La Mujer
¿Quién es esta mujer en torno a la que gira todo el Apocalipsis? La clave para reconocerla se encuentra primero, en reconocer al Niño.
Desde una perspectiva cristocéntrica, el Niño es Cristo, y por tanto, desde una perspectiva mariológica, la Mujer es la Virgen María. La mujer llevada a su plenitud. La Nueva Eva que junto al Nuevo Adán son el proyecto de Dios para el hombre desde el principio.
El nacimiento del niño no representaría necesariamente el comienzo de la vida terrenal de Jesús, sino más bien, su muerte en la cruz, aludiendo al título dado a Cristo de primogénito de entre los muertos (Ap. 1,5), y su arrebatamiento sería su resurrección.
Desde una perspectiva eclesiológica, la Mujer es el pueblo de Dios, que antes del nacimiento de Jesús, representaría a los judíos del Israel fiel, el llamado pequeño "resto" que mencionan varios profetas del Antiguo Testamento (Isaías 4,2-6; 10,20-22; 11,10-16; 28,5-6; 46,3; Jeremías 6,9; 31,7; 50,4-6; 51,19; Ezequiel 6,8; Amos 3,12; 5,15; Sofonías 3,9-13; Miqueas 2,12; 4,6-7; 5,2-7; 7,18; Zacarías 14,2), junto a los cristianos fieles, a la Iglesia de Cristo, que da a luz a los hijos de Dios.
La visión de la Mujer está tomada del sueño de José en Génesis 37,9:
-vestida del sol, la mujer en sí no es divina pero está revestida de la gloria de Dios, de los méritos de Cristo. Por eso, la Virgen María es luz, la Iglesia es luz que guía a los hombres.
-la luna bajo sus pies, la luna es símbolo de la medida del tiempo y por ello, la Virgen, la Iglesia está por encima del tiempo, es decir, no tienen fin.
-una corona de doce estrellas en la cabeza, la corona es símbolo de realeza y, por tanto, la Mujer es una Reina.
Las doce estrellas simbolizan la totalidad del pueblo de Dios, representado por las doce tribus de Israel y los doce apóstoles. La Mujer reina y une el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Representan también a aquellos que se consagran a su Corazón Inmaculado y que forman parte de su ejército victorioso. Son los hijos de la luz, los apóstoles de los últimos tiempos.
-está encinta, el plan de Dios, desde el principio, tenía como centro la Encarnación de Jesucristo, y grita con dolores de parto y el tormento de dar a luz, se refiere al sufrimiento, pasión y muerte de Cristo, y análogamente, al sufrimiento y persecución de la Iglesia cuando surge:
El Dragón
-Y apareció otro signo en el cielo: un gran dragón rojo, que personaliza a Satanás, y su gran tamaño su fuerza ofensiva y su maldad perversa, que tiene siete cabezas, un gobierno pleno, y diez cuernos, poder sobre el mundo (el 10 representa la creación), sobre sus cabezas, siete diademas, dignidad y autoridad.
Desde una perspectiva cristocéntrica, el Niño es Cristo, y por tanto, desde una perspectiva mariológica, la Mujer es la Virgen María. La mujer llevada a su plenitud. La Nueva Eva que junto al Nuevo Adán son el proyecto de Dios para el hombre desde el principio.
El nacimiento del niño no representaría necesariamente el comienzo de la vida terrenal de Jesús, sino más bien, su muerte en la cruz, aludiendo al título dado a Cristo de primogénito de entre los muertos (Ap. 1,5), y su arrebatamiento sería su resurrección.
Desde una perspectiva eclesiológica, la Mujer es el pueblo de Dios, que antes del nacimiento de Jesús, representaría a los judíos del Israel fiel, el llamado pequeño "resto" que mencionan varios profetas del Antiguo Testamento (Isaías 4,2-6; 10,20-22; 11,10-16; 28,5-6; 46,3; Jeremías 6,9; 31,7; 50,4-6; 51,19; Ezequiel 6,8; Amos 3,12; 5,15; Sofonías 3,9-13; Miqueas 2,12; 4,6-7; 5,2-7; 7,18; Zacarías 14,2), junto a los cristianos fieles, a la Iglesia de Cristo, que da a luz a los hijos de Dios.
El Dragón
El Dragón es la máxima expresión del mal y en él se concentra toda la fuerza destructiva del infierno. Es nuestro enemigo, porque nuestra lucha es contra el mal, no contra las personas y nuestras armas, la oración y el sacrificio.No hay que confundir esta bestia (el Dragón rojo) que surge del cielo, con la bestia (leopardo, pies de oso, boca de león) que surge del mar del capítulo 13, ni con la bestia con cuernos de cordero y boca de dragón que surge de la tierra del capítulo 17.
Son tres figuras completamente distintas, aunque todas sean satánicas y presenten analogías: las tres tienen 7 gobiernos sucesivos y 10 simultáneos pero:
- el dragón (Satanás) es expulsado del cielo y lanzado a la tierra, donde tiene poder y autoridad sobre los 7 gobiernos sucesivos, es decir, plenitud de poder sobre el mundo y además es testigo del surgimiento de las otras bestias.
-1ª bestia, del mar (el leopardo). Corrupción política y económica. Sale de la humanidad (el mar), tiene poder y autoridad sobre los 10 gobiernos simultáneos (un nuevo sistema político y económico de gobierno mundial dominante y consensuado por la alianza de distintas potencias mundiales), que recibe del dragón, pero no es escarlata y tiene un nombre blasfemo (contra los mandatos de Dios).
-2ª bestia, de la tierra (Anticristo), Corrupción religiosa. Sale de la Iglesia Apóstata (la tierra), es también escarlata como el Dragón, pero no tiene poder ni autoridad sobre gobiernos, lleva encima a la Gran Ramera (idolatría) y está llena de nombres de blasfemia (pecados).
-Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, Satanás arrastra con él a los demonios, a los ángeles rebeldes que odian el cielo y desobedecen a Dios, para ejercer maldad y rencor contra la Iglesia
-Y el dragón se puso en pie ante la mujer, que iba a dar a luz, se opone y lucha contra Ella, contra la Iglesia.-para devorar a su hijo cuando lo diera a luz, quiere matarlo, recordando la matanza de Herodes. Es el odio de Satanás a Cristo, el Dios que se hace hombre.
Satanás no soporta que Dios eligiera al hombre para encarnarse, en lugar de a un ángel, a él. Por eso, quiere devorarlo y hacerlo desaparecer del mundo, pero no puede porque es llevado al cielo. Entonces, dirige su odio contra la Mujer, contra la Iglesia, contra los cristianos.
-Y dio a luz un hijo varón, el que ha de pastorear a todas las naciones con una vara de hierro, es Jesucristo, un rey con cetro, con autoridad y poder. Es el nuevo Adán, la realización y culminación del proyecto de Dios.
-y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono, Jesucristo resucitado y ascendido al cielo. La cabeza, el Hijo, es llevado al cielo pero la mujer sigue dando a luz al resto del cuerpo, la Iglesia, hasta que culmine el nacimiento del "Cristo total", es decir, el número simbólico de 144.000.
-Y la mujer huyó al desierto, desierto es el lugar sin palabras, lugar de la prueba, de la purificación, de la penitencia, el ayuno y la oración de la Iglesia (en las apariciones, la Virgen siempre nos llama a estas tres últimas cosas). Simboliza también el corazón humano, el lugar de la vida eremita interior.
El desierto es el lugar del encuentro con Dios, desde donde siempre comienza el camino hacia la salvación, hacia la tierra prometida, con la compañía y guía de Dios, como Israel en el desierto y como Jesús antes de iniciar su vida pública.
-donde tiene un lugar preparado por Dios, para ser alimentada allí durante mil doscientos sesenta días, un tiempo limitado. Desde una perspectiva eclesiológica, la Iglesia (la mujer), es decir, el pueblo de Dios, también huye al desierto, donde es probada y guiada por Dios antes de ser salvada:
La Guerra en el Cielo-Y hubo un combate en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles combatieron, se narra la batalla espiritual en el cielo. El arcángel San Miguel es el único ángel a quien se nombra en todo el libro y que significa "Quien como Dios". Dios no combate directamente con Satanás, porque éste está al nivel de los ángeles, no al nivel de Dios.
-Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, Satanás arrastra con él a los demonios, a los ángeles rebeldes que odian el cielo y desobedecen a Dios, para ejercer maldad y rencor contra la Iglesia
La Guerra en el Cielo
- pero no prevalecieron, no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo, fueron expulsados por San Miguel.
Vemos como la aparición de la Mujer es anterior a la rebelión y posterior batalla en el cielo. Por tanto, la elección de la Virgen y la Encarnación de Su Hijo no es producto de la rebelión de Satanás y del posterior pecado del hombre, sino que ya formaba parte del Plan de Dios, incluso si no hubiese entrado en el mundo el pecado.
-Y fue precipitado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engañó al mundo entero; fue precipitado a la tierra y sus ángeles fueron precipitados con él, una vez expulsado del cielo, el dragón es identificado por su nombre y es puesto al descubierto: es el Adversario, el Antagonista, el Engañador, el Seductor del mundo.
Por ello, Jesús nos exhorta a mantenernos fieles hasta el final pero también, a identificar y desenmascarar el mal. El mal de Satanás es impedir que el hombre haga aquello para lo que fue creado: alabar a Dios.
El Apocalipsis tiene dos objetivos principales: exhortarnos a la perseverancia y desenmascarar el mal. Sin embargo, al precipitarse Satanás a la tierra, ha propagado un humo espeso que nos impide y nos dificulta distinguir el bien del mal. Por eso, Jesucristo resucitado nos dice que nuestra lucha es contra las fuerzas del mal y, por tanto, es muy importante desenmascarar el mal.
Nuestra arma es la oración por aquellos que hacen el mal pero no enfrentarnos directamente al mal, porque ya está vencido. De esta manera, nos asimos de la mano de San Juan y participamos en esta experiencia mística que es el Apocalipsis.
En los versículos 10-12, el cielo canta con alegría la victoria, el poder y el reinado de Jesucristo sobre Satanás, al ser expulsado definitivamente del cielo por San Miguel, pero se entristece por la tierra, ya que Satanás se revuelve contra el hombre con gran furia, sabiendo que le queda poco tiempo:
La Guerra en la Tierra-Y cuando el dragón que había sido precipitado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al varón, desde una perspectiva eclesiológica, esta persecución representa el odio y la venganza del Diablo contra la Iglesia y su descendencia, como se dice en Génesis 3,14.
La Guerra en la Tierra
Satanás es, a la vez, Seductor y Acusador: seduce al hombre y cuando éste cae y peca, lo acusa para hacerle dudar de la Misericordia y del Perdón de Dios.
-y le fueron dadas a la mujer dos alas de la gran águila, son la contemplación y el silencio interior. Significan la protección y la guía del Espíritu Santo a la Iglesia. Y, según San Juan Pablo II, significan fe (confianza, fidelidad) y razón (conocimiento, inteligencia).
-para que volara al desierto, el desierto es para los cristianos el lugar de la prueba, del encuentro con Dios, del noviazgo con Dios, de la intimidad con Dios. En el desierto, Dios nos habla al corazón. También podría representar el purgatorio.
Vencer al Acusador (el fiscal) es refugiarse a la sombra y en las alas del Espíritu Santo (nuestro abogado defensor), del engaño y la seducción. Nuestra victoria no está en luchar contra el Dragón sino en refugiarnos en Dios, quien ha vencido ya, en virtud de la sangre del Cordero.
-el lugar donde es alimentada lejos de la vista de la serpiente, el alimento son los sacramentos y, en especial, la Eucaristía, donde encontramos la presencia el refugio y la gracia del Dios vivo, y donde tiene prohibida la entrada el Diablo.
-por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo, significa que el desierto no es la morada definitiva de la Mujer, es decir, de la Iglesia, del pueblo de Dios. El tiempo de los cristianos en el desierto es un tiempo limitado, de purificación.
-Y vomitó la serpiente de su boca, detrás de la mujer, agua como un río para hacer que el río la arrastara. El diablo quiere, con el agua, hacer desaparecer el desierto y transformarlo en un vergel. Es un engaño para alejar a la Iglesia de Dios y que se acomode.
-Y la tierra ayudó a la mujer, y abrió la tierra su boca y se tragó el río que había arrojado el dragón de su boca, la tierra representa espiritualmente a los santos. Dios ha permitido que se forme un ejército (los hijos de la luz, los santos) que defiende a la Virgen María, a la Iglesia (la Mujer) y que asume ese odio y persecución.
-El dragón se irritó contra la mujer, que personaliza el odio, materializado en los ataques, agravios e insultos a la Virgen María y a la Iglesia a lo largo de la historia.
-Y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y son fieles testigos de Jesús. Y por tanto, los mismos ataques, insultos y persecuciones, las tendrán sus hijos, los cristianos auténticos, los que perseveran hasta el final, son fieles y cumplen los mandamientos de Dios.
-El dragón se detuvo en la arena del mar, que significa que Dios le ha marcado un límite (la arena) y no le deja entrar directamente en nuestras vidas cristianas (la tierra). Desde la arena del mar (el borde del caos, el mundo fuera de Dios), con su apoyo, es testigo de cómo se originan la bestia del mar (corrupción política y económica) y la 2ª bestia (corrupción religiosa, el Anticristo), que lleva encima a la Gran Ramera (la idolatría, las falsas doctrinas e ideologías demoníacas) y que le ayudarán, siguiendo sus instrucciones, a tratar de cumplir su objetivo, atacando al hombre fiel (la tierra).
Satanás no las crea, porque el poder creador está reservado a Dios, si no que, tan sólo puede mirar y esperar a que surjan del mar (la humanidad en su conjunto: pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas) y de la tierra (el cristianismo).
San Juan asociaba el mar, al Mediterráneo y la bestia surgida de él, al imperio romano; la tierra, con Israel, y la bestia surgida de ella, a la jerarquía religiosa que negó y crucificó a Jesucristo:
La Bestia del Mar-Y vi una bestia que salía del mar, que representa al Imperio, a un poder absoluto, depravado y perverso que no reconoce ninguna autoridad sobre él y que intenta imponerse a Dios.
La Bestia del Mar
Es un "Nuevo Orden Mundial", es la corrupción política, social y económica. San Juan, en el capítulo 13, identifica a la Bestia que surge del mar con la máxima expresión de pecado de la humanidad y la expresión humana de Satanás.
Quizás por eso, muchos suelen identificar erróneamente a ésta con el Diablo. Hecho que el vidente desmiente anteriormente, al identificar y nombrar de forma clara al Dragón como Satanás en el capítulo 12, versículo 9.
-tenía diez cuernos y siete cabezas; llevaba en los cuernos diez diademas, formado por un frente común de gobiernos sucesivos y simultáneos, y en las cabezas un nombre blasfemo, que atacan con pleno poder a Dios, a su Palabra y a su pueblo. La visión de esta bestia (que no razona sino que impone) está tomada de la profecía de Daniel.
Tanto las 7 cabezas como los 10 cuernos tienen el mismo significado: son "reyes", imperios o potencias mundiales que han tenido y tendrán la influencia directa de Satanás, pero en tiempo y alcance distintos; pero San Juan engloba las 4 bestias del profeta Daniel y las describe como una sola. El número 7 tiene un significado más espiritual, mientras que el 10 es más físico o material.
Por tanto, esta bestia es esa organización diabólica apoyada por múltiples gobiernos y basada en una ideología político-económica atea y anti-cristiana.
-la bestia era semejante a una pantera (o leopardo), que representa la avaricia, la codicia y la acumulación de riquezas (el leopardo tiene la piel dorada y como llena de "monedas"), con patas de oso, pelo y garras, es decir, lo terrenal y los bienes materiales, y fauces de león, capaz de triturar y devorar todo lo que es bueno y santo, con mentiras y engaños.
-El dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad, representa que Satanás está detrás de todo este nuevo sistema político y económico de gobierno mundial.
El Diablo, como sabemos, es un grotesco imitador de Dios. Así, la escena de la Bestia es una burda imitación, un vulgar copia y una tosca parodia de la Encarnación de Cristo:
Al igual que Dios le da a Cristo su trono celestial, su poder y su autoridad, el Dragón le da su trono terrenal, su poder y su autoridad a la Bestia.
Al igual que el Hijo que nace tiene caracteres divinos y es la presencia de Dios en el mundo, la Bestia que surge tiene caracteres demoníacos y es la presencia de Satanás en el mundo.
-Y vi que una de sus cabezas estaba como herida de muerte, pero su herida mortal se había curado. Todo el mundo, seguía admirado, seguía a la bestia, un "gobierno" perteneciente a este nuevo orden mundial irá a la ruina económica (sistema financiero), pero ésta le salvará, y todo el mundo se maravillará de esto y seguirán confiando en este sistema político y económico.
La Bestia es una "blasfemia encarnada" que hace una ultrajante alusión a la Muerte y Resurrección de Jesucristo.
-Y adoraron al dragón... y a la bestia, muchos serán partidarios y defensores de Satanás y de este nuevo sistema (que algunos identifican con el capitalismo o con la globalización), cuyo poder y dominio es imposible de superar o mejorar.
Por ello, es inútil combatirla; nuestra lucha no es combatir contra la Bestia, que parece herida de muerte, pero que revive una y otra vez, en una clara alusión a las metamorfosis de la "Revolución".
Nuestra lucha es perseverar hasta el final porque si luchamos contra la Bestia, con sus mismas armas terrenales, el cristianismo acaba convirtiéndose en otro imperio, otra revolución, otra metamorfosis. Y eso no es la Iglesia, cuyas armas son sobrenaturales, místicas y trascendentales. Porque el que ha vencido es Cristo, no nosotros.
-diciendo: ¿Quién como la bestia y quién puede luchar con ella?, una grosera referencia a las palabras de San Miguel "¿Quién como Dios?"
-Y se le dio una boca grandilocuente y blasfema, su ideología atea y anti-cristiana, y poder para hacerlo durante cuarenta y dos meses, dominio por un corto periodo de tiempo, 42 meses= tres años y medio, la mitad de 7.
-Abrió su boca para blasfemar contra Dios, contra su nombre, contra su morada y contra todos los que habitan en el cielo. Y se le dio combatir contra los santos y vencerlos... ataques a la Iglesia, insultos a todo lo sagrado y persecución generalizada a los cristianos en las que su fe será probada; muchos apostatarán por su amor al dinero y las posesiones materiales. La intención de la Bestia es atemorizarnos para que perdamos la esperanza y la fe.
-Lo adorarán todos los habitantes de la tierra, en referencia a los que comen del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo del Paraíso, siguen al mundo y al Dragón, y eligen no ser fieles a Dios.
-cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero degollado, desde la creación del mundo, en referencia a los que no comen del árbol de la vida del Edén (Cristo), los que se mantienen fieles a Dios.
-Quien tenga oídos, que oiga: El que está predestinado al cautiverio, al cautiverio va, en referencia a los Imperios de Egipto, Persia, Babilonia, Roma, etc., descritos en el Antiguo Testamento, que hacían esclavos al pueblo. Es decir, el que quiere vivir bajo el poder del Mal, en esclavo se convierte.
-El que mata a espada, a espada tiene que morir, en referencia a las palabras de Jesús a Pedro en Getsemaní: "todos los que empuñan espada, a espada morirán" (Mateo 26,52). Nuestro combate no es con la espada del odio sino con la espada del amor, el Evangelio de Cristo.
-¡Aquí se requiere la paciencia y la fe de los santos! El Señor no nos pide vencer el pecado sino que nos exhorta a oponernos al pecado, a resistirlo, a perseverar, a tener paciencia y ser fieles para ser santos:
La Bestia de la Tierra-Vi otra bestia que subía de la tierra; tenía dos cuernos, como los de un cordero, pero hablaba como un dragón. El vidente dice claramente: "Otra" bestia. Así pues, la otra bestia que surge de la tierra, de los infiernos, de Oriente (donde están las siete Iglesias de Asia) representa la corrupción religiosa e ideológica, el Anticristo. Es la falsa religión, la falsa ideología cuyo objetivo es destruir la Iglesia desde dentro.
El Dragón es un burdo imitador de Dios y, así como Cristo es la revelación de Dios, el Anticristo es la revelación de Satanás. Así como Cristo es la Palabra de Dios, la Apostasía es la palabra del Diablo. El Dragón se disfraza de Cordero. Satanás se disfraza de Jesucristo.
El Imperio (la Bestia del Mar) se caracteriza por el uso de la violencia y la fuerza, mientras que la propaganda (la Bestia de la Tierra), por el uso de la cultura, la ideología, la ciencia, la filosofía, es decir, todo aquello que puede engañar y así, construir una falsa y deformada religión.
Quizás por eso, muchos suelen identificar erróneamente a ésta con el Diablo. Hecho que el vidente desmiente anteriormente, al identificar y nombrar de forma clara al Dragón como Satanás en el capítulo 12, versículo 9.
Por tanto, esta bestia es esa organización diabólica apoyada por múltiples gobiernos y basada en una ideología político-económica atea y anti-cristiana.
-la bestia era semejante a una pantera (o leopardo), que representa la avaricia, la codicia y la acumulación de riquezas (el leopardo tiene la piel dorada y como llena de "monedas"), con patas de oso, pelo y garras, es decir, lo terrenal y los bienes materiales, y fauces de león, capaz de triturar y devorar todo lo que es bueno y santo, con mentiras y engaños.
-Y vi que una de sus cabezas estaba como herida de muerte, pero su herida mortal se había curado. Todo el mundo, seguía admirado, seguía a la bestia, un "gobierno" perteneciente a este nuevo orden mundial irá a la ruina económica (sistema financiero), pero ésta le salvará, y todo el mundo se maravillará de esto y seguirán confiando en este sistema político y económico.
La Bestia de la Tierra
Esta Bestia está al servicio de la primera, la Bestia del mar, y representa una falsa doctrina surgida de la misma Iglesia de Cristo (que salía de la tierra), con su líder y el falso profeta (dos cuernos), representado como un sacerdote u obispo, el "Asiarca" de Éfeso (de cordero), pero con el poder destructor del mal (hablaba como un dragón), es decir, con la mentira y la falsedad de Satanás.
La descripción de dos cuernos como de cordero y como con voz de dragón indica en sí misma, una clara contradicción, entre lo que parece ser, y lo que realmente dice y hace. Son lobos con piel de cordero.
-ejerce todo el poder de la primera bestia, en su presencia, y hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia, su misión es llevar a las personas dentro del Imperio para que adoren al Dragón, para que se aparten de las cosas y los bienes celestiales, y se preocupen exclusivamente de las cosas y los bienes terrenales, cuya llaga mortal había sido curada, que se refiere a un resurgir del Imperio, que parecía haber sido vencido, pero que resucita, parodiando la Resurrección de Jesucristo.
Las dos bestias son contemporáneas y próximas, se manifiestan en un mismo lugar y mantienen una relación de apoyo mutuo.
-Hace grandes signos, con engaños y falsedades promete una falsa paz universal, haciendo bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de los hombres...milagros portentosos y prodigios pseudo-divinos, imitando un falso Pentecostés y da a los hombres carismas que son falsas manifestaciones de la divinidad para lograr arrastrarlos a idolatrar el Anticristo, presentándolo como el Mesías esperado.-con estos prodigios engaña a los habitantes de la tierra y les dice que hagan una imagen de la bestia (herida de espada pero que ha sobrevivido). Se le concedió infundir espíritu a la imagen de la bestia de modo que pudiera hablar y matar a todos los que no adorasen la imagen de la bestia. Al igual que en Éfeso existía una gran estatua de Domiciano, César del Imperio Romano, ante la que debían postrarse todos (a la fuerza), la segunda Bestia erige una estatua del Dragón, ante quien todos deben postrarse o ser exterminados.
-Hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos se les ponga una marca en la mano derecha o en la frente, de modo que nadie pueda comprar ni vender si no tiene la marca o el nombre de la bestia. Al igual que los compañeros del Cordero llevan la marca de la Cruz, los seguidores del Dragón llevan su número, en la mano derecha, que significa que todo lo que hacen lleva la impronta de la Bestia, o en la frente, que llevan su misma identidad, su mismo aspecto y su mismo pensamiento único.
Todos son esclavos marcados a quienes se les obliga a pensar como la Bestia y a trabajar para el Dragón: educación, política legislativa, economía, etc., todas orientadas a su ideología y quienes no les sigan u obedezcan no pueden participar de este régimen.
Aquí se requiere sabiduría. El que tenga inteligencia que cuente la cifra de la bestia, pues es una cifra humana. Su cifra es 666. significa la Trinidad diabólica: Satanás (el Dragón), el Imperio/Nuevo Orden Mundial (la Bestia del mar) y el Falso Profeta/la ideología del Anticristo (la Bestia de la tierra). La sabiduría y la inteligencia se refieren a que debemos entender que no es alguien específico sino que representa el Mal.
Según la gematría, en griego, en hebreo y en latín las cifras se escriben con los mismos caracteres que algunas letras, es decir, que hay nombres que pueden ser leídos como números. San Juan nos dice la cifra: 666, pero no en qué idioma. La interpretación más común es que la cifra significa Nerón César: sumando las consonantes de este nombre, el resultado es 666. Es el símbolo del Imperio blasfemo y sanguinario. Según la numerología o significado de los números, 6 es imperfección, por faltarle una unidad para la perfección del número 7, y 666, representaría una imperfección llevada hasta el extremo.
Según el Apocalipsis, el plan de Dios se desarrolla en tres series de septenarios, los siete sellos, las siete trompetas y las sietes copas (777) mientras que el plan del Diablo se desarrolla con el 666.
Cada versión histórica de la Bestia tiene su propia marca o señal.
Bibliografía:
-"El Apocalipsis" (de Adrienne Von Speyr, por Hans Urs Von Balthasar).-"Para leer el Apocalipsis" (Jean-Pierre Prévost, Editorial Verbo Divino, 1991).- "La Cena del Cordero" (Scott Hahnn, Editorial Patmos, 2001).-"El Apocalipsis de San Juan" (Emilio Aliaga Girbés, Editorial Verbo Divino)
-Hace grandes signos, con engaños y falsedades promete una falsa paz universal, haciendo bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de los hombres...milagros portentosos y prodigios pseudo-divinos, imitando un falso Pentecostés y da a los hombres carismas que son falsas manifestaciones de la divinidad para lograr arrastrarlos a idolatrar el Anticristo, presentándolo como el Mesías esperado.