismo, ecologismo, animalismo, eugenesia, eutanasia, abortismo, feminismo, darwinismo social...) que no permiten la duda o la discrepancia...y no digamos ya, la oposición declarada.
La "Gran Babilonia", anunciada en Apocalipsis 17 y 18, con su opulencia y magnificencia a lomos de la bestia escarlata, "ha embriagado a los reyes de la tierra con el vino de su prostitución...y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con el poder de su opulencia", es decir, con su propaganda perversa, fermento de su ideologia antidivina y de su doctrina materialista. 

La "Gran Ramera", con sus "maquillajes y pinturas", con sus apariencias y fachadas globalistas, ha fascinado costumbres y mentalidades, instituciones y medios, tradiciones y leyes

La "Gran Prostituta", con sus "joyas y riquezas", con sus vanidades y orgullos individualistas, ha corrompido poderes económicos, sociales y políticos.  

La "Madre de las prostitutas", con su "copa de oro rebosante de abominaciones y blasfemias", con sus mentiras y falsedades relativistas, ha seducido la cultura, la educación y la sociedad en general, y ha enarbolado la bandera de una libertad falsainicua y atea: "hacer (todos incluidos) lo que os de la gana". 

La "Gran Mentira", con su falaz idolatría y vergonzante apostasía, quiere hacernos creer que Dios no existe, que estamos solos y equivocados, mientras nos conduce inexorablemente a la transformación de la libertad del bien por el totalitarismo del mal y, por tanto, a la destrucción del "hombre amado por su Creador". 

El "Gran Reseteo" o "Gran Reinicio", con su consigna de un Nuevo Orden Mundial, quiere intimidarnos y arrinconarnos, mientras nos encamina irremediablemente a la deconstrucción del modelo amoroso de Dios para sustituirlo por el modelo destructivo de Satanás.
La opción de la "Bestia del mar" es una dogmática incuestionable y obligatoria, que desnaturaliza y endiosa al hombre, y que minimiza y "crucifica" a Dios. 

Es un pensamiento radical y fundamentalista, un ideario repensado y reinicializado, cuyas dimámicas principales son el miedo y la amenaza, la mentira y el engaño, la verguenza y la culpabilidad, el señalamiento y la discriminación, la beligerancia y el hostigamiento, la muerte y el caos... en definitiva, todas ellas... armas del Enemigo.

Estamos en guerra...¡queramos o no! Inmersos en una confrontación en la que, si para Dios no es posible que seamos neutrales porque "Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro" (Lucas 16,13), para el Diablo, que pretende ser una burda imitación de Dios, tampoco, "O estás con él o contra él". 

Estamos en conflicto...¡queramos o no! Sumidos en una batalla espiritual en la que, si para un cristiano, el bien impide cualquier posibilidad de ser indiferente ante el mal"No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien" (Romanos 12, 21)para un anticristiano, el mal niega toda oportunidad de ser compasivo con el bien.

Mientras que para el mundo, Dios...ni siquiera es una opción, para los cristianos es mucho más que una alternativa...es una necesidad. Una necesidad de amarlo y adorarlo, de buscarlo y seguirlo, de escucharlo y proclamarlo. Por eso, los cristianos "No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído" (Hechos 4,20).

Edmund Burke, pensador y escritor irlandés decía que "Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada", o dicho de otro modo: "El mal vence porque el bien no actúa".

Pero ¡No!...¡No estamos solos! Dios nos alienta: "¡Ánimo, sé valiente!......No tengas miedo ni te acobardes, que contigo está el Señor, tu Dios, en cualquier cosa que emprendas" (Josué 1,6 y 9). Jesús está con nosotros"Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos" (Mateo 28,20).
Por eso, ¡no!...los cristianos no podemos ni debemos callar. No podemos ni debemos dejar de actuar. No podemos ni debemos mirar para otro lado...como si no fuera con nosotros...porque tarde o temprano, las consecuencias de la propaganda nos "tocarán" de cerca y seguramente, terminen por aniquilar nuestra adormecida fe. 

Se trata de luchar con las armas espirituales que Dios nos proveé, con nuestra perseverancia y nuestra "resistencia activa"  contra la ideología perversa del Imperio y con la denuncia inequívoca de su destructiva propaganda...sabiendo con toda certeza que... ¡No estamos solos!

"Si Dios está con nosotros,
¿quién estará contra nosotros?"
(Romanos 8,31)

lunes, 11 de noviembre de 2019

LA IGLESIA DISIDENTE ANTE UN MUNDO DECADENTE





En su último libro, "Se hace tarde y anochece", el cardenal Robert Sarah afirma que la crisis espiritual de Occidente es consecuencia de un ambiente moral contaminado, en el con la pérdida de los valores permanentes e identitarios de la civilización cristiana, se ha deformado nuestra conciencia, pervertido nuestra sensibilidad, corrompido el amor y degradado el hombre. 

Añade, que la crisis moral y eclesial es consecuencia de una atmósfera tóxica en la que el rostro de Dios se ha vuelto borroso, confundiendo el bien y el mal, y de un entorno relativista narcótico, que ha perdido la brújula de la verdad y la razón, que desdeña la salvación, y que ha provocado que la misma Iglesia haya entrado en una bruma perniciosa y en un cenagal maloliente.


Resultado de imagen de tecnologia en la religionComo lo estuvo el Imperio Romano, Occidente está en decadencia. El hombre occidental es su propio contaminante. Alejado de Dios, parece tratar de ponerse fin a sí mismo. Defendiendo una firme voluntad de romper con su pasado, sus tradiciones, sus valores y su herencia religiosa, cultural e histórica, está abocado al suicidio. 

En este ambiente inhóspito y enfermizo, el hombre pretende convertirse en Dios para empezar de cero, para re-inventarlo todo, para deconstruir la sociedad desde su núcleo, la familia, para re-convertir lo feo en bello, lo falso en verdadero y lo malo en bueno. Y así, sin darse cuenta, destruirse a si mismo.

La Iglesia Disidente

Ante esta crisis espiritual, moral y eclesial sin precedentes, el purpurado nos propone la exigencia que tiene toda la Iglesia de adoptar un mayor compromiso para ejercer la disidencia que el mundo necesita: hablar de Dios sin complejos. 

Los católicos no podemos dejarnos anestesiar con silencios cómplices sino proponer una enseñanza doctrinal y moral del mensaje de Cristo clara, precisa y firme, que se enfrente a la dialéctica de quienes debilitan nuestra identidad cristiana con la excusa de afirmar la dimensión social o bien, para ocultar su miedo. Porque la razón de la esperanza para el mundo es: Dios o nada. 

Podríamos afirmar que, aparte de la Iglesia Triunfante, la Purgante y la Militante, ésta última (nosotros) debería ser, a la vez, Iglesia Disidente.

Ahora, más q
ue nunca, los cristianos debemos trabajar contracorriente, para inmunizarnos del pensamiento único predominante, y combatir la dañina la ideología de género, cuya propuesta de indeterminación sexual y de libre elección de la identidad, instala de forma totalitaria la idea de "un hombre nuevo", socavando el vínculo conyugal y provocando un desastre en toda la estructura familiar y social
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Ahora,
más que nunca, debemos luchar contra el gran "becerro de oro" de nuestro tiempo: el dinero

Este becerro de oro es incapaz de llevarnos a la Tierra prometida y por eso nos vende dioses superficiales, como el materialismo , que con la máscara de un falso y efímero bienestar, nos esclavizada en el terreno de la codicia,  como el consumismo, que nos ha transformado en "consumidores compulsivos" y como el egoísmo, que nos ha adoctrinado en la "religión de la inmediatez" que crea "fieles que consumen sin pensar".

Ah
ora más que nunca, debemos ejercer la disidencia ante un mundo auto-destructor, para combatir algunas grandes utopías terrenales: el hedonismo institucionalizado, que nos incita a desechar cualquier esfuerzo o sacrificio, la globalización igualitaria, que pretende crear un hombre idéntico, uniforme y homogéneo, y el relativismo de masas, que nos propone un cambio de valores por deseos, de virtudes por afanes, de libertad por libertinaje, de bien común por egoísmo, de moralidad por tolerancia.

Imagen relacionadaAhora más que nunca, debemos ejercer la disidencia ante un mundo totalitario para rebelarnos contra el laicismo, que pretende evitar nuestra mirada al cielo, el liberalismo social, que pretende falsificar la verdadera libertad para hacernos "como Dios" y el secularismo, que pretende imponernos un nuevo concepto de vida: una humanidad lejos de Dios. O lo que es lo mismo, un infierno.

Ahora más qu
e nunca, debemos ejercer la disidencia ante un mundo tecnológico para sublevarnos contra el tecnicismo absorbente, que pretende dispensarnos de reflexionar y ejercitar el juicio crítico, el ecologismo  artificial, que pretende enseñarnos a amar la naturaleza ambiental y a odiar la naturaleza humana, y el feminismo radical, que pretende enemistar a hombres y mujeres, destruyendo su complementariedad.

Ahora más que nunca, debemos ejercer la disidencia ante un mundo que busca el fin del hombre, para anunciar que la única esperanza es Dios.